Manuscritos, historias y herencias. El legado pictórico-narrativo en los códices mixtecos

Manuel A. Hermann Lejarazu[1]
CIESAS Ciudad de México

En Mesoamérica, el periodo conocido como Posclásico (siglos X al XVI d. de C.) se caracteriza por la preponderancia de entidades políticas que surgieron tras el abandono de las grandes urbes que habían existido en siglos anteriores. No obstante, las nuevas entidades van a mantener el dinamismo comercial, cultural y político que tuvieron sus antecesores, aunque los espacios territoriales que escogieron para asentarse fueron de menor magnitud.

Estos asentamientos originados en el Posclásico (llamados por la literatura histórica y antropológica como “ciudades-estado” o “señoríos”) llegaron a establecer dinámicas que mantuvieron cierto equilibrio de poder entre los grupos de élite que encabezaban una región. Las alianzas matrimoniales, los intercambios comerciales o los eventos religiosos ejercieron, sin duda, condiciones favorables para la negociación ante los conflictos que indudablemente se presentaron a lo largo de aquella etapa.

Como herencia del periodo Posclásico han sobrevivido una serie de manifestaciones pictóricas que se plasmaron en los más diversos soportes, pero los que más destacan por su carácter perdurable y resistente son los códices. Es bastante probable que en diversas áreas del México antiguo hubieran existido códices; esto se infiere por la presencia de no pocos manuscritos de manufactura colonial que proceden de regiones que hoy comprenden los estados de Hidalgo, Guerrero o Veracruz. Pero las pictografías elaboradas en la época prehispánica y que hasta la fecha han subsistido, en realidad, son muy pocas. No obstante, de la porción mixteca del estado de Oaxaca han llegado hasta nosotros cinco códices que fueron escritos entre los siglos XIV y principios del XVI d. C. y un sexto que, si bien ya fue pintado a mediados del siglo XVI, conserva todavía un estilo prehispánico apegado completamente a la tradición indígena antigua (figura 1).

Figura 1. Códice Nuttall, Lado 2, lámina 3, hace referencia a un evento de carácter mítico denominado “La guerra contra los hombres de piedra”. Fuente: Hermann, 2008


Los códices mixtecos a que hago referencia son: Códice Nuttall, Códice Colombino, Becker I, Vindobonensis, Bodley y Selden. En su conjunto, estos documentos son el único corpus de carácter histórico-genealógico (además de los registros mayas en piedra o estuco) que fueron elaborados antes de la conquista española, por lo que constituyen un registro excepcional sobre la historia, religión, costumbres y formas de organización social y política narrada por los propios pueblos mixtecos. En estos manuscritos podemos encontrar desde mitos de origen hasta relatos detallados sobre la vida de personajes importantes que marcaron toda una época durante el desarrollo político y social en la Mixteca. En efecto, la vida del gobernante, así como su descendencia y los lazos matrimoniales que estableció, conforman uno de los temas más recurrentes en las pictografías prehispánicas de esta región (figura 2).

Figura 2. Códice Nuttall, Lado 1, Lámina 78. El Señor 8 Venado, Garra de Jaguar, enciende el fuego junto con 4 Jaguar, después de entregar ofrendas al dios del Sol. Fuente: Hermann, 2006.


En los vocabularios impresos por los dominicos a finales del siglo XVI existen diferentes términos para referirse a las historias escritas en imágenes. De acuerdo con fray Francisco de Alvarado, los mixtecos denominaron a sus propios manuscritos con los nombres de Tonindeye, “historias de linajes” (Alvarado, 1962: 134r); o bien con el término tacu, palabra que Alvarado (1962: 138r, 102r y 168r) registra propiamente como “libro”, “escritura” o “pintura”; y también encontramos ñee ñuhu, que es posible traducir como “pieles sagradas” (Alvarado, 1962: 138r). De acuerdo con estos vocablos, entonces, podemos percatarnos de que las historias de los antiguos señores narradas en los códices eran consideradas como “relatos sagrados”. Es decir, narraciones que explicaban el origen divino de los gobernantes, así como las actividades rituales en las que participaban estos personajes en las fundaciones de los pueblos y comunidades.

Según los códices, los gobernantes mixtecos se consideraban hijos o descendientes de los dioses debido a que, durante tiempos primordiales, éstos habían intervenido directamente para propiciar su nacimiento. De manera que se efectuaban alianzas matrimoniales únicamente entre las propias élites para conservar la pureza del linaje divino. Esta naturaleza sagrada del yya (nombre mixteco que significa rey o señor) lo investía de facultades especiales para poder gobernar, por lo que era el único individuo que podía detentar los símbolos de poder y servir como un enlace directo con las deidades.

