Lina Rosa Berrio Palomo[1]
CIESAS Pacífico Sur
Ilustración Ichan Tecolotl. Imágenes del encuentro CINALC 2024 y “Etnicidad, Raza y Pueblos Indígenas (ERIP, 2022)” En la entrevista Lina Berrio y Valter Silvério.
Una de cada cuatro personas en América Latina y el Caribe se identifica como afrodescendiente (CEPAL, 2017), y en la región se expanden las experiencias de activismo, organización y movilización social afro. Estas incluyen tanto procesos locales y nacionales como articulaciones y redes de carácter regional o supranacional. Muchas de ellas constituyen expresiones de resistencia en los territorios frente al racismo antinegro, el avance de proyectos extractivistas y actores violentos de diversos tipos, e igualmente son generadoras de una agenda política que no solo reivindica derechos identitarios sino también redistribución de recursos y reparación.
Paralelamente a estas luchas en los territorios, otros flujos de movilización y acción política afrodiaspórica ocurren a nivel internacional, especialmente tras la Conferencia Internacional contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, realizada en Durban en 2001. Veinte años después, como resultado del trabajo global y presión del movimiento, finalmente fue instalado en 2022 el Foro Permanente sobre los Afrodescendientes de la ONU, el cual lleva hasta el momento tres reuniones anuales con la participación de organizaciones de la sociedad civil, gobiernos y organismos multilaterales. En el mismo ámbito internacional, en diciembre de 2024, fue aprobada la declaratoria de un Segundo Decenio Afrodescendiente que dé continuidad al primero, declarado por la ONU de 2015 a 2024 y el cual finalizó con muy pocos avances en la implementación del Plan de trabajo acordado (Campoalegre, y Bidaseca, 2017; CEPAL, 2023; Iturralde, 2024).[2]
Además de los procesos organizativos en los territorios y las luchas en el escenario internacional, un tercer ámbito de movilización y organización es el académico, donde crece la literatura sobre el tema, surgen y se consolidan grupos de investigación, núcleos académicos, redes de investigadores y múltiples espacios de diálogo e intercambio. En este texto centro la mirada en el campo académico, mostrando que, además de la fuerza política de movilización y organización social afrodescendiente en los territorios, también asistimos a un interesante proceso de articulación en el ámbito académico, posibilitando el surgimiento y el fortalecimiento de redes académicas y de investigación afrocentradas, varias de las cuales forman parte de procesos organizativos y retoman sus genealogías intelectuales y políticas, en una potente relación nutricia.
Revisitando las genealogías
Los procesos de movilización y acción política afrodescendiente poseen una larga trayectoria de organización social y producción intelectual incluyendo los cinco congresos Panafricanos realizados en la primera mitad del siglo XX, hasta los espacios recientes de articulación regional. Un espacio relevante han sido los Congreso de la Cultura Negra de las Américas cuya primera edición tuvo lugar en Cali en 1977 bajo la dirección del reconocido escritor e intelectual afrocolombiano Manuel Zapata Olivella. El segundo fue en Brasil en 1982, y el tercero en Panamá en 1987.
Los tres congresos, con sus especificidades y más de 200 asistentes en cada uno, constituyeron ámbitos de profunda discusión sobre la situación de las personas negras, los legados de la herencia africana, la construcción de una agenda política orientada a combatir la discriminación y la pobreza, así como el rechazo contundente a los regímenes de segregación racial existentes en ese momento en Sudáfrica, Namibia y la acción del Ku Klux Klan en Estados Unidos[3] (Valero, 2021; CEPAL, 2017). Igualmente hubo discusiones relevantes en el Tercer Congreso sobre la situación de las mujeres negras y sus aportes al movimiento.
