Recreaciones y reflexiones sobre el Patrimonio Industrial. Los museos de sitio de Pachuca y Real del Monte

Belem Oviedo Gámez
Marco Antonio Hernández Badillo
Archivo Histórico y Museo de Minería, A.C. (AHMMAC)[1]

1. Hacienda de beneficio de Loreto y barrios mineros. Pachuca, Hgo., 2018. Foto: Marco Antonio Hernández Badillo


Documentar y hacer accesible la historia de la minería en el antiguo distrito de Real del Monte y Pachuca, en el estado de Hidalgo, es una tarea compleja; históricamente comprendió lo que hoy son seis municipios,[2] en donde la minería no hegemónica y la gran minería representada por una compañía bicentenaria, convivieron, compitieron, compartieron tecnología y mano de obra. Cuando la gran minería entró en crisis a finales del siglo XIX, fueron las medianas empresas las que sostuvieron la economía regional, pero en un proceso que inició en esa misma época y culminó en la década del 70 del siglo XX, muchas de ellas fueron absorbidas por la más poderosa empresa regional: la Compañía Real del Monte y Pachuca.

La aplicación del sistema de beneficio en la época virreinal reemplazado por el de cianuración a partir de 1906, el uso de energía de sangre, de vapor y electricidad, los movimientos obreros con su antecedente en el tumulto de 1766, en Real del Monte, hasta la creación del sindicato minero en 1934, las políticas de apoyo a los trabajadores como la creación de hospitales y escuelas en los albores del siglo XX, todos hitos en la historia de nuestro país, son solo algunos ejemplos de un tejido en donde cada momento histórico, cada avance tecnológico aplicado, cada lucha social, cada inmigración de nacionales y extranjeros, le dieron un matiz único al antiguo distrito minero de Real del Monte y Pachuca, un matiz complejo pero no imposible de comprender.

Un eje fundamental en la rueda de la historia minera regional, es la Casa de Regla que dio origen a la Compañía Real del Monte y Pachuca (CRDMyP), fundada el 4 de febrero de 1824. Con ella nació una historia empresarial de 200 años, fundamental para el desarrollo de la minería no hegemónica. Cada denuncio, cada nueva instalación para la extracción o beneficio del mineral, cada relación laboral creó, en el día a día y sin proponérselo, un patrimonio industrial —tangible e intangible— único, registrado en el Archivo Histórico de la Compañía Real del Monte y Pachuca (1727-1986), inscrito como Memoria del Mundo de México por la UNESCO en 2022.

Este invaluable acervo documental forma parte de la asociación civil Archivo Histórico y Museo de Minería (AHMMAC), que después de 37 años de trabajo ha creado una red de museos de patrimonio industrial integrada por los museos de las minas de Acosta y La Dificultad, y el museo de Medicina Laboral en el antiguo hospital de la CRDMyP, a los que se sumará el de la mina Dolores, todos en Real del Monte, y el Museo de Minería en Pachuca.

La misión de transmitir la historia de manera creativa, ha permitido reunir obra de diversas disciplinas, como fotografía, escultura, pintura, dibujo y grabado. Hemos recreado iconografía clásica del siglo XIX en gran formato, que si bien se apegan al original, en su ejecución se ha involucrado una fuerte dosis de propuesta plástica contemporánea. Imágenes fotográficas usadas como soporte para esculturas de bronce, a una escala humana del tamaño natural, medianas y pequeñas. Las fotografías muestran la vida cotidiana del trabajador, dentro y fuera de la mina, y las minas en diferentes etapas históricas.

2. Socavón del Museo de Sitio Mina Acosta. Real del Monte, Hgo. 2023. Foto: Marco Antonio Hernández Badillo


También hay maquetas, basadas en una investigación iconográfica y documental, que son verdaderas recreaciones históricas que facilitan comprender los diferentes procesos tecnológicos, y al mismo tiempo el papel de las instalaciones y la peculiaridad de la arquitectura de los complejos mineros.

Este conjunto de elementos, además de enriquecer la lectura de la historia del distrito, contribuye también a reunir los fragmentos de un pasado que habían permanecido desperdigados y ahora han sido reunidos en contextos más definidos, como los museos de sitio que a su vez se han convertido en parte de la identidad de la población, quien revalora el papel de sus ascendientes en la construcción de la historia, y su aportación al crecimiento de esta nación.

