Aprendiendo (más que sólo) mapudungun
en la periferia de Santiago de Chile. Actividades colaborativas en el marco de una investigación sobre la asignatura de Lengua y Cultura Mapuche en contexto urbano

Sofía Bravo[1]
Antropóloga Social

Ilustración Ichan Tecolotl

El contexto de la investigación

En el marco de la maestría en antropología social del CIESAS Pacífico Sur, llevé a cabo una investigación etnográfica educativa, la cual tuvo como pretensión inicial potenciar y documentar un trabajo que ya venía gestándose con educadores urbanos mapuche de la ciudad de Santiago de Chile. Mediante este vínculo habíamos planteado materiales educativos en formatos innovadores, como la animación y la realidad virtual, que buscaban apoyar su labor enseñando su lengua y cultura originaria.

En Chile desde el año 2010 se implementa de forma obligatoria la asignatura de Lengua y Cultura de los Pueblos Originarios y Ancestrales en escuelas públicas que tengan un 20 por ciento de estudiantes indígenas. Ésta es impartida por Educadores Tradicionales Indígenas, quienes son validados por su comunidad como conocedores de su lengua y su cultura.

Actualmente, la región metropolitana de Santiago tiene la mayor cantidad de población perteneciente a pueblos originarios, la gran mayoría del pueblo mapuche (SEREMI de Desarrollo Social y Familia Metropolitana, 2019). Sin embargo, las escuelas en las que efectivamente se imparte la asignatura apenas superan la decena (Bravo, 2023). Estas suelen ubicarse en barrios populares de la periferia santiaguina, en los cuales históricamente se ubicó la población mapuche que migró a la ciudad, durante gran parte del siglo XX, debido a la ocupación del territorio ancestral wallmapu por parte del Estado de Chile (Imilan y Álvarez, 2017; Aravena, 2001).

La investigación se centró en el trabajo con una educadora tradicional mapuche de la ciudad de Santiago, que imparte la asignatura de Lengua y Cultura Mapuche en una escuela primaria de la periferia de la ciudad. Como objetivo se buscó analizar la práctica docente intercultural de la educadora y sus efectos en la escuela. También se sumaron otros tres educadores de esta y otras escuelas, lo que permitió hacer algunos paralelismos en cuanto a experiencias y prácticas docentes en contextos similares.

Algunas problemáticas abordadas durante la investigación tuvieron que ver con el concepto de interculturalidad, su polisemia (Medina, 2013; Hecht et al., 2016), y los diversos significados que toma en los contextos locales, los cuales están atravesados por muchos factores. En el caso estudiado, esto se expresó en la composición del estudiantado, que se compone de alumnos de origen migrante (de otros países de Latinoamérica), chileno y mapuche. La combinación de orígenes, lenguas y culturas genera espacios urbanos de superdiversidad (Vertovec, 2007; Contini, 2015), que complejizan el abordaje de la diferencia cultural, desbordando lo que nos podría anticipar el concepto de “interculturalidad” entendido de manera simple como el diálogo e intercambio horizontal entre culturas.

Otra temática importante que desborda este concepto tuvo que ver con la identidad de indígenas urbanos de los educadores y la dimensión política que esto implica en el tratamiento de la cultura originaria en el espacio áulico. Su propia identidad mapuche-warriache (de la ciudad) encarna una reetnificación urbana y un lugar de enunciación política desde la historia del despojo y el desplazamiento (Imilan, 2014), en donde también hay que considerar la situación de ambivalencia (entre celebración/folclorización y hostilidad) del Estado de Chile y la opinión pública con el tema mapuche (Bravo, 2023).

Lo ‘colaborativo’ como apuesta y dificultad

Uno de los (auto)cuestionamientos torales durante el proceso de investigación tuvo que ver con la pregunta de cómo poder contribuir de forma significativa al campo investigado. Es decir, que la invitación a la educadora principal a participar en el proyecto y hacerme un espacio en la ajetreada vida escolar estuviera acompañado del ofrecimiento de alguna instancia o producto que superara la mera devolución de resultados en un formato académico, (el que —siendo realista— poco efecto tendría para su práctica).

No sin pocos tropiezos, en los cuales tuve que ajustar expectativas en torno a los alcances del trabajo propuesto, pude planificar una serie de actividades que fueran plausibles y provechosas. Para esto, las orientaciones ofrecidas por el debate académico al respecto fueron importantes para reconocer lo posible de realizar y lo que se escapaba de las posibilidades de la investigación.