El Congreso en Brasil (1982) dio cuenta la lucha histórica del movimiento negro brasileño y su fundamental papel a lo largo del siglo XX en la búsqueda de la ciudadanía plena, en la lucha contra la dictadura en Brasil (Da Cruz, 2024), y en la construcción de espacios de articulación nacional. En el movimiento negro brasileño militaron varios renombrados intelectuales como Abdías do Nascimento, Milton Santos, Beatriz Nascimento, Guerreiro Ramos o Lélia Gonzalez, quienes plantearon debates claves sobre las formaciones históricas sociorraciales, y la crítica a la idea de la democracia racial en Brasil. Es importante destacar el papel de Lélia Gonzalez, quien desde los años 70 esbozaba lo que hoy conocemos como teoría de la interseccionalidad pero que ya desde entonces había sido planteado por esta potente intelectual y militante afrobrasileña.
Las genealogías del pensamiento afrodiaspórico latinoamericano y caribeño incluyen a otros destacados pensadores como Aimé Cesaire, Manuel Zapata Olivella, Walterio Carbonell, Aquiles Escalante, Jamaica Kincaid, Norman Girvin, Robert James, Stuart Hall; así como una corriente muy fuerte de afrofeministas como Ochy Curiel, Sylvia Winter, Mara Viveros, Rosa Campoalegre, Nilma Gomes, Bety Ruth Lozano, Yuderkys Espinosa, Angela Figuereido, Rudy Amanda Hurtado, por mencionar sólo algunos nombres.[4]
La década de los 90 nos traerá renovadas expresiones organizativas alrededor del debate continental sobre los 500 años de resistencia indígena negra y popular. Entre ellas destacan la marcha de Zumbi dos Palmares en Brasil y la Campaña Continental 500 años de resistencia indígena negra y popular, que fue muy importante en diversos países de la región como espacio de diálogo y construcción de una agenda política conjunta entre las organizaciones indígenas y afrodescendientes.
Especial atención merece el I Encuentro de Mujeres Negras en Santo Domingo en 1992. De este encuentro surgió la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora,[5] una de las organizaciones más antiguas e importantes en la región. Durante más de tres décadas la Red ha sido una instancia fundamental de articulación de mujeres provenientes de diversos movimientos de la región, así como para la generación de informes, documentos y materiales que den cuenta de la situación específica de desigualdad enfrentada por las mujeres negras y afrodescendientes latinoamericanas y caribeñas. Igualmente ha jugado un papel clave en espacios de discusión en organismos multilaterales en los ámbitos de la salud, la población y los derechos, y por supuesto en la lucha contra el racismo en cada uno de los países de donde provienen sus integrantes.
La Red mantiene un gran vigor y produce anualmente diversos materiales que son fuente permanente de consulta e incidencia respecto a las problemáticas más graves que enfrentamos las mujeres afrodescendientes en la región. Es justamente su acción política la que posibilitó, desde el I Encuentro, la creación del Día de la Mujer Afrodescendiente Latinoamericana y Caribeña el 25 de Julio, una fecha que cada vez ha ido ganando mayor fuerza entre las colectivas de mujeres afrolatinoamericanas, quienes hoy constituyen quizás el sector más vigoroso dentro del propio movimiento afro a nivel regional.
A partir de la década del 2000 resulta muy evidente el auge y el crecimiento sostenido de las organizaciones. La conferencia de Santiago de Chile, preparatoria para la conferencia mundial de Durban, fue un parteaguas para el propio movimiento en la región. La agenda de Durban fue resultado de fuertes disputas entre los sectores más conservadores —incluyendo países que se negaban a reconocer la trata esclavista como un crimen de lesa humanidad— y las posturas que pugnaban por un reconocimiento de ésta y del racismo estructural como causas sustantivas de la situación actual enfrentada por las personas afrodescendientes. El plan de acción de Durban coloca con fuerza la lucha antirracista al centro del propio movimiento en las siguientes décadas y compromete a los Estados a desarrollar acciones de reparación histórica en diversos ámbitos de la vida, entre ellos la educación, la salud, el acceso a la justicia, a los derechos, y a condiciones económicas dignas.
