Líderes campesinas frente a la pandemia SARS-Cov-2 y el Covid-19 en la Costa Central, CA, EE. UU.

Magdalena Barros Nock
CIESAS Ciudad de México | mbarros55@hotmail.com

Andrea Cabrera Hubbard
Comité de Líderes Campesinas, Costa Central, CA, EE. UU. | andyandroger@gmail.com


Foto 1. Comité Líderes Campesinas Costa Central y otras y otros voluntarios. One Billion Rising /V Day (Día de la Vagina), 14 de febrero, Lompoc, 2016.


Las jornaleras y los jornaleros agrícolas en California han sido, por más de un siglo, la fuerza laboral que ha llevado a la agricultura californiana a su sorprendente desarrollo capitalista reconocido mundialmente. Más de 800 000 mujeres y hombres forman esta fuerza laboral en California (Martin, et al., 2017), y a nivel nacional existen alrededor de 700 000 mujeres jornaleras en todo Estados Unidos (Alianza Nacional de Campesinas 2021). La mayoría trabaja de manera temporal; pocas son las que cuentan con trabajo de tiempo completo durante todo el año. Esta fuerza laboral, en su mayoría, está formada por migrantes procedentes de México, y cada vez más, de Centro América. Desde los años ochenta del siglo pasado, un creciente número de familias provenientes de Oaxaca se ha establecido en las ciudades alrededor de los campos de fresas y moras, entre otros productos, cultivados en las zonas agrícolas localizadas en la Costa Central, especialmente en el Valle de Santa María. Mujeres y hombres mixtecos, triquis y zapotecos, junto con jornaleras y jornaleros provenientes de otros estados de México, trabajan día a día luchando por mejores condiciones de trabajo, tratando de no ser deportados, y en el último año y medio luchando contra la pandemia que ha azotado al mundo entero.

Por décadas, activistas y académicos han denunciado las precarias condiciones de trabajo en que mujeres y hombres laboran día a día en los campos agrícolas y en las agroindustrias. Se han denunciado los daños que provocan los insecticidas y otros químicos utilizados en la agricultura, en la salud de las jornaleras y sus familias. Sus salarios son bajos, con jornadas de trabajo largas, bajo condiciones climáticas extenuantes, donde en el verano el sol calienta los campos a más de 40 grados centígrados, y en el invierno las lluvias y el frio bajan la temperatura. Se les dice esenciales, pero no tienen los mismos derechos que otros trabajadores esenciales, en realidad son desechables para el sistema capitalista.

En este texto quisiéramos hablar de una organización de mujeres activistas, llamada Líderes Campesinas. Una de las autoras de este texto, Magdalena Barros Nock, por varios años ha podido realizar trabajo de campo en la Costa Central de California. En estas visitas pudo conocerlas, asistir a sus reuniones y eventos en diferentes ciudades y espacios. Por varios años ha podido observar el trabajo que realizan para apoyar a las mujeres y niñas contra el acoso sexual y la violencia doméstica y contra los insecticidas en los campos donde trabajan. A distancia, ha podido continuar la amistad con varias de las mujeres que participan en la organización, utilizando Facebook y WhatsApp.

En este año de pandemia, Magdalena pudo seguir por Facebook, el incansable y tenaz trabajo que han llevado a cabo para ayudar a las mujeres campesinas mestizas e indígenas, y a los miembros de sus familias, a enfrentar la pandemia. En la página de Líderes Campesinas, día a día suben información sobre sus actividades, fotos, videos, entrevistas con doctores, enfermeras, trabajadoras del gobierno, académicas, etc. Esta información ha sido complementada con pláticas informales con su representante, Andrea Cabrera Hubbard, y juntas decidieron elaborar este texto. Andrea ha sido muy generosa compartiendo no sólo información sobre la organización y sus actividades e impacto, sino también sobre su vida. Todas las fotos que aparecen en el texto fueron tomadas por Andrea Cabrera Hubbard. Andrea nació en 1980 en Santiago Yucuyachi Silacayupan, Oaxaca. Sus abuelos hablaban mixteco, sus papás lo entendían y ella lo entiende un poco. En 2001 migró a California y llegó a trabajar a los campos agrícolas como jornalera a la edad de 21 años.

