La presencia coreana en Tijuana:
un recorrido histórico

Nohemí Rodríguez Cota[1]
Universidad Autónoma de Baja California


En la actualidad, los contenidos musicales, televisivos y artísticos surcoreanos en general han despertado un interés muy grande en todo el mundo y México no es la excepción. Podríamos decir que eso se debe a la historia que une a Corea del Sur con México, la cual se extiende a más de cien años. Entre las ciudades mexicanas que guardan una relación histórica con la comunidad coreana se encuentra Tijuana, ciudad fronteriza ubicada en el noroeste del país, en el estado de Baja California.

Tijuana, donde “inicia la patria”, es reconocida como una ciudad multicultural mexicana. Su cercanía con el suroeste estadounidense y su condición industrial la convierten en una zona metropolitana estratégica para el comercio.

Un grupo de personas en una calle de noche

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Foto 1. Zona Centro de Tijuana.


A comparación de otras ciudades metropolitanas del país, Tijuana es bastante joven, dado que se fundó en 1889, inicialmente como una ciudad de paso y libertinaje, pensada para extranjeros y no tanto para mexicanos. Debido a eso, desde sus inicios, Tijuana fue poblada, además de mexicanos de otros estados, en su mayoría por extranjeros de diversas nacionalidades. En la actualidad, la población de origen extranjero de la ciudad es casi la mitad de la población total.

Entre las comunidades extranjeras asentadas en la ciudad se encuentran la estadounidense, la china, la japonesa, la coreana, la vietnamita, la judía, la rusa y la haitiana. Algunas de estas comunidades cuentan con centros y asociaciones propias, dado que su presencia se extiende a más de cincuenta años, como es el caso de la comunidad coreana.

Si bien el primer contacto entre la península coreana y México sucedió durante la primera década del siglo XX, cuando llegó al estado de Yucatán un embarque de 1 031 coreanos para trabajar en las plantaciones henequeneras, la llegada de coreanos a Tijuana ocurrió algunas décadas después. Para entender la (in)migración coreana a Tijuana es necesario considerar una serie de puntos.

Por un lado, el investigador Alfredo Romero Castilla menciona tres olas de remigración coreana importantes en México: la de Yucatán, la de Ciudad de México y la de Tijuana.[2] De los coreanos que permanecieron en el país después de terminar su contrato en las plantaciones de henequén, algunos migraron a dichas ciudades, y en menor medida, a otros estados de México. Sin embargo, estas migraciones no necesariamente ocurrieron inmediatamente al terminar las contrataciones. Gracias a la historia oral (a falta de otras fuentes) se sabe que las primeras familias coreanas llegaron a Tijuana en 1950 (o incluso antes).

Por otro lado, el sociólogo Sergio Gallardo ha señalado que la migración coreana en México no constituye un proceso continuo ni de larga duración,[3] sino que más bien ha sido por episodios, debido a que cada oleada responde a razones particulares. Esto se puede considerar a la hora de hablar de la migración coreana en Tijuana, ya que como veremos más adelante, ésta regularmente se ha dado por razones de trabajo y economía.

Vista de una ciudad desde lo alto de una carretera

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Foto 2. Zona Industrial de Tijuana.


Una de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en México fue la creación del Programa Bracero (1942-1964), qué generó empleos para mexicanos en Estados Unidos. Dicho programa impulsó la migración de muchos mexicanos (y residentes extranjeros) al norte del país en busca de oportunidades, cruzaran o no al vecino país. Entre los que llegaron a partir del Programa Bracero, se encuentran coreanos.

Las fuentes orales indican que ya se estaban en Tijuana para la década de 1960, pero es en estos momentos en que parece haber registros formales de su presencia allí. El censo general de población de ese año informa de la existencia de 26 residentes extranjeros “de otros países de Asia”, así como otras ochenta y seis personas de las cuales se ignoraba su país de procedencia. De estos residentes puede descartarse que se tratara de chinos o japoneses, ya que en ese tiempo la existencia de estas comunidades era bastante común en la región, por lo que podría haberse tratado de coreanos sin identificar.[4]

Cabe aclarar que los primeros coreanos en llegar a México, así como los remigrados eran súbditos del Reino de Chosōn (o Joseon, última dinastía reinante en Corea), mientras que quienes llegaron después de la década de los cincuenta del siglo XX eran ciudadanos de la recién formada República de Corea (Corea del Sur).

