Andrea Paula González Cornejo
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM | andreagonzalez@filos.unam.mx
Imagen tomada de la página de Facebook de Inmimex Integrarte a la Cdmx
La Ciudad de México es la única ciudad en el país que cuenta con una Ley de Interculturalidad, atención a migrantes y movilidad humana y una constitución local que reconoce que la migración no sólo no es un delito, sino es un derecho. Estos instrumentos jurídicos tendrían que ayudar a fortalecer una política pública que tenga no sólo una mirada intercultural, sino que genere estrategias que fomenten la hospitalidad, la no discriminación y un enfoque transversal de derechos humanos.
Más allá de eso incluso, como proyecto, es una iniciativa pionera porque no existe en el país una propuesta que se sustente en leyes, programas y proyectos concretos para reconocer a la población internacional producto de la migración que transita y se integra a la vida de la ciudad (Chelius et al., 2019: 15).
En este sentido, el presente artículo se centrará en analizar si la existencia de estos instrumentos jurídicos locales (sumados a los más altos estándares internacionales en materia de derechos humanos firmados y ratificados por México y la política federal que reconoce la importancia de respetar los derechos de las personas migrantes y sujetas de protección internacional), repercuten en un ejercicio efectivo de derechos de las personas en contexto de movilidad humana que llegan y se establecen en la capital del país, específicamente, en el derecho a la información. Asimismo, retoma algunos aspectos que fueron abordados durante un proyecto de investigación interdisciplinaria realizado entre 2020 y 2021 que dio cuenta de los obstáculos que tienen las personas migrantes refugiadas y solicitantes de refugio en su llegada a la Ciudad de México.[1]
Hospitalidad, regularización migratoria y derecho a la información.
La principal problemática a la que se enfrentan las personas migrantes en la Ciudad de México se relaciona con la falta de información acerca de sus derechos, por ejemplo, los trámites que deben llevar a cabo para acceder a diversos servicios, el primero y más importante, la documentación migratoria.
En el trabajo de campo realizado por el proyecto INMIMEX se realizó trabajo de campo, entrevistando a personas migrantes, servidoras públicas y defensoras de derechos humanos y se reveló que un problema constante se relaciona con la falta de información para que las personas recién llegadas que no han tenido un acercamiento con Organizaciones de la Sociedad Civil conozcan claramente la ruta que deben seguir para obtener una regularización migratoria en el país.
A pesar de que, con el tiempo, conocen de la existencia de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y del Instituto Nacional de Migración (INM) no tiene claro cuáles son los requisitos para acceder a sus derechos como personas que desean obtener un documento migratorio y suponen que es indispensable contar con acompañamiento jurídico privado (que normalmente es costoso) para poder resolver un problema de falta de documentación.
Además, los trámites resultan muy lentos y confusos, lo cual lleva a que las personas opten por no regularizarse o abandonar los procesos, lo cual, con el tiempo, repercute en otras esferas de su vida en la Ciudad de México, sobre todo en lo relacionado con obtener trabajos que sean menos inestables o que, por lo menos, que impliquen un mínimo de derechos laborales. Salir de la precariedad es complicado si no se cuenta con redes sociales y familiares o con apoyo de las organizaciones que puedan orientarlos en un primer trámite tan fundamental como es la regularización migratoria que, aunque se opera desde el ámbito federal, tiene repercusiones en el ámbito local en donde las personas viven y se desenvuelven.
Otro problema relacionado con la información y la regularización migratoria es que, a pesar de que las personas se encuentren regularizadas, no todas las instancias gubernamentales o privadas reconocen sus documentos como válidos para vivir y trabajar en la ciudad, por lo tanto, su acceso a derechos se ve limitado. En el caso de las personas que cuentan con residencias permanentes, la situación es aún más complicada pues casi en ningún caso se reconoce como un documento que permite que las personas en contexto de movilidad
puedan trabajar en empleos formales. A esta situación se suma que no sólo las y los empleadores (como entes privados) desconocen la documentación migratoria, sino que muchas veces las personas servidoras públicas tampoco los reconocen y eso complica mucho el acceso a otro tipo de derechos y servicios.