Estas expresiones han ido creando una forma didáctica de hablar del patrimonio y su historia, de construir un puente entre el pasado y el presente que enriquece a todo el que lo transita: estudiantes, artistas, investigadores y visitantes.

Sabemos que el carácter interdisciplinario del estudio del patrimonio industrial servirá de enlace entre dos culturas, la científica y la humanística. Por ello hemos contado con el apoyo de profesionales de diversas disciplinas como arqueólogos, geólogos, ingenieros mineros, historiadores, archivistas, fotógrafos, artistas, diseñadores, restauradores, arquitectos, contadores y comunicólogos.

3. Monumento al minero. Real del Monte, Hgo. 2020. Esculturas de Maribel Avilés Junco. Foto: Marco Antonio Hernández Badillo

Los Museos del Patrimonio Industrial Minero[3]

4. Real del Monte y Pachuca, 2010. Foto: Marco Antonio Hernández Badillo


El Museo de Minería en la Ciudad de Pachuca, se encuentra en un edificio de principios del siglo XX, construido para albergar las oficinas de la Compañía Minera de San Rafael y Anexas. Adjunta al mismo se localizaba su hacienda de beneficio “Bartolomé de Medina”, que “trabajaba con el sistema de panes continuos, patente de Boss y el de toneles patente de José M. César, quien fuera director fundador de la Escuela Práctica de Minas en Pachuca. Esta hacienda fue construida por los ingenieros Zozaya y Blázquez en 189”,[4] y entre 1920 y 1936 fue fraccionada y puesta a la venta. Una maqueta de la hacienda puede verse durante el recorrido por el museo.

5. Maqueta de la Hacienda de Beneficio Bartolomé de Medina. Museo de Minería, Pachuca, Hgo., 2023. Foto: Marco Antonio Hernández Badillo


El museo nació como un homenaje a la memoria, historia y vida de un gremio que a través del tiempo ha labrado toda una cultura: el gremio minero del distrito de Real del Monte y Pachuca, y ha sido un medio para el rescate y conservación de herramientas, máquinas y equipos utilizados en la producción de la plata y el oro. Muchos de ellos fueron abandonados en distintas áreas de la CRDMyP, provocando su deterioro. En 1993 se tomó la decisión de hacer un espacio dentro del edificio que alberga al archivo histórico para la colección que se creó con ellos. De esta manera se fundó el primer museo de minería del estado de Hidalgo.

Con el afán de hacer cada día más accesible al público en general, particularmente a los niños y adolescentes, la historia minera de Real del Monte y Pachuca, el museo ha sido remodelado y ampliado en dos ocasiones, en 2003 y 2013. Entre las nuevas salas —a manera de introducción— se creó la dedicada a la geología y la mineralogía, apoyada con una colección de minerales y mapas que ubican las regiones y productos de la minería en el estado de Hidalgo.

El recorrido por la historia minera de la región, inicia conociendo las primeras explotaciones de obsidiana realizadas en la época prehispánica, en la Sierra de las Navajas. Continúa con la minería argentífera durante el virreinato —que tiene como antecedente el primer denuncio minero realizado por Alonso Rodríguez Salgado, en 1552—, período caracterizado por el uso de mano de obra indígena y esclavos, así como por el perfeccionamiento y aplicación del sistema de beneficio por amalgamación o de patio, expuesto de manera didáctica mediante maquetas que ilustran el proceso de la molienda y el beneficio del mineral.

6. Maqueta de la Hacienda de Beneficio de Loreto. Museo de Minería, Pachuca, Hgo., 2023. Foto: Marco Antonio Hernández Badillo


La figura sobresaliente durante este período, el primer Conde de Regla, Pedro Romero de Terreros, concentró las principales minas y haciendas del distrito minero, que fueron vendidas por el tercer Conde de Regla a empresarios ingleses, quienes formaron la Compañía de Aventureros de las Minas de Real del Monte, en 1824. La presencia inglesa en la región provocó cambios importantes —tangibles en el paisaje y costumbres de los pachuqueños y realmontenses— que el museo recoge como muestra de la gran influencia de la Compañía de Aventureros. La inversión inglesa no logró la rentabilidad deseada, lo que provocó trasladar sus derechos de propiedad a empresarios mexicanos encabezados por las familias Escandón y Béistegui, quienes crearon la Sociedad Aviadora de las Minas de Real del Monte y Pachuca.