La formación de los dos países luego de la Guerra de Corea llevaría a que cada uno tuviera que establecer relaciones formales con los demás países del mundo. Con México, Corea del Sur estableció relaciones diplomáticas en 1962, mientras que Corea del Norte lo hizo en 1980. La instauración de relaciones formales entre México y Corea del Sur sería un parteaguas, no sólo porque abrió las puertas a un desarrollo económico e industrial beneficioso para ambos países, sino porque contribuyó a una presencia surcoreana más visible en el país y, más específicamente, en Baja California.

El establecimiento del consulado coreano en Tijuana fue parte importante de ese desarrollo y crecimiento. Si bien la Embajada de Corea del Sur en México ya se había establecido desde 1962, en Tijuana el consulado se establecería en 1974, quedando a su cargo de manera honoraria, el señor Pedro Díaz Corona,[5] quien por su parte ha sido el único representante consular que desciende de los primeros coreanos que llegaron a México.

A través del Diario Oficial de la Federación es posible constatar que Díaz Corona desempeñó el cargo de cónsul honorario de Corea en Tijuana desde 1974 hasta 2007, aunque fuentes orales nos permiten conocer que su labor por la comunidad inició desde años antes.[6] Labor que fue de gran ayuda a la comunidad coreana establecida en Tijuana durante aquellos primeros años. Este antecedente nos permite comprender que nada de lo que vendría después se construiría por sí solo o de manera aislada, sino que se basó en importantes pasos anteriores, dándole mayor impacto a la presencia surcoreana. Tal impacto puede observarse en distintas situaciones, actividades y contextos de diversa índole como los que se presentan a continuación.

En cuanto a lo cultural, el desarrollo y crecimiento de la comunidad coreana no sólo han contribuido a la multiculturalidad que distingue a la ciudad, sino a la interculturalidad que aquella ha generado. Resultado de esto es la apreciación cultural que los mexicanos han tenido de Corea del Sur y viceversa. Por ejemplo, la celebración de Chuseok (Día de Acción de Gracias coreano), se ha llevado a cabo no sólo en la intimidad de los hogares, sino a puerta abierta para la comunidad tijuanense y bajacaliforniana en general.

Las actividades religiosas también han contribuido a este crecimiento. Los primeros misioneros cristianos coreanos (de denominación adventista y presbiteriana) de Tijuana, ordenados desde Yucatán y/o Corea del Sur, llegaron a la ciudad durante las décadas de los setenta y ochenta del siglo pasado con el fin de servir a la comunidad tijuanense en general. A pesar de que en la actualidad algunas de las iglesias fundadas por ellos han pasado a manos de otras personas, que poco los recuerdan o saben de ellos, el legado de los primeros misioneros ha permanecido, sobre todo en la memoria colectiva de la comunidad.[7]

Por su parte, las actividades deportivas también han sido parte de esa apreciación cultural. El taekwondo es un deporte de origen surcoreano que actualmente se practica en muchas partes del mundo. En México la enseñanza del taekwondo fue introducida a inicios de los setenta, y en Tijuana se comenzaría a impartir clases 17 años más tarde, cuando el maestro José Martín López Rosales fundó la asociación estatal de taekwondo en Baja California. En la actualidad se pueden encontrar decenas de escuelas que enseñan taekwondo en la ciudad.

Edificio con letrero en la calle

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Foto 3. Escuela de Taekwondo sobre la calle 16, en la colonia Libertad.


En cuanto a lo económico, empresas surcoreanas, como Samsung y Hyundai, tienen cerca de cuarenta años operando en la región, beneficiando la economía y generando empleos, llegando incluso a traspasar la frontera, como es el caso de las actividades empresariales que se dan en la región fronteriza San Diego-Tijuana.

