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Las largas e inacabadas luchas por la libre determinación de los pueblos indígenas en México ha sido un tema estudiado por décadas en el país. Sin embargo, pocas veces el desplazamiento forzado que dichas comunidades han sufrido como resultado de estas luchas ha sido el enfoque del análisis académico. Este libro hace justamente eso y narra la historia de una guerra no declarada contra los triquis de la región conocida como la triqui baja en Oaxaca. Su población ha sido víctima de la violencia estructural que se manifiesta en la forma de despojo territorial, racismo, paramilitarismo y desplazamiento forzado, lo que −como nos demuestra Natalia De Marinis en su agudo análisis− ha sido una parte central de la constitución del Estado posrevolucionario en Oaxaca.

Este volumen reúne trabajos recientes para mostrar la aportación del CIESAS como pieza clave en la investigación histórica/socio-científica en México. El lector explorará temas como agua, género, familia, historia, migración, democracia, pueblos indígenas, diversidad lingüística, salud y mortalidad materna en un periodo que va de finales del siglo XVII a las últimas décadas del siglo XX, en diferentes estados de México, Colombia y Estados Unidos.

Coordinadores: María Teresa Fernández, Laura Machuca, Julia Preciado y Salvador Sigüenza

Esta minuciosa investigación reconstruye la historia de dos sociedades de caridad casi invisibles en la historia mexicana: la Sociedad de San Vicente de Paúl y la Asociación de las Señoras de la Caridad de San Vicente de Paúl. Al estudiar estos grupos laicos y sus importantes servicios sociales, Arrom recobra las acciones de miles de voluntarios −en su mayoría mujeres− y cuestiona varios aspectos de la narrativa oficial de la construcción del Estado social y del declive de la Iglesia católica en el siglo XIX. El libro demuestra que no se puede entender el resurgimiento del catolicismo a finales del siglo si no se toma en cuenta la perspectiva de género. Al comparar las organizaciones masculina y femenina, también aporté una crítica original de la teoría de la feminización de la caridad.

Esta obra es el resultado de una investigación antropológica realizada en el área metropolitana de Monterrey, México, que pone en la mesa del debate la vulnerabilidad y precariedad de las trabajadoras del hogar que se dedican a la limpieza y cuidados en hogares donde también residen. Discute la naturalización de las desigualdades de clase, género y etnia que vuelve invisible la presencia masiva en este sector ocupacional de mujeres indígenas, mayormente migrantes, algunas menores de edad.

Desde una perspectiva centrada en el actor, se interesa en los significados construidos desde las experiencias de vida de las trabajadoras, sin perder de vista las diferencias generacionales entre unas y otras. Mientras que las mayores llegaron casi analfabetas a “trabajar en casa”, las más jóvenes fueron escolarizadas en sus pueblos de origen y suelen considerar esta experiencia laboral en la metrópoli regia como una etapa transitoria, incluso una vía para seguir con su preparación académica.

Esta investigación demuestra que a final de cuentas, empleadas y patronas están sometidas a un mismo orden de género que exime a los varones de la realización de las tareas de limpieza y cuidados, pero también de la obligación de afiliarlas al seguro social, pagarles aguinaldo o limitar su jornada laboral a ocho horas diarias.

Hoy en día, mientras que catorce países latinoamericanos ratificaron el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo sobre trabajo decente para los trabajadores domésticos, México aún no asume el compromiso de romper con las desigualdades que vulneran a las trabajadoras del hogar. Esta obra aporta algunas respuestas para entender por qué en México prevalece la resistencia a reconocer que las trabajadoras del hogar deben tener los mismos derechos que los demás trabajadores.

A lo largo y ancho de América Latina las mujeres han estado a la vanguardia en las luchas de los pueblos indígenas y enfrentan la violencia racializada del Estado y en la sociedad, al tiempo que exigen respeto para sus derechos colectivos a la autonomía, dentro del ejercicio de sus formas propias de derecho. A través de sus distintas realidades organizativas, éstas han articulado también críticas importantes a la violencia y discriminación de género en sus comunidades, entre las que destacan los aspectos de la “tradición” o la “cultura” que reflejan ideologías de género negativas para su vida.

Desde distintos abordajes de investigación colaborativa, las autoras de Exigiendo justicia y seguridad analizan estos procesos en México, Bolivia, Colombia, Ecuador y Guatemala. Los casos examinados van desde la lucha de mujeres kichwa en Ecuador para incluir cláusulas específicas en la Constitución que garantizan sus derechos a la igualdad y protecciones dentro de los sistemas jurídicos indígenas, hasta la batalla de mujeres me’phaa en México para exigir justicia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por las violaciones sexuales cometidas por miembros del ejército mexicano en el contexto de la militarización. Este libro es un texto obligado para entender las luchas actuales de las mujeres indígenas en América Latina.

El guamúchil es el árbol de los corrales y vigilante de los caminos. Por alguna razón que desconocemos gusta de la presencia humana, pues acostumbra proliferar donde hay frecuente tránsito de personas. En el área femenil del Centro de Readaptación Social de Atlacholoaya (Cereso) Morelos, el guamúchil es la única área verde que les permite a las internas sentirse cercanas a la naturaleza y olvidarse por momentos del contexto penitenciario que las rodea.

Las mujeres indígenas y campesinas se han apropiado de este espacio donde, según nos explica una de ellas, “el verde del guamúchil, los pájaros que en él anidan y las risas de los niños que nos llegan desde las áreas de juegos, nos hace sentir que no estamos encerradas.”

Bajo la sombra del guamúchil nos habla de la experiencia de mujeres indígenas y mestizas (casi todas de origen rural) presas en el área femenil del Cereso Morelos, en donde alrededor de 200 mujeres han sido aisladas de la sociedad, por un sistema de justicia que ve en el castigo y en el encarcelamiento una solución ante la incapacidad de un modelo social, que con la exclusión y la pobreza ha contribuido a producir la criminalidad.

La segunda edición de Bajo la sombra del guamúchil, integra seis nuevas historias que se escribieron en una segunda etapa del Taller de Historias de Vida bajo mi coordinación de 2013 al 2015.

Estas historias también nos muestran que el encarcelamiento de las mujeres, el desarraigo de su comunidad, el abandono de sus hijos y la desestructuración de la vida familiar, no es la solución para alejar a las comunidades indígenas, pobres y campesinas de las redes del narcotráfico.

Las historias aquí reunidas no son excepcionales, tan solo son ejemplo de las múltiples historias de violencia sexual, racismo, discriminación y violencia de estado que comparten muchas de las 16, 632 mujeres que se encuentran presas en los 604 centros de reclusión existentes en México.

La publicación proporciona un balance de los últimos diez años de la salud, mortalidad materna y las políticas de salud, desde una perspectiva antropológica e interdisciplinaria en los tres estados con mayor mortandad en el país: Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Asimismo, expone los esfuerzos realizados para disminuir la mortalidad materna desde la investigación académica, el activismo de la sociedad civil, la formulación de políticas públicas y su implementación en las instituciones de salud. También visibiliza las limitaciones y tareas pendientes, en la erradicación de la desigualdad en salud de las mujeres mexicanas.