Viñeta de una ciudad turistificada en el Sur de México: disputas por el espacio y turismofobia

Estefanía Castillo Balderas[1]
IISUABJO

En el 2022, un grupo de reflexión donde hay artistas, estudiantes, y gente de otras esferas, autopublicó el fanzine “Desprecio y despojo. Turismo y gentrificación en Oaxaca”, que impulsaron los colectivos Obreros de la imagen y Espiral del pensamiento crítico (Zavala, 2022), cuyos argumentos sobre la causa del desplazamiento de la población del centro de la ciudad y la transformación de las zonas de casa-habitación en zonas comerciales, de hospedaje, de servicios de bares, restaurantes, etc., la identifican en el aumento del turismo. La preocupación no es menor, tan sólo en 2023, el gobierno estatal espera 125 mil turistas (la mitad de la población residente del municipio de Oaxaca de Juárez) en un periodo de menos de un mes, para las fiestas de Guelaguetza, un festival de danzas foklóricas y tradicionales que también se encuentran en el marco del aniversario de la ciudad. Este mismo año, en las paredes de casas derruidas del centro histórico comenzaron a aparecer leyendas con la consigna “Gringo go home”.

Foto1. Gringo vete a casa

Fuente: Archivo personal de la autora


En abril de 2023, ocurrió una celebración. El titular de la Secretaría de Turismo (SECTUR), asistió a la ceremonia del nombramiento del primer barrio mágico de Oaxaca (Miranda, 2023). La estrategia de la SECTUR tocó tierra en el barrio de Jalatlaco de la ciudad de Oaxaca, que es la última expresión de las políticas turísticas y patrimoniales sobre el manejo del entorno urbano. Grandes sonrisas adornaban los rostros del gobernador que recién estrena el cargo y del equipo de funcionarios que acudieron a la ceremonia. Sin embargo, las preguntas surgieron en artículos de opinión, ¿quién vive en Jalatlaco en estas instancias?, ¿para qué esta declaratoria en un barrio ya altamente turistificado?, ¿qué más turismo se puede atraer a un espacio de algunas cuantas calles? Jalatlaco, un barrio de curtidores fundado en el siglo XVI, se ha convertido en un periodo de dos décadas en un punto turístico de interés, pese a que las relaciones propiamente barriales se desdibujan ante el desplazamiento de la población para dar paso a una explosión comercial y de la oferta de habitaciones de plataforma que se ha intensificado en ese periodo. A este tono celebratorio también se unen influencers y comerciantes que han establecido sus propios emprendimientos en el barrio y a quienes beneficia la derrama turística.

A unas cuadras más de distancia, en el barrio de Xochimilco, cuya fundación posiblemente ocurrió en el siglo XV (Montes García y Montes García, 2014: 88), la situación es distinta. Ahí el malestar social se ha expresado con consignas exigiendo la cancelación de permisos para abrir más negocios de bares con terraza en la zona, en conatos de grescas para impedir la filmación de programas televisivos que “promocionan el barrio” o que lo usan como locación. Es una disputa sobre quién decide sobre los usos del espacio público, ¿la organización barrial o las autoridades municipales?

El turismo es una actividad que se sobrepone a la dinámica de las ciudades. Los problemas que aquejan a la ciudad de Oaxaca hoy en día tienen causas diversas y complejas, que sólo podemos captar siguiendo los factores que han tenido consecuencias o han repercutido en los problemas urbanos. Los escenarios descritos plantean desafíos para la ciudad y quienes habitamos este entorno, ya que el modelo de turismo masivo que han incentivado los gobiernos locales y estatales en Oaxaca ha generado tensiones entre diferentes sectores sociales que habitan la ciudad. Sin embargo, los problemas críticos que están haciendo quiebre frente al aumento del número de personas que visitan la ciudad tienen causas diversas, y el turismo es uno de los elementos, pero no el único.