La llegada de estas empresas trajo consigo no sólo nuevas oportunidades de empleo para los tijuanenses, sino jefes y compañeros de trabajo de origen coreano, situación que ha incrementado la interacción y visibilidad de la comunidad en la ciudad. Por ejemplo, en Tijuana es común que los restaurantes coreanos sean frecuentados por coreanos y tijuanenses de origen coreano, quienes después de su jornada laboral deciden socializar ahí. Lo mismo pasa con otros tijuanenses que deciden frecuentar los mismos lugares al mismo tiempo, lo cual sucede con las tiendas de conveniencia asiáticas, que venden artículos de origen surcoreano, y son frecuentadas por todo público, ya sea conocedor o curioso.

Una camioneta estacionada al lado de un edificio

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Edificio con letrero en frente y tienda al lado de un coche

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Fotos 4 y 5. Restaurantes de comida coreana en Tijuana: Korean Market (izquierda) y Kimchimix (derecha), ambos ubicados en la delegación Otay.


Hasta aquí podemos identificar a dos grupos que han conformado la comunidad coreana de la ciudad: aquellos que llegaron con los movimientos de remigración, es decir, los primeros coreanos en México y sus descendientes, y aquellos que llegaron después, ya fuera por trabajo o en busca de nuevas oportunidades. Sin duda, estos dos grupos han causado un impacto no sólo contribuyendo al crecimiento de su propia comunidad, sino al de la ciudad en general, ya que desde sus inicios abrieron camino a nuevas posibilidades que hasta ahora han beneficiado social, cultural y económicamente a Tijuana como tal.

Hay además otro precedente que, desde el punto de vista de la autora, ha contribuido a ensanchar las interacciones actuales: el hermanamiento entre las ciudades de Busan y Tijuana logrado en 1995. El 17 de enero de ese año, el entonces alcalde de Tijuana, Héctor G. Osuna Jaime y el honorable Kim Ki-Jae, alcalde de la ciudad de Busan, firmaron un convenio de hermanamiento entre ambas ciudades, el cual a la fecha sigue vigente.[8] En México, el hermanamiento de ciudades (internacionales) es considerado un instrumento que fomenta relaciones armónicas y de colaboración entre ciudades de distintos países.[9] A través de la Ley sobre la Celebración de Tratados (LCT) publicada por el Diario Oficial de la Federación en 1992, se regulan los convenios de hermandad que se dan entre municipalidades mexicanas y ciudades de otros países.

En Tijuana, los antecedentes de hermanamiento nacional datan de 1989, mientras que los internacionales son de 1993, cuando se firmó por primera vez el convenio de hermandad con San Diego, California (Estados Unidos). Dos años después de su primer hermanamiento internacional, firmó el segundo con Busan.

Imagen que contiene exterior, firmar, señal, calle

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Foto 6. Tijuana y Busan, explanada del Palacio Municipal de Tijuana.


A saber, Busan es una ciudad histórica. A partir de la separación de las Coreas, Busan ha jugado un papel importante en el camino que Corea del Sur ha emprendido en busca de su propio desarrollo. Entre 1960 y1980, tuvo un crecimiento económico e industrial significativo, que sentó las bases para la restauración del país luego de la Guerra de Corea. Además, durante la crisis de la década de 1990, que afectó a gran parte del país, Busan supo hacer frente al infortunio económico.[10] En su trabajo Global Knowledge and Local Practices: Reinventing Cultural Policy in Busan, South Korea, Se Hoon Park menciona que fue en 1995 cuando se introdujo un sistema de autonomía local en Busan, año en que también el gobierno se centró en el desarrollo de la industria e infraestructura locales. Según este autor, otra forma de lograrlo fue estableciendo conexiones internacionales, que quizá sea una de las razones por las cuales Busan se hermanó con Tijuana.