Éstos vencieron las dificultades económicas y tecnológicas que los ingleses no superaron, volviendo próspero el distrito minero. Entre sus logros puede citarse la utilización de la tecnología de vapor traída por los ingleses, el desagüe de las minas aprovechando la ventaja de la nueva maquinaria y la estrategia de invertir en otras propiedades mediante el sistema de avío, lo que les ayudó a consolidar una gran compañía: la Real del Monte y Pachuca. Estos aspectos se ilustran, ampliamente, en el museo, con imágenes y objetos de la época.

El recorrido histórico por la minería del siglo XX incluye el uso de la electricidad y las concomitantes transformaciones técnicas que sufrió esta industria, así como la llegada de los inversionistas estadounidenses al distrito minero, en 1906. Este momento se aborda en una de las salas del museo con especial énfasis; fue el inicio de profundos cambios en los métodos de exploración, tumbe y acarreo del mineral, así como en su beneficio. El sistema de beneficio por cianuración reemplazó al de beneficio de patio basado, principalmente, en la utilización del azogue.

Estas acciones incrementaron notablemente la productividad de las minas, al grado de colocar, durante algunos años, a este distrito minero como el primer productor de plata en el mundo. Estas transformaciones dieron paso a un nuevo paisaje industrial, caracterizado ahora por horcas metálicas, poleas, canastillas y enormes instalaciones para moler y beneficiar el mineral. Algunos ejemplos notables —herencia de la tecnología de esta época— pueden apreciarse en las instalaciones del museo: una grúa de vapor construida por The Brown Hoisting Machinery Co., en Cleveland, los camiones Mack, y maquinaria y planos que conforman la memoria viva del trabajo en el distrito minero de la United States Smelting Refining and Mining Company (USSR&MCo.).

En 1947 —con la retirada de la compañía estadounidense por la sensible disminución de sus ganancias— la Compañía Real del Monte y Pachuca, la principal en la región, se convirtió en una de las primeras paraestatales mineras del país. Durante este período continuó utilizándose el esquema de explotación y producción, y la infraestructura, heredada de la época estadounidense, con algunas modificaciones: la creación de la planta de regeneración de cianuro y la de tratamiento para el zinc. Al final de esta administración hubo un breve pero importante repunte en el precio de la plata y el oro.

Este período es el mejor ilustrado en el museo, gracias a las extraordinarias imágenes de la colección Azpeitia de la fototeca del AHMMAC de la primera mitad del siglo XX, y las contemporáneas de Marco A. Hernández Badillo.

En el umbral de la crisis minera, la compañía se privatizó en 1990. Con estas últimas administraciones finaliza el recorrido histórico, resaltando los trabajos realizados en la hacienda de beneficio de Loreto, para lo cual se cuenta con una maqueta que permite explicar todo el proceso de transformación de una piedra mineral en plata y oro puros.

7. Cuadrilla de mantenimiento. Mina «La Dificultad», Real del Monte, Hgo., 2010. Foto: Marco Antonio Hernández Badillo


Fotografías y maquetas son testimonios de ese patrimonio, que en la gran mayoría de los casos se ha perdido por la falta de reconocimiento y cuidado de su valor histórico y cultural. Uno de los sitos más emblemáticos en el municipio de Pachuca es la Hacienda de beneficio de San Buenaventura que perteneció a la Negociación de Maravillas y Anexas (NMyA) organizada como una negociación aviadora en 1854, con un capital de $160,000.00.[5]

8. Maqueta de la Hacienda de beneficio de San Buenaventura. Pachuca, Hgo., 2023. Foto: Marco Antonio Hernández Badillo

Museos de sitio: Mina de Acosta, Mina La Dificultad, y Centro Cultural Nicolás Zavala / Museo de Medicina Laboral

AHMMAC también tiene a su cargo tres museos en Real del Monte, en los que visitantes, estudiantes, e investigadores, pueden tener contacto con las vidas y las historias de los mineros de la región a través de los siglos, en sus sitios en donde llevaron a cabo su trabajo y transcurrieron sus vidas: las minas de Acosta y La Dificultad, y el Centro Cultural Nicolás Zavala / Museo de Medicina Laboral.