Algunas luces tuvieron que ver con la creación de instancias y productos que excedieran la creación académica, y con atreverse a apostar por formas creativas de diseminar los resultados (Hale, 2007; Rappaport, 2010). En esto profundizan Bastián y Berrío (2015) muy claramente, al pensar en qué se debe tener en cuenta al momento de preguntarnos por la utilidad práctica del conocimiento que generamos, y es recordar que ésta siempre tiende a quedar subordinada a la estructura y criterios académicos. Esto nos lleva a hablar de lo que se ha llamado “devolución” de la investigación, y que, según estas autoras, suele terminar en un asunto de buenas intenciones.

Actividades realizadas

En conjunto con la educadora, se tomó la decisión de hacer algunas actividades con los estudiantes según las necesidades e intereses identificados por ella en sus clases. Estas actividades fungieron como una especie de trabajo paralelo a la etnografía educativa, en tanto buscaban ser útiles para quienes las estaban solicitando, y eso no siempre coincidió con los objetivos que un producto académico (como la tesis) demandaba. Es decir, siguiendo lo dicho por Bastián y Berríos (2015), no fue posible que las mismas actividades colaborativas respondieran a los dos contextos (el local y el académico) de manera equitativa sin que el primero quedara supeditado al segundo.

En esta línea se plantearon tres tipos de actividades que buscaban por un lado responder a los intereses de los estudiantes planteando actividades lúdicas y atractivas que pudieran ser una pausa en la rutina escolar, y por otro fortalecer un rol activo en la comunicación de lo aprendido en la clase de Lengua y Cultura Mapuche, poniendo en valor el conocimiento de los propios estudiantes. Estas actividades consistieron en:

1) Taller de Afiches: Con un curso de séptimo grado se realizó un taller de cuatro sesiones en las que se introdujeron los elementos constitutivos de un afiche y su construcción “por capas”. En grupos se hicieron afiches para enseñar un concepto en mapudungun que ya conocían y que les tocó por sorteo. Luego se digitalizaron e imprimieron. Los afiches enseñaban conceptos como ‘Ayekawe (instrumentos musicales mapuche), y exhibían su forma y nombre tradicional (imagen 1); ‘Palin’ (juego tradicional mapuche) con una imagen central y descripciones sobre qué es el palin y sus elementos principales (imagen 2); y ‘Tren Tren y Kai Kai’ en el que se muestra con gran destreza estilística la batalla entre dos serpientes, una de tierra y una de agua, a partir de un relato mitológico propio de la cultura mapuche (imagen 3).

Imágenes 1, 2 y 3.

2) Creación de fanzine colectivo: A partir de una actividad que la educadora implementó en varios cursos, en la que cada estudiante hizo un díptico sobre el canto tradicional mapuche (ül) y una cantautora mapuche (imagen 4), se construyó un fanzine colectivo en el que se integraron aportes de los diversos dípticos hechos por estudiantes de entre quinto y octavo grado. El fanzine incluyó dibujos de más de 20 dípticos distintos, y abordó la definición del género tradicional mapuche ül, el vocabulario asociado a éste, además de una pequeña biografía de una cantautora que hacía referencia a su origen mapuche-warriache. El fanzine se desdobla para exhibir su parte trasera, en la cual se expuso en formato de afiche la letra de una canción de la cantautora, misma que los estudiantes aprendieron en clases (imagen 5).

Imágenes 4 y 5.

3) Taller Audiovisual: con un curso de cuarto grado se realizó un taller de cuatro sesiones en las que se visionó material audiovisual y se repasaron elementos básicos de la realización audiovisual. Por grupos escribieron un guion sobre un instrumento musical mapuche que ya conocían (imagen 6). Cada grupo hizo un video con un diálogo en mapudungun en el que explicaron las características y uso del instrumento. Se compiló todo en un cortometraje educativo.

Imagen 6.

Además, para finalizar las actividades, se gestionó la creación de un “Rincón de Literatura de Pueblos Originarios” en la biblioteca de la escuela, en donde se realizó la presentación de resultados a la comunidad escolar: se expusieron los afiches, se repartieron stickers con el diseño de cada uno de estos, y se imprimieron más de 200 ejemplares del fanzine colectivo (imagen 7). También se exhibió a todos los cursos el cortometraje realizado (imagen 8).

Imágenes 7 y 8.

Comentario en torno a los resultados

Para cerrar, me referiré a la importancia que tomó el generar materiales educativos en conjunto con los estudiantes, haciéndolos protagonistas de su propio proceso de aprendizaje. Estos procesos combinaron creatividad e identidad, a partir de creaciones que les permitieron reconocer lo que sabían de Lengua y Cultura Mapuche, y su posibilidad de comunicarlo con los demás.

Este (auto)reconocimiento, tanto de estudiantes mapuche de la ciudad como de estudiantes chilenos o migrantes que pueden identificarse con la historia del territorio que habitan, además de la lucha contra el racismo y por la puesta en valor de la cultura mapuche, es parte de los objetivos que forman parte de la práctica docente de la educadora tradicional, de forma paralela (y en ocasiones de forma principal) a la propia enseñanza de la lengua.