En 2016, el entonces vicealcalde de Busan, Jung Gyung-jin visitó Tijuana. Durante su visita, y en compañía del entonces alcalde de la ciudad, el doctor Jorge Astiazarán Orcí, ambos hicieron hincapié en las actividades comerciales y económicas que se llevaban a cabo entre las dos ciudades. De ahí la importancia, según afirmaron, de mantener la asociación estratégica entre Busan y Tijuana, así como con las localidades de primer nivel. Lo expresado por ambos en aquella visita nos permiten identificar el esfuerzo por cumplir los objetivos del hermanamiento que se había establecido.

Por último, podemos decir que, gracias a estos precedentes, para las primeras dos décadas del siglo XXI, la presencia y visibilidad de la comunidad surcoreana en Tijuana aumentó, así como el interés hacia ella por parte de los tijuanenses. Actualmente la comunidad es bastante activa y eso se percibe a simple vista. Sin dejar de lado el impacto cultural que tuvo y sigue teniendo el Hallyu (la ola de la cultura coreana) en el país y en la ciudad, podemos afirmar que a partir de la presencia de una comunidad surcoreana establecida y visible, y de una comunidad tijuanense atraída por la cultura coreana en años recientes, las interacciones han aumentado.

A manera de conclusión

La presencia de la comunidad surcoreana de Tijuana ha escrito su historia, contribuyendo así a la historia de la misma ciudad. Cuando decimos “Tijuana multicultural” y mejor aún, “intercultural”, nos referimos también a los surcoreanos que la conforman, que la hacen y la llevan a cabo. Este recorrido nos permite dar cuenta de ello.

Como hemos visto, la presencia surcoreana ha contribuido al desarrollo social, económico, cultural y diplomático del país, como son las relaciones y los tratados, además de la demografía, con las distintas olas migratorias. Otro aspecto ha sido la creación de empleos a partir del establecimiento tanto de macro como de microempresas. Pero aún más importante es que su presencia ha contribuido a la interculturalidad de la sociedad tijuanense.

El hecho de que exista una comunidad surcoreana tan activa en la ciudad de Tijuana ha provocado no sólo nuevos flujos migratorios y nuevas experiencias, sino también una apertura y educación hacia las culturas del mundo. Coexistir con una o diez culturas diferentes no es tarea fácil cuando la propia también está conformada por todas ellas; se trata entonces de conocerlas y entender su papel en la historia, nuestra historia, para una plena convivencia.

Bibliografía


Arriaga Jordán, Patricia (2012), Los que llegaron – Coreanos. Canal Once, 23 de febrero de 2012, video, 22m58s, https://www.youtube.com/watch?v=AmDTrvddD_8

Busan Metropolitan City (2021), Sister and Friendship cities (Busan Metropolitan City). https://english.busan.go.kr/Tijuana, consultado el 10 de abril de 2021

Contreras Aragón, Dinorah Lizeth (2020), «Hananim en la frontera: un estudio sobre iglesias coreanas en Tijuana, Baja California», tesis de maestría, El Colegio de la Frontera Norte.

Foro Corea 2021 (2021), Primer día. Inauguración Foro Corea 2021 y mesa ‘Logros y agenda de la diáspora coreana en México’ CMEC, 7 de octubre de 2021, video 2hr23min https://www.facebook.com/CMEC.edu/videos/1524957364510731

Gallardo García, Sergio (2017), “La inmigración coreana en México (1960-2015)”, en Raquel Ofelia Barceló Quintal (comp.), Cruzando océanos y fronteras. Migración interna e internacional, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, pp. 167-200.

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) (1960), VIII Censo General de Población y Vivienda. Censo de Baja California Norte, México.

Park, Se Hoon (2016), Global Knowledge and Local Practices: Reinventing Cultural Policy in Busan, South Korea file:///C:/Users/krcot/AppData/Local/Temp/Makingculturalcities.pdf

Redacción (2016), “Visita Tijuana alcalde de la ciudad de Busan, de Corea del Sur”, en San Diego Red (Tijuana, Baja California). 16 de noviembre de 2016 https://www.sandiegored.com/es/noticias/132532/Visita-Tijuana-Alcalde-de-la-ciudad-de-Busan-de-Corea-del-Sur

Romero Castilla, Alfredo (1997), «Huellas del paso de los inmigrantes coreanos en tierras de Yucatán y su dispersión por el territorio mexicano», en Destino México. Un Estudio De Las Migraciones Asiáticas a México, Siglos XIX Y XX, México, El Colegio de México, pp. 123-16.

