Christian Cruz-Meléndez[1]
Conahcyt, Universidad de la Sierra Sur
Imagen del gob.mx en 2013. Ilustración Ichan Tecolotl
La tecnología en la Administración Pública
El uso de los adelantos tecnológicos por parte de las instituciones políticas y administrativas del Estado no es un fenómeno nuevo. En cada época ha habido tecnologías que han ayudado a la actividad de la administración pública. Las tecnologías han sido parte de las administraciones públicas desde antes del siglo XX. Equipos como los telégrafos, las máquinas de escribir, los teléfonos y las computadoras personales se incorporaron a las administraciones públicas desde su aparición, ya que estas adoptaron constantemente las herramientas más avanzadas disponibles en cada época. Este proceso de integración tecnológica en el sector público ha sido y sigue siendo un fenómeno tanto político como administrativo en constante evolución (Criado, 2004).
Las revoluciones tecnológicas trajeron mayor oportunidad a los gobiernos para seguir incorporando nuevas herramientas que les permitan obtener sus objetivos. La cuarta revolución industrial está marcada por el uso intensivo de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en actividades fundamentales de la vida social, como la salud, la economía, el comercio, la diversión, la vida laboral, así como el gobierno y los asuntos de públicos (trámites, servicios, políticas públicas y procesos democráticos).
En la década de los 90 del siglo XX inició la masificación del Internet, las computadoras personales y el desarrollo de la web, y también se empezó a utilizar el término “gobierno electrónico” para referirse al uso de las TIC por parte del sector público, un fenómeno complejo y en constante evolución, que no se agota con la simple incorporación de tecnologías.
El impacto de las tecnologías en el sector público ha traído cambios en la forma en la que los gobiernos y sus administraciones públicas trabajan, se organizan, se relacionan con otros actores, se modernizan, se democratizan, e incluso cumplen con sus obligaciones como la transparencia, el acceso a la información y la rendición de cuentas. En cuanto a las herramientas, a principio del siglo XX la principales TIC se centraban en la web y el Internet. Con el paso del tiempo estas tecnologías fueron evolucionando, a la par que aparecieron otras tecnologías como las redes sociales digitales, los dispositivos móviles (teléfonos celulares, smartphones, redes de conectividad WiFi), tan importantes que son el principal medio de conectividad a Internet, e incluso surgió el concepto de “gobierno móvil”.
La web evolucionó de 1.0 a 2.0, 3.0 y 4.0, haciendo posibles los datos abiertos, los mapas digitales, los esquemas de interoperabilidad. Además, también existen tecnologías disruptivas, es decir, innovaciones que transforman radicalmente el mercado o la sociedad al cambiar la forma en que se realizan las cosas, generalmente desplazando o modificando industrias o tecnologías preexistentes. Estas tecnologías introducen nuevas maneras de hacer negocios, producir bienes o prestar servicios, y pueden alterar de forma significativa los hábitos de consumo, las estructuras económicas y el entorno competitivo. La Inteligencia Artificial es un ejemplo destacado de tecnología disruptiva debido a su capacidad para transformar radicalmente la administración pública y los servicios gubernamentales. Tiene el potencial de revolucionar la forma en la que se gestionan los servicios públicos, mejorando la eficiencia, la transparencia y la capacidad de respuesta a las necesidades ciudadanas. Sin embargo, su implementación debe ser cuidadosamente gestionada para maximizar los beneficios y mitigar los riesgos asociados.
El Gobierno Electrónico desde la academia
El fenómeno de la incorporación de las TIC por parte del sector público se volvió un objeto de estudio que por su naturaleza es interdisciplinario, es decir, en él convergen diversas disciplinas que han aportado elementos para formar una nueva. Este fenómeno lo empezaron a estudiar disciplinas como la administración pública, el derecho, la ciencia política, y disciplinas tecnológicas como la informática y la computación. Con el paso del tiempo el Gobierno Electrónico se consolidó como una disciplina académica con sus propios métodos, marcos teóricos y conceptuales, y un objeto de estudio que no es propio de las disciplinas antes mencionadas (Cruz, 2019; Scholl, 2008), el uso de las TIC en la administración públicas y los asuntos públicos.
Dada la interdisciplinariedad del campo de estudio del gobierno electrónico, su estudio se ha dado en posgrados, los cuales rompen las barreras de la monodisciplina, en cuanto conocimientos aislados en un solo campo de conocimiento. El estudio del gobierno electrónico se da mejor en posgrados, que permiten la interacción entre distintos campos de conocimiento, como pueden ser la administración pública, el derecho, la ciencia política, la informática, los sistemas de computo y las ciencias de la computación. En México, la Universidad de la Sierra Sur tiene desde 2009 un programa de posgrado en Gobierno Electrónico (maestría y doctorado), que atiende esta necesidad de estudiar el fenómeno de cómo las TIC son utilizadas por el sector público.
Diez años de investigación en gobierno electrónico
El fenómeno del gobierno electrónico ha estado en constante evolución, debido a los imparables cambios en las tecnologías, que se hacen más sofisticadas a la vez que aparecen nuevas. También ha influido que el gobierno electrónico se ha vuelto una constante y que el sector público no dejara de utilizar las TIC. Las tecnologías se han vuelto un medio para resolver problemas sociales, políticos y económicos.
El gobierno electrónico se ha convertido en un tema prioritario, por lo que en 2014 el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)[2] consideró prioritario asignarle un proyecto de investigación en el programa Cátedras CONACYT para Jóvenes Investigadores[3] en el marco del posgrado en Gobierno Electrónico de la Universidad de la Sierra Sur.