Fotografía 2. Consignas en el barrio de Xochimilco, Oaxaca de Juárez

Fuente: Archivo personal de la autora


Aquí quiero exponer por un lado ciertos elementos que causan reacciones como la fobia al turismo o expresiones de malestar por la circulación de turistas o la promoción turística, como he tratado de ilustrar en el caso de las pintas, stickers y manifiestos anti-turistificación. Esto podría explicarse porque la ciudad es un espacio habitado o vivido (Giglia, 2012: 13), es decir un lugar que sentimos familiar, común, nuestro lugar de origen y en última instancia nuestro hogar. Las reacciones que podrían considerarse hostiles al turismo pueden comprenderse cuando pensamos que muchas personas, como yo, que habitamos esta ciudad, vemos transformaciones aceleradas. Como cuando la tienda o la farmacia que atendieron nuestros vecinos desaparece en un periodo corto y ahí mismo se instala un restaurante con terraza, que además promueve una oferta de cocteles en los que se usan plantas medicinales características de la región. Además de que nuestros vecinos dejan de ser quienes nos proveen ciertos productos, quizás otra persona utilizaba ese sitio para orientarse y poder llegar a otro lugar. Hay entonces una sensación de pérdida, dejamos de orientarnos en algún momento, dejamos de tener un vínculo con ese sitio. Es decir, ya no es la farmacia que atendía mi vecina o el sitio donde trabajo, o mi referencia para encontrarme con mis amigas y amigos.

Fotografía 3. Gentrificación es el nuevo colonialismo

Fuente: Archivo personal de la autora


Nuestra calle, colonia o barrio, comienzan a resultarnos extrañas, ajenas y encontramos pocos asideros para transitar o habitarla. Esta sensación de pérdida de la capacidad para ubicarnos en un lugar genera todo tipo de reacciones, desde el extrañamiento hasta la sensación de estar desorientados, hasta miedo. Es decir, las expresiones de malestar frente al turismo son posiblemente una respuesta de miedo y desagrado frente a la pérdida de referentes, sitios y lugares que nos ayudan a tener la sensación de familiaridad con un lugar. Si bien se ha popularizado el término turismofobia, lo que está sucediendo en Oaxaca podría considerarse como los primeros pasos de un proceso de politización sobre el turismo y sus impactos (Milano, 2018: 555) Es decir, el surgimiento de una crítica respecto a la gestión gubernamental del turismo masivo. Reflexiones, argumentaciones y formas colectivas de protesta que esperamos tomen forma en demandas sociales de alcance común, donde se involucren diversos sectores sociales, así como propuestas diversas que trasciendan el slogan “gringo go home” y aboguen por construir una mirada crítica sobre el turismo y sus efectos.

El segundo aspecto que quiero destacar es que así como el turismo se sobrepone a la ciudad, también es un factor que puede ser causa o estar interactuando con otros problemas urbanos de larga data. Por ejemplo, el aumento de los precios de renta y la reducción de espacios habitacionales en el Centro Histórico y colonias aledañas. En gran parte de los estados del país, salvo el caso de Colima (Caso, 2022: min. 27:24), no existen regulaciones a los topes de precio de renta de casas y departamentos, un aspecto que es fundamental para frenar la especulación y los abusos en el sector. La consigna “gringo go home” es parcial, ya que la ciudad de Oaxaca se caracteriza por tener una alta concentración de extranjeros alrededor del Centro Histórico, por lo cual los precios de la tierra ya estaban por encima de otras ciudades mexicanas y han aumentado con la actividad turística. Sin embargo, los altos costos de los comercios y restaurantes enfocados al consumo turístico vuelven inaccesible para los sectores populares transitar y disfrutar de actividades de ocio y recreación en el Centro Histórico.

