Odilia Romero
Comunidades Indígenas en Liderazgo (CIELO)
Desde hace años tengo una pregunta que todavía no he logrado responder: ¿Por qué las organizaciones sociales que luchan por los derechos de la comunidad migrante no tienen al idioma como una lucha central? Por lo menos aquí en Estados Unidos, muchas veces las luchas migrantes por el salario, el trabajo o la salud no consideran la lengua como un derecho fundamental. Muchas veces, el abordaje que las organizaciones migrantes tienen de la lengua, es por la vía de un servicio secundario, pero no como derecho fundamental.
¿Qué significa entonces luchar por el trabajo, el salario, la salud y el bienestar de todos, pero, al mismo tiempo, que no se considere que para que esto sea posible, hay que conocer las diversas variables idiomáticas que los pueblos indígenas hablan? Esto es una contradicción y se cometen graves errores cuando se busca apoyar y ayudar a las luchas de los migrantes indígenas.
¿Cómo los migrantes indígenas vamos a conocer nuestros derechos si no entendemos el idioma en el que se nos habla y dice? En varias oportunidades, yo he hablado sobre la violencia lingüística que se ejerce contra los migrantes indígenas. Por violencia lingüística me refiero al acto violento de imponer una lengua nacional sobre nuestros idiomas indígenas y dar por sentado que todas las personas que provenimos de Mesoamérica hablamos y entendemos el español.
Por más de 20 años, he sido intérprete médica en clínicas y hospitales de Los Ángeles. En mi desempeño profesional he presenciado varias situaciones de violencia lingüística, en sus distintas formas. A continuación enumero algunas:
– Cuando una persona habla una lengua indígena, se piensa que si se les habla despacio en español, se va a lograr transmitir el mensaje.
– Se piensa que se puede transmitir el mensaje a los hablantes indígenas si se repite varias veces el mensaje en español, pues se cree que por repetición las personas van a comprender el mensaje.
– Se cree que si se habla más recio en español, el lenguaje se va a entender.
– Si los hablantes de lenguas indígenas hablan un par de palabras en español, se considera que se va a comprender completamente el mensaje explicando en español.
– Se clasificar inmediatamente como hispano o latino y se impone el español como idioma según identifican el país del que provienen los migrantes indígenas.
– Se cree que si se habla en spanglish, los hablantes indígenas van a comprender instrucciones. Esto es equivocado pues varios vocablos sólo son comprendidos por personas que nacieron en Estados Unidos.
Las que he mencionado anteriormente son algunas expresiones de violencia lingüística. Por eso la pregunta sigue abierta: ¿Cómo y de qué manera se garantiza la salud, educación y otros derechos si no se toma en cuenta la lengua como derecho primordial?
Otras formas en las que se expresa la violencia lingüística ocurren cuando se utiliza el argumento de que se van a “proteger» a los menores de edad de la violencia que se vive en las familias indígenas. Debido a la falta de interpretación no se conoce a cabalidad las versiones de las familias sobre la situación de que se les acusa, y estas circunstancias terminan separando a las familias. Esto ha provocado traumas sociales tanto a los niños como a los padres.
De forma que hay traumas, separaciones, enfermedades e incluso muertes que se hubieran podido evitar si se hubiera garantizado el derecho de la interpretación. Por eso al principio decía, ¿por qué quienes dicen defender derechos de los migrantes no tienen a la lengua en el centro de sus luchas?
Desde hace más de 40 años que llegué a Estados Unidos y soy testigo de las situaciones que he nombrado con anterioridad. También me he dado cuenta de que existen algunas variaciones de la violencia lingüística, pero veo que las estructuras desde donde se ejerce la violencia lingüística siguen intactas.
Tanto en la escuela como en el hospital, las fábricas, guarderías o en los campos de cultivo, los intermediarios, jefes y supervisores ejercen violencia lingüística, pues nunca se garantiza el derecho humano a la interpretación cuando se dan las instrucciones de trabajo, mientras se planea el pago por la hora de trabajo, cuando suceden accidentes y se reclaman los derechos.
Es decir, toda la cadena productiva de alimentos, la limpieza, las verduras y la construcción se sostiene en la explotación de la fuerza del trabajo de las personas, pero sobre todo en la violencia lingüística.
Sin embargo, una vez identificadas las maneras en que actúa la violencia lingüística, también hemos creado varias estrategias para frenar toda esta violencia. A continuación hablaré de ello.
