Ruth Jiménez Nina[1]
Centro Indígena de Investigaciones Taki Unquy
Cartel publicitario de la película.
Esta es la primera película que mis padres vieron en un cine. Nunca se sintieron atraídos a ver ninguna otra, no solo por la diferencia lingüística sino, sobre todo, por la diferencia cultural. La representación de los pueblos indígenas es importante tanto para las generaciones jóvenes como las ancianas. Ver en el cine tu cultura, oír tu lengua, relacionarte con la problemática y verte a ti mismo en ella, tiene un valor incalculable. Hablamos de esta película por semanas en casa y hoy quiero hablar de ella con los lectores.
Utama es una película boliviana dirigida por el cineasta uruguayo Alejandro Loayza Grisi que se estrenó en septiembre de 2022 en Bolivia y fue seleccionada como la entrada boliviana para la 95ª edición de los Premios Oscar a la Mejor Película Internacional. Aspectos como la fotografía, el contenido cultural y el mensaje medio ambiental consiguieron que Utama fuera galardona más de una veintena veces en diferentes festivales internacionales. La película narra la historia de amor de una pareja de ancianos quechuas que intentan enfrentar solos la sequía, la enfermedad y la muerte en una comunidad del altiplano boliviano, pero este plan se ve alterado cuando su nieto regresa de la ciudad para llevarlos con él.
La narrativa de la película
Virginio y Sisa tienen una vida común de agricultores andinos: ella se encarga de las actividades cotidianas relacionadas a la casa y él sale todos los días a pastorear sus llamas, pero la situación en la comunidad no es buena porque no hay agua. No hay agua para las personas, menos para los animales y mucho menos para las plantas. La sequía presiona y apresura la migración de los comunarios, incluso se realiza una asamblea comunal para decidir migrar en conjunto, pero algunos comunarios como Virginio, no están de acuerdo y ven inconcebible dejar su tierra natal y su chakra,[2] En cambio su esposa, Sisa, considera que deben dejar la comunidad para sobrevivir. Mientras están en este dilema, llega su nieto, quien vive en la ciudad y espera llevar a sus abuelos con él.
Su presencia es alegría para la abuela, pero demasiado irruptora para el abuelo, quien intenta alejarlo de él. Clever, el nieto, es persistente, acompaña a su abuelo en las actividades cotidianas y descubre que este está escondiendo su enfermedad. Esta situación se vuelve un argumento más para tratar de convencer a Virgilio a migrar a la ciudad en busca de atención médica, pero él se niega rotundamente.
Tanto la sequía como la enfermedad se agravan a medida que avanzan los minutos. Los comunarios practican rituales en los Apus[3] para pedir lluvia, pero cada día una familia más deja la comunidad. La situación familiar está cada vez peor, hasta que un día Virginio no vuelve. Cuando lo encuentran, se ve obligado a confesar a su amada Sisa sobre su enfermedad. La noticia impacta a Sisa, quien estaba dispuesta a partir sola con su nieto, pero elige quedarse con su esposo hasta el final. Clever inicialmente deja la comunidad en malos términos, pero vuelve más tarde acompañado de un doctor y, a pesar de su insistencia, la pareja de ancianos decide quedarse en la comunidad.
Aspectos socioculturales y lingüísticos en Utama
La película inicia en lengua quechua, todos los diálogos son en esta lengua hasta la llegada de Clever, el nieto. A partir de su llegada, los abuelos hablan quechua entre ellos y español con el nieto porque él no habla quechua. Esta es una realidad de todas las lenguas indígenas que están en contacto con lenguas hegemónicas. Este fenómeno se conoce como la interrupción intergeneracional de lenguas y es una de las principales causas de la muerte de las lenguas. En los mejores casos, las generaciones más jóvenes son bilingües en diferentes grados, pero en el peor de los casos, ya no hablan la lengua de sus abuelos. Esto no solo significa que no pueden comunicarse con sus abuelos, en caso de que ellos sean monolingües, sino también que ya no acceden al conocimiento cultural, las practicas rituales, las dinámicas de vida de sus ancestros. En breve, ya no conocen la manera en que vivían y veían el mundo sus abuelos.
Esta generación de jóvenes analfabetos en la lengua de sus abuelos, se construye de esa manera, muchas veces, debido a la discriminación, las actitudes lingüísticas y las ideologías lingüísticas negativas hacia las lenguas indígenas de la sociedad que son apropiadas por ellos mismos, o, muchas otras veces, por sus padres, quienes decidieron no hablarles en la lengua “por su bien” negándoles la oportunidad de relacionarse con el mundo del que venían, negándoles una herencia cultural.
Si bien la vitalidad de las lenguas depende principalmente de los hablantes, recordemos que la sociedad debe garantizar la condiciones para que sus hablantes vivan su lengua y cultura sin violencia, para que ser hablante de una lengua indígena no sea una vergüenza que esconder ni sea visto como una desventaja. Se debe garantizar el acceso a la salud y educación en nuestros pueblos para que no nos veamos obligados a migrar en busca de estos servicios básicos. Se tienen que promover las actividades económicas interculturales que permitan aplicar conocimientos de nuestros pueblos acompañados de nuevas tecnologías para enfrentar el cambio climático.
La migración nunca es la primera opción para nadie, y mucho menos para nosotros ¿cómo dejar a tus ancestros, tu chakra, tu vida? Migramos por necesidad, para sobrevivir. Y sin importar la adversidad, la soledad y el abandono, muchos de nuestros abuelos se quedan para terminar de vivir en el mismo lugar que nacieron, porque que la tierra no es solo tierra, es pacha mama.[4]
A manera de conclusión, además de recomendar mucho la película por su calidad fotográfica, guion y dirección, resalto la asertividad en su elaboración y presentación. Los actores que hablan quechua son hablantes nativos de quechua; la dinámica comunal y aspectos culturales son representados con respeto, fieles a la realidad y carga cultural, y la primera vez que se presentó la película en Bolivia, antes que en los cines, fue en la comunidad donde fue filmada. Esto es una muestra de que se puede representar una cultura en la pantalla grande sin el saqueo cultural y epistémico, ni la incongruencia cultural que son típicos cuando se lucra con la cultura de los pueblos indígenas.
1- La autora es quechua-boliviana y maestra en Lingüística Indoamericana por el CIESAS.
Correo: ruthjn45@gmail.com ↑
2- La chakra es un concepto quechua del que el ser humano es parte, abarca la crianza de los animales y la plantas en la tierra que administra. ↑
3- Los Apus son montañas sagradas próximas a la comunidad que cuidan. ↑
4- Voz quechua que significa literalmente “madre tierra”. En esta cultura la tierra es la deidad que da la vida y de la que dependen los seres vivos. ↑