La antropología entre lo legal y lo ilegal
La agenda de la antropología entre lo legal y lo ilegal consiste en la indagación no de prácticas ilegales sino ilegalizadas, no en la descripción de hechos jurídicamente juzgados como ilícitos sino en la explicación a través de ellos de “tecnologías de poder” (dispositivos) (Foucault, 2009) que procuran la producción de un único orden social en “un mundo… alterado y redefinido por las formas contemporáneas de producción y circulación de riquezas” (Telles, 2009: 156). Al cumplir con tal agenda, la antropología entre lo legal y lo ilegal critica la construcción social de un “debate público” reproducido también entre los cientistas sociales, dominado por una perspectiva estadocéntrica y etnocéntrica (Machado, 2010), que evade la mirada profunda hacia los conflictos de clase; que criminaliza a ciertas poblaciones sobre las que aplica evaluaciones morales y normativas que las sujetan (Foucault, 2009); que reduce los marcos interpretativos a una relación binaria entre lo bueno y lo malo, entre lo legal y lo ilegal, entre la norma y la anomia, entre lo catequizado y lo desviado; y que se olvida de los sentidos dados por los individuos a sus acciones, asunto este que es la verdadera inquietud de una perspectiva científico-social.