Amairani del Rosario Peña Godinez[1]
Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA)
Mi cultura y mi lengua tienen el derecho a existir y nadie tiene autoridad para negarlo. Cuando pienso que mi lengua ya no ha de vivir en los labios de los hombres, me sobreviene un escalofrío más hondo que mi propia muerte, pues en ella se cifran todas las muertes de mi estirpe. (Crystal, 2001: 39)
El presente texto tiene la finalidad de contribuir a las reflexiones en torno a la realización de investigación social en tiempos de muerte, específicamente haciendo investigación-intervención sobre las lenguas amenazadas en tiempos de pandemia y violencia por el crimen organizado y el narcotráfico, y de muerte por causas naturales. Mi caso particular se ciñe al estudio del zapoteco domingano, una lengua que se dice en riesgo de morir y que, al mismo tiempo, está siendo revitalizada.
Aquí comparto mi experiencia personal como investigadora, destacando la complejidad de Santo Domingo Petapa, un lugar marcado por su rica cultura y tradiciones, pero también por la estigmatización y la violencia que lo rodean. En este contexto, el zapoteco domingano enfrenta una lucha por sobrevivir, y la muerte de sus hablantes se presenta como una amenaza adicional para esta lengua originaria. Cabe mencionar que los datos y reflexiones aquí expuestos son resultados de mi experiencia como estudiante de la licenciatura en lingüística y de la maestría en antropología social en el CIESAS Sureste.
Santo Domingo Petapa
Es un pueblo complejo y diverso que se caracteriza por varios elementos. Algunos de ellos, como en muchos pueblos originarios, son la creencia en las brujas, los duendes y los nahuales, la fiesta patronal y la gastronomía. También se ha distinguido por la producción y comercialización de café, achiote y estupefacientes, sobre todo en el siglo XX, así como por las migraciones hacia Sonora y Estados Unidos. Desde luego, por sus paisajes y lugares sagrados como cuevas, ríos, cascadas y el nacedero de agua conocido como “ojo de agua”. Asimismo, el municipio ha destacado por la presencia de lenguas originarias, entre las cuales, considerando la proporción de hablantes, sobresalen el zapoteco y el mixe.
Santo Domingo Petapa se ubica en el estado de Oaxaca, en la zona norte del Istmo de Tehuantepec. Colinda al este con Santa María Petapa y con El Barrio de la Soledad, al norte con San Juan Mazatlán y San Juan Guichicovi, al oeste con Santa María Guienagati y al sur con Santiago Laollaga y Santo Domingo Chihuitán (véase Mapa 1).
Mapa 1. Mapa municipal de Santo Domingo Petapa.
Fuente: elaboración propia.
Hasta años recientes, Santo Domingo Petapa también era conocido por estereotipos relacionados con la violencia y la muerte. “No vayas a Santo Domingo porque ahí matan gratis”, escuchaba decir a la gente constantemente. Siguiendo esta advertencia, me había limitado a ir a dicho municipio hasta que comencé a investigar sobre el zapoteco domingano[2] y necesité hacer trabajo de campo en el 2015. Conforme me involucraba con la comunidad, noté la preocupación de algunos pobladores por la posible muerte del zapoteco domingano en un futuro no tan lejano.
El zapoteco domingano se ha dejado de transmitir intergeneracionalmente, sus ámbitos de uso y proporción de hablantes han disminuido, y esto lo ha colocado en una situación de amenaza. El desplazamiento lingüístico que atraviesa comenzó a ser evidente en la segunda mitad del siglo XX y se ha ido agravando drásticamente hasta la actualidad. Al mismo tiempo, aproximadamente en 1999, en Santo Domingo Petapa, comenzaron a realizarse acciones en favor del zapoteco domingano, las cuales surgieron como una respuesta a la preocupación que algunos miembros de la comunidad sienten respecto a la situación del idioma local y su posible pérdida.
