Xochitl Leyva Solano
CIESAS Sureste[1]
Arrancar esta presentación con las voces de miembros del Movimiento en defensa de la vida y el territorio (Modevite) en Chicomuselo no es un recurso literario, es una forma de con-movernos ante la gravedad en que se encuentran varias regiones de Chiapas; es ir en contra del discurso gubernamental negacionista e incumplidor de su responsabilidad de Estado.
Les compartimos parte de la realidad que estamos viviendo en esta región. Nos encontramos actualmente en estado de sitio por dos grupos criminales que se disputan el territorio en plena complicidad con el ejército, la Guardia Nacional y el presidente municipal.
Hay presencia de gente armada en varios puntos de la cabecera municipal que controlan entradas y salidas al pueblo por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con una revisión exhaustiva y, quienes no son parte de este grupo, son violentados físicamente y amenazados; en el pueblo se vive con incertidumbre y bajo presión, intimidación y amenaza.
Existe una fuerte presión en las comunidades, no pueden salir, el [Cártel de Sinaloa] CDS está hablando con los órganos ejidales para que la gente salga a tapar y resguardar sus comunidades, algunas comunidades están resistiendo también a ser usados por el CDS y están organizándose libremente para cuidar la comunidad, hay insistencia de los líderes de organización a que los ejidos se unan al CDS para hacer frente al CJNG y al ejército.
Como pueblo creyente reprobamos todo acto de violencia, seguimos animando la vida de nuestras comunidades desde nuestras luchas y resistencias por la vía pacífica, desde nuestro ser de iglesia artesana de la paz y la justicia por la dignidad de nuestros pueblos.[2]
Mi apuesta en este número del Ichan Tecolotl va en el sentido que han tenido los comunicados zapatistas que en repetidas ocasiones retoman el Popol Wuj y, a finales del 2023, nos invitan a “ver lejos, pues”.[3] Va en el sentido de tejer una historia de larguísima duración, pero, sobre todo, va en el sentido de los pueblos originarios que senti-piensan, viven y rememoran con base en la espiral del tiempo-espacio. Desde ahí es que les invito a leer este número al que intitulé: “Chiapas a más de mil, 500, 200, 100, 50, 40, 30 años…”, el cual es parte de una reflexión mayor sobre los ciclos de creación/destrucción, los ciclos de vida/muerte que como seres vivos y como humanos hemos experimentado, así como el debate de la idea occidental y ancestral de la naturaleza humana. Para avanzar unos pasitos en esa dirección, en la sección Puntos de Encuentro, de la mano de los textos de mis invitadas(os), he buscado dar cuatro vueltas al hilo del tiempo-espacio, nombradas acá como “partes”.
La Primera Parte arranca con uno de los varios poemas de la educadora popular, escritora, antropóloga, traductora y actriz maya tsotsil Ruperta Bautista Vázquez quien en su libro Xojobal Jalob te’ / Telar Luminario nos habla de cómo la humanidad lucha por sobrevivir en medio de la violencia y la desesperanza. La obra se inspira en el libro sagrado del Popol Wuj, en su propia vida y la de los pueblos a los que pertenece. Su obra es una herramienta de vida, lucha y trabajo. Ello lo tejo con los fragmentos del libro que con jóvenes y jóvenas, agentes de pastoral, maestros y maestras, así como líderes y lideresas mayas de Guatemala, trabaja, en pleno siglo XXI, el antropólogo y jesuita Ricardo Falla (2013), nutriendo así una tradición que la inteligencia maya guatemalteca ha cimentado al preguntarse ¿qué nos dice el libro sagrado del Popol Wuj para nuestras vidas y realidades actuales?
En seguida viene la poética zapatista en voz de la Comandanta Ramona, seguida del texto del comunitario y epigrafista maya tseltal Melquiades Martínez Nájera (Mech’) quien, como Ruperta y Ramona, puentea tiempos precolombinos con tiempos comunitarios y modernos. Martínez lo hace parado desde un sitio sagrado llamado hoy Toniná, localizado en el valle de Ocosingo, Chiapas, parte del México antiguo, de la gran Mesoamérica.
Desde lo visual, la portada también evoca esa espiral del tiempo-espacio. Nos remite, por un lado, a los tiempos del reinado del gobernante de Toniná, Zots Choj Muan y, por el otro, nos deposita en el Caracol “Resistencia y Rebeldía: un nuevo horizonte”, en el poblado Dolores Hidalgo, donde se dio la participación de las jóvenas y jóvenes zapatistas en los festejos del 30 aniversario del “inicio de la guerra contra el olvido”, como le llaman los zapatistas a ese 1 de enero de 1994. Ambos hechos han sucedido en un territorio común pero separados aproximadamente por más de mil años y por sociedades y sentidos de la guerra muy diferentes.
