Lina Rosa Berrio Palomo
CIESAS Pacífico Sur
“Movilidades, movimientos y movilizaciones afrodescendientes” es el espíritu que convoca a este número del Ichan, que coloca la mirada sobre América Latina y el Caribe, una región conformada por 42 países con presencia afrodescendiente en prácticamente todos. De hecho, una de cada cuatro personas en la región se considera afrodescendiente, y la movilidad interna de enormes grupos de población aumenta cada día.
El año 2025 inicia con una gran diversidad de procesos en curso, entre ellos la aprobación por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas, de un Segundo Decenio Internacional Afrodescendiente (2025-2034), que arrancó a partir del 1 de enero, dando continuidad al Primer Decenio (2015-2024). Esta Declaración, así como el Foro Permanente de la ONU sobre los afrodescendientes, es producto de un fuerte trabajo de organización local y regional: movilización en defensa de derechos, cabildeo y presión política, propuestas de acción desde los territorios, producción académica y cultural en diversos ámbitos… en suma, una creciente visibilidad y articulación de los movimientos afrodescendientes. Al mismo tiempo que ocurren estos procesos de acción política, enormes contingentes de población son presionadas a moverse fuera de sus territorios o son abiertamente desplazados como producto de la violencia en sus lugares de origen.
Frente a todo lo anterior, este número del Ichan da continuidad al anterior sobre el Decenio Afrodescendiente,[1] y presenta un panorama de algunas expresiones contemporáneas de organización y movilización afrodescendiente en la región, dando cuenta de su diversidad y vitalidad. Al mismo tiempo, aborda las complejas formas de movilidad y diáspora que experimentan hoy las personas afrodescendientes en América Latina y el Caribe, así como las propuestas que, desde el arte y la cultura, construyen procesos de reflexión, divulgación y educación antirracista. Por ello se incluyen trabajos que nos permiten conocer balances regionales, así como aproximarnos a realidades de México, Colombia, Brasil, Cuba, República Dominicana, Haití, Puerto Rico y Chile.
El número abre con un grupo de contribuciones centradas en miradas regionales. Allí se ubican los trabajos de Rosa Campoalegre Septien sobre el Primer Decenio Afrodescendiente, el cual se vincula con el número anterior del Ichan y presenta elementos claves de la agenda pendiente para el segundo Decenio. Igualmente, el de Lina Berrio alrededor de algunas genealogías, procesos organizativos y construcción de espacios de diálogo o redes académicas afrocentradas en la región. En esa misma perspectiva se ubica el trabajo de Mario Suárez que analiza la afrodiáspora y el de Francia Jenny Moreno sobre los aportes epistemológicos de las mujeres afrodescendientes en la producción de pensamiento científico.
El último texto de esta sección, a cargo de Aida Hernández, María Elena Martínez y Lina Berrio, nos remite a otras movilidades y encuentros. En este caso diálogos académicos sur-sur ocurridos en el marco del Congreso Mundial de Antropología, el cual tuvo lugar en Sudáfrica en noviembre pasado, fue un fructífero espacio de intercambio de saberes, no sólo entre antropólogos del sur global sino también con actores y procesos locales.
Los trabajos de un segundo grupo analizan procesos de movilidad, desplazamientos y migraciones al interior de la región, que se muestran en los textos de Mario Suárez sobre movilidad forzada afrolatinoamericana y el de Yafza Reyes y Michel Ange Joseph sobre mujeres haitianas en Chile. Igualmente, la entrevista con Elena Lorac sobre el movimiento Reconoci.do,[2] que surge como respuesta organizada de jóvenes dominicanos cuya nacionalidad les ha sido negada por ser hijos de padre o madre haitianos.
Otro conjunto de textos muestra experiencias organizativas locales por la defensa de derechos. Allí se incluye el trabajo de Lizett López sobre procesos organizativos de mujeres negras de sectores populares en Cartagena, su apuesta por hacerse visibles en los espacios públicos y disputar otra forma de concebir y habitar la ciudad. Los trabajos de Alessandro Grassi y Yolanda Camacho nos llevan a la Costa Chica de México para conocer los procesos organizativos implicados en el Encuentro de Pueblos Negros en el primer caso, y en el movimiento de mujeres afromexicanas en el segundo.
En ese mismo bloque encontramos el artículo de Felicitas López sobre la Cátedra Nelson Mandela en Cuba, una apuesta por discutir públicamente el racismo en Cuba y trabajar hacia una agenda antirracista. Igualmente se incluye un trabajo que desde Mato Grosso, Brasil, discute los efectos de los megaproyectos de desarrollo, como la construcción de una hidroeléctrica, en la vida de pequeños pescadores ribereños, en su desplazamiento territorial, y en el cambio en las dinámicas sociales en la comunidad de Rosário Oeste.
El número también presenta experiencias de proyectos culturales y radiales que responden a apuestas políticas de colectivos como Colectivo Ilé en Puerto Rico, presentado en el texto de Bárbara Abadía-Rexach y Margarita Sánchez de León; así como la colectiva Ña´a Tunda en la Costa Chica de México en el texto de Yolanda Camacho. En ambos casos ese recorrido las lleva a programas radiales como “Negras” que ya va en sus 400 emisiones, y a la creación de la primera radio afromexicana, gestionada por la Colectiva de la Costa. En esta misma línea de producción cultural se ubica el último texto del número, correspondiente a la sección Antropovisuales, donde Yerid López nos presenta la reseña del documental “Igualada”, sobre Francia Márquez, actual vicepresidenta de Colombia.
Las mujeres afrodescendientes están a lo largo de los artículos de manera protagónica. Algunos de ellos como el de Francia Jenny Moreno colocan el foco en sus aportes epistémicos en una valiosa reflexión sobre los feminismos negros, la construcción de pensamiento y las acciones políticas de algunas intelectuales afrodescendientes de América Latina y el Caribe. Otros como el de Yafza Reyes y Michel Ange Joseph muestran los niveles de violencia y crueldad contra mujeres haitianas en Chile, por parte del sistema de salud y de justicia, dando cuenta de las formas contemporáneas del racismo institucional. En esa misma línea están los trabajos de Lizett López, Yolanda Camacho y Yerid López.
En Latinoamérica y el Caribe, nuestra Améfrica Ladina, como la llamó Lélia Gonzalez, hay una gran vitalidad intelectual, organizativa y política que nos interpela. Este número espera, entonces, contribuir desde el CIESAS a la difusión de investigaciones y proyectos en curso en la región, el pensamiento cimarrón, la justicia epistémica y la equidad en todos los sentidos.
Nota: Foto de portada cortesía de Alessandro Grassi.