Presentación. Ichan Tecolotl Núm. 367

Alejandra Aguilar Ros
CIESAS Occidente

No dejan de asombrarnos. Ni la diversidad religiosa, ni la secularización en la post-modernización de nuestras sociedades han acabado con ellas. A pesar de que la antropología las ha visitado muchas veces, las peregrinaciones a los santuarios y el efecto que producen, poseen aristas que nos permiten asomarnos al fenómeno religioso de manera privilegiada: desde una mirada global y visual las imágenes de Herzog (Aguilar Fernández) hasta miradas íntimas (Castañeda), la devoción que lleva a caminar a veces cientos de kilómetros a grupos e individuos para ofrecer/se a una divinidad que privilegió su hierofanía en un centro sagrado, por lo menos, conmueve.

Este dossier busca diversos puntos de encuentro con las peregrinaciones y santuarios, un binomio (casi) inseparable. Estos no se pueden comprender sin relatos de largo aliento que nos muestren cómo se van tejiendo tradiciones compartidas, y la relación entre la iglesia institucional y las prácticas devocionales. El diálogo con la historia es por ello importante: si bien las teorías antropológicas nos dan sentido estructural y nos muestran procesos complejos donde se da la reproducción social, también el poder y la resistencia juegan un papel importante en un culto, el diálogo con las y los historiadores nos permite ver los matices que se repiten y las coyunturas contextuales donde las prácticas que vemos hoy fueron instauradas.

Robert Curley nos muestra la organización de tres peregrinaciones al Tepeyac en los principios del siglo XX, desde la Arquidiócesis de Guadalajara, en prevención a la peste bubónica que se acercaba al estado de Jalisco, desde Sinaloa. La organización de ellas nos muestra cambios en la ortodoxia al cambio de siglo, y al contrastarlas con el foco de Sergio Asunción, quien analiza la dimensión civil de las peregrinaciones, podemos ver además de la relación devoción/promoción (Wright-Ríos dixit), el amalgamiento de sentimientos nacionales en ellas, así como el desarrollo de derechos civiles en forma de reivindicaciones sociales.

El desplazamiento de las peregrinaciones hacia los espacios sagrados crea espacios de devoción donde los bienes sagrados y seculares circulan intensamente, como lo muestra Omar López Padilla en el caso del santuario de la Virgen de San Juan de los Lagos y sus reliquias. A su vez, los santuarios sacralizan espacios que en muchas ocasiones están ligados a lugares naturales, como los cerros en el caso que nos relata Francisco Román para Zacatecas. En otros casos, es la persona sacralizada quien hace el lugar sagrado y se convierte en el mismo topos, como es puntualizado en los caso del Niño Fidencio en Espinazo, N.L, y de la Virgen de Zapopan, relatados por Renato Franco y Francisco Velázquez.

Un aspecto poco trabajado, pero que puede ayudarnos a comprenderlas, son los aspectos emocionales de la transmisión de las devociones. Es en este viaje entre la historia y el presente que este dossier quiere enfatizar, la transmisión emocional de ellas nos la puntualiza Castañeda y el acercamiento visual/emocional del fotoreportaje de Eddy Wright-Ríos con fotografías de Michael DuBos y las dos películas dedicadas a las peregrinaciones, una clásica de Herzog y otra un poco más reciente, de Muldowney, que nos relatan Tania Aguilar y Daniel Vázquez.

Este número está dedicado a los peregrinos que buscan, refuerzan o afianzan sentidos de vida en el caminar a los centros sagrados.