En 2014 el contexto tecnología era el del crecimiento de la web 3.0, el auge de tecnologías móviles como los smartphones, que se estaban convirtiendo en la principal forma de conexión a Internet, la aparición de aplicaciones como Uber y plataformas como Netflix, los inicios de aplicaciones de mensajería como WhatsApp (que sustituía a los costosos y monótonos mensajes de texto SMS), al tiempo que se mantenían las redes sociales ya existentes, como Facebook, Twitter, YouTube, o Instagram.
La investigación en Gobierno Electrónico se centraba en la utilización de estas tecnologías en aspectos como la modernización y eficiencia administrativa, la prestación de trámites y servicios públicos digitales, la relación con el gobierno abierto (transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas), entre otros temas de investigación. Las tesis dirigidas en el marco del proyecto Conahcyt se centraban en esos temas, y, en algún momento, en temáticas más disruptivas como las relaciones internacionales.
En el aula de enseñanza se comprueba la interdisciplinariedad del gobierno electrónico como campo de conocimiento, pues es una convergencia de campos de conocimiento diferentes en torno a un objeto de estudio común, esto es, el uso de las TIC por parte de la administración pública y en otros asuntos de interés general como los procesos democráticos y las políticas públicas, por lo que la interacción entre la comunidad estudiantil del posgrado en gobierno electrónico es una combinación interesante y enriquecedora. Sobre esto hay que mencionar que la maestría y doctorado en Gobierno Electrónico de la Universidad de la Sierra Sur obtuvieron en el periodo de trabajo el reconocimiento del Conahcyt como un posgrado de calidad y de temática prioritaria. En este tiempo se ha impartido docencia a treinta y seis alumnas y alumnos a nivel maestría y a catorce a nivel doctorado, interesados en desarrollar investigación sobre gobierno electrónico, con utilidad social y valor público, uno de los ejes fundamentales del programa Investigadores por México.
Es interesante mencionar que, en algún evento sobre el tema, algunas personas vieron con sorpresa que en una región como la sierra sur de Oaxaca existiera un posgrado de esta naturaleza, considerando que es una de las entidades con mayores rezagos en materia de acceso a las TIC, y aun así haya sido posible desarrollar investigación sobre temas de TIC y gobierno electrónico, y convertir el programa en un referente.
Otro reto ha sido la incorporación de temas del contexto social, económico, político e incluso de salud que han influido en la agenda de investigación de gobierno electrónico. La pandemia de COVID-19 iniciada en 2020 provocó un incremento en el uso de TIC en prácticamente todos los aspectos de la vida social y humana, incluyendo los asuntos públicos.
La emergencia tomó por sorpresa a todos, incluidos los gobiernos, que tuvieron que incrementar de manera acelerada y sin previa planeación la oferta de servicios de gobierno electrónico. De esta forma se generaron novedosas líneas de investigación como la digitalización de trámites, las TIC para la difusión y acceso a la información, las TIC para combatir la desinformación, el teletrabajo, los derechos humanos y las TIC, y el papel de las tecnologías en los procesos democráticos y electorales.
El futuro de la investigación en gobierno electrónico
Como un tema y proyecto considerado prioritario —el gobierno electrónico— es importante trazar una agenda de trabajo sobre la investigación científica y académica. Se propone dividir la investigación en temas “clásicos” y temas “disruptivos”. En el primer grupo se encuentran investigaciones sobre portales web, gobierno móvil, redes sociales, voto electrónico, gobierno abierto (transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas), trámites y servicios digitales. En el segundo grupo se ubican temas relacionados a tecnologías disruptivas, entendidas como aquellas tecnologías que, en este caso utilizadas por el sector público, transforman significativamente la manera en que se brindan los servicios públicos, interactúan los ciudadanos con el gobierno o se toman decisiones, reemplazando métodos tradicionales por soluciones más eficientes y accesibles.
Algunos de los temas que se puede anotar que están incorporándose a la agenda de investigación de gobierno electrónico son la inteligencia artificial, el Blockchain y la robótica. Poco a poco empieza a surgir investigación y literatura especializada, así como experiencias en la práctica que enriquecerán la investigación y exigirán la formación de estudiosos en estas temáticas.
Este dinamismo requiere que los investigadores se actualicen y capaciten de manera constante para entender los fenómenos disruptivos y ser capaces de generar conocimiento, difundirlo y formar recursos humanos competentes para desarrollar investigación y poder participar en soluciones a problemas reales.
Durante estos diez años la investigación en gobierno electrónico ha ido en constante evolución, permaneciendo como un tema prioritario que requiere atención y acción.
Referencias
Criado, J. I. (2004). Modernización administrativa y difusión de innovaciones tecnológicas en la administración local. Revista Internacional de Sociología, 62(39), 63-105. https://doi.org/10.3989/ris.2004.i39.249
Cruz, C. (2019). Entendiendo la interdisciplinariedad como factor clave en la enseñanza y práctica del Gobierno Electrónico. Estudios Políticos, (46), 125–149. https://doi.org/10.22201/fcpys.24484903e.2019.46.68291
Scholl, H. J. (2008). Discipline or Interdisciplinary Study Domain? Challenges and Promises in Electronic Government Research. En H. Chen, L. Brandt, V. Gregg, R. Traunmüller, S. Dawes, E. Hovy, A. Macintosh y C. A. Larson (eds.), Digital Government (pp. 21–41). Springer. https://doi.org/10.1007/978-0-387-71611-4_2
- cacruzme@conahcyt.mx ↑
- Ahora llamado Conahcyt. ↑
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Ahora llamado Investigadores por México de Conahcyt. ↑