Las alianzas matrimoniales y los lazos genealógicos son, quizá, una de las principales características políticas y sociales de la Mixteca. Rasgos que indudablemente se encuentran plasmados en los códices, por lo que es posible ver en ellos instrumentos de legitimación en los que debían registrarse, cuidadosamente, los nombres de los padres, hijos y demás descendientes de los gobernantes, así como los lugares y nombres de los padres y abuelos de las mujeres que llegaban a casarse con el señor de un linaje determinado. De esta manera, los códices cumplían también con una función social al integrar los datos de las élites más destacadas de una región y mantener el registro de las familias a las que pertenecían los gobernantes (figura 3).

Figura 3. Códice Vindobonensis, lámina 48. El dios 9 Viento (tachi en mixteco) baja del cielo cargando objetos religiosos y símbolos de poder para fundar pueblos y señoríos. Fuente: Hermann, 2022.


Es interesante señalar, que algunos de los pintores-escribas o tay huisi tacu (término mixteco que equivale al tlacuilo en náhuatl) se preocuparon también por dejar constancia de los lugares o, quizá, comunidades de donde procedían las mujeres u hombres que se iban a emparentar con algún linaje importante. Esto puede significar en términos de reciprocidad el grado o nivel de compromiso que se establecía entre las élites al regular los intercambios o, incluso, regular otro tipo de alianzas que fueran favorecedoras para ambas partes, como por ejemplo en la guerra o en la distribución del tributo.

Ocho testimonios pictográficos

En diversos catálogos, libros o estudios compilatorios acerca de los códices mesoamericanos, se asevera que el conjunto de documentos mixtecos elaborados en la época prehispánica está integrado por los cinco o seis manuscritos que hemos señalado arriba. Sin embargo, un estudio detallado revela que en realidad los códices mixtecos se conforman por un grupo más heterogéneo. Es decir, en vez de referirnos solamente a seis documentos propongo hablar de ocho testimonios histórico-pictográficos. La razón de esto se explica por la composición y forma que tienen los códices mixtecos.

Cada uno de los manuscritos mencionados está pintado sobre largas piezas de piel de venado que fueron unidas entre sí para conformar una tira plegable similar a un biombo, cuyas longitudes llegan a ser diversas. Por ejemplo, el Códice Nuttall tiene una extensión total de 11.41 metros; el Vindobonensis alcanza una longitud de 13.50 mts., mientras que el Códice Bodley sólo tiene 6.44 metros de largo. Estos tres códices fueron pintados por ambos lados, por lo que se componen de un lado anverso y otro reverso que no necesariamente constituyen una unidad. El ejemplo más claro es el Códice Nuttall, que tiene escrito en cada lado historias distintas que no se relacionan entre sí, no son continuación una de la otra y fueron elaboradas por artistas-escribanos diferentes en diversas épocas.

El Códice Vindobonensis es otro ejemplo, su sección anverso es una narración religiosa y mítica sobre los orígenes del mundo mixteco. Se trata de un relato primordial que engloba el origen de los dioses, el inicio del tiempo, la fundación de lugares y sitios sagrados, el origen de la lluvia, del sol, de los hombres mismos y de las ceremonias que forman el calendario. En cambio, la parte del reverso contiene una relación sucinta y apresurada de la genealogía de Tilantongo desde su fundación por los ancestros divinos hasta los señores que gobernaban alrededor del siglo XIV (figura 4).

Figura 4. Códice Vindobonensis, lámina 37. Se muestra el nacimiento de los primeros hombres y mujeres de un árbol sagrado. Ellos colaboran en el ordenamiento del mundo. Fuente: Hermann, 2022.


Por otra parte, existen manuscritos que actualmente se encuentran pintados por un único lado pero que muestran indicios de haber sido utilizados por ambos. Tal es el caso del Códice Selden, que hoy en día conserva en sus páginas la historia del linaje de Jaltepec, pero en algún momento existieron textos pictóricos en su sección reversa de los cuales únicamente se observan algunos detalles, por lo que este documento puede considerarse un palimpsesto.

El Códice ColombinoBecker también está pintado por un solo lado, y aunque en la actualidad lo conocemos como dos manuscritos distintos, antiguamente era un mismo documento dividido posteriormente en diversas partes o fragmentos durante la etapa colonial temprana.

