Los Programas de Fortalecimiento Académico, fortaleciendo su impacto y presencia en las tareas sustantivas del CIESAS

Los Programas de Fortalecimiento Académico, fortaleciendo su impacto y presencia en las tareas sustantivas del CIESAS

Ruth Martínez Nataret Asistente de Programas de Fortalecimiento Académico Dirección de Vinculación | programas.especiales@ciesas.edu.mx Los Programas de Fortalecimiento Académico se encuentran actualmente adscritos (a partir de 2020) a la Dirección de…
Sosteniendo la pandemia: mujeres y su contexto doméstico dentro del sistema capitalista patriarcal

Sosteniendo la pandemia: mujeres y su contexto doméstico dentro del sistema capitalista patriarcal

En este texto reflexionaremos, a partir del cruce entre feminismo y marxismo, sobre la división sexual del trabajo bajo el sistema-mundo capitalista, sus imbricaciones patriarcales en términos históricos, y cómo éstas persisten y se agudizan en la vida de las mujeres en la actual crisis sanitaria.
Fotografía de la servidumbre: invisibilización y reconocimiento del trabajo del hogar como políticas de la mirada

Fotografía de la servidumbre: invisibilización y reconocimiento del trabajo del hogar como políticas de la mirada

La fotografía desde sus inicios ha maravillado al mundo por su capacidad de hacernos creer que lo que vemos es una captura de lo real. Hemos pasado de la fotografía antropométrica de finales del siglo XIX a aquellas que inundan las redes sociales, en las que encontramos fotografías de todo tipo, desde niños muertos en playas mediterráneas hasta cientos de selfies nuestros y ajenos, insertos en una economía visual. Para Deborah Poole “en un sentido general, la palabra economía sugiere que el campo de la visión está organizado en una forma sistemática. Esta organización lleva consigo una relación con la estructura política y de clase de la sociedad, así como producción e intercambio de bienes” (Poole, 2000: 16).

El diablo, el fetiche de la mercancía y el “triunfo” del neoliberalismo en contexto del campesinado chileno

Las diversas realidades socioculturales de nuestro continente, creadas a capacidad argumentativa de las potencias vencedoras, fueron solapando sistemáticamente las bases culturales locales, en otros casos direccionando plataformas exógenas de pensamiento, pero la mejor síntesis armónica que fue tomando parte de la creación de modelos identitarios propios de la mixtura de habitantes, fue a través de la amplia gama de sincretismos culturales y sociales que emergieron con el encuentro de los mundos, su asentamiento duradero como puente de los centros de poder en el periodo histórico conocido como Colonia y como base de fundamentación en la creación de los múltiples estados nación desde el siglo XVII.
Foto en blanco y negro de un grupo de personas con paraguas en mano Descripción generada automáticamente

Mercancías, imaginarios y extractivismo: una exploración sobre las conexiones entre el cobre, el Estado y el territorio en Chile

Karl Marx presenta en el primer capítulo de El Capital (1999) un completo análisis de la mercancía. Esto ya que “la forma de mercancía que adopta el producto del trabajo o la forma de valor que reviste la mercancía es la célula económica de la sociedad burguesa” (Marx, 1999: xiii)[2]. Al final del capítulo, a partir del concepto de “fetichismo de la mercancía”, sostiene que la sociedad dota a las mercancías con diversos aspectos simbólicos que, aunque conectados con sus valores económicos,[3] no se explican a partir de ellos. Señala que, “si queremos encontrar una analogía a este fenómeno, tenemos que remontarnos a las regiones nebulosas del mundo de la religión” (Marx, 1999: 38). El foco de Marx sobre el fetichismo de las mercancías es que éstas se presentan al entendimiento humano, en la sociedad capitalista, como cosas y relaciones entre cosas. Ello oculta que las mercancías encarnan trabajo, relaciones sociales de producción y uso de recursos naturales; dinámicas que, en el capitalismo, implican la explotación del trabajo por parte del capital y el despojo de la naturaleza.
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Una carretera, una comunidad y el proceso de acumulación

En julio de 2008, visité por primera vez la comunidad coca de Mezcala en las orillas del Lago de Chapala. Aun cuando vivía en Guadalajara, que se encuentra a tan sólo hora y media, nunca había estado ahí. El acceso fue rápido mediante una carretera panorámica que conecta a la comunidad con los demás pueblos de la Rivera. La carretera la inauguraron apenas por el año 2005, antes la gente tardaba alrededor de cinco horas para trasladarse hacia Guadalajara. Esta nueva carretera permitió la entrada y salida continua, tanto de gente de la comunidad como de personas externas a ella. Así, aceleró el paso al turismo, a los trabajos en las maquilas, al narcotráfico y a las invasiones en sus tierras. Hubo algunos comuneros que no estaban de acuerdo con su construcción; advertían que la carretera traería muchos problemas, que no se sabía a lo que se exponía. Sin embargo, la mayoría de los habitantes la pedían; las muertes por no tener una atención médica a tiempo era su principal preocupación. Hoy concuerdan en que esta infraestructura ha sido una de las principales razones de los cambios que han experimentado sus vidas cotidianas. Como una persona que ha acompañado la lucha de esta comunidad desde aquella visita, me parece importante reflexionar sobre el significado e impacto de esta carretera a más de quince años de su construcción.
Hacia una antropología marxista crítica

