Cambio cultural: siglo XVI. El mural de la sala 8
de la colección México Antiguo del Museo Amparo, Puebla

Aban Flores Morán[1]
CEPE-UNAM
Pablo Escalante Gonzalbo[2]
IIE-UNAM

Mural “Cambio cultural: siglo XVI”


Las salas dedicadas al arte prehispánico en el Museo Amparo comienzan con un marco espacio-temporal que describe el contexto en el que se desarrollaron las culturas mesoamericanas. La primera sala cuenta con un mural de cinco escenas que representan los primeros asentamientos nómadas, la ciudad de Teotihuacán, la civilización maya, el comercio y la llegada de los españoles. Las seis siguientes salas abordan temáticamente la vida de los antiguos pobladores de México: la Sala 2 se centra en el mundo religioso, la Sala 3 en los cuerpos, rostros y personas, la Sala 4 en la sociedad y las costumbres, la Sala 5, en el lenguaje y la escritura, la Sala 6 en el arte, la forma y la expresión, y la Sala 7 en la muerte.

En el año 2022, se nos encomendó la tarea de proponer el discurso museográfico de una nueva sala que completaría el recorrido histórico del México prehispánico y establecería un puente temático con la colección de arte virreinal. En respuesta a esta petición, decidimos que este nuevo espacio albergaría un mural que continuaría el estilo de la obra que inaugura la colección, pero que mostraría las transformaciones y continuidades que experimentó el mundo indígena tras la llegada de los españoles.

A diferencia de la amplia Sala 1, la Sala 8 ofrecía un espacio más reducido, lo que suponía un reto para la propuesta museográfica. Inicialmente, se contemplaron cinco escenas para abordar la conquista, la evangelización, el trabajo indígena, la liturgia y las festividades religiosas. Sin embargo, debido a las restricciones de espacio, se replanteó el contenido y se redujo a cuatro escenas.


La primera escena que observará el visitante representa la caída de Tenochtitlán, con su recinto sagrado en llamas al fondo. En el suelo, se ven escudos y espadas rotas, mientras que los palacios están derruidos y los canales anegados. En un segundo plano, un caballero águila y un caballero jaguar se enfrentan al ejército tlaxcalteca y a un español a caballo. En un primer plano, se identifica a Hernán Cortés y a la Malinche dialogando con un noble tlaxcalteca.


La segunda escena representa la evangelización y muestra la transformación de los palacios indígenas inspirados en la Casa de la Cacica en Teposcolula, Oaxaca. La yuxtaposición de la cultura prehispánica con la religión católica se evidencia en un altar prehispánico cubierto por una pieza de cerámica con diseños cristiano-indígenas y una cruz en la parte superior. En el extremo derecho se observa un ejemplo de los primeros campanarios construidos con troncos.

Dos actividades se desarrollan en este espacio: el bautizo de un indígena noble a manos de un agustino en una pila de cerámica con símbolos indígenas de agua, y el diálogo entre un franciscano y un anciano indígena sobre el contenido de un códice. La representación de un maizal y un naranjo añade una sensación de integración entre dos mundos naturales. Además, la presencia de animales como un mastín persiguiendo gallinas, un guajolote, un xoloitzcuintle y palomas en los techos, añaden movimiento y detalle a la escena.


La tercera escena muestra el trabajo indígena en la construcción de un tecpan (edificio administrativo). Los trabajadores, vestidos con maxtlatl, llevan a cabo la obra mientras un pilli (noble) con sombrero, capa y espada, monta a caballo en primer plano. Este personaje muestra la apropiación de los elementos distintivos del poder español por parte de la nobleza indígena.


El último panel representa la liturgia y está ambientado en un conjunto conventual similar al de Huejotzingo, Puebla. Hay una capilla abierta decorada con pintura mural del siglo XVI proveniente de Ixmiquilpan y Actopan, Hidalgo. En ella, se encuentra un altar con un frontal de plumas y la representación del espléndido cubre cáliz que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología. A la derecha de la capilla, se representa una procesión que se dirige hacia el espectador. Los cargadores llevan en andas una figura de San Sebastián atado a un nopal, mientras que adelante del santo caminan personas portando estandartes como los que se ven en el Códice de Tepetlaoztoc.

En la escena principal, se observa a un franciscano oficiando misa frente a un grupo de indígenas devotos. Al fondo se ve una fiesta con un grupo de indígenas bailando al compás de los tambores y alzando sus escudos al cielo. En el centro hay un palo del volador en el que cuatro personas vestidas de ángeles descienden a la tierra. También se ve a un fraile dominico que ha decidido integrarse al baile, lo cual rememora una anécdota relatada por fray Diego Durán.

Cada una de las escenas del mural es complementada por una cenefa que aporta un significado adicional. En la primera, se muestra el diseño del atl-tlachinolli, símbolo de la guerra, mientras que en la segunda, hay un disco de cerámica con signos sacrificiales y una cruz cristiana en el centro, pieza que se encuentra en el Field Museum de Chicago. En la tercera sección de la cenefa, se ofrece una reinterpretación del documento titulado Contribuciones o tributos de Tlaxinican, Tlaylotlacan, Tecpanpa. Por último, la cenefa de la cuarta escena presenta un grutesco manierista originalmente ubicado en la iglesia de Metztitlán, Hidalgo.

Para complementar la narrativa pictórica, se han creado animaciones que dan vida a dos detalles del mural. En la primera, el diálogo entre el fraile y el anciano cobra vida mientras pasan juntos las páginas del Códice Borbónico. En la segunda, las personas que participan en la danza se mueven al ritmo de la música tradicional y los ángeles descienden girando alrededor del palo del volador. La música y el movimiento de los ángeles crean una atmósfera de celebración y devoción que complementa la riqueza del mural.

Este mural, titulado “Cambio cultural: siglo XVI”, fue diseñado por Aban Flores Morán y Pablo Escalante Gonzalbo y pintado por Joaquín García y Bárbara Lara en 2022-2023. Actualmente se encuentra en exhibición en el Museo Amparo en la ciudad de Puebla y cuenta con animaciones realizadas por Andrés Villalobos que dan vida a algunos de sus detalles.

Bibliografía

Escalante Gonzalbo, Pablo
2006  “Fulgor y muerte de Juan Gerson o las oscilaciones de los pintores de Tecamachalco”, en El proceso creativo. XXVI Coloquio Internacional de Historia del Arte, ed. Alberto Dallal. México: UNAM, IIE,  pp. 325-342.

2018 «La Cruz, El Sacrificio Y La ornamentación Cristiano-indígena. Luces Sobre Un Taller De alfarería De Mediados Del Siglo XVI En El Valle De México». Anales Del Instituto De Investigaciones Estéticas vol. 1, núm. 113, pp. 81-116. 

Escalante Gonzalbo, Pablo y Aban Flores Morán.
2021 “Yuxtaposición y préstamo, las estrategias del sincretismo en una pila bautismal de barro. Nueva España, siglo XVI” en 500 años de la presencia española en México, coordinado por Guillermo Correa Lonche. México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, Escuela Nacional de Antropología e Historia,  pp. 263-284.

Flores Morán, Aban
2021 “Cambios y continuidades de la pintura mural conventual del Altiplano Central (1521-1640). Orígenes, tradiciones, técnicas y estilos”, tesis de doctorado en Historia del Arte, UNAM, 


[1] aflores@cepe.unam.mx

[2] pabloeg@unam.mx