Al mismo tiempo, también se ha ido consolidando una línea de movilización afrodescendiente en espacios académicos, donde encontramos diversas redes dedicadas al estudio de temáticas afro desde diferentes perspectivas, varias de ellas conformadas por investigadores e investigadoras afrodescendientes. Dichas redes constituyen un espacio de producción de pensamiento, circulación de saberes, recuperación de genealogías propias, construcción de epistemologías, y generación de investigación en diversos campos y con múltiples perspectivas, además de ser una forma de movilización y articulación del propio movimiento afrodescendiente, de manera paralela y en diálogo con otros procesos sociales de base, en los cuales muchos de sus integrantes participan.
Redes académicas y espacios de encuentro
Sería imposible en este texto dar cuenta de todas las redes y espacios de articulación, pero quiero compartir tres de ellas que coincidieron en una serie de eventos académicos en Brasil, a mediados de 2024: el V Coloquio Raça e Interseccionalidade organizado por varias universidades de Rio de Janeiro, la Associação Brasileira de Pesquisadores/as Negros/as (ABPN) y la Asociación de Investigadores Afrolatinoamericanos y Caribeños (AINALC); la IV Escuela Internacional de Posgrado “Más allá del decenio internacional de los pueblos afrodescendientes”, organizada por el Grupo de Trabajo Afrodescendencias y Propuestas Contrahegemónicas de CLACSO; y la Conferencia Continental de Estudios Afrolatinoamericanos, organizada por el Afro-Latin America Research Institute (ALARI) de la Universidad de Harvard. Ellos muestran no sólo la capacidad de convocatoria de estos espacios, y el creciente número de investigadores existentes en múltiples áreas del conocimiento, sino también la diversidad de perspectivas que allí se tejen.
La larga trayectoria del movimiento negro en Brasil posibilitó la construcción de la ABPN, una organización civil sin fines de lucro, fundada en el año 2000, que tiene como objetivo “defender la investigación académico-científica y/o espacios relacionados realizados principalmente por investigadores negros, sobre temas de interés directo para las poblaciones negras en Brasil y en todo el mundo”. Con más de 4300 personas asociadas, entre profesores investigadores, estudiantes, egresados, tiene presencia en 26 estados de Brasil, una revista periódica, diversas publicaciones, congresos y articulación con más de 200 Núcleos de Investigación. La ABPN es una red pionera y potente que se plantea a sí misma como uno de los órganos fundamentales de la red de instituciones que trabajan para combatir el racismo, los prejuicios y la discriminación racial. Las investigaciones producidas por sus integrantes tienen una apuesta muy evidente por producir conocimiento en diversas áreas y acompañar la formación de nuevos y nuevas investigadoras, pero también se proponen formular, implementar, monitorear y evaluar políticas públicas.
Ilustración Ichan Tecolotl con fotos de Lina Berrio.
A partir de la experiencia de la ABPN surge en 2017 la Asociación de Investigadores Afrolatinoamericanos y Caribeños, AINALC, con la participación de intelectuales de otros países de la región, quienes venían trabajando alrededor de una articulación de ese tipo desde 2014, en una serie de encuentros previos en Argentina y Colombia. El objetivo de la AINALC es:
reunir investigadores negros de América Latina y del Caribe, creando un espacio de diálogo, articulación y cooperación académica entre investigadores, centros de investigación, universidades y profesora/es, núcleos y centros de estudios africanos y de la diáspora africana y de esa forma promover el intercambio de conocimiento colectivo y trabajar para la defensa, la promoción de los derechos humanos y de la población negra en América Latina y el Caribe. (AINALC, 2024)
Desde la UNIRIO, en coordinación con AINALC, se organizó el V Coloquio Raza e Interseccionalidad y el Primer Congreso de Investigadores Afrolatinoamericanos y del Caribe “Discursos, recuerdos negros y esperanzas en América Latina y el Caribe”. Este evento contó con la participación de personas provenientes de Angola, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Estados Unidos, Haití, México, Puerto Rico y Uruguay. A lo largo de más de 70 paneles, simposios y conferencias magistrales, un número muy importante de profesores investigadores, así como estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado, presentaron sus resultados de investigaciones en curso en los más diversos campos: análisis crítico del discurso, el papel de la educación antirracista y experiencias concretas de implementación en varios países, los debates sobre reparación que están teniendo lugar a nivel internacional, el papel del arte, la literatura, el cine y la televisión en la construcción de otras formas de autorrepresentación, los desafíos en materia de salud y el aterrizaje de la política pública, lo cual fue especialmente relevante en varias de las intervenciones brasileñas reflexionando alrededor de la implementación de la Política Nacional de Salud Integral para la Población Negra (Política Nacional de Saúde Integral da População Negra).
