Vestigios del río Papalotla

Datse Velázquez Quintero
Maestra en Antropología Social

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Fotografías de Datse Velázquez Quintero.

El río Papalotla se encuentra localizado al oriente del Estado de México. Su nacimiento se ubica en la Sierra Nevada. Recorre los municipios de Tepetlaoxtoc, Papalotla, Chiautla, Tezoyuca y Atenco, para finalmente desembocar en el Lago de Texcoco. Este río forma parte de la cuenca del Valle de México y al igual que otros de los ríos que la conforman presenta un alto grado de contaminación debido a la descarga de aguas residuales, tanto domésticas como de la industria papelera y ganadera desde el año de 1985.

De entre los diferentes municipios por los que corre el caudal del río, Papalotla es el más pequeño en extensión territorial y también en el que hay menor población, con un total de 4 147 habitantes. Por la cercanía del núcleo urbano con el río y el tamaño de la población, se eligió esta comunidad para realizar entrevistas de historia oral a adultos mayores, adultos y jóvenes.

El objetivo principal de la investigación fue estudiar de qué manera se articula la memoria en torno al paisaje del río Papalotla y cómo es percibido por quienes lo conocieron antes de que se contaminara y por los jóvenes que lo conocieron ya en estado de deterioro.

El cauce del río varía dependiendo de la época del año. Así, durante los meses de invierno el agua que corre es apenas un hilo café, mientras que en los meses comprendidos entre mayo y agosto el nivel aumenta considerablemente. El cielo nublado que otrora representaba un riesgo para la población por las fuertes lluvias que anunciaba, hoy en día no provoca las temidas “venidas” o inundaciones a las que las personas les temían.

En las fotografías se pude observar que en las riberas aún se conservan extensiones de vegetación y terrenos de cultivo en donde el maíz es lo que se siembra con mayor frecuencia. El pirul es el árbol más representativo de las riberas del Papalotla, en donde también crecen árboles de aile, ciprés, sauce y tepozán.

A partir de entrevistas y de recorridos de campo se pudo identificar que existe una memoria colectiva en la que el río Papalotla se reconoce como un paisaje cultural, al que se le atribuye belleza y que ocupa un lugar preponderante en la vida cotidiana del siglo XX. Sin embargo, las formas en que áste se percibió en el pasado, a través de la interacción constante, se perdieron paulatinamente entre generaciones, luego de que el agua del río se contaminara. Así, las personas adultas mayores son quienes tienen más recuerdos asociados al río y quienes pudieron percibirlo al mismo tiempo que lo habitaron. Ellas pudieron nadar en el río, lavar y regar los campos con sus aguas. Tienen mayor reconocimiento de los elementos que constituyeron al paisaje, desde plantas y animales hasta la localización de lugares estratégicos que se aprovechaban para la recreación y el disfrute.

Por su parte, los jóvenes tuvieron una percepción distinta, ya que su interacción con el río estuvo limitada debido a su contaminación. Aunque algunos tienen recuerdos asociados a la infancia, la mayoría exaltaron la condición de deterioro del paisaje y reconocieron que está en riesgo de perderse totalmente si no hay un proyecto de conservación en la actualidad. La mayoría de ellos reportaron que las aspiraciones de su generación coinciden más con una forma de vida urbana y que muchos migran a la Ciudad de México para continuar sus estudios profesionales. Este factor contribuye a que se agudice la desvinculación que tienen con el río.

Como parte de las obras adyacentes a la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, se planteó la posibilidad de que fuera entubado, lo que hubiera significado una degradación mayor del paisaje debido a la deforestación. Sin embargo, la cancelación del megaproyecto en 2018 evitó que esto sucediera. Empero la problemática de contaminación continúa sin ser atendida por las autoridades competentes.