En este texto nos centraremos en las actividades del Comité de la Costa Central, que tiene su base en la ciudad de Santa María, localizada en el condado de Santa Bárbara. Andrea es la representante del Comité de Líderes Campesinas de la Costa Central desde su fundación en 2014 y desde 2020 es vicepresidenta de la mesa directiva de Líderes Campesinas a nivel estatal y consejera de Alianza Nacional de Campesinas, organización que tiene una cobertura nacional e internacional. Alianza Nacional de Campesinas trabaja con mujeres de todo el mundo, incluso en México. Está formada por varios grupos.

Andrea, como muchas de las mujeres que participan en Líderes Campesinas, es sobreviviente de violencia y abuso sexual, ella nos dice “a mí me pasó todo eso, soy una sobreviviente de violencia doméstica y por eso me interesó aprender más. Me ha servido para sanar yo sola. Saber que no tienen por qué aguantarse y poner en riesgo su vida y que no les pase a otras lo que me pasó a mí” (Plática con Andrea Cabrera, junio 2021). Comenta que cuando a ella le pasó, estaba sola y ahora quiere ayudar a otras mujeres para que no lo estén.

Son mujeres que migraron a Estados Unidos. Todas han trabajado en los campos agrícolas, algunas continúan trabajando en los files, otras ya encontraron trabajos en la ciudad. Conocen muy bien los problemas que vive la mujer migrante ya que ellas los sufren. Han experimentado la opresión que vive la mujer tanto dentro de la familia como en el trabajo, debido al sistema capitalista patriarcal en el que vivimos, donde los derechos de las mujeres no son respetados. Muchas de las mujeres integrantes de esta organización han sido víctimas de violencia doméstica y/o acoso sexual en el trabajo. En el grupo hay mujeres de pueblos originarios que hablan mixteco y ayudan como interpretes en las pláticas y talleres. El esposo de una de ellas es zapoteco y ayuda cuando es necesario.

¿Quiénes son Líderes Campesinas?

Líderes Campesinas (https://www.liderescampesinas.org) es una organización no lucrativa que tuvo su inicio a finales de los años ochenta. Su líder y fundadora es Mily Treviño Saucedo, quien nació en Texas, de una familia proveniente de Nuevo León. Al trabajar en los files, se dio cuenta de cómo la mujer era oprimida, abusada y violentada en su trabajo y dentro de su hogar. Esto la llevó a luchar para apoyar a la mujer en contra de las diferentes formas de violencia que sufre a lo largo de su vida en diferentes espacios. Su primer paso fue reunir mujeres, la mayoría mexicanas, en el Valle de Coachella, CA, y formar una organización. Esta organización ha crecido y ahora es estatal y está formada por 15 comités localizados en diferentes partes del estado de California. A nivel estatal participan alrededor de 300 mujeres en la organización, el Comité de la Costa Central está formado actualmente por 7 mujeres y este año se integrarán más. Mily Treviño Saucedo también fundó Alianza Nacional de Campesinas (https://www.alianzanacionaldecampesinas.org/home). Elizabeth Cordero es la presidenta de Alianza Nacional de Campesinas y es consejera de Líderes Campesinas. En la actualidad Aurelia Cervantes es la presidenta de Líderes Campesinas a nivel estatal.

Misión y estrategias de Líderes Campesinas

La misión de Líderes Campesinas dice así:
La misión de Líderes Campesinas es fortalecer el liderazgo de campesinas
para que ellas sean el puente que logre los cambios sociales,
económicos y políticos que aseguren sus derechos humanos.

La frase anterior la repiten en cada actividad que realizan, como son reuniones, pláticas, talleres, performances, etc. Quieren enfatizar que su objetivo es empoderar a las mujeres para que sean ellas mismas las que lleven a cabo los cambios necesarios en su vida, para vivir mejor y proteger sus derechos humanos. Para ello, llevan a cabo una serie de estrategias que tienen el objetivo de empoderar a las mujeres y hacerlas líderes de sus vidas. A continuación, mencionaremos de manera breve, el trabajo que realizan con mujeres y niñas de familias migrantes que habitan la Costa Central.

