Primer Festival Artístico-Audiovisual Afrodescendencias CIESAS (Costa Chica): una mirada a los públicos virtuales

Bianca Salles Pires[1]
Universidad Federal de Rio de Janeiro, Brasil


Imagen festival en Youtube


Un festival artístico o audiovisual es comúnmente un momento de celebración, un espacio-tiempo donde los públicos pueden tener acceso a un conjunto de producciones artísticas de manera colectiva e inmersiva. La curaduría desempeña un papel clave al proponer la organización del conjunto de las obras a partir de un programa; mientras que la producción posibilita la presencia de los realizadores en el marco de las actividades, promoviendo debates públicos, talleres de formación, entre otras. Las dinámicas adoptadas por los festivales son diversas; a lo largo del siglo XXI el número de eventos se expandió alrededor del mundo, llamando la atención de investigadores de distintas áreas, entre ellas las ciencias sociales y humanidades (Souza y Pires: 2019).

Este fenómeno global fue descrito como una eventualization (Pernecky, 2016) o festivalization de la cultura (Bennett, Taylor y Woodward: 2014), resultado de los cambios de paradigma en la distribución y comercialización de los bienes culturales impulsados por las mudanzas en las dinámicas sociales. Aunque podamos ser críticos al modelo efímero de festivales, cuyos estándares no siempre producen cambios duraderos en la cadena regular de distribución de las obras,[2] es innegable que los eventos en México han desempeñado un importante papel descentralizador, llevando las artes a distintos rincones del país. La convocatoria anual de Apoyo a Festivales Culturales y Artísticos (Profest), realizada desde 2011 por el Gobierno Federal, es un reflejo de la demanda nacional de apoyos a eventos artísticos y culturales.

Sin embargo, la propagación del Covid-19 en el año de 2020 es un divisor de aguas en la historia mundial, con reflejos que apuntan cambios profundos y todavía indefinidos en el sector cultural. En medio de la incertidumbre, los eventos artísticos de todos los tipos migraron al ambiente virtual o a formatos híbridos, proponiendo actividades en línea que asumen conformaciones de acuerdo con las intenciones de los organizadores de las actividades y las exigencias de los artistas y detentores de derechos sobre las obras.

Si bien es cierto que las plataformas virtuales venían ganando mayor adherencia por parte de los públicos mexicanos desde antes de la pandemia (Nivón: 2021). Esta manera de tornar disponibles los objetos artísticos ‒películas, obras de teatro, visitas a museos, conciertos, etc.‒, representan un gran reto para los eventos; esto, porque un festival no significa apenas dar acceso a las obras artísticas; representa antes de todo un espacio para el encuentro; un modo de ver y leer las obras de manera asociativa, impregnada de todas las sociabilidades que el ir a un festival significa para los públicos (Pires: 2021).

En el marco de todos estos nuevos desafíos, en mayo de 2021 el Laboratorio Audiovisual (LAV/CIESAS – CDMX) y la Red de Investigación Audiovisual (RIAV/CIESAS) promovieron el 1er Festival Artístico-Audiovisual Afrodescendencias donde se reunió a “investigadores, creadores y activistas interesados en la problemática de los pueblos afrodescendientes de México, en particular la de las comunidades de la Costa Chica de los estados de Guerrero y Oaxaca” (Texto de Presentación).[3] El programa fue llevado a cabo a partir de la transmisión en el canal de YouTube del Laboratorio Audiovisual CIESAS,[4] incluyendo: exposición de fotos, pinturas, muralismos, una conversación sobre la radio comunitaria, exhibición de películas documentales y un homenaje póstumo al realizador Rafael Rebollar. Todas las actividades fueron seguidas de debates online con la presencia de realizadores, activistas y de los públicos mediadas por investigadores.

Entre las muchas maneras de analizar el festival, opté por realizar una observación participante de los públicos de las distintas actividades promovidas virtualmente. Desde una perspectiva que percibe los públicos como activos productores de sentidos y los festivales como espacio-tiempo privilegiados para la circulación y apreciación de las obras. Me guie por la pregunta, ¿cómo los públicos participan en un festival artístico-audiovisual virtual?, me detuve a observar las actividades que promovieron la interacción en línea con y entre los públicos.

A su vez, es importante tener en cuenta que el Festival Artístico-Audiovisual Afrodescendencias ha sido realizado desde un Centro de Investigación académico, que explicitaba:

Su objetivo es reflexionar con respecto a la presencia y proyección artística de las culturas afrodescendientes en el marco del ejercicio de derechos ciudadanos con un sentido intercultural, a fin de generar eventualmente proyectos de carácter educativo y revitalizador.

El festival se aproxima a un modelo de actividad de Extensión Universitaria, siendo presentado como un espacio de reflexión y aproximación junto a las producciones artísticas realizadas por las comunidades y acerca de las culturas afrodescendientes de la Costa Chica. Tales características resaltan los límites alcanzados por la producción de las actividades, todas ellas realizadas por un equipo de investigadores, y explican algunas fallas ocurridas durante las transmisiones, generadas principalmente por problemas técnicos y retrasos en la programación.