Hacia una antropología marxista crítica

Los pueblos ch´oles de la zona norte de Chiapas han construido a lo largo de siglos una singular relación con el territorio. Dentro de su práctica, el cuidado de los árboles es fundamental, ya que éstos son el hogar de los saraguatos o micos aulladores, los cuales mediante su canto imitan el rugido del jaguar para llamar a las nubes. Los saraguatos permiten que haya nubes, las nubes traen las lluvias y las lluvias alimentan a los ríos. Los ríos ayudan al crecimiento de la milpa y la milpa permite la existencia de los milperos, significado de la palabra ch´ol y etnónimo con el que se reconoce este pueblo. De la misma manera cuidan las arañas y sus telarañas que ayudan al combate de las plagas; las plantas que alimentan a los gusanos y los alejan del maíz; así como a diferentes especies de aves, insectos, plantas y animales, con cada uno de los cuales mantienen una relación particular. Para los ch´oles si se corta un árbol se cae una estrella.
El anticolonialismo de Marx

El anticolonialismo de Marx

En este artículo quiero hacer un esbozo general de distintos itinerarios que ha seguido la obra de Marx, tanto en relación con la difusión de algunos de sus escritos como respecto a algunas interpretaciones que se han hecho de sus aportes, especialmente de aquellos escritos antropológicos enfocados en el colonialismo y la esclavitud negra. Distintos aspectos como su estudio del colonialismo de asentamiento, la relación entre la raza y la clase o la existencia de otros modos de producción cooperativos y comunales en sociedades no-occidentales indican un interés creciente en el “Marx tardío” por el desarrollo del capitalismo en otras geografías. De igual forma, algunas categorías y propuestas del autor han tenido eco en intelectuales y activistas que han encontrado un modelo de interpretación para transformar sus sociedades.
La domesticación como construcción de nicho y producción de valores de uso

La domesticación como construcción de nicho y producción de valores de uso

Hace ya casi un siglo, el teórico Georg Lukacs (1923) llamó la atención sobre la centralidad del punto de vista de la totalidad en el discurso crítico de Marx; esta centralidad metodológica no obsta para subrayar el carácter de la obra de Marx como obra que aspira a contribuir a la transformación radical del mundo a través de la superación del objeto de su crítica, el capitalismo. Sin embargo, la relevancia metodológica del pensamiento dialéctico marxista queda de manifiesto especialmente cuando interactúan fenómenos correspondientes a diferentes niveles de organización de la materia, como en el caso del proceso de domesticación. Tanto la antropología como la biología se han ocupado del estudio del proceso de domesticación de plantas y animales, centrándose unas veces en los cambios sociales derivados de la domesticación o en las transformaciones que los organismos domesticados han atravesado respecto a sus parientes silvestres. El estudio de la domesticación ha reclamado el concurso de la biología y la antropología en tanto que disciplinas que tratan con problemas históricos, aunque la primera suele trabajar con fenómenos que carecen de una direccionalidad consciente, a diferencia de lo que ocurre en las sociedades humanas que estudia la antropología donde la acción social está orientada por fines. Este texto busca analizar la contribución de dos ramas, aparentemente separadas del discurso crítico marxista, en el estudio del proceso de domesticación. Para ello, comienzo planteando el problema histórico de la transformación de las plantas y animales silvestres en organismos domesticados, para después presentar brevemente contribuciones que en años recientes se han hecho desde la biología dialéctica a la comprensión de las relaciones entre organismo y ambiente. Al formar la domesticación parte de la producción de valores de uso en la forma social-natural del objeto útil, incorporar esta categoría al análisis histórico del proceso, arroja luz sobre los puntos de continuidad y discontinuidad entre los procesos biológicos y sociales implicados en ella. Pero al mismo tiempo, permite aplicar el discurso crítico para aquello que le da sentido, el de imaginar posibilidades de superación de la formación social actual, el capitalismo. Tal es el objetivo de este ensayo.
Economía popular: una aproximación desde la antropología y el marxismo

Economía popular: una aproximación desde la antropología y el marxismo

La relación entre la antropología y las diferentes corrientes que se engloban en el marxismo ha ocupado varias páginas de nuestra disciplina. Siguiendo a Wolf (2008), podemos decir que la antropología fue ‒y es‒ útil y necesaria para explicar la variabilidad social existente en relación a los complejos modelos teóricos explicativos de los sistemas sociales que el marxismo ofrece. “Tengo la convicción de que el marxismo adoptado por los centros académicos […] conseguirá hacer de las ciencias sociales disciplinas dedicadas a su verdadera tarea de transformar la sociedad” expresaba esperanzadamente Ángel Palerm (2008: 46) hace unos años. Lo cual se lograría a través de la formulación de preguntas que ayuden a generar soluciones a los problemas que acosan al ser humano, agregaba Wolf (2008). Muchos problemas ‒y sus soluciones‒ se relacionan con las maneras de trabajar de la población empobrecida en la actualidad.