<em>Nos están matando</em>. En Colombia, un líder social es asesinado cada cuatro días…

Nos están matando. En Colombia, un líder social es asesinado cada cuatro días…

Cargar un ataúd… llevar en tus hombros el cuerpo de alguien que admiras y a quien has visto luchar, es algo que nunca pensamos que podamos pasar. Pero, tal como nos muestran Emily Wright y Tom Laffey, es algo lamentablemente usual entre los pueblos defensores del territorio, en el norte del Cauca, Colombia. Las lágrimas que vemos a través de la cámara, nos demuestran que nunca nos acostumbramos a la muerte, ni aunque ronde entre nosotros cotidianamente. La tristeza que se vive en el territorio colombiano se apodera de nosotros desde el primer minuto. Acompañadas con la música de la chirimía, las lágrimas recorren las mejillas de aquellos que protegen su tierra contra el extractivismo capitalista.
Bienestar y tragedia de los bienes del vientre terrenal:  <em>El oro o la vida</em> de Álvaro Revenga (2011)

Bienestar y tragedia de los bienes del vientre terrenal:  El oro o la vida de Álvaro Revenga (2011)

El asunto en cuestión es casi tan antiguo como el tiempo mismo. Al menos desde la Edad de los Metales en Eurasia y la invasión europea al (así llamado) Nuevo Mundo, los humanos (cierto: unos más que otros) hemos tenido avidez por los secretos minerales que guarda el vientre de la tierra como el oro, el agua y el petróleo. Se podría decir, incluso, que una parte considerable del bienestar de las sociedades actuales descansa sobre el uso continuo y en aumento de bienes materiales inertes cuyas materias primas devienen de algún tipo de extracción mineral: desde el cemento-asfalto-vidrio con que hemos levantado urbe tras urbe hasta los celulares y computadoras que se han vuelto una suerte de otro yo ‒tan indispensables‒, pasando por innumerables utilerías de metal y plástico, sin olvidar ese otro líquido que literalmente mueve al mundo: la gasolina.
Vestigios del río Papalotla

Vestigios del río Papalotla

El río Papalotla se encuentra localizado al oriente del Estado de México. Su nacimiento se ubica en la Sierra Nevada. Recorre los municipios de Tepetlaoxtoc, Papalotla, Chiautla, Tezoyuca y Atenco, para finalmente desembocar en el Lago de Texcoco. Este río forma parte de la cuenca del Valle de México y al igual que otros de los ríos que la conforman presenta un alto grado de contaminación debido a la descarga de aguas residuales, tanto domésticas como de la industria papelera y ganadera desde el año de 1985.
Un puente sobre un cuerpo de agua Descripción generada automáticamente

Despojo, extractivismo y resistencia: impacto socioambiental por las obras asociadas al megaproyecto fallido del aeropuerto Texcoco [1]

Este artículo indaga en los procesos de despojo y de resistencia que se articulan en los territorios que fueron altamente afectados por las obras asociadas al megaproyecto fallido del aeropuerto en Texcoco; particularmente, por la extracción de material pétreo de las poblaciones circundantes al polígono proyectado para la edificación de la terminal aérea y de las pistas de aterrizaje; y por la construcción del tramo de la carretera Pirámides-Peñón-Texcoco, que atraviesa los núcleos ejidales de Atenco y Tocuila. Dichas obras han repercutido en diversas dinámicas socioambientales, de localidades y municipios de la Zona Oriente del Estado de México (ZOEM), que cuentan históricamente con población originaria. Para este trabajo se retomaron datos etnográficos, documentales y hemerográficos obtenidos de dos investigaciones previas (tesis) en la región, en los periodos 2015-2017 y 2019-2021. Se busca caracterizar las dinámicas extractivistas y las estrategias de despojo, a partir de las formas en que gobiernos y empresas han intervenido en dichos territorios para la instrumentación de megaproyectos; que han impactado en el entorno ecológico; han alterado el modo de vida local; y han provocado, además, una serie de agravios, tensiones internas y malestar social. Con este análisis se intenta comprender la dinámica del conflicto y las capacidades de respuesta de los distintos actores involucrados en la defensa del territorio.
Una señal de alta al lado de un árbol Descripción generada automáticamente con confianza media

La espera comunitaria y las rutinas de la judicialización en un juicio de amparo contra concesiones mineras en Oaxaca.

