Un ejemplo de investigación desarrollado bajo las Arqueologías Indígenas en el municipio de Santiago Nuyoo, Oaxaca

Rubicel López López[1]
Posgrado en Estudios Mesoamericanos, UNAM

Kava Kìsi “Cueva de la Olla”, un importante lugar sagrado considerado como “Casa de la Lluvia”. Fotografía: Rubicel López.


El trabajo que a continuación se presenta, es un pequeño extracto de una investigación realizada en la comunidad mixteca de Santiago Nuyoo (López, 2021), misma que se desarrolló siguiendo los principios de las llamadas “Arqueologías Indígenas”. El objetivo que se pretende es mostrar que, investigaciones arqueológicas más abiertas, diversas e inclusivas, son posibles de desarrollarse dentro de los Pueblos Indígenas tanto de la región mixteca como fuera de ella. Todo esto con el afán de contribuir con el fortalecimiento de una praxis arqueológica comprometida con los Pueblos Indígenas contemporáneos.

Así pues, en la primera parte de este trabajo se mostrarán los fundamentos y principios de las Arqueologías Indígenas señalando sus características y directrices. Posteriormente se presenta el estudio de caso realizado en Nuyoo. Dicha investigación se enfocó en reconocer la “identidad” de los antepasados de la región conocidos como “Tèe Tiùmi”. A lo largo de este texto se exhibirá cómo a través del análisis de la evidencia arqueológica y de la participación activa de los vecinos de la comunidad, se pudo obtener una conceptualización amplia sobre los antepasados antes mencionados.

Arqueologías Indígenas: arqueologías éticamente comprometidas

Tradicionalmente la arqueología sólo se ha hecho “para otros arqueólogos” persiguiendo intereses propiamente académicos (aun cuando las investigaciones se realizan dentro de una comunidad indígena). Además, la mayoría de los investigadores no toma en cuenta que los propios pueblos indígenas (que viven en donde se realizan las investigaciones arqueológicas) tienen distintas conceptualizaciones sobre su pasado, pueden ofrecer sus propias interpretaciones y también están interesados en conocer los resultados que únicamente los arqueólogos con su bagaje técnico pueden obtener.

Como respuesta a ello las Arqueologías Indígenas surgen y se conciben como una forma de hacer arqueología caracterizada por ser colaborativa e inclusiva, en ellas, tanto los arqueólogos como los miembros de los pueblos indígenas contemporáneos se involucran conjuntamente en todas las etapas de la investigación (planeación, ejecución, análisis, interpretación y divulgación) con el fin de generar conocimiento arqueológico útil para ambo sectores.

Nicholas (2008: 1660) señala que una investigación enmarcada dentro de las Arqueologías Indígenas puede estar dirigida por arqueólogos que se consideren o no indígenas, además, él mismo las define como una expresión de la teoría y práctica arqueológica en la que la disciplina se cruza con los valores, conocimientos, prácticas, ética y sensibilidades indígenas, promovida a través de proyectos colaborativos originados o dirigidos por la comunidad, e impulsada por perspectivas críticas relacionadas.

Así pues, las Arqueologías Indígenas son una alternativa para llevar a cabo las investigaciones, su objetivo principal es evitar la reproducción de la práctica arqueológica tradicional, misma que se funda en el colonialismo (Atalay, 2018: 31), y que únicamente valora los conocimientos derivados de los enfoques científicos occidentales.

Como respuesta a los intereses, necesidades e inquietudes de las comunidades indígenas (quienes reclaman el acceso a la información y la reivindicación de su pasado e identidad), las Arqueologías Indígenas buscan que la arqueología sea; 1) más representativa, responsable y relevante para los pueblos indígenas y con ello 2) subsanar las desigualdades en la práctica arqueológica tradicional, además 3) buscan exponer y ampliar la interpretación del registro arqueológico incorporando las cosmovisiones, historias y saberes indígenas (Nicholas, 2008: 1660). De esta manera el conocimiento de la comunidad se entrelaza con los datos arqueológicos para crear nuevas y variadas interpretaciones sobre pasado, con el afán de mejorar la forma en que los arqueólogos interpretan el registro arqueológico (Atalay, 2012).