Acoso sexual y violencia doméstica

Uno de sus principales objetivos es concientizar a mujeres y hombres sobre acoso sexual en el trabajo y violencia doméstica. Las mujeres son acosadas en el trabajo de diferentes maneras, desde la explotación en el trabajo donde, entre otras cosas, se les contrata por menos horas y se les paga menos por hora que a los hombres, hasta el acoso sexual tanto en el trabajo como en las ciudades donde viven. El acoso sexual incluye molestarlas con palabras impropias y groseras, tocarlas inapropiadamente en el trabajo, seguirlas a la ciudad donde viven y acosarlas sexualmente, hasta violarlas en el lugar de trabajo o en la ciudad donde viven y amenazarlas. Una amenaza común es decirles que las van a denunciar con la migra (ICE) si los denuncian, para que las deporten. La falta de información y el miedo a ser deportadas, sobre todo entre las que no tienen documentos, no les permite luchar contra la violencia que sufren día a día y por sus derechos laborales. Muchas mujeres han vivido por décadas en una situación de opresión, explotación, miedo, acoso y violencia en el trabajo.

Organizaciones como Líderes Campesinas se han dado a la tarea de ayudar a mujeres y niñas para que puedan cambiar su situación en el trabajo y en la casa. Ellas luchan en varios niveles, por ejemplo, gracias a su lucha y la de otras organizaciones, desde hace dos años, los rancheros son obligados por el gobierno estatal a dar talleres sobre acoso sexual a todos sus trabajadores y ellas, en ocasiones, se ofrecen a darlos en los files en español y traducirlos a otras lenguas indígenas como mixteco y zapoteco.

Esta situación de violencia también se vive en el hogar, en la casa. La violencia doméstica es una situación que se presenta con frecuencia en la familia migrante. Mujeres y niñas sufren la violencia de los hombres que viven con ellas en los hogares: padres, esposos, hermanos, primos.

Llevan a cabo talleres y performances en diferentes ciudades, en las zonas habitacionales, en las iglesias, en los centros comerciales, sobre qué es acoso sexual y cómo defenderse y cómo defenderse de los actos violentos de otros miembros de la familia. Éstas son filmadas y después se suben a Facebook donde un público mayor puede verlas. Un ejemplo es el siguiente video en Facebook:

Video 1 Líderes Campesinas de la Costa Central – performance sobre acoso sexual en el trabajo y explotación.

https://www.facebook.com/lideresccc/videos/2306209396283316

Foto 2. Talleres sobre acoso sexual y violencia doméstica.


Uno de los primeros consejos que les dieron a las mujeres en los files fue que se taparan la cara con bandanas (telas, bufandas, mascadas). Éstas les servían para protegerse del sol y el polvo y también para que no las reconozcan en el trabajo y después las sigan a la ciudad y las acosen donde viven. La bandana no sólo las protege del sol y de los insecticidas, también del acoso sexual en el trabajo.

Otra actividad ha sido pintar mandiles (delantales) con frases en contra de la violencia doméstica y el acoso sexual. Los mandiles los dibujan entre las mujeres que forman parte de Lideres Campesinas y mujeres que estuviesen asistiendo a los eventos. Estos mandiles los exhiben en diferentes reuniones, eventos y partes de la ciudad. Los exhiben todo el mes de octubre, en diferentes espacios para honrar a las mujeres que han muerto por violencia doméstica. Quieren que la gente los vea, lea las palabras e incluso participe en hacerlos. Han podido ayudar a más de 100 mujeres que se acercan a pedir ayuda en el tiempo que llevan trabajando en la Costa Central. La mayoría pertenece a pueblos originarios. El no poder hablar inglés o español, las pone en una situación aún más vulnerable. La mujer indígena sufre una triple discriminación, por ser mujer, por ser migrante y por ser indígena (Barros 2019). Las siguientes fotos son ejemplos de los mandiles.

Foto 3. Mandiles contra la violencia doméstica.


Foto 4. Alto a la violencia doméstica.


Foto 5. Mandil contra la violencia a la mujer.


