La Unidad Golfo a 48 años del CIESAS

Saúl Horacio Moreno Andrade
Director Regional – CIESAS Golfo


El Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) ha rebasado, por mucho, su mayoría de edad. A 48 años de existencia le está tocando uno de los mayores retos organizacionales desde su fundación en septiembre de 1973: enfrentar la pandemia del Covid-19 bajo la estrategia de la distancia social, lo cual ha llevado a soportar la mayor parte del trabajo académico y administrativo desde las casas de sus integrantes generando modalidades de convivencia nunca imaginadas.

Fundada en 1982 por el doctor Gonzalo Aguirre Beltrán, la Unidad Golfo llega a sus 39 años bajo estas circunstancias adversas, por lo que ha tenido que adaptarse según sus necesidades, capacidades y vocaciones. De esta manera, el trabajo en línea (con el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación e información) se ha consolidado como la principal opción para el trabajo académico y administrativo durante los largos meses que han transcurrido desde marzo de 2020, cuando se nos indicó que debíamos sujetarnos a las medidas oficiales (limpieza de calzado, uso de cubrebocas, sana distancia, etc.), por el peligro de contagiarnos del virus SARS-COV-2, que ha tenido, en algunos casos, fatales consecuencias.

Clausura del Seminario de la Titular de la Cátedra Gonzalo Aguirre Beltrán 2017,
doctora Lynn Stephen en CIESAS Golfo.


Desde el inicio de la cuarentena, la Unidad Golfo formó un comité para organizarse ante lo imprevisto. Nos organizamos entre las diversas áreas con sus representantes y que vale la pena mencionar: docencia: doctor Ernesto Isunza y maestra Victoria Cabrera; biblioteca: licenciada Blanca Torres; cómputo: maestro Ismael Alarcón; administración: maestro Juan Alba; Dirección Regional: licenciada Fernanda Álvarez, C. Yesenia López y quien esto escribe. Y todas, a su vez, en comunicación con la representante de la delegación sindical, C. Yesenia López. El objetivo era aplicar las medidas conducentes para salvaguardar la integridad y salud de los miembros de la comunidad Golfo. De esa forma, en estos 18 meses hemos ido navegando entre la primera, segunda y, ahora, tercera ola de contagios. A esta tarea se ha sumado recientemente el doctor Felipe Hevia, representante de investigadores.

A pesar de las restricciones y cuidados, algunas/os colegas y compañeras/os han sido afectados por el virus, pero ninguno con consecuencias fatales; todos los afectados de la Unidad Golfo se han recuperado favorablemente. Sin embargo, es importante mencionar que en este 2021 tuvimos que lamentar el fallecimiento, por otros problemas de salud, de nuestro compañero del área de biblioteca José Felipe Díaz Félix, a quien se le recuerda como un excelente catalogador y defensor de los derechos laborales. Descanse en Paz, José Felipe.

En este momento el comité para salvaguardarnos de la pandemia se ha convertido en el subcomité de la Unidad Golfo para el retorno planificado a actividades presenciales. Labor nada fácil, pues la pandemia continúa. Diseñar un retorno gradual y escalonado requiere considerar muchos factores, algunos incluso contrapuestos. El objetivo actual es lograr, de la manera más segura posible, un retorno al trabajo presencial, que por lo pronto tendrá que ser gradual y de manera híbrida (presencial y también en línea). Hacia allá se delinea este delicado ejercicio de reintegración comunitaria.

Cabe aquí hacer una retrospectiva para mencionar que no es la primera vicisitud que ha enfrentado la Unidad Golfo, que no ha sido exenta de ser blanco de la delincuencia generalizada que azota al país. Alguna vez quien esto relata tuvo que acudir a oficinas de la Fiscalía General del Estado de Veracruz para interponer una demanda por fraude telefónico, lo cual condujo a incrementar las medidas de seguridad y cambiar la compañía de seguridad privada que teníamos por otra más capacitada, ya que tuvimos algunas afectaciones menores en nuestro patrimonio.

Los graves sismos de 2017 afectaron al bello edificio de la unidad, de modo que, al igual que otras unidades regionales afectadas, tuvimos que generar un plan de restauración. Otros fenómenos naturales, como huracanes, llegan con tanto vigor a nuestro hábitat xalapeño que inundan el auditorio; debido al desbordamiento de las bravas aguas que bajan desde el cerro del Macuiltepetl que afectan nuestro sistema de drenaje, de modo que tienen que tomarse medidas. También han caído rayos que nos han dejado sin energía eléctrica, problema que la pronta acción de la administración ha resuelto de manera eficiente.

En una ocasión, una protesta al anterior gobernador del Estado por parte del grupo político Los 400 Pueblos obligó a resguardar todos los vehículos de la unidad en los estacionamientos y a cerrar y reforzar el recinto, ya que los manifestantes se habían establecido alrededor del edificio y, dada la tensión política, sus reacciones eran imprevisibles. Para que se comprenda mejor la situación, diré que nuestras instalaciones se encuentran enfrente del Congreso del Estado de Veracruz; por tanto, estamos fincados en uno de los núcleos políticos del Estado, además de estar junto a la principal avenida de Xalapa, Lázaro Cárdenas, que en una dirección va la Ciudad de México y en otra al Puerto de Veracruz.

La conjunción entre una organización pequeña, capacitada y eficiente, encarnada en el hoy llamado subcomité de la Unidad Golfo, la estructura física de la Unidad Golfo, que a sus años pide constante mantenimiento y ampliación de sus instalaciones, y una plantilla experimentada de trabajadores administrativos en los campos informáticos, bibliotecarios y de servicios administrativos y generales, ha permitido construir una membrana flexible, pero muy resistente, para proteger lo más preciado de nuestra institución: sus actividades sustantivas.