Este último se encuentra en el antiguo hospital de la CRDMyP, que dejó de funcionar cuando, en 1983, el gremio minero fue incorporado al Instituto Mexicano del Seguro Social. El edificio se habilitó como museo y centro cultural entre 2001 y 2004, respetando la distribución que tenía y manteniendo en la medida de lo posible los muebles, instrumentos y aparatos que se utilizaron en cada espacio a lo largo de su historia. Así, por ejemplo, los visitantes pueden encontrar la botica con ingredientes originales, completamente instalada y equipada en 1907, un equipo de rayos X General Electric de los años 30, o el quirófano equipado con instrumental de los primeros años del siglo XX, por nombrar sólo unos de los elementos más llamativos.

El hospital se fundó con el objetivo de atender los accidentes y los padecimientos de los mineros de la CRDMyP, y esta especialización es una ventana muy particular no sólo hacia la historia de la ciencia médica en los siglos XIX y XX, y las mejoras que trajo a los mineros y a la región en general, sino hacia las vidas de los mineros y las condiciones en las que transcurrían. A esto también contribuye la colección de carteles, elaborados por el Departamento de Seguridad para fomentar el cuidado en los trabajadores, en los que se ilustran diversos tipos de accidentes y cómo evitarlos, y de paso muestran las condiciones de trabajo, las herramientas y hasta las vestimentas de la época.

Los otros dos museos se encuentran en minas, la de Acosta y La Dificultad, ambas con una historia de explotación de varios siglos, aunque cada una con sus particularidades. En ambos sitios se conservan los edificios, las obras, los muebles y la maquinaria que se utilizó para extraer minerales de lo profundo de la roca, y en ambos, también, se utilizan maquetas, fotografías de época, y otros recursos artísticos y didácticos para explicar y complementar la experiencia de los visitantes.

En la mina de Acosta, que funcionó desde 1727 hasta los años setenta del siglo XX, se puede visitar el socavón por donde se sacaba el mineral, y, a través de 450 metros de túnel, llegar al despacho ubicado en el nivel 180 de la minal La Dificultad. En el recorrido, además del material museográfico, se pueden apreciar las vetas mineralizadas y sus características geológicas, y se ha convertido en un lugar de estudio y prácticas para los estudiantes de Geología y de Ingeniería en Minas de la UNAM y la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.

En la Casa del Superintendente, parte del museo, se puede ver la historia del movimiento obrero, desde el tumulto de 1766 hasta la creación del sindicato nacional, organizado por mineros de este distrito, en 1934.

La mina La Dificultad es el conjunto histórico más importante de Real del Monte. En 1889 inició sus labores con una gran máquina de vapor y, aunque abrió sus puertas al público en 2011, la CRDMyP continúa trabajando, en su interior. Es un emblema del cambio de la época del vapor a la de la electricidad, y ha desempeñado un papel central en el distrito minero a lo largo del siglo XX y el XXI. El museo está orientado a mostrar esta importancia, y, por lo tanto, no se dedica solamente a la mina sino a todo el distrito minero de Real del Monte y Pachuca. Se expone ampliamente su historia, su desarrollo tecnológico y social, sus migraciones, sus alzas y sus declives, y, en el Centro de Interpretación, dedicado a la Ruta de la Plata, se busca alentar nuevas alternativas para el estudio, rescate, preservación y difusión del patrimonio y el desarrollo cultural y económico de la población que, a partir del cierre general de las minas en la década del 90 del siglo pasado, se ha visto obligada a migrar a otras partes del país o a los Estados Unidos.

En La Dificultad se encuentra también la Litoteca Andrés Manuel del Río, constituida por las muestras de barrenación que se han extraído a lo largo de los años para conocer la constitución de la roca y decidir si era conveniente o no excavar en tal o cual dirección. Esta valiosísima colección, probablemente la primera en el país en ubicarse en el mismo lugar de trabajo, se ha enriquecido con muestras de diversos centros mineros del país, y se ha convertido en un escaparate de los prodigios del subsuelo mexicano.

9. Casa de máquinas de «La Dificultad». Real del Monte, Hgo., 2012. Foto: Marco Antonio Hernández Badillo

Conclusiones

La investigación histórica, rescate y puesta en valor de los sitios del patrimonio industrial minero, han contribuido de manera directa a recuperar la historia y la identidad de las poblaciones y de sus habitante. Son una labor esencial para que adquieran un lugar en el contexto histórico de nuestro país y el mundo, y valorar su aporte.

