CHIRAPAQ – Centro de Culturas Indígenas del Perú[1]
Kinal Antzetik Distrito Federal A. C.[2]
Cuarto Encuentro de Parteras Tradicionales 2023, Yanahuara, Cusco. Las fotografías son propiedad de Ruruchay – Casa de Nacimiento. Fotógrafo: Alexander Muñoz Ramírez.
1. Introducción
El Mapeo Regional de Organizaciones y Experiencias de Parteras Tradicionales Indígenas es una investigación cualitativa sobre las iniciativas de organizaciones de parteras en el continente americano. Surgió del trabajo colaborativo financiado por el Fondo Mundial de Ayuda y Desarrollo del Primado (PWRDF, por su siglas en inglés), a través de su programa Partería Indígena en las Américas, el cual busca unir a parteras indígenas de Canadá, Perú y México con la intención de fortalecer y desarrollar los saberes de las parteras indígenas del continente. Mediante su participación en el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas en 2018, las organizaciones que conformaban este grupo de trabajo originalmente[3] identificaron un vacío en la articulación internacional de organizaciones de parteras.
La propuesta de este Mapeo surgió en respuesta a dicho vacío y se elaboró de manera virtual dividida en tres fases de trabajo: 1) Diseño de instrumentos de recolección e información. 2) Identificación de organizaciones de parteras tradicionales indígenas activas en el continente. 3) Profundización en 5 países seleccionados (Brasil, Colombia, Guatemala, México y Perú). Tras un borrador del documento se realizó un Taller Virtual de Socialización en el que algunos participantes intercambiaron puntos de vista sobre una versión preliminar.
2. Presentación del mapeo
La parte central de esta investigación está conformada por las 68 conversaciones virtuales semiestructuradas realizadas con parteras y parteros en su territorio, con familiares directos de estos, al igual que con líderes indígenas, representantes de asociaciones aliadas, médicos tradicionales, dirigentes políticos e investigadores académicos.
Este Mapeo representa un esfuerzo por conocer la situación de las parteras indígenas y las organizaciones de parteras indígenas a nivel continental, así como por rastrear los esfuerzos en la demanda de derechos de estas organizaciones y los procesos históricos que han llevado a su conformación a través de la voz de las propias actoras involucradas. Entre sus objetivos está caracterizar la situación en la que se encuentran las organizaciones y las experiencias de las parteras en distintos países de las Américas, analizando sus contextos históricos y los aspectos legales vinculados al tema. También lo es identificar las buenas prácticas dentro de estos procesos a partir de las reflexiones, aprendizajes y recomendaciones obtenidas directamente de las voces de las parteras, parteros y personas que trabajan cercanas a ellas.
3. Las complejidades de resistir
La partería tradicional sufre múltiples y distintas capas de opresión. Desde lo macro, con legislaciones internacionales relacionadas a la salud materno infantil que desestiman los saberes y los sistemas de salud de los pueblos indígenas hasta lo micro, con prácticas de criminalización a la labor de las parteras.
Algunos gobiernos han creado mecanismos de control para atraer a las personas gestantes a los centros de salud gubernamentales, aunque en su inmensa mayoría no dan atención intercultural y, como consecuencia, desincentivan la atención de las parteras tradicionales. En algunos países, esto se vincula a programas de remuneración económica que incentivan el acercamiento de las mujeres a las clínicas.
Por otro lado, la tendencia general a la medicalización y regulación del parto, con su insistencia en tratarlo como un fenómeno hospitalario, desincentiva y, en algunos casos, lleva a la persecución de la atención de las parteras en los hogares, relegándolas a un rol de auxiliares de apoyo a los servicios estatales. Finalmente, la exigencia de certificaciones para poder atender niega los saberes empíricos de las parteras, infravalora los saberes de las epistemologías indígenas y limita las posibilidades de las parteras no alfabetizadas de continuar atendiendo libremente. Estos son tres ejemplos de cómo las disposiciones de los gobiernos, a través de sus sistemas de salud, han llevado a una reducción en la atención de las parteras tradicionales y, a partir de ello, a una pérdida de saberes que ha puesto en crisis la continuidad de la práctica.