De esta manera, me parece que los códices nos muestran un panorama aún más amplio de lo que se había imaginado, pues es posible analizarlos de manera separada y cuidadosa para después abordarlos de manera global, aunque teniendo siempre en cuenta el punto de vista particular de cada uno de los documentos. Por lo tanto, los códices mixtecos narran la historia genealógica de uno o varios señoríos desde la perspectiva del linaje que los mandó elaborar, pero, esto, en lugar de desconcertar o confundir, pienso que enriquece la narrativa histórica con diversas tradiciones que no necesariamente tienen que coincidir.

Así que hemos agrupado a los ocho documentos históricos u ocho testimonios-pictográficos de la siguiente forma:

  1. Códice Colombino-Becker. Conforma una historia biográfica más o menos completa sobre uno de los gobernantes más importantes de toda la Mixteca: 8 Venado, Garra de Jaguar (1063-1115), señor de Tilantongo, Teozacoalco y Tututepec (entre otros muchos pueblos). El códice también contiene una breve biografía de 4-Viento, Yahui, (1092-1164), señor de un lugar llamado Cerro de Pedernales o Mogote del Cacique (Caso y Smith, 1966; Hermann, 2011 y 2017). (figura 5)

Figura 5. Códice Colombino, lámina 16. En la franja central se observa el sacrificio de 8 Venado a manos de un personaje posiblemente aliado con el Señor 4 Viento, Yahui. Fuente: Hermann, 2011.


  1. Códice Nuttall Lado 1 o Nuttall reverso. Biografía de 8 Venado realizada quizá en el señorío de Tilantongo, pues este lugar es representado de manera preponderante. La tradición histórica registrada en el Nuttall Lado 1 pone mayor énfasis en las conquistas, reuniones políticas y actos de obediencia y reconocimiento a 8 Venado que el Códice Colombino-Becker (Anders, Jansen y Pérez Jiménez, 1992; Hermann, 2006).
  2. Códice Nuttall Lado 2 o Códice Nuttall anverso. Narración mítico-histórica sobre el origen y fundación de Tilantongo en la Mixteca Alta. Los antecedentes genealógicos de este señorío se establecen con el antiguo asentamiento de Monte Negro, ubicado cerca del actual Tilantongo. Posteriormente, hay un traslado del linaje a Teozacoalco con la llegada de los hijos de 8 Venado a este lugar. El Nuttall Lado 2 pudo haber sido realizado en Teozacoalco alrededor del siglo XV d. C. (Anders, Jansen y Pérez Jiménez, 1992; Hermann, 2008).
  3. Códice Vindobonensis anverso. Relato acerca de los orígenes sagrados de la Mixteca y su ordenamiento cósmico por los dioses creadores. De particular importancia se menciona el papel desempeñado por el dios 9 Viento, Tachi (Viento), en la fundación de los primeros señoríos. No se sabe la época de su elaboración, pero su origen debe vincularse con Tilantongo ya que guarda similitudes estilísticas e iconográficas con el Códice Nuttall Lado 1, además de representarse este topónimo de manera importante (Furst, 1977; Jansen, 1982; Hermann, 2022).
  4. Códice Vindobonensis reverso. Relación sucinta sobre la genealogía de Tilantongo desde el siglo X hasta el XIV elaborada de una manera apresurada e inconclusa. Se desconoce la época de su elaboración, pero fue realizada después del anverso. (Hermann, 2022).
  5. Códice Bodley anverso. Registro completo sobre la historia y genealogía de Tilantongo desde el siglo X al XVI. De particular importancia se narra la vida de 5 Lagarto, Lluvia-Sol, y de 8 Venado, Garra de Jaguar, quienes tuvieron un papel destacado en la historia temprana de Tilantongo. El Códice Bodley es considerado el documento más completo y detallado sobre la historia política y genealógica de la Mixteca Alta. El documento debió haberse terminado hacia 1519 o 1521 y muestra un estilo que perduró en diferentes regiones de la Mixteca hasta principios del siglo XVII (Caso, 1960; Jansen y Pérez Jiménez, 2005). (figura 6)

Figura 6. Códice Bodley, lámina 7. Matrimonios del Señor 5 Lagarto, padre de 8 Venado, y nacimiento de este personaje en la última franja del códice. Fuente: Caso, 1960.