El evento cerró con una ceremonia de homenaje a intelectuales-activistas reconocidos por sus liderazgos en diferentes campos, y con una intervención cargada de fuerza y emotividad por parte de Nilma Gomes, fundadora del Movimiento de Educadores Negros. Nilma es pedagoga y doctora en antropología, primera mujer negra rectora de una universidad federal en Brasil (la Universidad de Integración Internacional de la Lusofonía Afro-Brasileña- UNILAB) y exministra de las Mujeres, de la Igualdad Racial y los Derechos Humanos durante el gobierno de Dilma Roussef.
Después del evento, se realizó la Escuela de formación impulsada por el Grupo de Trabajo de CLACSO “Afrodescendencias y propuestas contrahegémonicas”, coordinado por Rosa Campoalegre. A la Escuela se hicieron presentes alrededor de 80 estudiantes de varios países latinoamericanos, entre ellos Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Costa Rica, México, y Ecuador. La escuela fue acogida en su inauguración por el Museo de Historia y Cultura Afrobrasileira (MUHCAB) de Rio de Janeiro,[6] un espacio inaugurado por la prefectura de Rio en 2018, poco antes de la pandemia, y recientemente revitalizado, que contiene una museografía que busca mostrar a los visitantes tanto las movilidades forzadas de millones de personas que fueron esclavizadas en el marco de la trata esclavista de los siglos XVI al XX (recordemos que Brasil fue de los países que más tarde abolió la esclavitud, junto con Cuba), como su presencia a lo largo de toda la formación, no sólo de Rio sino del estado brasileño en su conjunto, así como su presencia, luchas, expresiones y vitalidad contemporáneas.
Muy cerca de allí, el Cais do Valongo, declarado recientemente por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad, permite asomarse a lo que en su momento fue el mayor puerto de desembarque de personas esclavizadas en Brasil (1811 a 1831). Un sitio de memorias afrodescendientes, un espacio enclavado en lo que hoy se conoce como la “Pequeña África” en Rio de Janeiro y del cual forman parte el museo Cais y el morro de la Providencia, la favela más antigua de Rio de Janeiro, que ha resistido los intentos de desplazamiento y reubicación en varios momentos de la historia.
Varias de esas organizaciones barriales, a lo largo de toda la región, especialmente en áreas rurales y zonas de alta conflictividad como el Pacífico colombiano, enfrentan una política de exterminio que Santiago Arboleda (2023), ha denominado ecogenoetnocidio. En Brasil, la violencia policial afecta de manera significativa a jóvenes negros quienes de manera reiterada son objeto de violencia de Estado completamente desproporcionada, incluyendo asesinatos. Frente a estos intentos de despojo territoriales, tanto en espacios rurales como urbanos, resultan potentes las iniciativas de reapropiación del espacio colectivo por sus habitantes, incluyendo el caso de Rio de Janeiro, lo que Oliveira (2018) ha denominado proyectos de turismo afrocentrado, desarrollado “desde adentro” como parte de las apuestas por un turismo vinculado a la memoria, las acciones afirmativas y las cuestiones sociales.
