Frida Villavicencio Zarza, Rosario Peralta Lovera
Laboratorio de Ciencia y Cultura CIESAS
Ricardo Hernández Vergara
ProSIG-CSH
El Laboratorio de Lengua y Cultura (LLC) del CIESAS, ha iniciado el Visor Toponímico Mexicano (VTM) como una acción de divulgación de la ciencia.
El LLC es un especio de experimentación científica en el cual se realizan acercamientos a los fenómenos del lenguaje que busca trabajar a favor del conocimiento, la conservación y resguardo del patrimonio lingüístico y cultural de México, así como alentar la innovación en el desarrollo de materiales que favorezcan la revaloración de la diversidad cultural y lingüística del país.
La divulgación de la ciencia es una acción que busca comunicar avances del conocimiento científico a público no especializado. De acuerdo con Estrada (1992) una buena práctica de divulgación de la ciencia debe atender los siguientes aspectos.
• Ser fiel al conocimiento científico. Hacer accesible el conocimiento científico sin deformarlo. El reto consiste en comunicar de manera clara y sencilla —que no simple— temas complejos.
• Mostrar el ejercicio científico como un proceso. Con cada investigación entendemos mejor los fenómenos que estudiamos. El conocimiento se construye día a día, no es algo acabado o inamovible.
• El conocimiento científico puede y debe ser integrado a la cultura. Una de las metas de la divulgación de la ciencia es contribuir a la apropiación social del conocimiento.
En una época en la que el acceso a las sociedades del conocimiento se ha convertido en un derecho de todo ciudadano, la divulgación contribuye a la democratización de la ciencia y trabaja a favor de la equidad ya que la socialización del conocimiento permite a las sociedades y a los individuos tomar decisiones informadas.
La divulgación de la ciencia, como podemos apreciar, es una tarea compleja que requiere de enfoques y metodologías multidisciplinarias en la que intervienen tanto científicos como especialistas en comunicación. Y se puede realizar mediante diversos medios o plataformas utilizando distintos lenguajes. En las últimas décadas destaca el papel de los medios de comunicación y sus efectos en las tareas de divulgación de la ciencia (Moirand, 2006)
El VTM, un ejercicio colaborativo
El VTM se ha planteado como un esfuerzo de colaboración entre dos programas del CIESAS, el Laboratorio de Lengua y Cultura (LLC) y el Programa Especial de Sistemas de Información Geográfica para Ciencias Sociales y Humanidades (ProSIG-CSH). La georreferenciación está bajo la responsabilidad del ProSIG-CSH; el contenido que acompaña a los mapas es una tarea que corre a cargo del LLC. Con ello construimos una propuesta de trabajo que conjuga campos disciplinarios distintos para producir materiales de divulgación científica que sirvan a la población mexicana.
El VTM se interesa en el estudio y divulgación del patrimonio toponímico mexicano. El objetivo es crear una aplicación web de mapas (web-mapping) que permita a los usuarios consultar y visualizar geográficamente información concerniente a los lugares. En un topónimo convergen fenómenos de índole lingüística, cultural, geográfica e histórica; por tal razón los topónimos pueden ser objeto de estudio desde diferentes campos disciplinarios. Este proyecto propone una investigación multidisciplinaria que da cuenta no sólo del origen de los nombres de lugar, también de su sentido histórico, así como de las características y riquezas geográficas, naturales y culturales de los lugares nombrados. Para ello, el visor contará con enlaces a mapas, infografías, fotografías y videos asociados a cada elemento toponímico; dicha información dará cuenta de diversos temas lingüísticos, culturales geográficos e históricos. Se trata de una propuesta de georreferenciación toponímica accesible a todo público que se traduce en mapas temáticos interactivos con información lingüística, demográfica, geográfica, cultural e histórica vertida en infografías.
Topónimos de origen purépecha
En su primera etapa (2020-2021), el VTM se ocupa de los topónimos de origen purépecha. Partimos de la nomenclatura reconocida institucionalmente (INEGI)[1] para delimitar una zona de influencia toponímica de origen purépecha (ZITp). Dicha zona tiene una extensión de poco más de 95 mil kilómetros cuadrados, el equivalente a la superficie de Hungría y se localiza en la porción centro-occidental de la República Mexicana. Comprende la mayor parte del estado de Michoacán, el sur de Guanajuato, el sureste de Jalisco, noroeste de Guerrero, una pequeña porción al occidente del Estado de México y el suroeste del estado de Querétaro (ver mapa).
Delimitación de la zona de influencia toponímica purépecha.
Partimos de una base de datos de 50 170 localidades de siete estados de la República Mexicana: Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Jalisco, Guerrero, Hidalgo y Estado de México dentro de un sistema de información geográfica utilizando diversos métodos de análisis de cadenas de texto para buscar coincidencias dentro de los nombres de las localidades que correspondieran con las terminaciones de la toponimia purépecha. De esta manera se identificaron aproximadamente 1 100 topónimos con las características de búsqueda.