Evocar a Zots Choj Muan es traer a la mesa los tiempos en que “la guerra se convierte en una forma de vida en Toniná”, cuando el “jaguar de la guerra está desatado por completo” (Yadeun, 1993: 49).
Cuando Toniná se convierte en la necrópolis real del viejo Imperio maya, el Zots Choj está frente del templo más alto de toda la secuencia de templos del México antiguo [portando] un traje nocturno que lo representa como dueño de todas las muertes (…) Su atuendo tiene 40 representaciones de seres descarnados que incluyen al jaguar del inframundo y a las deidades de cada nivel, incluidas las del cielo nocturno (…) su cetro tiene dos escudos de guerra en los extremos, de donde emergen dos deidades de tipo fantástico, descarnadas y con la mandíbula articulada. (Yadeun, 1993: 52)
Y como afirma el arqueólogo Juan Yadeun —responsable del sitio desde 1982—, “es indudable que en Toniná se tenía conciencia del paso histórico por el dominio alternado de cuatro civilizaciones, de cuatro eras (…) la olmeca, la teotihuacana, la maya y la tolteca” (Yadeun, 1993: 73).
Con la conquista y la colonización española nos llegó el capitalismo y se dio el entronque de patriarcados a la par que se importaron otras formas de concebir y practicar la guerra. En los libros de texto de primaria de manera muy sencilla se explica —con base en estudios de especialistas— que mientras los conquistadores españoles buscaban convertir, dominar e, incluso, exterminar al enemigo, los mesoamericanos —reconociendo claro sus diferencias internas— hacían combates incluso pactados para lograr cautivos, tierras, tributos, prestigio, poder, con el fin de seguir reproduciendo el ciclo divino de la vida/muerte dentro del mundo mágico-religioso en que vivían.
El dolor y la herida de la conquista todavía sangran hoy de muy diversas formas. Para explorarlo, en la Segunda Parte, Pablo Uc aborda los regímenes de ocupación, despojo, e imposición que llevaron a rebeliones indígenas en los siglos XVIII y XIX y, en el XX, a la organización campesina y los movimientos por la paz con justicia y dignidad. Por su parte, Ana María Parrilla detiene su mirada en lo que este 14 de septiembre de 2024 cumple 200 años: la federación de Chiapas a México. Parrilla explora el siglo XVIII y destaca tres características que definieron el futuro de lo que hoy llamamos Chiapas.[4] La insurgencia de aquel momento permitió, nos dice, que “los indios (sic)” se manifestaran inconformes tanto con las cargas fiscales como con el desarrollo del constitucionalismo. Y de este último nos habla Elisa Cruz al presentar el desarrollo de un poco más de 100 años de lucha por los derechos agrarios y por el agua en la comunidad maya tseltal de Aguacatenango, cuya ancestralidad es anterior a la conquista. Comunidad que hoy se encuentra entre la tensión hídrica y el asedio del crimen organizado.
La Tercera Parte contiene dos textos que abordan acontecimientos semilla que se desarrollaron simultáneamente en la segunda mitad del siglo XX. El primero tuvo que ver con los efectos en Chiapas del vigésimo primer concilio ecuménico de la Iglesia católica, el Concilio Vaticano II, al que el entonces obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Jtatik Samuel Ruiz, asistió. En su texto, el dominico Pablo Iribarren desde su experiencia reflexiona qué significó y cómo vivieron lo que emergió como la encarnación del evangelio libertario y la opción preferencial por los pobres. Tanto Iribarren como Gerardo González destacan el papel fundacional de lo que más tarde sería el germen de las organizaciones campesinas independientes de Chiapas: el Congreso Indígena celebrado en 1974, hace 50 años.
El segundo hecho fundacional lo trata en su texto González, al reconstruir la genealogía de las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) que este 2024 cumplen 55 años de haberse fundado en medio de la guerra fría y la guerra sucia y como parte de los movimientos guerrilleros mexicanos. Así como el Ejército Insurgente Mexicano fue la génesis de las FLN, ellas fueron la del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), fundado en 1983. A 41 años de ese hecho, Araceli Burguete y Axel Köhler, desde perspectivas diferentes pero complementarias, abordan algunos legados del zapatismo vistos desde sus mujeres y sus jóvenes y jóvenas.
Burguete muestra cómo gracias al tejido gestado por la organización política zapatista, el efecto local de los diálogos de paz, pero, sobre todo, gracias a las mujeres zapatistas con grado, hoy existe, distintivamente, en el municipio de San Andrés Larrainzar, un grupo de jóvenas indígenas que ocupan cargos de síndicas y regidoras. Ellas hacen carne los derechos políticos reclamados en la Ley Revolucionaria de Mujeres emitida hace 31 años. Por su parte, Köhler, tomando una arista de la autonomía zapatista —la producción audiovisual de los Tercios Compas—, nos muestra su sentido contrahegemónico frente al individualismo, la propiedad privada y la mercantilización de la comunicación dominante. En concreto analiza la producción de cortos que las propias mujeres zapatistas realizaron para difundir, para adentro y para afuera, su mensaje: “mujeres y hombres tenemos el mismo valor y derecho”.