Las Arqueologías Indígenas incluyen muchas opiniones y experiencias, siendo sus rasgos principales; la incorporación y el respeto a los conceptos y conocimientos indígenas (epistemologías indígenas) dentro de los proyectos arqueológicos, la colaboración o trabajo en conjunto con las comunidades, el desarrollo de proyectos de investigación que beneficien tanto a arqueólogos como a los pueblos indígenas y que sean aprobados y desarrollados por ambos, el respeto y la adhesión a las prácticas locales en trabajos de campo y laboratorio, la utilización de prácticas locales en la gestión del patrimonio cultural, la combinación de metodologías indígenas con enfoques científicos y el respeto y reconocimiento de la conexión ininterrumpida del pasado-presente-futuro de los pueblos indígenas (Atalay, 2018: 29-30).

Debido a la constante interacción-colaboración entre arqueólogos y pueblos indígenas, las Arqueologías Indígenas de acuerdo con Atalay (2012) son enmarcadas también dentro del enfoque de la “investigación participativa basada en la comunidad” ya que:

  1. Utilizan un proceso de asociación basado en la comunidad: los arqueólogos trabajan con las comunidades como socios iguales en el proceso de investigación.
  2. Aspiran a ser participativos en todos los aspectos: las comunidades indígenas se involucran en todas las etapas de la investigación volviéndose co-investigadores.
  3. Construyen nuevas capacidades en la comunidad: permiten a las comunidades indígenas desarrollar nuevas habilidades (métodos y técnicas de investigación o estrategias para la salvaguarda y conservación del patrimonio).
  4. Se involucran en un espíritu de reciprocidad: cada una de las partes involucradas obtiene beneficios.
  5. Reconocen las contribuciones de múltiples sistemas de conocimiento: valoran la información y las formas de conocimiento aportadas por todos los actores involucrados.

De esta manera, las Arqueologías Indígenas señalan la importancia de la elaboración de proyectos de investigación colaborativos, dirigidos u originados en la comunidad. Además enfatizan la necesidad de incorporar a la arqueología dominante los conceptos y conocimientos indígenas (epistemologías indígenas) relacionadas con el pasado, la historia y la gestión patrimonial, y, sobre todo, atender los intereses y necesidades de los pueblos indígenas (Atalay, 2018: 31). Es por ello que los arqueólogos pueden también desarrollarse como consultores, agentes culturales, facilitadores, defensores, analistas de políticas, asesores de necesidades o testigos expertos (Nicholas, 2008: 1666).

De la misma manera, este enfoque se encuentra arraigado al activismo indígena, ya que las investigaciones le sirven no solamente a la comunidad científica, sino que también están al servicio de las comunidades al abordar sus problemáticas y preocupaciones sociales (Atalay, 2014; Atalay et al. 2014). Como activismo, las Arqueologías Indígenas contribuyen hacia un cambio positivo para los pueblos indígenas, ya que, al incorporar sus opiniones, conocimientos y conceptos; apoyan a su misma soberanía pues el producir, reproducir y reapropiar su propia historia puede ser un acto de resistencia, y contribuyen a la reelaboración de ideas preconcebidas (suposiciones o interpretaciones erróneas) sobre distintos aspectos de su narrativa histórica (Atalay, 2012, 2018: 31-32, 43).