Viviendo en una ciudad hospitalaria sin poder acceder a derechos
La falta de información impacta no sólo en la posibilidad de regularizar el estatus migratorio, sino en todos los aspectos de la vida de las personas que se establecen en la Ciudad de México y en su acceso a derechos básicos como la salud, la educación, la vivienda o la justicia.
Las personas no cuentan con información suficiente para lograr acceder a servicios públicos de salud, no saben que es su derecho acudir a cualquier servicio público en caso de una emergencia, aunque no cuenten con seguro social, o que tienen derecho a la salud universal. Por lo tanto, resuelven sus problemas por medio de servicios privados que, en algunos casos no son muy costosos (como los consultorios médicos de las farmacias), pero que en otros implican deudas fuertes en caso de requerir hospitalización. Además, las personas que laboran en las instituciones de salud siguen negando el acceso a personas migrantes arguyendo que no cuentan con documentos mexicanos o no están dadas de alta en algún tipo de programa social que les garantice el acceso a este derecho.
En el caso del acceso a la justicia sucede lo mismo. Si las personas son víctimas de un delito difícilmente se acercarán a una oficina del Ministerio Público, pues temen ser detenidas y deportadas a pesar de que para realizar una denuncia la documentación migratoria no es un requerimiento. De nueva cuenta, si no cuentan con una red de apoyo de personas que lleven más tiempo en la ciudad o de las organizaciones que trabajan en la defensa y promoción de los derechos humanos de las personas migrantes, no accederán a la justicia.
En el caso del trabajo, se convierte en una constante la idea de que el trabajo precario es lo único a lo que se puede acceder por ser una persona extranjera. Difícilmente las personas en contexto de movilidad humana reclaman sus derechos o denuncian situaciones de explotación a abuso en los centros de trabajo pues no saben que, aunque sean extranjeras o no cuenten con documentos migratorios tienen derechos laborales, además, no pueden darse el lujo de perder su fuente de ingresos. El contexto en el que viven y la información con la que cuentan no propicia que se sientan verdaderos sujetos de derechos.
Somos una ciudad huésped, hospitalaria, santuario y de derechos. “La Ciudad de México se enriquece con el tránsito, destino y retorno de la migración nacional e internacional” y “es un espacio abierto a las personas internamente desplazadas y a las personas extranjeras a quienes el Estado Mexicano les ha reconocido su condición de refugiado u otorgado asilo político o la protección complementaria” pero lo somos en el papel.
Mientras no se establezca una real política pública de integración, en donde la información fluya de manera adecuada, es decir, sea pública, clara y accesible, las personas migrantes no sabrán que son sujetas de un discurso público de avanzada pero no sujetas de derechos.
Bibliografía
Calderón Chelius, Leticia; Andrea González Cornejo, Andrea Rebeca González, Rebeca e Itzel Eguiliz (2019), La ciudad Intercultural. Panorama General sobre el proyecto de hospitalidad en la Ciudad de México, México, Conacyt-Instituto Mora.
Asamblea Constituyente de la Ciudad de México (s.f.), Constitución Política de la Ciudad de México, México.
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) (2011), Ley de Interculturalidad, Atención a Migrantes y Movilidad Humana, México.
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Para mayor información sobre el proyecto: “Integración, derechos humanos y acceso a recursos urbanos de personas migrantes extranjeras en la Ciudad de México: contexto actual, necesidades y retos (INMIMEX):” se puede consultar el siguiente enlace: https://cedua.colmex.mx/es/proyecto/integracion-derechos-humanos-y-acceso-a-recursos-urbanos-de-personas-migrantes-extranjeras-en-la-ciudad-de-mexico-contexto-actual-necesidades-y-retos-inmime ↑