El impacto ambiental es otra de las dimensiones donde el turismo es un factor, pero no la causa, ante ello habría que dividir responsabilidades y hacer visibles la falta de regulaciones en la emisión de contaminantes vehiculares, la ausencia de un plan de ordenamiento vehicular en el Centro Histórico, a lo que se ha sumado la expansión de los corredores turísticos o los planes que existen para ampliar las zonas peatonales pero que carecen de proyectos de planificación urbana. A esto se suma la crisis del manejo de residuos sólidos que aqueja a la ciudad desde 2021, para la que las autoridades municipales han anunciado la creación de un nuevo centro o depósito de desechos, pero ubicado en otro municipio. Ante ello, vale la pena preguntarnos sobre las responsabilidades que tienen los municipios de manejar por sí mismos sus propios desechos y si existe una alternativa que puedan coordinar las autoridades municipales para reducir la basura y restringir la venta de plásticos de un solo uso, que tendría que implicarnos a todos y todas las habitantes, así como al sector de servicios y a las propias autoridades que organizan eventos con fines turísticos y masivos.

Los gobiernos municipales y estatales continúan observando a la ciudad como un recurso antes que como un lugar habitado. El manejo de los problemas urbanos en la ciudad de Oaxaca y las propias protestas antiturismo plantean visiones parciales de problemas que implican a una serie de actores sociales, en donde está en juego el bienestar de las poblaciones y cuya orientación tendría que partir del bien común. Para ello se requiere que los actores gubernamentales superen la visión celebratoria del turismo en los centros históricos, puesto que continúan incentivando la actividad con distintas estrategias, lo mismo patrimoniales que turísticas, pese a que el modelo de turismo masivo está mostrando signos de agotamiento y de ser inoperante a largo plazo dados los riesgos medioambientales.

Las protestas y malestares asociados al turismo sí indican que hay un modelo de gestión urbano y turístico que está en crisis, pero plantean vías que pueden desembocar en otros problemas, por ejemplo, restringir el acceso a zonas de tránsito de los habitantes locales, justificar la privatización de los espacios públicos, carecer de una visión integral de las problemáticas generadas por el turismo y establecer causas únicas, cuando lo que ocurre requiere la colaboración de distintos sectores, además de la creación de regulaciones gubernamentales locales y estatales.

Finalmente, es importante posicionar las afectaciones del turismo en un marco donde podamos acceder todas y todos los habitantes de la ciudad a información clara, fidedigna e imparcial. De ahí la necesidad de expandir los estudios del turismo que analicen los malestares sociales y propongan vías para transitar hacia soluciones que partan del bien común.

Bibliografía

Caso, Fernanda (Presentadora)
2022 “Airbnb en la CDMX: el desafío de los nómadas digitales”, Semanario Gatopardo [podcast], núm. 79, Gatopardo, 8 de noviembre, disponible en https://gatopardo.com/podcast-gatopardo/airbnb-en-la-cdmx-el-desafio-de-los-nomadas-digitales/, https://open.spotify.com/episode/1anIzTSIY9FSO0uPqvrf0S

Giglia, Angela
2012 El habitar y la cultura. Perspectivas teóricas de investigación, Ciudad de México, Anthropos/UAM-Iztapalapa.

Milano, Claudio
2018 «Overtourism, malestar social y turismofobia. Un debate controvertido», PASOS Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, vol. 16, pp. 551-564.

Miranda, Fernando
2023 «Reconocen a Jalatlaco como “Barrio Mágico”; es el primero con dicha denominación en Oaxaca», El Universal Oaxaca, 27 de marzo, disponible en https://oaxaca.eluniversal.com.mx/mas-de-oaxaca/reconocen-jalatlaco-como-barrio-magico-es-el-primero-con-dicha-denominacion-en-oaxaca.

Montes García, Olga y Néstor Montes García
2014 «La mayordomía de un barrio de la ciudad de Oaxaca», Frontera Norte, vol. 26, núm. 52, pp. 85-108.

Zavala, Juan Carlos
2022 «Desprecio y despojo: Artistas y universitarios reflexionan sobre el impacto del turismo en Oaxaca», El Universal Oaxaca, 08 de febrero, disponible en https://oaxaca.eluniversal.com.mx/mas-de-oaxaca/desprecio-y-despojo-artistas-y-universitarios-reflexionan-sobre-el-impacto-del-turismo.


  1. Maestra en Estudios Culturales y asistente de investigación en el Instituto de Investigaciones Sociológicas de la UABJO | Correo: estefania.castillo.balderas@gmail.com.