Por otra parte, se utilizó una base de datos de nombres geográficos del INEGI el cual fue extraído de las cartas topográficas escala 1:50 000. El criterio de búsqueda se centró en los nombres de rasgos hidrográficos (corrientes y cuerpos de agua) y orográficos (cerros, mesas, lomeríos, volcanes, sierras) que cumplieran también con las terminaciones de las voces purépechas.
Infografías con y para todos
Decidimos presentar la información mediante infografías que se desplegarán a partir de la georreferencialización del lugar. La infografía es una forma de hacer accesible a un público amplio el conocimiento derivado de las ciencias; constituye, por lo tanto, una buena herramienta de divulgación científica. La infografía es un tejido de lenguajes, tanto verbales como visuales, que se puede utilizar para: comunicar información, describir un proceso o contar una historia. Una infografía se caracteriza por ser funcional, clara, sintética y visualmente atractiva. En la infografía todo debe de estar relacionado y justificado. Las imágenes, los colores, la tipografía, los textos y la disposición del espacio deben de estar vinculados con la temática. En la infografía todo comunica.
La materia prima de una infografía es la información que contiene, por esto, debe realizarse una investigación profunda con la finalidad de obtener datos fiables. La información obtenida debe procesarse, sistematizarse, clasificarse y cotejarse para que el contenido sea confiable. Por otro lado, para hacer accesible esta información dentro de la infografía debe de organizarse de manera clara siguiendo un propósito y haciendo uso de los lenguajes verbales y visuales.
Las infografías para topónimos purépechas son otro de nuestros prototipos, tienen dos objetivos; primero, dar a conocer el significado de los topónimos de origen purépecha y segundo, proporcionar información geográfica del entorno natural, histórico y cultural del lugar que nombra ese topónimo. El topónimo se presenta al centro, acompañado de una imagen alusiva, su significado o etimología, su análisis morfológico y pequeñas notas que apoyan tanto al significado como al análisis propuesto.
El resto de la información se presenta distribuida en cuatro grandes secciones, las cuales rodean al topónimo. En la primera, se presenta la ubicación de la localidad, municipio o estado al que nombra el topónimo, sus límites y sus coordenadas, seguida de datos demográficos básicos. En la segunda, se muestran las principales características naturales del lugar, así como su flora y fauna endémicas. En la tercera, una breve reseña de la historia del lugar, seguida de información sobre los sitios más representativos y la última despliega las principales manifestaciones culturales como: fiestas, danzas, música, artesanías y gastronomía. La información de cada sección se acompaña de imágenes relacionadas o alusivas. Cada infografía está acompañada de referencias que sustentan el contenido (véase la siguiente infografía).
Tratándose de una tarea compleja, que ha de desarrollarse necesariamente con metodologías multi e interdisciplinarias, y considerando que estaríamos circunscritos a topónimos de origen purépecha, invitamos al grupo Kw’aniskuyarhani de estudiosos del pueblo purépecha a colaborar con nosotros y construir juntos estos materiales. La respuesta fue entusiasta e inmediata; la participación se ha traducido en acciones sustantivas para el proyecto.
Por un lado, Claudia Pureco convocó a un grupo de jóvenes estudiosos del pueblo purépecha que se integraron a un taller virtual (webinar) para producir la infografía de su comunidad a partir de la propuesta metodológica del laboratorio; dicho taller se desarrolló de octubre a diciembre de 2020. Por otro lado, los coordinadores del grupo, Carlos García Mora, Benjamín Lucas y Carlos Paredes generosamente han dedicado no poco tiempo a la revisión de las infografías aportando sus amplios y profundos conocimientos desde sus propios campos disciplinarios, lo que ha permitido mejorar y enriquecer los trabajos. La lectura de cada infografía desde distintas perspectivas ha potenciado el intercambio de ideas y la discusión permitiéndonos avanzar en la construcción de infografías cada vez más precisas (véase la infografía siguiente)
Tomando nota.
La toponimia es el estudio del origen y significado de los nombres propios de los lugares. Deriva de las voces griegas tópos ‘lugar’ y ónoma ‘nombre’. También se conoce como onomástica geográfica, o toponomástica. “Junto con la antroponimia, o estudio sobre el origen y significado de los nombres de persona, constituye una disciplina más general que en la actualidad conocemos con el nombre de onomástica u onomatología.” (Guzmán 1978: 14).
Los topónimos son testimonios de
• la relación que establecen los grupos humanos con los lugares que le son significativos
• de la percepción del espacio y su entorno
El estudio de los topónimos implica un cruce de espacio y tiempo. Las palabras, a lo largo del tiempo experimentan cambios, los cuales pueden deberse a factores internos (desarrollo de la lengua misma), o bien a factores externos (contacto con otras lenguas). Sabemos poco de la historia de purépecha y de los fenómenos de cambio en esta lengua. Al no haber lenguas hermanas con las cuales compararla, no ha llamado la atención realizar reconstrucción lingüística. Pero podemos apoyarnos en lo que se ha dicho para estas otras lenguas, y reconocer cuáles fenómenos de cambio lingüístico parecen estar presentes en el purépecha.