Investigaciones arqueológicas comprometidas con la comunidad en la región Mixteca

En nuestro país las investigaciones realizadas bajo el enfoque que se ha venido mencionando se encuentran apenas en desarrollo, sin embargo, para la región Mixteca podemos mencionar al menos a dos de ellos. El primero fue realizado en Apoala por Geurds (2007) bajo la “arqueología pública o comunitaria”,[2] mientras que otra investigación fue desarrollada por  Jiménez y Posselt (2018) bajo el concepto de “las líneas narrativas del paisaje”[3] en el área de Chalcatongo-Yosondúa-San Miguel el Grande. Ambos trabajos tuvieron un involucramiento y asociación con las comunidades de trabajo, además investigaron, valoraron e incorporaron los conocimientos locales acerca del pasado en sus interpretaciones y señalaron la relación estrecha entre las comunidades actuales, su paisaje (incluidos los sitios arqueológicos) y las historias o narrativas de vida que en ellas se han desarrollado.

Un estudio desde las Arqueologías Indígenas en Santiago Nuyoo

Como se mencionó desde el principio de este trabajo, recientemente se realizó un estudio bajo las Arqueologías Indígenas en Santiago Nuyoo, un municipio de origen mixteco ubicado en la Mixteca Alta entre los límites con la Mixteca de la Costa. La investigación consistió en conocer cómo los habitantes de la región conciben su pasado y cómo conceptualizan a sus antepasados los Tèe Tiùmia quienes se les asocia con los sitios y objetos arqueológicos del municipio. Tales antepasados son traducidos al español como “los no bautizados” o “los primitivos”. Se comenta que ellos vivieron en una época primigenia “cuando aún no existía” el Sol y cuando el mundo estaba en formación, ellos “trabajaron con la [luz de] Luna” y murieron refugiándose en cuevas cuando el astro rey salió por primera vez.

A dichos antepasados también se les reconoce como la gente más remota y reciben varios nombres (calificativos) tanto en español como en lengua mixteca:

Ñivi Yuku (Gente del Monte), Ra Tèe Ntùví Nñànute (Hombres que No Fueron Bautizados), Ñivi Nsà’á Tíñú Jin Yòò (Gente que Trabajó Con la [luz de la] Luna), los Hombres Primitivos, los Nómadas, los que estuvieron cambiando de un lugar a otro, Gentiles, Antepasados, las Primeras Generaciones, o la Gente más Remota.

Comúnmente se les asocia con los “pobladores nómadas” de la región ya que se dice que no tenían un lugar fijo en donde vivir. Ellos vivían en el monte y en las cuevas, no usaban ropa y tampoco practicaban la agricultura, pues sólo se alimentaban de frutas, raíces, hierbas y carne que recolectaban y cazaban. Fueron personas de gran estatura que vivieron cuando “la Tierra era blandita” en donde todo el actual relieve estaba en formación. Esta condición del mundo les permitió elaborar sus pinturas rupestres en las peñas de la comunidad, y también gracias a ello pudieron dejar plasmadas las marcas de sus manos en las superficies de algunas rocas.

Debido a que, frecuentemente las narrativas orales en torno a estos antepasados hacen referencia a lugares específicos, fueron visitados los siguientes sitios en donde ellos interactuaron: Jièè Ite Lii (al Pie de la Loma del Zacate Liso), Kava Letra-Yàtà Kava (Peña de las Letras-Atrás de la Peña), Kava Letra (Peña de las Letras), Kava Tèe Tyìí (Peña del Hombre Zopilote), Kava Soledad (Peña de la Soledad), Kava Kìsi (Cueva de la Olla), Tyite Kanu (Cascada Grande), Itun Yaa (Loma color Café), Yuku Veii (Cerro de Abajo), Yuku Itun Nuve (Cerro de la Loma Plana), Yùù Kuìñì (Piedra del Tigre), Kava Tiùmi (Cueva de los Tiùmi), Kava Tiùmi-Siki Niyo (Cueva de los Tiùmi-Arriba de las Peñas) y Kava Yiki (Cueva de los Huesos).[4] De ellos, algunos son sitios con pinturas rupestres o petrograbados, otros son sitios con arquitectura, unos más son cavernas con entierros y otros son santuarios naturales o “Casas de la Lluvia” (figura 1).