También han escrito y publicado diversos folletos con información sobre acoso sexual y violencia doméstica, donde explican cómo combatirla, los lugares a donde pueden acudir para pedir ayuda, organizaciones que las pueden ayudar, las leyes que las apoyan. Los reparten por toda la costa central.

Foto 6. Octubre mes de concientización en contra de la violencia doméstica. Exposición de mandiles y mesa con información en Santa María, CA, 2021


Foto 7. Folletos con información sobre acoso sexual y otros temas.


Video 2: Este es otro ejemplo de pequeños videos de performances sobre violencia doméstica y acoso sexual que posteriormente suben a su página en Facebook.

https://www.facebook.com/100034929551390/videos/394135048427477

Luchan contra los pesticidas y otros químicos en los campos. Informan a la gente de las diversas maneras en que los químicos llegan a sus cuerpos y cómo lo llevan a sus coches y a sus casas y lo trasmiten a los miembros de sus familias. Por ejemplo, la gente carga su morral con su almuerzo y los químicos caen sobre su comida en los campos. Enseñan a las mujeres y hombres que no deben llevar su comida y ponerla en los campos donde han rociado químicos; que deben poner una sábana en los coches para que los químicos que traen en la ropa no se queden en los coches y luego sus hijos los recojan, y que se bañen antes de abrazar a sus hijos al llegar a casa. Estos químicos pueden ocasionar enfermedades como cáncer. Dibujan morrales en contra de los pesticidas y los exhiben en diferentes espacios y ocasiones.

Foto 8. Morralitos en contra de los pesticidas.


Encuentro con la pandemia

La pandemia del SARS-Cov-2 ha traído cambios importantes dentro de la organización. El encierro (lockdown) impuesto por el gobierno estatal desde marzo 2020 las llevó a buscar formas virtuales para reunirse entre ellas y para transmitir su mensaje e información al mayor número de mujeres posible. Aprendieron a trabajar con internet utilizando herramientas como Zoom y Facebook. En su página de Facebook han llegado a tener más de 20 000 visitas por día. Esto las ha ayudado a conectarse más seguido entre ellas y con mujeres de otros condados, estados e incluso en otros países. Sus redes ahora son mayores y más fuertes. Han podido organizar más talleres de capacitación donde un mayor número de mujeres puede participar debido a que lo pueden hacer desde sus casas. Ahora pueden asistir a las reuniones locales, estatales y nacionales desde sus casas, antes no lograban asistir de manera presencial a la mayoría de las reuniones. El tener que utilizar el internet y aprender a utilizar las diferentes herramientas que ofrece, les ha favorecido con una mayor comunicación, información y poder de escucha. Cada semana hay una reunión local y cada 3 meses hay una reunión estatal a la que todas acuden. Cada día aprenden más sobre los diferentes medios virtuales que pueden utilizar en internet para desarrollar su activismo virtual y lograr llegar a más mujeres y niñas. Recurren a diversos programas de radio con intérpretes que las ayudan a transmitir su mensaje y la información que tienen en las varias lenguas mixtecas que se hablan en la zona, en triqui y en zapoteco. También colaboran con otras organizaciones que se dirigen a la población proveniente de pueblos originarios y que cuentan con intérpretes cuando trasmiten por Facebook y en la radio.

COVID 19 en el campo

A diferencia de otros sectores que tuvieron que cerrar debido a la pandemia, como los servicios, fábricas, etc., la agricultura y la agroindustria continuó trabajando debido a que era primordial alimentar a la población. El campo ha sido fuente de trabajo a lo largo de estos meses para muchas mujeres y muchos hombres de todas las edades; sin embargo, aun cuando se les ha llamado “trabajos esenciales”, las condiciones laborales no mejoraron e incluso empeoraron en algunos casos.

Se sabe, por ejemplo, que debido a que miembros de la familia llegaron a perder sus trabajos en otros sectores, incluso jóvenes DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia – Deferred Action for Childhood Arrivals),[1] acabaron trabajando en el campo. Hombres y mujeres mayores, también regresaron al campo para tratar de complementar los escasos ingresos de una unidad familiar donde varios de sus miembros se quedaban sin empleo o sus horas de trabajo eran reducidas o porque enfermaron con el virus Covid 19.