También se esperan cambios particulares a la lengua. De éstos sabemos un poco más por los estudios sincrónicos que se han realizado (Friedrich, 1971a, 1971b, 1969; Agustín, 2016). Sin embargo, hasta ahora no tenemos estudios diacrónicos de cambio lingüístico que traten la fonología, la formación de palabras o la derivación, aunque contamos un trabajo temprano sobre los procesos de nominalización en esta lengua desde una perspectiva sincrónica (Hernández 1981).
En resumen, lo que hasta ahora sabemos de la toponimia purépecha es más bien modesto.[2] El trabajo con los topónimos nos puede proporcionar evidencia empírica para (re)examinar y entender mejor estos fenómenos. En este aspecto el trabajo con los participantes en el taller, y las interesantes e intensas discusiones con los coordinadores de Kw’anis, está dando elementos para sistematizar algunos fenómenos recurrentes en las toponimias purépecha.
Reflexiones finales
Todos los autores interesados en la divulgación de la ciencia coinciden en señalar la importancia de desarrollar metodologías multidisciplinarias para dar cuenta de la complejidad de los fenómenos. En el caso particular del VTM, a la complejidad del tema “divulgación científica” se aúna la complejidad del tema “toponimia”. El VTM pretende ser una propuesta innovadora para hacer frente a estos dos retos, una propuesta que avanza en la construcción de una propuesta de colaboración y echa mano de los recursos digitales que, en los tiempos que corren, resultan ser un buen medio para llevar a cabo esta empresa.
Por otro lado, en términos de toponimia hay mucho camino que recorrer. El estudio de los nombres de lugar, en nuestro caso, de la toponimia purépecha obliga a examinar temas que hasta ahora se han tratado poco, como la formación de palabras, y a reexaminar otros desde nuevas perspectivas y datos.
Los primeros productos que ahora presentamos (infografías de topónimos de origen purépecha y primeros mapas) dan cuenta de las bondades del enfoque. Esperamos seguir recorriendo estos caminos en compañía de los Kw’anis y de las comunidades mismas.
Bibliografía
Agustín Diego, Angélica (2016), “Fonología y procesos morfo-fonológicos del p’urhépecha de San Luis Tsuruen”, México, CIESAS. (tesis de maestría)
Espinosa Santos, Victoria (2010), “Difusión y divulgación de la investigación científica”, en IDESIA (Chile) vol. 28, núm. 3, septiembre-diciembre, pp. 5-6. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-34292010000300001
Estrada, Luis (1992), “La divulgación de la ciencia”, en Ciencias, núm. 27, julio-septiembre, pp. 69-76. (consultado el 12 de enero de 2021) https://www.revistacienciasunam.com/es/175-revistas/revista-ciencias-27/1620-la-divulgaci%C3%B3n-de-la-ciencia.html
Friedrich, Paul (1984), “Tarascan: from Meaning to Sound”, en M. S. Edmonson (ed.), Supplement to the Handbook of Middle American Indians, vol. 2, Linguistics, pp. 56-82.
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Guzmán Betancourt, Ignacio (coord.) (1987), De toponimia … y topónimos. Contribuciones al estudio de nombres de lugar provenientes de lenguas indígenas de México, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, col. Divulgación.
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Moirand, Sophie (2006), “La divulgación de la ciencia y la técnica: ¿Nuevos modelos para nuevos objetos de estudio?”, en Revista Signos, vol. 39, núm. 61, pp. 231-358. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-09342006000200005
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Villavicencio Zarza, Frida y Fernando Nava López (2010), “Toponimia purépecha. Lugares comunes y áreas de interés”, en Martha C. Muntzel y María Elena Villagas (eds.), Itinerario toponímico de México. Ignacio Guzmán Betancourt, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, pp. 89-108.
——————— (2009), “Nombres de lugar en purépecha. Algunas generalidades”, en Ramón Arzápalo (ed.), José Luis Moctezuma Zamarrón (comp.), Lingüística Amerindia. Aportaciones recientes, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Antropológicas, pp. 403-423.
- Se utilizó una base de datos de nombres geográficos del INEGI el cual fue extraído de las cartas topográficas escala 1:50 000. El criterio de búsqueda se centró en los nombres de rasgos hidrográficos (corrientes y cuerpos de agua) y orográficos (cerros, mesas, lomeríos, volcanes, sierras) que cumplieran también con las terminaciones de las voces purépechas. ↑
- Villavicencio y Nava (2009, y 2010) realizan un primer acercamiento al estudio de los topónimos en lengua purépecha desde la estructura de la palabra y abogan por un enfoque multidisciplinario. ↑