Luz María Mohar Betancourt
CIESAS Ciudad de México
La preocupación por el patrimonio de nuestro país ha sido tema de interés de CIESAS desde su fundación. Analizar y estudiar las tradiciones y los textos de los diversos grupos indígenas, así como de grupos concretos como los alemanes o los españoles en nuestro país, fue el objetivo de diversos proyectos de investigación en nuestra institución.
Preservar, conservar y analizar las diversas lenguas indígenas, también ha dado origen a numerosos proyectos y publicaciones en donde no sólo se trata de analizar y estudiar estas leguas, sino preservar aquellas que se encuentran en un alto grado y riesgo de desaparición.
La antropología en el CIESAS no ha descuidado la historia y la etnohistoria, y a lo largo de sus casi cincuenta años el estudio de archivos y de documentos ha sido también una preocupación de sus investigadores y directivos.
Es en ese sentido, que el estudio y análisis de documentación redactada en lenguas indígenas y en español resguardada en archivos y bibliotecas, tanto en México, como en el extranjero, ha dado lugar a la formación de especialistas en ese campo y, así mismo, la preservación de archivos, la traducción de los documentos y su publicación y difusión. En ese marco, un rubro importante ha sido el patrimonio llamado por la UNESCO Memoria del Mundo.
Este programa de la UNESCO está relacionado con el patrimonio documental en cualquiera de sus manifestaciones. Su finalidad es incrementar y despertar la conciencia de la humanidad sobre el valor y la importancia del patrimonio documental y alertar a los gobiernos y público en general sobre su patrimonio. La Memoria del Mundo representa la evolución del pensamiento de los descubrimientos y de los logros de la humanidad, es el legado del pasado a la comunidad del presente y del futuro.
Es preocupación de este programa preservar frente a la destrucción por fenómenos naturales, o por ignorancia o descuido o por falta de conciencia y cuidado, preservar esos materiales generados en ocasiones por siglos de la vida humana. En relación con los códices mesoamericanos, la Memoria anota que
los documentos pictográficos llamados “códices” son las únicas referencias que tenemos como fuentes originales de la cultura prehispánica, de las primeras relaciones entre los pueblos nativos y los conquistadores españoles y son los únicos ejemplos sobrevivientes de un sistema de lectura y escritura peculiar de las culturas de Mesoamérica. (México en la Memoria del Mundo, 2011; 5)
Ya en el número anterior del Ichan (número 364), el patrimonio cultural de México ha sido tema desarrollado por varios colegas en torno a la arqueología, la historia y la biculturalidad en la Mixteca.
En este número, nuestro objetivo es mostrar la riqueza patrimonial anotada en la documentación pictográfica conocida como códices mesoamericanos. Igualmente, hacer notar la importancia de la imagen como un sistema de escritura, por un lado, y, por otro, la habilidad y especialidad de personajes que en el mundo prehispánico lograron un nivel de excelencia en su trabajo, tanto en códices como en el manejo de otra de las artesanías de gran refinamiento como sería la de los amantecas o especialistas en el trabajo de la pluma de aves y su continuidad en el mundo novohispano.
El primer texto de la doctora Luz María Mohar Betancourt, bajo el título de “Riqueza del patrimonio mexicano en imágenes” pretende ser una introducción a la importancia de este patrimonio que bajo el título de códices, constituye un acervo que se encuentra tanto en México, como en diversos repositorios del extranjero.
Interesa señalar, los diferentes tipos de soporte, su singularidad como un sistema de escritura en imágenes, la labor de quienes los manufacturaban, su continuidad posterior a la conquista, así como la habilidad para incorporar temas y utensilios en su elaboración. Señalar finalmente su singularidad y su importancia como parte del patrimonio nacional.
El segundo y tercer texto corresponden a los trabajos de colegas cuyos temas de interés han sido los códices prehispánicos, estos documentos elaborados en los años anteriores a la llegada de los españoles y que son referencia obligada para conocer ese complejo mundo.
Bajo el título de “Patrimonio histórico y biocultural en los códices mayas”, el doctor Manuel Alberto Morales Demián, nos acerca al mundo maya, a la relación de este grupo humano con la naturaleza que los rodeaba. Relata acertadamente la importancia de la elaboración de los códices, su manufactura y el papel de quienes los elaboraban.
Para mostrar la importancia de ciertas especies biológicas cuyo valor patrimonial se arraiga en el pasado, describe la importancia tanto del perro, como de las abejas, su significado sacralizado y sus funciones simbólicas. Señala su presencia en las páginas de documentos, como el Códice Dresden y el Tro Cortesiano y su papel como parte del patrimonio. En el caso del perro, asociado a diversas deidades y su papel relacionado con la fecundidad o la sequía, entre otros. Se detiene en la importancia de la abeja melipona y su permanencia en la actualidad, así como el peligro en el que se encuentra actualmente.
Manuel Hermann bajo el título “Manuscritos, historias y herencias. El legado pictográfico narrativo en los códices mixtecos” proporciona importante información sobre otro conjunto prehispánico.