  1. Códice Bodley reverso. Relato sobre los orígenes míticos de los señores de Apoala, Lugar del Temascal y Lugar de Bulto de Xipe (Ñuu Yoco) hasta la biografía de 4 Viento, señor de Lugar de Pedernales o Mogote del Cacique. El códice reconstruye parte de las genealogías de Tlaxiaco y Achiutla y las enlaza con las de Tilantongo. El Bodley reverso pertenece a una tradición anterior a la del anverso y probablemente fue elaborado antes que ésta (Caso, 1960; Jansen y Pérez Jiménez, 2005).
  2. Códice Selden. Historia y genealogía de todas las dinastías de Jaltepec desde el siglo X al XVI pintada sobre un solo lado (aunque hay vestigios que muestran que el reverso también estuvo pintado alguna vez y cuyos análisis recientes han descubierto un antiguo códice cubierto por el estuco). El códice fue terminado hacia 1556, pero se considera de origen prehispánico debido a que no recibió ninguna influencia española para su elaboración (Caso, 1964; Jansen y Pérez Jiménez, 2013; Snijders et al, 2016). (figura 7)

Figura 7. Códice Selden. Lámina 12. Guerras y conquistas de los señores 9 Lagartija y 9 Casa, gobernantes de Jaltepec y de Tilantongo-Teozacoalco. Fuente: Caso, 1964.


La herencia de los códices

Este conjunto de documentos ha sido reconocido como uno de los pocos ejemplos, a nivel mundial, en donde confluye un sistema de escritura, una tradición narrativa con profundas raíces históricas y una base o soporte material perdurable y de fácil traslado, muy similar a un libro moderno. Por ello, los códices mixtecos, y otros manuscritos mesoamericanos, son considerados patrimonio documental de la humanidad, pues solamente en algunas regiones del mundo se originaron sistemas de representación escrita que pudieran perdurar a lo largo del tiempo y que hayan surgido sin ningún tipo de influencia o difusión externa.

Aún hay muchos elementos de los códices que deben seguirse investigando pues, de manera reciente, el avance de la tecnología ha podido realizar estudios de los materiales, pigmentos y manufacturas de los códices con base en técnicas no invasivas, que permiten ahora acrecentar la información de estos extraordinarios documentos. Seguirán, después, los estudios comparativos que permitan analizar los resultados de laboratorio, con los contenidos mismos de los códices.


Bibliografía

Anders, Ferdinand, Maarten Jansen y Gabina Aurora Pérez (1992),. Crónica Mixteca: el rey 8-Venado Garra de Jaguar y la dinastía de Teozacoalco-Zaachila. Libro explicativo del llamado Códice Zouche-Nuttall, México, España, Austria, Sociedad Estatal Quinto Centenario-Akademische Druck-und Verlagsanstalt-Fondo de Cultura Económica, (Códices Mexicanos, II).

Caso, Alfonso, Interpretación del Códice Bodley 2858 (1960),, México, Sociedad Mexicana de Antropología.

_____________ (1964), Interpretación del Códice Selden 3135 (A. 2), México, Sociedad Mexicana de Antropología.

_____________ y Mary Elizabeth Smith (1966), Interpretación del Códice Colombino y las glosas del Códice Colombino, México, Sociedad Mexicana de Antropología.

De Alvarado, fray Francisco, Vocabulario en lengua mixteca, reproducción facsimilar con un estudio de Wigberto Jiménez Moreno, México, INAH-INI, 1962.

Furst, Jill Leslie (1978), Codex Vindobonensis Mexicanus I: a commentary, Nueva York, Institute for Mesoamerican Studies, State University of New York at Albany,.

Hermann Lejarazu, Manuel A. (1978), Códice Nuttall. Lado 1: la vida de 8 Venado, estudio introductorio e interpretación de láminas, Arqueología Mexicana, edición especial 23, .

________________ (2008), Códice Nuttall. Lado 2: La historia de Tilantongo y Teozacoalco, estudio introductorio e interpretación de láminas, Arqueología Mexicana, edición especial 29.

________________ (2011), Códice Colombino. Una nueva historia de un antiguo gobernante, México, INAH.

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Jansen, Maarten (1982), Huisi Tacu: Estudio interpretativo de un libro mixteco antiguo: Codex Vindobonensis Mexicanus I, Amsterdam – Países Bajos, Centro de Estudios y Documentación Latinoamericanos, 2 vols.

Jansen, Marteen y Gabina Aurora Pérez Jiménez (2005), Codex Bodley. A Painted Chronicle from the Mixtec Highland, Mexico, Oxford, Bodleian Library, University of Oxford.

_____________ (2013), Literatura e ideología de Ñuu Dzaui. El Códice Añute y su contexto histórico-cultural, Oaxaca, México, Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca,.

Snijders, Ludo, Tim Zaman y David Howell (2016), “Using Hyperspectral Imaging to Reveal a Hidden Precolonial Mesoamerican Codex”, en Journal of Archaeological Science: Reports, núm. 9, pp. 143-149.

  1. hermann@ciesas.edu.mx