El propósito de este texto es mostrar una faceta que ha quedado relativamente en el silencio en la literatura que aborda los procesos del despojo o desposesión. Esta literatura identifica a la desposesión como la etapa del neoliberalismo donde el capital en colusión con los Estados quita a los productores sus medios de subsistencia para convertirlos en trabajadorxs explotables, es decir, la llamada acumulación por desposesión a partir de la acumulación originaria (Harvey, 2005). La literatura es extensa y muy fructífera en estas discusiones (Navarro, 2021). Pero ¿qué ocurre en la cotidianidad de los procesos de despojo cuando lxs productorxs se movilizan para intentar detener la desposesión? ¿Cómo enfrentan estos desafíos especialmente en situaciones donde quienes se movilizan enfrentan a las mineras y a los Estados nacionales por medio de la judicialización? ¿Cómo se defienden y cómo enfrentan el poder del Estado a través de los juzgados federales? Las rutinas de la judicialización son centrales en el despojo porque los juzgados cuentan con un formato jurídico a través del cual los sujetos deben desahogar sus argumentos. Pero no solo es el formato sino las dinámicas de las múltiples instancias que intervienen en la demostración de las evidencias en el proceso judicial. Y aunque existe lo que la literatura denomina el uso contrahegemónico del derecho (Aragón 2013) este uso contencioso en el caso que expongo aquí pasa de todas maneras por las instancias judiciales cuyas decisiones y procedimientos en la aplicación de la justicia suelen estar fuera del alcance de las comunidades quejosas. Estos procedimientos, rutinas, burocracias y decisiones son cruciales en el desenlace judicial de los procesos de despojo.
Un grupo de arbustos verdes Descripción generada automáticamente

Integracionismo, asimilacionismo y despojo:  el megaproyecto de reordenamiento territorial Tren Maya

Partimos de afirmar que el discurso nacionalista que denomina al gobierno de AMLO como la Cuarta Transformación, es un intento de justificar la continuidad de las políticas de despojo y desplazamiento contra los pueblos indígenas en nombre del “desarrollo nacional” agregándose a esto, “de seguridad nacional”. Se trata de un discurso populista que enaltece el interés y la seguridad nacional, a la vez que invisibiliza y encubre la continuidad del proyecto neoliberal que pretende repudiar, cuyos costos están siendo cubiertos por los mismos despojados de siempre: los pueblos indígenas (Hernández y Cruz 2021: 396). Muestra de esto es el principal proyecto de despojo de la actual administración, conocido como Tren Maya.
Imagen que contiene persona, hombre, gente, parado Descripción generada automáticamente

La juridificación de los conflictos socioambientales: el reflejo del derecho fragmentado

El fenómeno de la juridificación el uso, la apropiación y adaptación de distintos lenguajes y figuras del derecho‒ se ha intensificado en los conflictos socioambientales sobre tierras, territorios y recursos naturales. Las comunidades que sufren las consecuencias de la imposición de minas, hidroeléctricas, o monocultivos en sus territorios a menudo se han movilizado para defenderlos y reclamar distintos derechos ante diferentes cortes e instancias administrativas, trabajando con redes de defensores que disputan estos proyectos y sus efectos.
Panzós: el parentesco del despojo

Panzós: el parentesco del despojo

Este artículo muestra cómo las dinastías políticas terratenientes que estuvieron detrás de la masacre de Panzós siguen impulsando la violencia en la región de El Estor. Esta área es un microcosmos de prácticamente todas las amenazas neoliberales en el territorio q'eqchi': minería, hidroeléctrica, palma, banano, café, cocaína, ganado, azúcar y áreas protegidas, mientras la dinámica de la tierra en esta región sigue siendo más feudalmente represiva que capitalista. Aunque las fusiones y adquisiciones transnacionales han galardonado a “personas corporativas” extranjeras con el parentesco de la oligarquía guatemalteca, la tenaz resistencia q'eqchi' a la minería también ha renovado un parentesco de solidaridad desde las bases.
Un grupo de personas con instrumentos musicales Descripción generada automáticamente con confianza media

El Estor nueva ola de apropiación privada de la tierra

El Estor saltó a la atención pública en octubre 2021 cuando las comunidades maya q’eqchi’ al norte del lago de Izabal realizaron un bloqueo pacífico en la entrada de la empresa minera rusa basada en Suiza Solway/CGN/Proyecto Fénix. Las imágenes de la desproporcionada reacción de las fuerzas de seguridad de la Policía Nacional Civil (PNC) y de la empresa para sofocar la resistencia pacífica circularon ampliamente. Las comunidades solicitaban la participación de sus representantes electos en asambleas comunitarias en la consulta de buena fe mandada por la Corte de Constitucionalidad en 2019, para conocer la voluntad de la población local sobre la continuidad de la extracción minera a cielo abierto que afecta sus medios de vida.