Con base en lo anterior, es posible hablar del desplazamiento y la revitalización como procesos que coexisten dialógicamente. La revitalización lingüística es la solución al problema que representa el desplazamiento lingüístico, y es una tarea que implica conocer las causas que originaron el desplazamiento lingüístico. Muntzel (2010) expone que el desplazamiento lingüístico ocurre cuando existen desigualdades sociales entre las lenguas, es decir, cuando una lengua simboliza mayor progreso económico y, por ende, tiene mayor prestigio. Bradley y Bradley (2019), por su parte, sostienen que las actitudes lingüísticas y sociales influyen fuertemente en la transmisión, el uso y la estabilidad de los idiomas, así como en la fluidez de los hablantes y en los resultados de los esfuerzos por recuperar un idioma. Al mismo tiempo, argumentan que cambiar las ideologías negativas es una de las premisas indispensables para la revitalización lingüística
A grandes rasgos, la tipología de hablantes del zapoteco domingano consiste en: 1) adultos mayores que adquirieron dicho idioma como primera lengua (L1), 2) adultos de aproximadamente entre 40 y 60 años de edad que lo adquirieron como segunda lengua (L2), 3) jóvenes de 20 a 35 años que tienen al zapoteco como lengua de herencia, es decir, que no lo hablan, pero lo entienden, 4) jóvenes y niños que no lo hablan ni lo entienden y 5) hablantes fantasma, los cuales, como menciona Covarrubias (2021), han estado inmersos en la comunidad de hablantes, pero a raíz de la discriminación lingüística, les surgió la inseguridad lingüística que los condujo a no reconocerse como hablantes.
Cuando pensamos en el continuum desplazamiento-revitalización lingüística, solemos remitirnos a fenómenos de desigualdad socioeconómica y de asimilación sociocultural tanto para comprender los orígenes del desplazamiento como para revitalizar a las lenguas. Poco se ha escrito sobre el impacto que tiene, para dicho continuum, la muerte de un individuo o del miembro de una familia, o, incluso, la muerte de toda una generación.
Las muertes que pueden ocurrir
Hoy en día por los hechos que están ocurriendo a nivel mundial somos más conscientes de que las muertes pueden ocurrir por fenómenos naturales (terremotos, huracanes, incendios, etc.), por enfermedades que llegan a convertirse en pandemia, por asesinato o por causas naturales del fin de ciclo vida de una persona.
Santo Domingo Petapa es un territorio cuyos habitantes han enfrentado la muerte por todas las causas antes mencionadas, pero ¿qué implica para el desplazamiento y la revitalización del zapoteco domingano la muerte de sus hablantes? Para responder a esta interrogante recurriré a un caso particular, el de la familia Rasgado Guerra, quienes han sido mis colaboradores más cercanos durante las investigaciones que he realizado respecto al zapoteco domingano.
Sirenia Guerra (véase fotografía 1) nació en 1923, su L1 es el zapoteco domingano y adquirió el español al aproximarse a la tercera edad. De ella descienden cuatro generaciones; sus hijos son la última generación que adquirió este idioma como L1 y sus nietos lo adquirieron como L2, pero son hablantes inseguros.[3] Si partimos de que los nietos de Sirenia usa(ba)n el zapoteco para comunicarse con ella y con sus hijos, cabe preguntarse ¿con quién se comunicarán cuando ellos ya no estén?
Fotografía 1. Sirenia Guerra sosteniendo la fotografía de su difunto esposo Matías Rasgado.
Foto: Leonel Aldino Desena.
Sirenia Guerra falleció el 22 de septiembre de 2021, a los 98 años. Ese día fue la última vez que la vi. Su cuerpo estaba tendido en el suelo porque de la tierra salió y ahí habría de volver. Cuando Sirenia murió, se llevó consigo sus historias y vivencias, una parte del léxico del zapoteco domingano que sus hijos ya no recuerdan y una gran parte de la motivación para hablar el zapoteco domingano en su hogar, el hogar de su hijo y el punto reunión de todos sus descendientes.
Cuando Sirenia murió, el mundo atravesaba la pandemia por COVID-19. Aunque su muerte fue por causas naturales, para el 2021, el año en que ella falleció, muchos habían muerto ya a causa del virus SARS-CoV-2. Para ese entonces, la muerte era una preocupación constante. Los adultos mayores, muchos de ellos con comorbilidades y los que adquirieron el zapoteco domingano como L1, eran parte de la población que corría mayor riesgo de contagiarse de coronavirus. ¿Qué habría pasado si la pandemia hubiera cobrado esas vidas?
Si no se toman las medidas necesarias para lograr una revitalización exitosa del zapoteco domingano, éste morirá cuando los adultos mayores mueran, pues son ellos con quienes los hablantes más jóvenes se comunican en esta lengua, y lo más probable es que, cuando mueran, la lengua quede en desuso.
