Las tesis de posgrado del CIESAS en el contexto de la antropología mexicana y latinoamericana

Roberto Melvile
CIESAS Ciudad de México


Las primeras tesis de doctorado del CIESAS quedaron agrupadas en los archivos de servicios escolares como tesis del Plan 1975. En 1983, ocho años después, se graduaron los primeros doctores, cuando Eduardo Matos y Margarita Nolasco consiguieron restaurar el orden institucional. Este fue un programa poco escolarizado. Los estudiantes ya eran profesionales experimentados en las actividades de investigación, pero sin la acreditación de un título universitario formal. En el diseño original del Centro de Investigaciones Superiores del INAH, al parecer no estaba contemplada explícitamente la docencia, pues la impartición de títulos y grados académicos era un asunto que correspondía a las universidades. Sin embargo, en el Artículo 2 del Decreto de creación del CIS-INAH señalaba que el Centro tenía por objeto “II – Formar especialistas en la investigación científica a través de su participación en los proyectos que el Centro patrocine, así como en las actividades académicas que el mismo organice y promueve”. Y luego en el Artículo 21 anticipaba que “El Centro otorgará, a quien haya cumplido los requisitos que señalan sus ordenamientos académicos diploma de especialización o grado de doctorado”. Hay pues en ambos artículos un anclaje para la organización del programa de doctorado. Este programa descansaba en la labor de los tutores, quienes después de estudiar la formación y experiencia académica de los candidatos formulaban un plan de trabajo para cada estudiante. Este plan de trabajo contemplaba tanto el conocimiento de dos áreas culturales (Mesoamérica, y el área andina, por ejemplo), y también dos especializaciones conceptuales mayores: la de la tesis y una segunda opcional, por ejemplo: lo político y lo económico.

Bajo estas premisas normativas se graduaron los primeros doctores en 1983. Gracias a los folletos agrupados como serie: Disertaciones doctorales con la que se buscó dar a conocer las exposiciones en que los candidatos defendieron sus tesis, sabemos que las primeras tesis fueron las de Roberto Varela (15 julio 1983), y luego las de Brixie Boehm (17 agosto 1983), Carlos Cabarrús (19 agosto 1983) Jorge Alonso (30 agosto 1983), y Agustín Llagostera Martínez (30 enero 1984). Aunque después se suspendió esa serie, las disertaciones publicadas tienen un alto estándar académico, por lo que es recomendable que los estudiantes que preparan su respectiva disertación echen una mirada a las presentaciones de sus predecesores.

Ahora estoy actualizando el catálogo de tesis del CIESAS, que es una iniciativa interinstitucional puesta en marcha desde la red que aglutina todos los programas de antropología en la república mexicana, conocida como la RedMIFA. Esta red de programas de antropología se viene reuniendo desde la década de 1990. Delegados y voluntarios de las distintas instituciones nos reunimos dos veces por año en alguna de las instituciones afiliadas a la red. En 2005, reunidos en Querétaro, una de las subcomisiones planteó que se debería contar con un catálogo de tesis de antropología social que agrupara todas las tesis elaboradas en instituciones mexicanas. Este era un capítulo del programa reflexivo sobre las contribuciones y necesidades institucionales de la antropología en México, conocido como proyecto Adela (antropología de la antropología). Otros capítulos de dicho programa de recopilación de información eran las historias institucionales, los programas académicos, el estatus de las bibliotecas, las oportunidades de empleo para los egresados, etc.

Eva Salgado Andrade, siendo subdirectora de docencia del CIESAS, tomó gran interés en esta recopilación de información, tanto del CIESAS como de las otras instituciones. Luis Reygadas, profesor investigador de la UAM-Iztapalapa, e integrante de la CIEPA (Comisión Intergeneracional sobre el Ejercicio Profesional en Antropología), se percató intuitivamente que dicha recopilación era un excelente indicador de la distribución geográfica, histórica y de niveles académicos de los egresados de nuestros programas. Y aunque dicha recopilación todavía no se había completado, ya estaba siendo utilizada para fines de planificación. En 2016, me correspondió la tarea de completar la recopilación, y a partir de entonces he actualizado la información cada año. También lancé la iniciativa de reunir la información sobre todas las tesis de antropología social presentadas en América Latina, tarea aún incompleta, ya que aún faltan los catálogos de Argentina, Bolivia, Nicaragua, Paraguay y Perú. Gracias a la iniciativa de Chaac García, etnohistoriador egresado de la ENAH, toda la información de los catálogos ya concluidos y actualizados se encuentra en la página web
https://antropotesis.alterum.info/

En el catálogo latinoamericano se ha recopilado información básica acerca de 21 772 tesis presentadas en más de 90 instituciones distribuidas en 13 países. Este cuadro sinóptico deja ver la distribución de la producción académica de la antropología en los últimos ochenta años en el continente.

País/tesis

Instituciones Núm. tesis Licenciatura Maestría Doctorado
México 28 9012 5336 2 361 1 315
Guatemala 3 245 214 31
El Salvador 2 66 66
Costa Rica 1 174 129 45
Panamá 1 20 20
Colombia 9 3471 3060 398 13
Ecuador 3 649 337 312
Chile 4 748 547 4 197
Uruguay 1 40 36 4
Brasil 36 6200 4 513 1 687
Venezuela 4 1084 935 140 9
Cuba 1 63 63
Totales 93 21772 10644 7 903 3 225

Fuente: Elaboración a partir de las bases de datos del Catálogo Latinoamericano.