Estrategias para luchar contra la violencia lingüística.
Desde hace ya más de 20 años que soy intérprete profesional, pero desde niña trabajé como intérprete cuando mis padres hacían gestiones en las instituciones. Profesionalmente, he trabajado como intérprete de inglés-español, español-zapoteco, zapoteco-inglés, y he sido testigo de cómo proceden las instituciones que no consideran las lenguas indígenas como lenguas vivas y con sus diversas variantes.
Por eso, desde el 2016 fundamos Comunidades Indígena en Liderazgo, CIELO, que es una organización fundada por mujeres, es decir la dirección de la organización es de mujeres indígenas y la mayoría de nuestros colaboradores son hablantes de los pueblos otomangues y mayas.
Nuestro principal objetivo es luchar contra la violencia lingüística que sufren nuestros paisanos en hospitales, cortes judiciales, centros de trabajo, y en otras instancias. Además, buscamos darle visibilidad a la existencia de las comunidades indígenas en Los Ángeles. Parte de esa labor se encuentra presente en nuestro proyecto “We are here”, que es un mapa de las lenguas indígenas de comunidades indígenas: https://www.latinousa.org/2022/03/29/indigenouslanguages/.
Derecho humano a la interpretación
Nuestro trabajo garantiza el proceso de interpretación con intérpretes de base en Estados Unidos y con una red de más de 350 intérpretes en Guatemala, México, Bolivia, Perú, Nicaragua, Brasil, Honduras y Ecuador. Según nuestros datos hemos atendido más de mil casos de interpretación, hasta octubre de 2023, en 27 estados de Estados Unidos.
En el pasado 2023, por tercer año consecutivo organizamos la Conferencia de Intérpretes Indígenas, donde estuvieron presentes más de 50 variables de idiomas mayas y otomangues. Y donde las y los intérpretes tomaron clases sobre vocabulario médico, legal, neologismos y de formación histórica, que son vitales para la formación profesional.
Nuestra preocupación por la formación profesional de los intérpretes indígenas proviene de que no existe una carrera para la formación específica en lenguas indígenas, por eso es necesario reflexionar sobre el código de ética propio para intérpretes indígenas, y sobre las variantes lingüísticas, entre otros puntos.
Foto: Cortesía CIELO. Conferencia de Intérpretes 2023.
Talleres de escritura en idiomas indígenas
Por otro lado, realizamos eventos para mostrar la dignidad y variedad de las lenguas que nuestros pueblos hablan, por medio de talleres de idiomas indígenas. Estos talleres de idiomas indígenas han sido realizados por personas expertas que conocen la lengua y que la hablan cotidianamente.
Para nosotros, el experto es una persona que habla el idioma en la comunidad, que lo habla cotidianamente, y que ha tenido experiencia en enseñarlo a otras personas. Porque el idioma se mantiene y se habla porque es cotidiano. Particularmente, en CIELO, creemos que esos son nuestros expertos.
La metodología es la siguiente: una persona experta organiza el taller, nosotros convocamos a las personas interesadas en la comunidad, y asisten a los talleres. Nuestro experto desarrolla ejercicios, cantos, dibujos, adivinanzas, incluso rompecabezas. Por ejemplo, en 2019 organizamos clases del maestro Filemón Beltrán, quien vino de la sierra oaxaqueña a Los Ángeles a dar talleres de zapoteco para niñas y niños.
También, en el 2010, organizamos en Los Ángeles, con Natalia Toledo y Víctor Cata, varias sesiones de zapoteco de la variedad de Juchitán. En el 2019, la poeta Celerina Sánchez, enseñó mixteco con generaciones de niños y jóvenes mixtecos. En lo que respecta a las lenguas mayas, nos acompañó el hiphopero Pat Boy quien dio clases de maya yucateco.
Los talleres son dirigidos a todo tipo de hablantes, es decir, los que lo tienen como lengua materna y también quienes lo recuperan y tienen como segunda lengua. De tal forma que todos aprenden de todo, y no únicamente es el profesor quien dirige, sino que se garantiza que el aprendizaje sea colectivo. Eso ha permitido que la lengua siga viva y se siga hablando en hoy día aquí en Los Ángeles.
Nuestro trabajo en CIELO muestra pues que es la misma comunidad la que hace todo el trabajo por defender, enseñar y revitalizar la lengua. Y que esta labor es comunal, que no necesariamente es labor de lingüistas profesionales hacer trabajo por las lenguas indígenas.