Es una experiencia de gran valor pedagógico y político sumergirse de la mano de sus pobladores, que son guías locales, en parte de esa historia, y recorrer sus calles llenas de murales; sentarse en la “Pedra da sal” a ver danzar samba o a escuchar la historia de sus antiguos pobladores acompañadas de los enormes murales de mujeres parteras, maes de santo, curanderas que forman parte de su historia, así como la estatua de Mercedes Baptista, la primera bailarina de ballet negra aceptada en la Compañía del Teatro Municipal de Rio de Janeiro en 1948. Asomarse a los múltiples espacios culturales, restaurantes de comida de origen africana o dedicados a los Orixás. Es parte de este deambular por la historia del continente y al mismo tiempo por su presente vital, por sus reexistencias, reapropiaciones, y permanentes creaciones.
La IV escuela de CLACSO fue un espacio de encuentro para jóvenes activistas e investigadores de América Latina, permitió el intercambio entre ellos, la actualización en los debates internacionales, y el diálogo intergeneracional con las y los profesores responsables de la misma. La escuela finalizó con una sesión en la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro, donde laboraba hasta el día de su asesinato la activista y legisladora Marielle Franco.
Solo algunos días después tendría lugar en la Universidade de São Paulo, USP, en São Paulo, la tercera conferencia continental afrodescendiente, que por primera vez se realizaba en América Latina. Esta es una iniciativa que surge desde el Programa de ALARI en la Universidad de Harvard y cuyo primer evento ocurrió en dicha universidad en 2023. Con un fuerte financiamiento internacional, este espacio logra convocar a un número importante de investigadores, muchos de ellos y ellas jóvenes afrodescendientes desarrollando sus estudios de maestría y doctorado, especialmente en Brasil. Debates alrededor de los diez años de acciones afirmativas y la política de cuotas en universidades en Brasil, identidades negras/afrodescendientes, luchas territoriales y quilombolas, discusiones sobre el tema de los censos, la demografía y la inclusión, proyectos educativos, investigaciones sobre arte, literatura, procesos de etnización, movilización, afrofeminismos, salud, medios de comunicación, o la pandemia de COVID-19, fueron algunos de los tópicos abordados en esta conferencia.
A esto se suman iniciativas con importantes aportes teóricos y políticos en torno a los afrofeminismos caribeños y latinoamericanos: de los dos Grupos de Trabajo de CLACSO incluidos en el eje temático de Racismo y afrolatinidades, de las redes de educadores negros brasileños y sus contrapartes latinoamericanas, de núcleos de investigación destacados en universidades de Colombia, Ecuador, Argentina, Uruguay y Puerto Rico, entre otros.
Finalmente, cabe destacar las acciones desarrolladas en México, como el Coloquio Internacional Afroindoamérica, el Programa Nacional de Investigaciones Afrodescendientes y Diversidad Cultural del INAH, el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Racismo y Xenofobia (SURXE), el Seminario Interinstitucional de Antropología e Historia de los Racismos, las Discriminaciones y las Desigualdades, el colectivo Coopera, entre otros. La literatura sobre el tema crece de manera significativa y varios números sobre afrodescendencias y racismos han sido editados desde el CIESAS en las revistas Desacatos e Ichan Tecolotl. También vale la pena considerar en el radar proyectos regionales anclados desde el norte global reflexionando sobre las dinámicas socioraciales, las formas de racismo y antirracismo contemporáneo en varios países de la región como PERLA o LAPORA, en los cuales han participado colegas latinoamericanos en la coordinación o realización.
A modo de reflexiones finales
Traer parte de las genealogías y expresiones contemporáneas del movimiento afrodescendiente en América Latina y el Caribe es fundamental para repensar la historicidad de las experiencias de movilización social, las genealogías y los aportes de intelectuales afrolatinoamericanos y afrocaribeños al análisis de las experiencias de la diáspora, así como a la construcción de un pensamiento social afrocentrado, antirracista y que está en permanente actualización.