En algunos ranchos llegaron a reducir las horas de trabajo y el pago por hora. El equipo de trabajo como mascarillas que se utilizaban cuando se esparcían los insecticidas empezaron a escasear ya que se le dio prioridad al sector salud, sobre todo en los primeros meses de la pandemia. La sana distancia sigue siendo difícil de llevarse a cabo en los canales donde tienen que trabajar o las máquinas donde están empacando los productos, los baños no son desinfectados con la frecuencia necesaria. Según información de personas que han estado apoyando a los trabajadores, muchos han sido despedidos por mostrar síntomas de Covid 19 y se van a trabajar a otra granja. El no recibir ningún apoyo por parte de su empleador o por parte del estado, y el no tener ahorros debido a los pequeños ingresos que tienen, los lleva a continuar trabajando aun cuando estén enfermas o enfermos.

Los jornaleros y jornaleras siguen trabajando en grupos de 20 a 60 personas, lo que hace imposible conservar la sana distancia. Por otro lado, generalmente se transportan juntos en coche de sus casas a los campos, lo cual también hace difícil mantener la sana distancia.

La mayoría de las jornaleras no tienen acceso a seguro médico, ya sea por su situación laboral o por su situación migratoria. Muchas de ellas no van al doctor cuando tienen síntomas del Covid 19 y llegan a ir con algún doctor, éste por lo general las regresa a su casa. En casos de emergencia se ha sabido que les dan cita en las salas de emergencia de los hospitales varias semanas después, lo cual pone su vida en grave riesgo (Plática con Andrea Cabrera Hubbard, WhatsApp, noviembre 2019).

Una crisis dentro de la crisis

Líderes Campesinas han detectado, así como otras organizaciones, el incremento de la violencia hacia las mujeres durante la pandemia. Factores como el encierro, el quedarse en casa, el no tener un ingreso suficiente para mantener a toda la familia, han incrementado actos de violencia y hostilidad hacia mujeres y niñas, así como las posibilidades de ser agredidas sexualmente. Los reportes de violencia doméstica se han más que duplicado en la zona. Los centros de violencia doméstica y centros de crisis por violación, que dependen en su mayoría de fondos privados, están sufriendo una disminución en sus recursos. (http://www.liderescampesinas.org/corona-virus/letter-to-the-governor/ p. 4 )

Estrategias de Líderes Campesinas frente al Covid-19

En Líderes Campesinas sabían que las jornaleras y sus familias no tenían el acceso a internet que otros tenían. Para realmente ayudarlas tenían que salir al campo, ir a los files en presencia, aunque esto significara un riesgo para su salud. Mujeres valientes, poniendo en riesgo su salud y la de sus familias por ayudar a los demás. Andrea Cabrera Hubbard nos platica cómo al principio tenía miedo por su esposo, un hombre mayor y enfermo del corazón y por su hija. Su esposo se puso grave, estuvo en el hospital y eso la preocupó mucho (noviembre-diciembre 2020) y le daba miedo continuar con el trabajo por miedo a infectar a su familia. Pero, aun así, continuó apoyando, usando toallas desinfectantes, guantes, cubrebocas, máscaras que cubrían su cara. Todo el tiempo han seguido las normas sanitarias, es decir, se reúnen en espacios abiertos, en parques, en los files, en la calle, manteniendo la sana distancia y usando cubrebocas, haciendo lo posible por proteger su salud y la de aquellos con quienes tienen contacto.

Foto 9. Pláticas en zonas habitacionales. Santa María, febrero 18, 2021.


A continuación, mencionaremos algunos ejemplos de las estrategias que han implementado durante el Covid-19.