Lo anterior nos lleva a señalar al que consideramos el principal desafío que enfrentan las parteras tradicionales, el traspaso de saberes intergeneracionales, ya que es notorio que las nuevas generaciones no los están adquiriendo y poniendo en práctica. Esto, motivado por múltiples factores, muchos de ellos impulsados por una política de reducción de la muerte materna e infantil centrada en la hospitalización del parto —incluidos los tres ejemplos señalados anteriormente—, aunque también debido al poco aprecio por los conocimientos de las comunidades indígenas y por las motivaciones económicas de los más jóvenes, las cuales los llevan a buscar profesiones más lucrativas. Sin embargo se requeriría mayor indagación para poder definir las causas y afrontarlas de manera efectiva.
Aunque reconocemos que cada país cuenta con una complejidad, riqueza y particularidades que hacen difícil unificar y homogeneizar procesos distintos, hay que recordar que el continente comparte una historia de imposición colonial cuyos efectos aún perviven en múltiples comunidades, y se reproduce en prácticas como el uso del lenguaje que los gobiernos y organismos internacionales utilizan para referirse a las parteras y su oficio. Por ejemplo, al hablar de “adiestramiento” para referirse a procesos de capacitación, lo cual denota la infravaloración de los saberes indígenas.
La segunda fase del mapeo se enfocó en cinco países: Brasil, Colombia, Guatemala, México y Perú. Donde, si bien resulta imposible homologar las particularidades culturales, geográficas, de sistemas de gobierno, económicas o incluso de los procesos históricos de cada pueblo indígena, resulta evidente que en todos ellos existen relaciones tensas entre las parteras tradicionales y el Estado —independientemente de quien gobierne—, caracterizadas por una comunicación entrecortada y vertical, con acciones guiadas por visiones burocráticas. Y aunque hay acercamientos entre las parteras tradicionales y los sistemas de salud, son experiencias impulsadas principalmente por el trabajo organizado de los grupos de parteras que han llevado sus problemáticas ante estas instituciones.
4. Entre procesos organizativos y alianzas
A nivel general, en las Américas, se puede hablar de distintos grados de interacción a nivel organizativo entre las parteras y el Estado. En algunos países existe poco o nulo reconocimiento de la práctica, en otros se comienzan a gestar procesos de visibilización, incipientes aún, pero que parten del trabajo individual activo hacia propuestas de organización. Este sería el caso de Perú, uno de los cinco países enfocados, pero también el de Argentina, Costa Rica, Chile y El Salvador, por nombrar algunos.
Hay países donde las parteras han logrado organizarse en distintos niveles, incluso a nivel nacional, como en el caso de Brasil con el “Encuentro Nacional de Parteras” promovido por Cais do Parto y que se realiza cada dos años, desde 1996. Otro, sería el de Guatemala con el Movimiento Nacional de Abuelas Comadronas Nim Alaxik que articula a los 22 departamentos del país y registra 22,100 comadronas. En algunos más, como en Colombia, las luchas de las parteras indígenas se han vinculado más a la organización de la salud comunitaria en los resguardos indígenas a través de la construcción del Sistema de Salud de los Pueblos Indígenas, mientras que las parteras afrocolombianas han constituido una red de asociaciones en la región del Pacífico (Chocó, Valle del Cauca, Cauca, Nariño). En 2017 la Partería Tradicional del pacífico colombiano fue reconocida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación por parte del Ministerio de Cultura.
En el caso de México, se comienzan a construir esfuerzos de articulación más amplios que pasan de lo regional a lo nacional, como la Agenda Nacional en Defensa y Promoción de la Partería Tradicional. Dentro de esta diversidad de grupos de parteras organizadas, algunos buscan autonomía frente a los servicios de salud para poder atender articulándose con otros grupos de parteras, pero sin buscar un diálogo con el Estado y sus instituciones de salud. En Brasil destaca la alianza de parteras tradicionales con grupos feministas a partir de la década de 1990 y con grupos promotores del paro humanizado en la del 2000. Así mismo, las organizaciones de parteras de la Amazonia señalan que el tema es retomado por el movimiento indígena, como también ocurre en Colombia, aunque no se evidencia de manera tan clara en los otros países. En todos se resalta el rol de las ONG y la academia como acompañantes de los procesos organizativos.