La recuperación de inmuebles, archivos, maquinarias, herramientas, tradiciones, y testimonios orales, realizada por AHMMAC, ha fortalecido en la comunidad sus orígenes y su legado histórico y cultural, que incluso dio origen a sus ciudades y su trazo urbano determinado por la ubicación de las minas.

Los museos de sitio Mina de Acosta y Mina La Dificultad son una memoria viva de las actividades mineras y sus aspectos cotidianos. Recobramos los espacios donde los mineros llevaban a cabo su labor, y mediante los objetos, maquinaria, herramientas y equipo, proporcionan una idea fidedigna de cómo se realizaba la explotación de los metales preciosos. A través de sus diferentes salas, el espectador efectúa un viaje histórico que le permite observar la evolución tecnológica de la obtención de la plata y el oro, así como el entorno en el que vivieron los mineros.

La museografía utilizada en los tres museos de sitio, incluido el de Medicina Laboral tiene la ambición de reproducir el ambiente cotidiano en el cual vivió el minero, y busca envolver al visitante en recreaciones lo más apegadas a la realidad de los mineros de antaño. Así, por ejemplo, los diferentes espacios como la botica, la sala de curación, incluso la observación de los minerales en el interior de la mina, están dispuestos para despertar la imaginación de los visitantes En realidad, la virtud de un museo de sitio, su valor documental, radica en estimular en quien lo visita la ilusión de pertenecer —aunque sea momentáneamente— a un tiempo que no es el suyo, a una realidad que no le es propia pero a la que puede transportarse y, en última instancia, identificar sus raíces colectivas.

La apertura de los museos ha dado como resultado una mayor demanda en la consulta de los acervos históricos, entre estudiantes de los diferentes niveles educativos —de primaria a doctorado—, investigadores y descendientes de mineros.

La mayoría de las personas que acuden a los museos son estudiantes a quienes se les ofrece una oportunidad para enriquecer, mediante el aprendizaje significativo y lúdico, los conocimientos de la historia de la minería adquiridos en el aula, así como tomar consciencia de su propia historia y el papel que desean tener en su construcción.

La experiencia acumulada durante estos años, trabajando desde la sociedad civil, sin tener subsidio de ninguna instancia gubernamental; salvo las contadas becas por las que hemos concursado, otorgadas por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes y una por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, nos permite asegurar que con el trabajo constante y el compromiso de todos los que integran pequeños grupos de la sociedad civil, es posible ir tras los sueños hasta hacerlos realidad. En la búsqueda de “un futuro para nuestro pasado” estamos heredando un patrimonio revalorado y puesto al servicio de la sociedad desde la sociedad: un Patrimonio para la Humanidad desde las entrañas de la tierra hidalguense.

Bibliografía

Oviedo Gámez, B. (2023). Los Mancera García de San Vicente: una Familia Empresaria En México, 1822-1920 [tesis de Maestría en Historia]. Facultad de Filosofía y Letras / Instituto de Investigaciones Históricas – UNAM.

Oviedo Gámez, B. y Hernández Badillo, M. A. (2011). La Ruta de la plata. Distrito minero de Real del Monte y Pachuca, Mineral de La Reforma, Mineral de El Chico, Huasca y Omitlán (turismo cultural en sitios de patrimonio minero). AHMMAC.

Oviedo Gámez, B. y Hernández Badillo, M. A. (2019). Trente ans de sauvetage, de préservation et de mise en valeur de la zone minière de Real del Monte et Pachuca (Mexique central). En G. Dorel-Ferré (ed.), La Patrimoine Industriel dans tous ses états. Un hommage à Louis Bergeron (pp. 388-397). Université de Savoie-Mont Blanc.


  1. Belem Oviedo es directora del AHMMAC y Marco Antonio Hernández es subdirector honorario.
    Correo: ahmmac.mexico@gmail.com

  2. Pachuca, Mineral de La Reforma, Mineral del Monte, Mineral de El Chico, Omitlán y Huasca. Si nos remontamos a la época prehispánica, deberemos incluir a Epazoyucan, municipio en el que se encuentran las minas de obsidiana y talleres de lítica más importantes de esa etapa de la historia de México, en la Sierra de las Navajas.

  3. Esta sección está basada en Oviedo Gámez y Hernández Badillo, 2019.

  4. Oviedo Gámez, 2023: 89.

  5. Oviedo Gámez, 2023: 82.