1. Una de sus primeras estrategias fue escribir una carta al gobernador exponiendo los problemas de la familia migrante y proponiendo soluciones. Esta se puede ver en la siguiente liga, Carta al Gobernador y su esposa con fecha del 1 de abril de 2020 (http://www.liderescampesinas.org/corona-virus/letter-to-the-governor/)

2. Entre las jornaleras y los jornaleros circulaba muy poca información sobe el Covid-19. Mucha de la información se daba a través de medios electrónicos y en inglés, que no llegaba a la familia migrante. Las integrantes de Líderes Campesinas, arriesgando su propia salud, se dedican a llevar a los campos a doctores y enfermeras para que platiquen directamente con las y los trabajadores sobre el Covid-19 y presenten claramente las acciones de prevención y cuidado que se deben de llevar a cabo en caso de ser contagiados. En sus visitas llevan intérpretes que ayudan a traducir a diversas lenguas indígenas. Han visitado alrededor de 50 ranchos con más de 10 000 trabajadores. Andrea comenta que han visitado ranchos donde casi la totalidad de las jornaleras y jornaleros son mixtecos. También en su página de Facebook organizan constantes pláticas sobre diferentes temas y trabajan con organizaciones mixtecas que tienen páginas en Facebook, en las que trasmiten en español y en mixteco.

Foto 10. Conversaciones por Facebook sobre Covid-19. Santa María, febrero 18, 2021.


3. Consiguieron cubrebocas y estuvieron repartiéndolos directamente en los campos agrícolas, en las ciudades, en zonas habitacionales, en los centros comerciales, iglesias, etc. A cada jornalera y jornalero le daban una bolsa con 50 mascarillas. El Departamento de Agricultura les donó las mascarillas que repartieron.

Foto 11. Dando información en los files.


Foto 12. La información es vital en tiempos de pandemia.


Foto 13. Repartiendo cubrebocas en los files para jornaleras y jornaleros.


Foto 14. Andrea Cabrera entregando cubrebocas en Santa María, septiembre 2021.


4. Cuando empezó la campaña de vacunación, la población migrante no recibió la información necesaria y, por tanto, muchos quedaron fuera de las primeras citas. La población indocumentada, tanto por falta de información como por miedo de presentarse en los hospitales y centros de vacunación, ser detectados como indocumentados y ser deportados, tampoco iba a vacunarse. Líderes Campesinas se ha dado a la tarea de informar a toda la familia migrante de dónde y cómo se pueden vacunar. Llevan meses organizando grupos para que vayan a vacunarse. Visitan granjas para informar a las trabajadoras y trabajadores de la importancia de la vacuna y el cubrebocas. Andrea Cabrera comenta que entre los jornaleros provenientes de pueblos originarios es donde más resistencia han encontrado hacia la vacuna. Debido a sus creencias y religión, se oponen a vacunarse. Poco a poco les han llevado información y han logrado registrar a más de 1 000 personas para que tengan una cita para vacunarse y han hablado con más de 20 000 personas directamente y muchas más a través de sus redes sociales por internet y radio. Esta labor se lleva a cabo en coordinación con el Departamento de Salud. Se coordinan para ver dónde van a estar y ellas los apoyan. Llevan intérpretes y donde es necesario, traducen a mixteco y otras lenguas.

En algunos comités los doctores llevaban las vacunas a los ranchos para poder vacunar a las jornaleras y jornaleros directamente durante la visita. También han abierto centros de salud en algunas ciudades para que puedan acudir por su vacuna.

Foto 15. Trabaja seguro – vacúnate. Valle agrícola de Santa María. Septiembre 2021.


Foto 16. Centro de vacunación en Santa María, agosto 2021.


Video 3 Información para la vacuna contra Covid-19.

https://www.facebook.com/2511327482224643/videos/3037231703220473/

Video 4 Plática con médicos sobre Covid-19.

https://www.facebook.com/100034929551390/videos/1799256186946800

También dan información sobre las vacunas y les proporcionan cubrebocas e información sobre el Covid-19 a trabajadores temporales que se encuentran trabajando en los campos agrícolas con la visa H2A en el Valle de Santa María.

Foto 17. Filas para vacunación de trabajadores del programa H2A.


5. Participan en otros comités como “Pancita llena” quienes reparten bolsas de comida por la ciudad y ayudan a iglesias como la Saint Peter Episcopal a repartir comida a los necesitados todos los jueves.

Foto 18. Repartiendo comida en la iglesia Saint Peter Episcopal, julio 14, 2021.


Foto 19. Ayudando a repartir comida a los necesitados.