Es claro que en los países donde estos procesos se encuentran más avanzados, las parteras cuentan con más elementos para defender su práctica y buscar estrategias para legitimarla. Al hacerlo, se articulan como sujeto de derechos y comienzan a buscar reconocimiento por parte del Estado, además de políticas de articulación con este que les permitan seguir con su práctica. Por ello, las parteras reconocen y resaltan el valor de la unión y el trabajo en conjunto.
El tema organizativo está fuertemente vinculado a la importancia de politizar la lucha por el respeto a las parteras, y todas las mujeres indígenas, como sujetos de derecho. Sin embargo, la relevancia o no de estos temas para las organizaciones que reivindican los derechos de las parteras no es homogénea en todos los países. Viene de la cercanía que los movimientos de parteras hayan tenido con el movimiento feminista, con grupos de parto humanizado o con tradiciones organizativas vinculadas a los derechos de los pueblos indígenas.
5. Estrategias de persecución para despojar de legitimidad a la partería tradicional indígena
En este estudio se ha definido como criminalización a las prácticas de los distintos Estados enfocadas a desalentar, desestimar, desestimular, rechazar, vigilar o buscar desaparecer las prácticas de la partería y perseguir a las personas que la ejercen. Cuando el Estado no reconoce las formas de organización y de administración de la salud de los pueblos originarios se generan tensiones debido a todo aquello que el Estado determina que no se puede realizar. Esto afecta la subsistencia de los saberes de las comunidades y tensa las relaciones entre Estado y comunidades. Dentro de estas prácticas están aquellas que invisibilizan, estigmatizan y ejercen control desde la medicina biomédica, los mecanismos legales y la discriminación.
Desde la primera fase de la investigación, tanto en las entrevistas realizadas con parteras de 27 países del continente como en la bibliografía consultada, se evidenciaron las estrategias emprendidas por los sistemas de salud del Estado con el fin de aumentar el número de atenciones hospitalarias y la consecuente persecución de las parteras.
Se recopilaron y organizaron las estrategias de criminalización de la partería tradicional más comunes en el continente, las cuales revelaron cómo la práctica biomédica desplaza los saberes de los pueblos. Estás estrategias y prácticas de criminalización se ordenan en distintos niveles como: a) estrategias de invisibilización/estigmatización ejercida de manera consciente o inconsciente por individuos o instituciones de carácter civil o religioso; b) mecanismos de control médico que consiste en acciones específicas que se ejecutan desde el gremio de la medicina biomédica y las instituciones que lo regulan; c) criminalización legal o judicial ejercida a través de leyes, normativas y reglamentos que regulan y coartan el ejercicio de la partería; d) discriminación académica, en lo referente a investigaciones que demeritan el rol histórico de salud comunitaria y de la partería tradicional.
Estás prácticas de criminalización fueron mencionadas en la mayoría de las entrevistas llevadas a cabo, tanto en la primera fase como, a mayor detalle, en la segunda, cuando se enfocó el estudio en los cinco países mencionados. Es decir, se trata de un fenómeno generalizado a lo largo del continente. Sin embargo, se observan diferencias entre los países, en particular Brasil, el más cercano a una práctica segura y reconocida como resultado de una larga trayectoria organizativa en el país. En otros, los esfuerzos organizativos han buscado negociar con las autoridades para revertir estas prácticas, como en el caso de Guatemala con el movimiento de comadronas a nivel nacional o, a nivel regional, en México y Colombia. En este último caso, es interesante analizar la estrategia de patrimonialización de la partería como una manera de limitar la injerencia del saber biomédico, lo cual no deja de encarnar un riesgo de folklorización de la práctica. Es evidente que el trabajo organizativo es fundamental para mejorar la situación de las parteras, y para reducir prácticas que limitan y persiguen a la partería tradicional.