Las actividades de investigación y docencia constituyen el eje en torno al cual se ha generado toda una infraestructura material y humana. Contamos con 19 investigadores, con temas y objetos de estudio complejamente articulables. Desde sus diversas formaciones en disciplinas como antropología social, ciencia política, economía, geografía, historia, lingüística y sociología, se logran asociaciones conceptuales e inscripciones a las diversas corrientes a debatir en la antropología y ciencias sociales.

Pido una disculpa a mis colegas por esta imprecisa clasificación que puede estar equivocada, pero que quiere llamar la atención a la complejidad presente en la serie de temas y objetos de estudio de los investigadores de la unidad ya que presentan un conjunto de enlaces que se podría definir como una potencia investigativa. Reviso someramente: muerte y vejez (doctor Felipe Vázquez); participación ciudadana (doctor Ernesto Isunza); estudios rurales y territorio (doctora Emilia Velázquez y doctora Janett Vallejo); estudios Urbanos (doctora Minerva Villanueva, doctor Hipólito Rodríguez); juventudes (doctor Mariano Báez, doctor Saúl Moreno, doctor Felipe Hevia); antropología visual (doctor Mariano Báez); educación y políticas educativas (doctor Felipe Hevia); trabajo, trabajadores y sindicalismo (doctora Janett Vallejo, doctor Saúl Moreno); seguridad pública (doctor Ernesto Isunza); acceso a la justicia (doctora Natalia de Marinis); religión (doctor Felipe Vázquez, doctora Teresa Rodríguez. doctora Keiko Yoneda); pluralismo jurídico (doctora Victoria Chenaut); estudios del lenguaje −popolucas de la Sierra, náhuatl y lenguas mixe-zoqueanas− (doctor Salomé Gutiérrez); temas petroleros (doctora Victoria Chenaut, doctor Saúl Moreno); estudios de dialectología y gramática del náhuatl (maestro Andrés Hasler); fonología del español y análisis del discurso (doctora Minerva Oropeza); género, sexualidades y VIH (doctora Patricia Ponce); etnohistoria y epigrafía (doctora Keiko Yoneda); migraciones internacionales (doctora Patricia Zamudio, doctora Teresa Rodríguez); medio ambiente y Cambio Climático (doctor Hipólito Rodríguez, doctora, Janett Vallejo, doctor Felipe Vázquez, doctor Pedro Arrieta); género y violencia (doctora Natalia de Marinis, doctora Victoria Chenaut); relaciones étnicas e interétnicas (doctor Mariano Báez, doctora Teresa Rodríguez, doctor Salomé Gutiérrez, doctora Victoria Chenaut).

Esta enorme riqueza se ve reflejada tanto en sus obras como en su labor docente. Han pasado ya varias generaciones desde que inició en 2008 la Maestría en Antropología Social, y estamos iniciando labores, aún a distancia, con la promoción 2021-2023. Los egresados tienen una muy buena impresión de su formación al enfrentarse al mercado de trabajo, o cuando inician estudios de doctorado. Estamos en el punto y a tiempo de comenzar una nueva etapa en la evolución de la Unidad Golfo con las potencialidades dirigidas hacia un doctorado. Las líneas de especialización del posgrado nos han permitido trabajar conjuntamente y establecer vasos comunicantes entre todas las diversas expresiones académicas, tanto al interior de la unidad como con integrantes de otras unidades del CIESAS.

Los estudiantes de nuestra maestría, los investigadores y estudiantes huéspedes, así como los de otras instituciones, han aportado considerablemente en diversos niveles a estos cometidos educativos. Sólo por mencionar dos ejemplos recientes: el alto compromiso con la investigación de la doctora Odile Hoffman y la generosa donación de materiales de la doctora Patricia Legarreta a la biblioteca “Dr. Gonzalo Aguirre Beltrán”.

Además de los proyectos especiales, en la Unidad Golfo se cuenta con proyectos que le dan solidez a la estructura investigativa, como son: el Taller Miradas Antropológicas a cargo del doctor Mariano Báez; CCiudadano. Construcción y articulación de lo público, bajo la dirección del doctor Ernesto Isunza; Medición Independiente del aprendizaje, conducido por el doctor Felipe Hevia en colaboración con la Universidad Veracruzana; y el Laboratorio Mixto Internacional sobre Movilidad, Gobernanza y Recursos en la cuenca mesoamericana(LMI-MESO), organizado por la doctora Emilia Velázquez en colaboración con el IRD-France.

Llegamos al 48 Aniversario del CIESAS trabajando arduamente. La pandemia si bien nos afecta, no es el único problema que estamos pasando las instituciones de investigación en México. Tenemos una enorme tarea que continuar, que no podemos cejar. Existe, como ya demostré en los párrafos anteriores, una enorme riqueza en valores, trabajo académico, vínculos con diversas instituciones locales, nacionales e internacionales. Sería largo detenernos en ese aspecto pero allí están a la vista del público, que espera que la investigación científica resuelva sus problemas más apremiantes. Continuaremos nuestra evolución como parte del sistema CIESAS, por el cual se ha luchado desde que esta aventura académica e comenzó por allá en los años setenta, con la suma virtuosa de los fundadores: doctor Gonzalo Aguirre Beltrán, doctor Guillermo Bonfil Batalla y doctor Ángel Palerm Vich, a quienes rendimos homenaje y agradecimiento.