Los espacios y eventos a los cuales me he referido constituyen sólo una pequeña muestra de las múltiples iniciativas y proyectos impulsados en esta ruta de organización y movilización académica, que se suma a los otros caminos de acción a nivel local, en el ámbito internacional, y en diversos espacios cotidianos donde el arte, la memoria, la cultura, los discursos y las corporalidades afrolatinoamericanas y caribeñas disputan una mayor centralidad.
Hay una vitalidad de procesos organizativos y la movilización académica afrodescendiente revela una estrecha relación entre el conocimiento y la acción política. Las investigaciones producidas aportan elementos para comprender las dinámicas raciales en la región al mismo tiempo que alimentan las luchas por la justicia social y epistémica. Profundizar los diálogos regionales, la difusión de la producción académica y ampliar la presencia de jóvenes investigadores e investigadoras afrodescendientes en las instituciones educativas y centros de investigación es parte de los compromisos sobre los cuales requerimos avanzar en clave de reparación.
Bibliografía
Asociación de Investigadores Afrolatinoamericanos y Caribeños (AINALC) (2024). Associação de Investigadores/as Afrolatinoamericanos/as e do Caribe. https://www.ainalc.org/qeaBR.html
Arboleda, S. (2023). Ecogeno-etnocidio, verdad y Justicia histórica. En Campoalegre Septien, R. y Baptista da Silva, P. (coords.), Antirracismo, enfoques, tensiones y alternativas (pp. 161-182). CLACSO.
Comisión Económica para América Latina (CEPAL) (2017). Situación de las personas afrodescendientes en América Latina y desafíos de políticas para la garantía de sus derechos. CEPAL.
Comisión Económica para América Latina (CEPAL) (2023). Decenio Internacional para los afrodescendientes. Breve examen en el marco de la pandemia. CEPAL.
Campoalegre Septien, R., Quijano, A. y Bidaseca, K. (2017). Más allá del decenio de los pueblos afrodescendientes. CLACSO.
Da Cruz, F. L. (2024). Los exilios de intelectuales del Movimiento Negro Brasileño (1964-1985). Anuario de la Escuela de Historia Virtual, 15(25), 133-157. https://doi.org/10.31049/1853.7049.v15.n25.42883
Iturralde, G. (2024). Un decenio para los afrodescendientes en México: avances
y tareas pendientes en las políticas públicas. Ichan Tecolotl, 36(especial 14). https://ichan.ciesas.edu.mx/un-decenio-para-los-afrodescendientes-en-mexico-avances-y-tareas-pendientes-en-las-politicas-publicas/
Oliveira, M. C. (2018). Memória e identidade em processos de turistificação de lugares: o caso do Cais do Valongo (RJ- Brasil) / Memory and identity in touring processes of places: the case of the Cais do Valongo (RJ-Brazil). Patrimônio e Memória, 14(2), 49-74. https://200.145.164.4/index.php/pem/article/view/874
Valero, S. (2021). Archivos del Primer Congreso de la Cultura Negra de las Américas: debate internacional, tensiones y consensos. Esclavages & post~esclavages, (5). https://doi.org/10.4000/slaveries.5485
- Forma parte del Grupo de Trabajo CLACSO Afrodescendencias y propuestas contrahegemónicas Correo: linaberrio@gmail.com ↑
- Un balance amplio del Decenio en varios ámbitos se puede consultar en la edición especial 14 de diciembre de 2024 de Ichan Tecolotl, dedicada a este tema. https://ichan.ciesas.edu.mx/afrodescendencias-balance-de-un-decenio-y-un-patrimonio-bullante-ano-36-edicion-especial-diciembre-2024/ ↑
- https://journals.openedition.org/slaveries/5485, https://www.alainet.org/es/active/999?language=en ↑
- El texto de Francia Jenny Moreno en esta misma edición del Ichan, aborda este tema con mucho detalle. ↑
- http://www.mujeresafro.org/ ↑
-
https://cultura.prefeitura.rio/espacos-culturais/museus/museus-nova/muhcab/ https://www.instagram.com/muhcab.rio/ ↑