Cuarto Encuentro de Parteras Tradicionales 2023, Yanahuara, Cusco. Las fotografías son propiedad de Ruruchay – Casa de Nacimiento. Fotógrafo: Alexander Muñoz Ramírez.
6. El futuro de la partería tradicional indígena. Recomendaciones y desafíos
Transmisión de conocimientos
La mayoría de las entrevistadas manifestó preocupación porque las jóvenes ya no quieren aprender y consideran que la partería está en emergencia. Esto plantea un desafío respecto a la transmisión de saberes para las organizaciones de parteras tradicionales.
Articulación entre países
Varías de las entrevistadas resaltaron la importancia de fortalecer las alianzas de organizaciones de parteras entre países, generando una mayor articulación que permita discutir las estrategias comunes para promover la partería.
Desarrollar estrategias propias de visibilización
Las acciones de invisibilización a las que son sometidas las parteras en su práctica han llevado a sus organizaciones a buscar estrategias de visibilización, como censos o una contabilidad del número de partos que atienden, para generar datos y estadísticas propias que permitan visibilizar su labor y las condiciones en que las practican dentro de procesos de valorización de sus saberes y aportes.
Hay temas que, si bien aparecen mencionados en las entrevistas, necesitan una exploración más amplia:
— Profundizar respecto a la persecución de la partería tradicional que realizan algunas iglesias evangélicas, sobre todo en Brasil y Colombia, aunque no se evidencia de la misma manera en México, Guatemala y Perú.
— Abordar la problemática en torno a garantizar espacios de transmisión de saberes de la partería tradicional que sean sustentables, tanto para las comunidades como para las personas interesadas en aprender el oficio, además de buscar promover otros mecanismos de transmisión de conocimiento como herramientas para fortalecer sus propias prácticas.
— Investigar a profundidad las diferentes relaciones de alianza, con sus tensiones y distensiones, que las organizaciones de parteras han desarrollado en sus contextos nacionales. Esto, con el propósito de encontrar posibles aliados y entender cómo se han logrado construir dichas alianzas.
— Aunque no se abordó de manera explícita en el mapeo, en Perú es necesario profundizar sobre la influencia de las esterilizaciones forzadas a finales del s. XX.
— Queda por explorar también el rol y el significado del silencio en torno a la práctica de la partería, bien como estrategia para resistir la criminalización o como resultado de las prácticas de invisibilización.
7. Conclusiones
Al tratarse de un mapeo virtual debemos insistir en que la diversidad de organizaciones registradas en esta investigación no refleja la amplitud de los grupos alrededor de la partería tradicional. Ni la mayoría de los formalmente organizados, ni de los que se encuentran fuera de las estructuras formales, han podido ser incluidos.
Fuente: Chirapaq (se puede consultar en https://bit.ly/ParteriaIndigenaMapaInicial)
Este ejercicio buscó reflejar algunas de las iniciativas organizativas más importantes a nivel continental, además de buscar dar una imagen, aunque incompleta, del estado de la partería en las Américas. Sin embargo, en ningún momento se considera este trabajo exhaustivo, o como un reflejo de la diversidad y complejidad de las múltiples parteras indígenas y afrodescendientes tradicionales de la región.
Es más, un elemento importante del mapeo es esta misma diversidad, incluyendo la diversidad de prácticas curativas y de atención que va mucho más allá de la atención del parto. Una cuestión que no es usualmente reconocida por los Estados y que convierte a las parteras en una red de atención primaria para sus comunidades.
La labor de las parteras tradicionales en el cuidado de la salud comunitaria, junto con el aporte de los médicos tradicionales, curanderos, rezadores, sobanderos y fajadores, va más allá del cuidado de la salud de las mujeres e infancias, ya que sostiene las condiciones materiales para el buen nacer y el buen vivir al dar acceso a la salud a sus comunidades, ahí donde los Estados no han cumplido a cabalidad la función de garantizar el acceso a la salud.