Figura 1. Tres sitios fuertemente asociados con los Tèe Tiùmi. a) Kava Letra-Yàtà Kava “Peña de las Letras-Atrás de la Peña” con pinturas rupestres, b) Kava Kìsi “Cueva de la Olla”, un importante lugar sagrado considerado como “Casa de la Lluvia” y c) Kava Yiki “Cueva de los Huesos”, sitio donde murieron los Tèe Tiùmi después de la salida del Sol.


Así mismo, como parte de esta investigación se realizó un sencillo estudio biocultural a una pequeña colección osteológica asociada a los Tèe Tiùmi, que se resguarda en el Museo Comunitario de Santiago Nuyoo y que proviene del sitio nombrado como Kava Yiki (Cueva de los Huesos). La información resultante indicó que los individuos presentaron una estatura baja, cabeza ancha (braquicránea) y que tuvieron graves problemas dentales que evidencian una alimentación con productos duros, crudos y poco procesados.

El análisis en conjunto de todos los datos obtenidos y comparando los resultados con información previamente reportada por la literatura de la región (Aguilar, 2017; Katz, 1991, 2017; López, 2013; Monaghan, 1995, 2001; Ortíz, 2005; Santiago, 2006, 2008; Vicente, 2014), reveló varios datos bastante interesantes. En primer lugar, se pudo reconocer que gran parte de lo que se menciona acerca de tales antepasados ha sido influenciado por agentes externos a la comunidad. De esta manera podemos entender que los calificativos de “primitivos” o “gentiles (no bautizados)” son prejuicios colonialistas que enfatizan posturas evolucionistas y religiosas.

Esto se observó después de analizar las fuentes de información (las personas entrevistadas y los autores de la literatura reportada), pues claramente las personas ajenas a la comunidad o los nuyootecos mejor preparados (profesionistas) o profundamente arraigados a una religión, se refirieron a los Tèe Tiùmi de una manera despectiva. Mientras tanto, la gente campesina o las personas de mayor edad sólo hacían énfasis en que dichos antepasados fueron las primeras generaciones que poblaron el área de Nuyoo.

En conclusión, podemos mencionar que, claramente, los Tèe Tiùmi están relacionados con los pobladores prehispánicos de la región, y es por ello que podemos caracterizarlos como “los antepasados primordiales”, quienes crearon todo el patrimonio cultural que aún se conserva en la localidad, y que es imposible seguirlos calificando como “primitivos, salvajes o no civilizados”.

Algunas reflexiones finales

La investigación presentada es un ejemplo de trabajo colaborativo, en todo momento se contó con el acompañamiento de la comunidad y esto trajo grandes beneficios, como la identificación de sitios arqueológicos, que difícilmente hubieran podido localizarse con los métodos y técnicas tradicionales de la arqueología. Además, al recorrer los antiguos senderos de los antepasados, se revivieron a través de las narrativas orales distintos aspectos del pasado de la región con lo cual se amplió la interpretación acerca de los objetos y sitios arqueológicos de la comunidad, al grado de reformular las ideas preconcebidas que inicialmente se tenían acerca de los antepasados Tèe Tiùmi.

De esta manera, se espera que se repliquen investigaciones semejantes en distintas regiones y que se fortalezca la práctica arqueológica en concordancia con los intereses y necesidades de los pueblos indígenas y principalmente que se tomen en consideración las propias percepciones que tienen las comunidades acerca de su pasado.


Bibliografía

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[1] rbll_123@hotmail.com

[2] Véase también Geurds y Van Broekhoven (2006).

[3] Posteriormente dicho trabajo se consideró como una investigación desde la “arqueología multivocal” (Posselt, y Jiménez, 2019).

[4] Remitimos al lector hacia la obra original (López, 2021) para consultar a detalle los datos obtenidos a través de la investigación.