En una apretada y brillante síntesis, el lector podrá conocer el contenido de ocho códices mixtecos, cuyos temas anotan narraciones religiosas y míticas, historia de linajes, genealogías, biografías de personajes, matrimonios y eventos bélicos sucedidos y anotados desde el siglo XIV hasta principios del siglo XVI. El uso de la piel de animal como soporte muestra la habilidad de estos pintores escritores que usaron con gran maestría el pincel y una gama de colores sorprendente.
El Códice Xolotl obra que identifica a los códices llamados chichimecas, es el objeto del texto titulado “El Códice Xolotl, un documento histórico, cartográfico y genealógico” del doctor Sergio Sánchez Vázquez. De manera detallada, en este texto se describe y analiza cada una de sus láminas, se puede conocer la historia del Acolhuacan y de los personajes asentados en cada una de ellas, las genealogías de los linajes, las guerras y los asentamientos anotados por el tlacuilo, entre otros muchos temas.
Gerardo González Reyes, presenta “Cambios y continuidades culturales en el siglo XVI, vistos a través de la tributación”. En este texto, el autor muestra la importancia de la tributación entregada por los pueblos indios tanto a la Corona como a los encomenderos. Toma como base de su análisis seis códices que se resguardan en la Biblioteca Nacional de Francia. Con base en estos testimonios, hace un recorrido que señala la permanencia de ciertos tributos, así como las modificaciones que se hicieron por las demandas de las autoridades y funcionarios. A detalle se reconstruye la forma, periodicidad, montos exigidos a las comunidades indígenas y las repercusiones en la economía y la vida social y cultural del siglo XVI.
El “Códice Sierra-Texupan: cuentas de comunidad como patrimonio documental de México” lo presenta Cecilia Rossell Gutiérrez. En este documento se habla de cómo para 1550 la nobleza indígena tiene a la cabeza a una cacica, doña Catalina, advocación que se le había otorgado al pueblo de Texupan. En este códice, se mezclan de manera singular textos en caracteres latinos, glifos de la escritura nahua y de la escritura mixteca. Es un libro de cuentas en el que los pintores-escritores anotaron gastos, monedas, así como elementos introducidos tales como quesos, madejas de seda y tradicionales como, maíz, jitomate, chile, etc.
Este texto permite un acercamiento a las tasaciones coloniales, al papel de la Iglesia, de las autoridades y de la economía de la época.
Los catecismos indígenas representan una nueva forma de códice. En éstos se anotaron las oraciones católicas en imágenes, en un afán de los frailes por evangelizar a las poblaciones indígenas. Estos documentos singulares anotan al diablo como la representación del mal cuyas formas son una mezcla de elementos indígenas y europeos. Sara Emilia Alvarado Pacheco titula a su texto “Líbranos del mal: El diablo en los catecismos pictográficos”.
Miguel Angel Recillas González presenta el texto “Una fuente pictográfica inédita de la Teotlalpan. El Códice de San Francisco Acayuca, Techialoyan 734 de la Biblioteca Nacional de Austria. En este texto, el autor aplica la metodología propuesta por Joaquín Galarza y analiza a detalle cada una de las láminas del documento elaborado en papel amate. Propone nuevas lecturas del mismo y lo ubica en el conjunto de códices similares o Techialoyan.
Los códices de Veracruz, elaborados por grupos totonacas, son el material que presenta el doctor Jesús Bonilla Palmeros con el título “Un acercamiento a la cartografía indígena en el estado de Veracruz”.
Diversos temas de gran interés contienen este conjunto de códices, elaborados en la segunda mitad del siglo XVI y siglo XVII, son un claro ejemplo de los mal llamados “mapas”, que contienen, además, hechos históricos como la llegada de Cortés, de frailes evangelizadores, o de autoridades como el virrey don Luis de Velasco, hijo.
Estos documentos algunos de los cuales ya sólo se cuenta con copias, o su resguardo en bibliotecas de los Estados Unidos y Europa, permiten un acercamiento a esta parte del mundo mesoamericano y a las transformaciones en esta parte de la Nueva España.
Una mirada a los códices del Suroeste Poblano” de la doctora Laura Rodríguez Cano, es un relato que lleva al lector a conocer un conjunto de documentos que permanecen en las comunidades de esta región del país. Estos documentos únicos, algunos de ellos en soportes de tradición indígena como papel amate y otros en piel, además de papel europeo son el motivo de su investigación en el campo con la comunidad. Algunos de ellos nunca estudiados ni catalogados son incluidos en el texto, lo que permite conocer esta documentación inédita. Es de señalar, que la autora relata cómo ha logrado involucrar a la comunidad de Tzicatlán en el conocimiento y conciencia histórica de sus documentos y su pasado.
Un chalchihuitl en el conjunto, lo constituye el texto “El arte plumario tarasco: tres estampas que sorprendieron en la época colonial” del doctor Carlos S. Paredes Martínez. El arte plumario cuyo origen se remonta a los llamados amantecas o especialistas en esta labor, constituye una de las actividades que sorprendieron a los peninsulares por su belleza y perfección. Aquí tenemos un acercamiento a esta actividad en la que nuevas imágenes fueron incorporadas por los especialistas tarascos. Obras que descansan en museos y que deben ser orgullo de nuestro patrimonio.