La página web mencionada permite hacer búsquedas por título y autor. Se recomienda a todos los estudiantes que van a iniciar un nuevo proyecto de investigación que hagan búsquedas con palabras clave para informarse sobre investigaciones de tesis previas sobre temas similares. Las investigaciones de tesis de licenciatura tienen una función eminentemente pedagógica: aprender a investigar, a relacionarse e insertarse con grupos sociales, a elaborar reportes de investigación y demás. Mientras que las tesis de posgrado no pueden emprenderse sin un ejercicio previo del estado de la cuestión. Esto es: hay que hacer una exploración acerca de cuál es el conocimiento previamente adquirido sobre un tema, y qué tipo de controversias han suscitado anteriores investigaciones.

El catálogo latinoamericano ha tenido una buena acogida. La página web ha registrado alrededor de novecientas mil visitas de estudiantes e investigadores de América Latina y otras partes del mundo. Un buen número de ellos expresa interés, gracias a la página de contacto, en leer la tesis. Sin embargo, el catálogo tiene de raíz una limitación. Al emprender la tarea de recopilar toda la información acerca de las tesis de antropología en cierto país parecía improbable contar con suficientes voluntarios como para recopilar toda la información deseable. Así que se redujo la solicitud a aquellos datos indispensables para hacer una ficha bibliográfica: autor, título de la tesis, año de titulación, nivel académico, programa e institución. Es decir, el catálogo nació como un fichero bibliográfico. Estábamos recopilando aquellas listas que las instituciones guardan celosamente en sus archivos de servicios escolares o en los catálogos de tesis de sus bibliotecas. Creíamos que esa información, además de cumplir con propósitos administrativos, tenía un gran potencial para diversos fines académicos. A medida que fuimos avanzando y reuniendo información cada vez más completa, nos dimos cuenta de que podíamos reunir información sobre los directores de tesis, y en algunos casos incluso los vínculos de las tesis con sus respectivos repositorios. Tomemos por ejemplo los casos de Guatemala y Brasil. La recopilación de la información la hicimos desde México, pues bastaba ingresar a la base de datos de la Biblioteca Central de la Universidad de San Carlos de Guatemala, o a la base de datos del CAPES, del Ministerio de Educación Pública de Brasil [https://catalogodeteses.capes.gov.br/catalogo-teses/#!/], para recopilar los datos bibliográficos, y también el vínculos de acceso a las tesis en texto completo, en formato de acceso libre.

Volviendo a las tesis del CIESAS, Fernando Salmerón, recién nombrado director general de la institución, expresó su aspiración y voluntad para que esos trabajos estuvieran accesibles para su lectura en formato abierto. Y el Conacyt había puesto en marcha la iniciativa de los repositorios institucionales. En consecuencia, sólo faltaba un empujón para convertir el catálogo de tesis a mi cargo en un repositorio de tesis.

Para ello se ha contado con la eficiente colaboración de Laura Aguilar, estudiante de la ENAH, quien está haciendo su servicio social, y en su primer mes de actividades logró integrar al catálogo de tesis todos los enlaces disponibles en nuestro repositorio institucional. Aquí se consignan los resultados de esa muy reconocida labor. A finales de 2020, en el CIESAS se habían acreditado 965 tesis de posgrado, 385 de doctorado y 580 de maestría, distribuidas en 6 sedes regionales. En la actualidad el repositorio contiene enlaces a 673 tesis, cuyos contenidos ya pueden ser consultados; todavía faltan por integrar 292 tesis, lo cual se hará a medida que avance la labor en el repositorio.

Para tener un panorama completo de los frutos de la labor docente del CIESAS es necesario recurrir a datos que no contempla la iniciativa del catálogo de tesis. Esto es: hay que contabilizar las tesis de historia que se acreditan en el programa de CIESAS-Peninsular, y las tesis del posgrado en lingüística que se han producido en la Unidad de Ciudad de México desde 1982 a la fecha. Cabe señalar que el lanzamiento de cada programa de docencia del CIESAS ha tenido una coyuntura propicia, que incluye promotores institucionales y un grupo de maestros comprometidos con el respectivo programa. Aquí he hecho referencia a los números, pero más importante sería prestar atención a los conocimientos colectivamente adquiridos. Mi idea consiste en que esa síntesis progresiva de conocimientos, aquello que llamamos conocimiento científico, debe registrarse en la sección introductoria de una tesis, en la que el estudiante, aprovecha nuevos autores para sintetizar los conocimientos sobre el respectivo objeto de investigación. Las mismas tesis deben ser estafeta de los conocimientos anteriores, que así se extienden hacia adelante revisando el caso estudiado o aplicando una nueva metodología, por ejemplo, incorporando el caso a un análisis comparativo. Así, nuestros estudiantes ya graduados van a ser contratados en otras instituciones y difundirán más allá de los muros de esta institución las síntesis de su formación académica y los resultados de sus investigaciones.