————— (2012), “México y la República de Corea: reflexiones en torno a sus 50 años de historia”, en México y la Cuenca del Pacífico, septiembre-diciembre, pp. 21-42.

Secretaria de Gobernación (1974), Diario Oficial de la Federación, “Autorización”, http://diariooficial.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4711587&fecha=01/10/1974

————— (2007) Diario Oficial de la Federación, “Cancelación”, https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5010209&fecha=13/12/2007&print=true

XX Ayuntamiento de Tijuana (2012), “Planeación, Gobernabilidad y Participación Ciudadana”, Segundo Informe de Gobierno. https://www.tijuana.gob.mx/informe20_02/pdf/planeacion.pdf

XXIII Ayuntamiento de Tijuana (2017), “Reglamento de Hermanamientos del Municipio de Tijuana, Baja California”, Periódico Oficial, núm. 34, sección II, publicado el 28 de julio de 2017, tomo CXXIV https://www.tijuana.gob.mx/reglamentos/InternosCentralizada/ReglamentodeHermanamientosdelMunicipiodeTijuanaBajaCalifornia.pdf

  1. Alumna de la Licenciatura en Historia en la Universidad Autónoma de Baja California
    rodriguez.nohemi@uabc.edu.mx | @nohemiroco (Instagram)
  2. Véase Patricia Arriaga Jordán. “Los que llegaron-Coreanos” Canal Once, 23 de febrero de 2012, video, 22min58s https://www.youtube.com/watch?v=AmDTrvddD_8
  3. Sergio Gallardo García (2017), “La inmigración coreana en México (1960-2015)”, en Raquel Ofelia Barceló Quintal  (comp.), Cruzando océanos y fronteras. Migración interna e internacional, ) Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, México: 169.
  4. El investigador Romero Castilla menciona que algunos coreanos entraron al país haciéndose pasar por japoneses, lo cual pudo haber influido en su identificación como coreanos. Véase Romero Castilla, Alfredo (2012). “México y la República de Corea: reflexiones en torno a sus 50 años de historia”, en México y la Cuenca del Pacífico, septiembre-diciembre: 27.
    Otra posibilidad es que el contexto coreano de ese momento (el término de la Guerra de Corea y la división de la península) haya provocado problemas de identidad en los migrantes coreanos.
  5. Secretaria de Gobernación. Diario Oficial de la Federación “Autorización”, http://diariooficial.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4711587&fecha=01/10/1974
  6. Véase: Foro Corea 2021. “Primer día. Inauguración Foro Corea 2021 y mesa ‘Logros y agenda de la diáspora coreana en México’” CMEC, 7 de octubre de 2021, video 2hr23min https://www.facebook.com/CMEC.edu/videos/1524957364510731
  7. Contreras Aragón, Dinorah Lizeth. (2020). “Hananim en la frontera: un estudio sobre iglesias coreanas en Tijuana, Baja California”, tesis de maestría, El Colegio de la Frontera Norte: 87-111
  8. XX Ayuntamiento de Tijuana. (2012). “Planeación, Gobernabilidad y Participación Ciudadana”, Segundo Informe de Gobierno: 258
  9. Secretaria de Relaciones Exteriores (2002), “Modelo de acuerdo de hermanamiento de amplio alcance (M.A.H.A.A.)”, Programa Mexicano de Ciudades Hermanas y Cooperación Internacional Descentralizada, p. 1 https://coordinacionpolitica.sre.gob.mx/images/stories/documentos_gobiernos/mahaaini.pdf
  10. Busan Metropolitan City. History of Busan (Busan Metropolitan City). Consultado el 10 de abril de 2021. https://english.busan.go.kr/bshistory