Finalmente, la apuesta por hacer investigación colaborativa, o con componentes colaborativos, si bien puede estar llena de tropiezos, se hace necesaria para poner en práctica la visión crítica que hoy abunda en la academia. Esto, lejos de ser una forma de blindar éticamente nuestras investigaciones, es una apertura a la equivocación, la (auto)crítica, y, en ocasiones —como en este caso—, a la necesidad de desarrollar proyectos paralelos. En esa línea, planteo el pensar, más que en investigaciones “colaborativas” o “activistas”, en la posibilidad de ser “investigadoras activistas”, reconociendo los diferentes contextos y sus necesidades, y asumiendo la responsabilidad de dedicar parte de nuestro tiempo a productos o trabajos que no se evalúan, ni muchas veces se valoran, en la academia.

Referencias

Aravena, Andrea
2001 “La identidad mapuche – warriache: procesos migratorios contemporáneos e identidad mapuche urbana”, en IV Congreso Chileno de Antropología, Santiago de Chile, Colegio de Antropólogos A.G., pp. 285-97

Bastian, Ixkic, y Lina Berrío
2015 “Saberes en diálogo: Mujeres indígenas y académicas en la construcción del conocimiento”, en Xóchitl Leyva, Camila Pascal, Axel Köhler, Hermenegildo Olguín, y María Velasco (eds.), Prácticas otras de conocimiento(s): Entre crisis, entre guerras (Tomo II), San Cristóbal de Las Casas, Cooperativa Editorial Retos, pp. 107-132.

Bravo, Sofía Pilar
2023 La práctica docente intercultural en contexto urbano: El caso de la asignatura de Lengua y Cultura Mapuche en una escuela de Santiago de Chile, tesis de maestría en Antropología Social, CIESAS Unidad Pacífico Sur, Oaxaca.

Cotini, Pierangela
2015 Culturas de convivialidad y súper-diversidad, tesis de doctorado en Antropología Social y Diversidad, Universidad de Granada, Granada.

Hale, Charles
2007 “Reflexiones sobre la práctica de una investigación descolonizada” en Anuario Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica 2007, Tuxtla Gutiérrez, CESMECA-UNICAH, pp.297-313.

Hecht, Ana Carolina, Mariana García Palacios, Noelia Enriz, y María Laura Diez
2016 “Interculturalidad y educación en la Argentina. Discusiones en torno a un concepto polisémico”, en Gabriela Novaro, Ana Padawer, y Ana Carolina Hecht (coords.), Educación y Pueblos indígenas y migrantes, Reflexiones desde México, Brasil, Bolivia, Argentina y España, Buenos Aires, Editorial Biblos, pp. 43-63.

Imilan, Walter
2014 “Experiencia warriache: espacios, performances e identidades mapuche en Santiago”, en Walter Imilan, Alejandro Garcés, y Daisy Margarit (eds.), Poblaciones en movimiento: etnificación de la ciudad, redes e integración, Santiago de Chile, Ediciones Universidad Alberto Hurtado, pp. 254-278.

Imilan, Walter Alejandro, y Valentina Álvarez
2017 “El pan mapuche. Un acercamiento a la migración mapuche en la ciudad de Santiago”, Revista Austral de Ciencias Sociales, núm. 14, pp. 23-49.

Medina, Patricia
2013 “Palabras que hacen política: ‘interculturalidad’ Contornos epistémicos sobre identidad, diferencia y alteridad”, en Bruno Baronnet y Medardo Tapia Uribe (coords.), Educación e interculturalidad. Política y política, Cuernavaca, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias-UNAM, pp. 151-76.

Rappaport, Joane
2010 “Más allá de la observación participante: la etnografía colaborativa como innovación teórica”, en Xóchitl Leyva (coord.), Conocimientos y prácticas políticas: reflexiones desde nuestras prácticas de conocimiento situado (Tomo II), Tuxtla Gutiérrez / Ciudad de México / Ciudad de Guatemala / Lima, CIESAS / UNICAH / PDTG / UNMSM.

Secretaría Regional Ministerial de Desarrollo Social y Familia, Región Metropolitana de Santiago (SEREMI de Desarrollo Social y Familia Metropolitana)
2019 Región Metropolitana de Santiago. Pueblos Indígenas: Resultados Encuesta CASEN 2017, Santiago de Chile, SEREMI de Desarrollo Social y Familia Metropolitana.

Vertovec, Steven
2007 “Super-diversity and its implications”, Ethnic and Racial Studies, vol. 30, pp. 1024-1054.


  1. Maestra en Antropología Social por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Unidad Pacífico Sur. Correo: sofiapilarb@gmail.com

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