La Cuarta Parte se compone de contribuciones que revisan las últimas tres décadas del devenir chiapaneco enfocándose tanto en las violencias estructurales como en las políticas. Daniel Villafuerte hace un análisis con estadísticas en mano y desmenuza la cruda y dolorosa realidad socioeconómica del estado, y lo abigarrado de un tiempo-espacio en el que, nos dice, coexisten los efectos de la globalización neoliberal y de la pobreza, en muchos casos extrema. María del Carmen García reflexiona sobre Chiapas en el marco de la frontera sur y uno de los efectos de la globalización neoliberal: la violencia contenida en los nuevos procesos de migración en tránsito y de movilidad humana. García nos muestra por qué y cómo ambos son tratados como un asunto de seguridad con su concomitante ingrediente militar. Por su parte, Carlos de Jesús Gómez estudia lo que ha pasado en Chiapas en los tiempos del gobierno de la 4T (2018-2024), en particular, el avance de la violencia política electoral criminal, así como las varias formas que ha tomado la violencia contra los que se movilizan, denuncian y protestan. Todo ello, nos dice, ha debilitado la credibilidad de las instituciones y ha dificultado la consolidación de un sistema político justo y transparente.
En la sección Antropovisuales les compartimos más material a explorar sobre el legado glocal del movimiento zapatista en estos tiempos de transiciones civilizatorias, policrisis y ¿crisis de alternativas? Como dice la colega Dolores González, entrevistada por Laura Carlsen en el programa Hecho en América (Rompeviento TV, 2024), dirigiéndose al Estado y a los diferentes niveles de gobierno: urge no sólo distensión y contención, sino intervenciones multiagenciales con una estrategia multidimensional. Además, agrega, en Chiapas se requiere una presencia multiactor así como hacer conciencia no sólo de la gravedad sino de la complejidad. Esperamos que este número del Ichan Tecolotl abone en esa dirección.
Bibliografía
Bautista Vázquez, R. (2013). Xojobal Jalob te’ / Telar Luminario. Pluralia Ediciones / Conaculta.
Comandanta Ramona y Mayor Ana María (1994, 7 de marzo). “Las demandas son las mismas de siempre: justicia, tierras, trabajo, educación e igualdad para las mujeres”. Enlace Zapatista. https://enlacezapatista.ezln.org.mx/1994/03/07/comandanta-ramona-y-mayor-ana-maria-las-demandas-son-las-mismas-de-siempre-justicia-tierras-trabajo-educacion-e-igualdad-para-las-mujeres/
Falla, R. (2013). El Popol Wuj: una interpretación para el día de hoy. Avancso.
Rompeviento TV (2024, 7 de agosto). Chiapas: violencia, desplazamiento y la migración forzada a Guatemala – Hecho en América [Video]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=FG1_e9iSGmc&list=PLwmZxTO8J4pORCWZvMSzBy9aDWyK8Wpj5&index=7
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (CDHFBC) (2023). Chiapas, un desastre. Entre la violencia criminal y la complicidad del Estado. Editorial Fray Bartolomé de Las Casas. (consulta: 30/10/2023). https://frayba.org.mx/informe-frayba-chiapas-un-desastre
Sahlins, M. (2011). La ilusión occidental de la naturaleza humana. FCE.
Yadeun, J. (1993). Toniná. El Equilibrista / Turner Libros.
- Correo electrónico: xls1994@gmail.com ↑
- Fragmentos del comunicado leído en el X Aniversario del Modevite, 24 de noviembre de 2023, https://modevite.wordpress.com/documentos-comunicados/. ↑
- Palabras del Sub Moy en el comunicado “Tercera Parte: Dení”, 2 de noviembre de 2023, https://enlacezapatista.ezln.org.mx/2023/11/02/tercera-parte-deni/. ↑
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Historiadores e historiadoras dan cuenta del origen del nombre “Chiapas” y de cómo se creó por los conquistadores: Chiapa de (los) Indios y Chiapa de los Españoles, juntas recibieron el nombre de Provincia de Chiapa. La provincia colonial no correspondió con lo que hoy es el territorio de Chiapas: el Soconusco estaba excluido y se incorporó a México hasta 1842. ↑
Nota: Créditos de las imágenes de la Portada. Foto Zots Choj: FB México a través de una lente. Foto Sitio Toniná: https://visitchiapas.com/v1/Zona-arqueologica-de-tonina. Foto C-O-M-U-N: https://frayba.org.mx/30-anios-guerra-vs-olvido. Foto Retorno: FB Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Agradecemos el apoyo para el diseño de la portada del Ing. José Luis Morales Vázquez.