Las actividades que tuvieron mayor participación en vivo fueron los debates con realizadores locales y representantes de los movimientos sociales; entre ellas destacaron los conversatorios de las sesiones: “Mujeres cineastas de la Costa Chica”, el 21 de mayo; y “Cultura audiovisual y educación intercultural en la Costa Chica”, el 23 de mayo. En las dos ocasiones las conversaciones generaron comentarios en relación con lo platicado y posicionamientos críticos de las representaciones de la población afrodescendiente de la Costa Chica, a través de comentarios que piden repensar el propio papel histórico jugado por la academia y escuelas mexicanas para la reiteración de estereotipos, del racismo o invisibilidades de la población afromexicana. Durante las presentaciones también fueron realizadas invitaciones por parte de colectivos regionales para la colaboración de nuevos cineastas, artistas y comunidad en las redes de la región.

Otra actividad que generó gran interacción y emoción fue el homenaje al realizador Rafael Rebollar, que contó con la participación de familiares durante el conversatorio en línea. Los numerosos comentarios de cariño por los recuerdos, dieron énfasis al importante trabajo realizado por el homenajeado en la región de la Costa Chica.

Al analizar la participación de los públicos en las demás actividades en vivo, fue posible percibir que los comentarios fueron realizados mayoritariamente por colegas provenientes de otras universidades y centros de investigaciones nacionales e internacionales, que enviaban saludos y felicitaciones por la iniciativa. La búsqueda por crear puentes entre los trabajos artísticos de y acerca de la Costa Chica generaron reflexiones entre los académicos e investigadores, que llevaron en consideración los cuestionamientos realizados por los artistas y activistas que componían las mesas; en un rico intercambio de saberes, crítico y reflexivo, acerca de las representaciones de las comunidades afrodescendientes mexicanas.

Consideraciones finales

La búsqueda por comprender los sentidos y las nuevas posibilidades de participación de los públicos en las programaciones de los eventos virtuales traen nuevos desafíos a las investigaciones de los públicos de arte y de festivales. La opción de transmitir la programación del 1.er Festival Artístico-Audiovisual Afrodescendencias CIESAS (Costa Chica) a través de Youtube impuso límites muy estrictos al tipo de observación participante posible, que se quedó limitada a las interacciones públicas realizadas por los participantes por medio de comentarios o likes en los videos. La poca interacción desde la propia comunidad de la Costa Chica también nos dice sobre las desigualdades digitales presentes a nivel nacional.

A su vez, el evento, así como gran parte de las actividades en vivo de los festivales virtuales, se quedó disponible en la plataforma y sigue teniendo nuevas visualizaciones, produciendo un rastro sin precedentes. De una manera general, vemos crecer el repositorio audiovisual de encuentros y mesas de discusión en las plataformas de internet que traspasan las barreras geográficas de visualizaciones y posibilitan la participación de artistas, activistas y especialistas de distintas latitudes. Sin embargo, esta dinámica de acceder a los contenidos en cualquier momento deshace una característica muy propia de los eventos artísticos, el encuentro colectivo alrededor de las obras y de los conversatorios, momentos repletos de sociabilidades y que caracterizan los sentidos de participación en el marco de los eventos para los públicos.[5]

Bibliografía


Bennett, Andy, Jodie Taylor, e Ian Woodward (orgs.) (2014), The Festivalization of Culture, Burlington, Estados Unidos, Ashgate.

Nivón, Eduardo B. (2021), “El efecto pandemia: continuidades y rupturas en las prácticas culturales”, en Encuesta Nacional sobre Hábitos y Consumo Cultural 2020 – Análisis cualitativo y estadístico, Ciudad de México, UNAM.

Pernecky, Tomas (org.) (2016), Approaches and Methodologies in Events Studies, Nueva York, , Routledge.

Pires, Bianca S. (2021), “La circulación del cine documental en tiempos de pandemia”, en O Público e o Privado, vol. 19, pp. 143-169. https://doi.org/10.52521/19.4211

Souza, Tálisson M. dey Bianca S. Pires, (2019), Presentación del Monográfico: “As Ciências sociais e as artes em eventos: estudos de exposições, bienais, feiras, festivais e mostras culturais”, en CSOnline – Revista Eletrônica de Ciências Sociais, vol. 29, núm. 10. https://doi.org/10.34019/1981-2140.2019.27734

Zirión, Antonio P. (2018), “Otros modos de ver cine: nuevos espectadores y redes de cine independiente en México”, en Decantos, núm. 58, pp. 132-147, sep./dic. https://desacatos.ciesas.edu.mx/index.php/Desacatos/article/view/2001/1440

  1. Doctora en Sociología (Humanidades) por el Programa de Posgrado en Sociología y Antropología de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Brasil.
  2. El antropólogo Antonio Zirión Pérez (2018) hace una importante crítica al modelo “festivalero” en el artículo donde analiza el circuito de festivales de cine documental mexicanos, viéndolos como desempeñando un papel transitorio para “un modelo más permanente de difusión de la cultura audiovisual alternativa, que opere durante todo el año de manera autosustentable, sin dejar de ser independiente” (Zirión, 2018: 141).
  3. El Festival se llevó a cabo del 21 al 23 de mayo de 2021. Link de acceso: https://lab.ciesas.edu.mx/audiovisual/1575-2/?fbclid=IwAR1PrfN5XtXmMC5wi7MeGMSDFbJ_-SDXfHnyV71UleoshFWEJjQ2HOmJQH0 , visitado el 22 de agosto de 2021.
  4. , Link de acceso: https://www.youtube.com/channel/UCw8T2eTQ8NsD4sP_B63NTaQ/videos, visitado el 20 de agosto de 2021.
  5. Agradezco a Paola García Segura por su colaboración en la revisión de este texto.