Por otro lado y como si de una doble pandemia se tratara, la violencia ocasionada por el narcotráfico y el crimen organizado incrementó no solo en Santo Domingo Petapa, sino en toda la región del Istmo. Claro ejemplo de esto es lo sucedido en la madrugada del 23 de junio de 2021. De acuerdo con El Imparcial (2021), ese día se reportó el hallazgo de dos cuerpos desmembrados acompañados de un narcomensaje escrito en una cartulina. Con esta situación, el riesgo de morir para los hablantes de zapoteco domingano se volvía más grande. La preocupación ya no era sólo la pandemia por COVID-19, también lo era la posibilidad de morir asesinado y no necesariamente por que hubiera algún vinculo con las organizaciones criminales y/o narcotraficantes, sino porque se podía estar en “el momento equivocado” y morir a causa de una bala perdida.
En el tercer cuatrimestre del 2021, época en la que, nuevamente, me correspondía realizar trabajo de campo en Santo Domingo Petapa, el acudir a la comunidad estudio se veía como un hecho lejano. El riesgo de contagiarse de coronavirus era alto, había incertidumbre respecto al momento en que podría ocurrir una balacera y la probabilidad de morir parecía muy alta.
La pandemia por COVID-19 ha terminado, pero las constantes olas de violencia que azotan a Santo Domingo Petapa y a los demás municipios que conforman al Istmo de Tehuantepec no cesan. Estas enfermedades llamadas “narcotráfico” y “crimen organizado” parecen contagiarse más rápido que el mismo SARS-CoV-2, y cobrar más vidas que la pandemia generada por dicho virus.
Para cerrar
Realizar investigación social en tiempos de muerte es un desafío que, muchas veces, no somos capaces de dimensionar y que, a veces, no estamos capacitados para enfrentar. ¿Cómo acompañas a tus colaboradores cuando su madre y abuela ha muerto?, ¿cómo realizas trabajo de campo en época de pandemia con personas que no tienen un teléfono celular o no saben como usarlo? y ¿cómo investigas sobre el desplazamiento-revitalización de las lenguas entre la guerra causada por el narcotráfico?
El terremoto del 7 de septiembre del 2017, la pandemia que duró del 2020 al 2023 y las olas de narcoviolencia han sido recordatorios brutales, para los dominganos, de la fragilidad de la vida. De los tres fenómenos mencionados, el último es el que perdura y se ha convertido en hecho que afecta la investigación social de manera directa. Tanto la vida de los investigadores como la de los colaboradores se ven amenazadas por la violencia que puede estallar en cualquier momento. Además, hay una afectación hacia a las prácticas culturales al ocurrir la muerte de los portadores de saberes o hablantes de lenguas originarias.
Bibliografía
Bradley, David y Maya Bradley
2019 Language endangerment, Cambridge, Cambridge University Press (Key Topics in Linguistics Anthropology).
Crystal, David
2001 La muerte de las lenguas, Madrid, Ediciones Akal.
Covarrubias Acosta, Adela
2021 “La importancia de reconocer a los ‘hablantes fantasma’ en los proyectos de revitalización lingüística: experiencia con el zapoteco de San Bartolo Yautepec”, Anales de Antropología, vol. 55, núm. II, pp. 23-35, https://doi.org/10.22201/iia.24486221e.2021.77239.
El imparcial: el mejor diario de Oaxaca
2021 “Localizan cuerpos desmembrados en Santo Domingo Petapa”, El Imparcial, “Policíaca”, Oaxaca, 23 de junio, https://imparcialoaxaca.mx/policiaca/542597/localizan-cuerpos-desmembrados-en-santo-domingo-petapa/.
Moreno Fernández, Francisco
1998 Principios de sociología y sociolingüística del lenguaje, Madrid, Editorial Ariel.
Muntzel, Martha
2010 “Lenguas originarias en riesgo: entre el desplazamiento y la vitalidad”, en Rebeca Barriga y Pedro Butragueño (eds.), Historia sociolingüística de México, vol. 2, Ciudad de México, El Colegio de México, pp. 957-996.
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Correos electrónicos: amai_pg@hotmail.com, a.pena@ciesas.edu.mx y amairani.godinez@isia.edu.mx ↑
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Domingano es el gentilicio de Santo Domingo Petapa. ↑
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Moreno Fernández (1998) señala que la seguridad e inseguridad lingüística es uno de los resultados de la consciencia sociolingüística. “[…] se habla de seguridad lingüística cuando lo que el hablante considera como correcto o adecuado coincide con los usos espontáneos del mismo hablante; la inseguridad lingüística surge cuando tal coincidencia disminuye o desaparece” (p. 182). ↑