Algunos comentarios

Frente a la pandemia, las mujeres activistas de Líderes Campesinas, han extendido su activismo hacia los espacios digitales/virtuales, lo cual les ha servido para crecer y fortalecerse como organización a nivel estatal e incrementar sus redes a nivel nacional e internacional, de manera similar a como lo mencionan Castillo y López-Ricoy. En relación a su trabajo con mujeres y niñas campesinas, donde muchas son de origen indígena, han encontrado que los medios virtuales les han ayudado a extender su mensaje e información a un mayor número de personas, sin embargo, aún necesitan de un trabajo presencial ya que no cuentan con los medios tecnológicos con los que otros grupos cuentan y es necesario transmitir la información necesaria en sus lenguas indígenas. Han tenido que combinar el activismo virtual con el activismo presencial a lo largo de toda la pandemia, incluso yendo en contra de las disposiciones estatales de no salir de casa. Sin embargo, su trabajo es esencial, salva vidas.

Líderes Campesinas es una organización formada por mujeres migrantes provenientes de diferentes grupos étnicos y naciones latinoamericanas, que han vivido y conocen los problemas y violencias que sufren las mujeres por ser migrantes, por ser mujeres y por ser indígenas. Adriana Cruz-Manjarrez, en este mismo dossier, muestra cómo el asentamiento lleva a mujeres a reconfigurar su identidad y prácticas de género, lo cual las acerca a un activismo feminista. Esto lo podemos ver en Lideres Campesinas, quienes, desde su creación, se han dedicado a luchar por empoderar a las mujeres campesinas, de manera que ella misma pueda reconfigurar su identidad y sus expectativas como mujeres y puedan luchar contra el acoso sexual y la violencia doméstica en su vida cotidiana.

Durante la pandemia, han puesto su salud y la de sus familias en riesgo, para ir a los campos y ayudar llevando información, cubrebocas, vacunas. Han llevado intérpretes a los campos para asegurarse de que la información llegue a la mayor cantidad de jornaleras y jornaleros de la Costa Central en su propia lengua. Su trabajo ha sido incansable; todas las semanas se encuentran en los campos, todos los días en internet alguna de ellas está dando una plática o entrevistando a algún experto en Facebook sobre cómo protegerse de la pandemia, cómo protegerse para que no los saquen de sus hogares, cómo no perder su trabajo, etc., o están siendo entrevistadas en algún programa de radio. Su lucha contra el acoso sexual y la violencia doméstica es persistente.

Luchan por lograr cambios prácticos en las vidas de las mujeres migrantes y cambios estratégicos, como menciona Montoya en su texto en este mismo número. De manera que la vida de las mujeres pueda cambiar y sean liberadas de la situación de opresión y explotación del sistema patriarcal capitalista neoliberal, reflejados en las condiciones de trabajo en los campos agrícolas, en el constante acoso sexual y en la violencia doméstica en sus hogares.

Bibliografía


Alianza Nacional de Campesinas (2021), https://www.alianzanacionaldecampesinas.org/take-action

Barros Nock, Magdalena (2020), “Jóvenes DACAmentados: diversidades, similitudes y retos de la administración de Donald Trump”, en Regina Martínez Casas, Magdalena Barros Nock y Georgina Rojas García (coords.), Laberintos del Sueño Americano, México, Editorial Paralelo 21, pp. 99-154 https://cutt.ly/ZlCZoFf 2020

————— (2019), “Familias mixtecas fracturadas por las deportaciones en Estados Unidos” en Liliana Rivera Sánchez (ed) ¿Volver a casa? Migrantes de retorno en América Latina. Debates, tendencias y experiencias divergentes, México, El Colegio de México, pp. 531-568.

Martin PL, Brandon Hooker; Muhammad Akhtar y Marc Stockton (2017), “How many Workers Are Employed in California Agriculture?”, en California Agriculture ; vol. 71, núm. 1, pp. pp. 30-34. doi:10.3733/ca.2016a0011

  1. El 15 de junio de 2012 DACA fue instituido por el presidente Barack Obama. En su administración el presidente Trump intentó terminar con el programa sin lograrlo. Actualmente hay alrededor de 700 000 mujeres y hombres, con permisos de trabajo temporales, renovables cada dos años, esperando a que el congreso apruebe un programa que les pueda dar un camino a la ciudadanía (ver Barros, 2020).