Otro elemento clave a resaltar de los resultados de este mapeo, es la importancia de ver a las parteras como sujetas de derecho, con agencia y capacidad de construir alianzas. Esto les permite tener una mayor conciencia de las problemáticas que, como gremio, las afectan y construir organizaciones a partir del reconocimiento como sujetas de derecho, lo cual, a su vez, les permite abogar por su derecho a atender, así como por los derechos de las mujeres y las infancias que atienden, además de los derechos culturales de sus comunidades.
Lo anterior se vuelve relevante pues, al ser entrevistadas, las mismas parteras señalaron que las leyes son un territorio en disputa permanente, donde se logran avances temporales que solo llegan a ser debidamente implementados mediante el seguimiento llevado a cabo por las organizaciones. Por esto, creemos que uno de los mayores logros del mapeo es difundir las experiencias organizativas de las parteras, ya que por medio de ellas se han logrado avances en determinados países y se ha logrado vigilar su implementación.
Es importante que estos procesos organizativos sean acompañados por distintos sectores sociales aliados a las parteras como académicos, grupos feministas de diversos tipos, organizaciones de pueblos indígenas, abogados comprometidos con las causas sociales y asociaciones civiles que se asocien con las parteras y les proporcionen las herramientas requeridas en la defensa de sus derechos.
Agradecimientos:
Agradecemos a las entrevistadas que participaron en esta investigación: María Socorro Das Rodríguez, Suely Carbalho, Maria Luiza Dias, Paloma Terra, Ana Paula de Andrade Lima Viana, Núbia Maria de Melo e Silva, Liliam Galvao, Sandra Maciel, Silveria Santos, Janete Capibeiripe, Liceth Quiñones, Olga María Perea Florez, Ramiro Romero, Luis Felipe Muelas, Albeiro Almenta, Audrey Mosquera, Aury Ajbal, Veronica Ixcot, Gabriela Melendez, Angelina Sacbajá, Febe Huarcas, Maritza del Carmen Ye Chan, Yuritzi Rodriguez Galicia, Juana Maria Pool Kinil, Beti Flores, Lina Rosa Berrio Palomo, Dora Lucía Méndez Alfonso, Micaela Icó Bautista, Valentina Arana, Angelita Flores Corrales, Zenaida Martínez Blanco, Ofelia Pérez Ruiz, Yolotl Citlali, Gloria Tesen, Mercedes Mamani, Huaillani, Ruro Caituiro Monge, María Vilca, Tarcila Illiaconza, Lucia Sánchez Zumaeta, Mónica Salazar, Sophie Huart, Angela Brocker, Karina Costilla, Karina Ruiz Tenazoa, Cármen Yon, Tula Sáenz, Sonia Cavia, Paula Constantini, Francisco Sarraceno, Claudia Burgos, Wayra Chaqui, Daniela Martinez, Cheryllee Bourgeois, Tahia Ahmed, Degha Scott, María Quiñelen, Flor Morales, Martha Arotingo, Nubia Martín, Tania Luna, María Cristina Pérez, Olga Idalia Tesorero, Nelly González, Armando Córdoba, Maira Arena Sánchez, Gelga Guainier, Belkis Rojas.
-
Correo:ayllu@chirapaq.org.pe
CHIRAPAQ – Centro de Culturas Indígenas del Perú, una asociación peruana que desde su conformación, hace cerca de 40 años, trabaja por la afirmación de la identidad cultural y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Ver más sobre el proyecto: http://chirapaq.org.pe/es/indigenas-presentan-mapa-sobre-practicas-de-parteria ↑ -
Una organización mexicana que desde hace 18 años trabaja en la promoción y defensa los derechos de las mujeres indígenas y sus liderazgos. kinaldf@kinaldf.org.mx ↑
-
Incluido el Programa de Iniciativas Indígenas de la Universidad Metropolitana de Toronto, que no pudo continuar siendo parte de la alianza. ↑