Sarai Piña Alcántara[1]
Doctorante CIESAS Ciudad de México
Diana Andrade[2]
Fotógrafa mazateca, integrante del colectivo Nanguí Art
El mundo que queremos es uno donde quepan muchos mundos.
La patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas,
que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos.
Subcomandante insurgente Marcos
El presente trabajo visual tiene como objetivo visibilizar espacios donde la lengua mazateca en la Sierra Mazateca de Oaxaca, tiene diversos usos, tanto cotidianos como políticos, espirituales y de resistencia. Las fotografías fueron tomadas en la Mazateca Alta y Baja, en específico en la comunidad de Agua de Lluvia, perteneciente a Huautla de Jiménez, así como en San José Tenango, municipio de la sierra mazateca baja. A lo largo de esta exposición de imágenes, tanto mi compañera mazateca como yo planteamos diversos escenarios donde la lengua es de vital importancia para aprehender el mundo en diferentes dimensiones, siendo el territorio un eje conductor. Las fotografías presentadas fueron tomadas por mi colaboradora, la fotógrafa mazateca Diana Andrade, miembro del colectivo visual Nanguí Art[3] y colaboradora de la Escuelita Comunitaria Agua de Lluvia en Huautla de Jiménez[4]. Otras imágenes fueron tomadas durante el primer cuatrimestre de mi trabajo de campo doctoral, cuyo objetivo es entender las relaciones y movilizaciones sociales para la defensa del territorio entre mazatecos y seres no humanos (montañas, ríos y cuevas) y las relaciones con los extrahumanos (Chikones y cha’laa), seres que custodian espacios sagrados que sostienen la vida.
La Sierra Mazateca se ubica en el norte del Estado de Oaxaca, colindando con los estados de Puebla y Veracruz. La región mazateca es heterogénea y diversa, algunos estudios antropológicos la dividen en subregiones: mazateca alta, media y baja, cada una con características distintas tanto ambientales, como sociales, culturales, económicas y políticas. Allí se habla la lengua mazateca, que pertenece al grupo popolocano de la familia lingüística oto-mangue. La lengua mazateca tiene 16 variantes diferentes y se habla sobre todo en el estado de Oaxaca, aunque existe una variante en el estado de Puebla. De acuerdo al INEGI existen 230,124 hablantes del mazateco.[5] A lo largo de varios años de investigación y en constante diálogo con colaboradores mazatecos, encontramos que la lengua ha resistido a los embates de la globalización, y a las imposiciones por parte del Estado de una monolengua, el español. De acuerdo a lo señalado por Yásnaya Aguilar Gil, durante su participación en la Cámara de Diputados en el marco de la celebración del año internacional de las lenguas indígenas (2019), en 200 años, la población hablante de lenguas indígenas se ha reducido de un 65% a un 6,5%, según el INEGI, pasando de ser una mayoría a una minoría en el país. En ese sentido, Aguilar señala a México de haber participado, a través de sus políticas públicas, en la desaparición de las lenguas originarias: “Nuestras lenguas no mueren, las matan. El Estado mexicano las ha borrado con el pensamiento único, la cultura única, el Estado único”.[6]
Si bien es cierto que las últimas generaciones, sobre todo de jóvenes mazatecos migrantes, no hablan el mazateco a causa del racismo en territorios urbanos, es evidente que existen ejercicios de resistencia en diferentes espacios, desde el más íntimo, como en los hogares mazatecos, hasta los públicos como la escuela o la iglesia, y en espacios político-espirituales (rituales y ceremonias) en las que se tejen alianzas entre mazatecos y demás seres con los que comparten territorio,en particular con los Chikones, quienes cuidan y salvaguardan espacios que sostienen la vida, como las montañas (jñá jchá), las cuevas (ngijao), los sótanos (nitjan) y los ríos (xongá).
A continuación abordamos algunos espacios en los que el uso de la lengua es de vital importancia para habitar el territorio.
Escuelita comunitaria y Chá Xoó
La Escuelita Comunitaria Agua de Lluvia es un lugar que se ubica en la comunidad de Agua de Lluvia, en Huautla de Jiménez. La Escuelita es un proyecto que deviene de un largo proceso de organización por parte del Movimiento de Articulación de los Pueblos Olvidados de la Cañada (MAPOC), movimiento que es adherente y delegado del Congreso Nacional Indígena (CNI). En el último año, la Escuelita Comunitaria Agua de Lluvia, ha sido ideada para colaborar con las infancias en sus procesos de educación formal, pero también como un espacio en donde otras pedagogías tienen cabida. El uso de la lengua mazateca ha sido central y es parte importante en la interacción en este espacio, donde se fomenta su uso desde la comunicación cotidiana hasta los cantos en festividades o la creación de cuentos mazatecos. En el espacio de la Escuelita existen manifestaciones espirituales, tanto de festividades mazatecas, como de fiestas religiosas católicas en donde se incluyen elementos de la espiritualidad mazateca como el copal, la limpia con hierbas, y los rezos y oraciones en mazateco. A continuación se muestran algunas imágenes de dichas apropiaciones del espacio, en donde la lengua mazateca es central para sentipensar el territorio.
Los Chá Xoó es una de las fiestas más importantes para la región mazateca, y se celebra del 27 de octubre al 2 de noviembre. Los Cha-Xoó son los ombligudos porque se considera que vienen del centro de la tierra. Otra variante en mazateco es Cha’jmá (gente de negro). A los ombligudos también se les denomina Huehuentones. En ella hombres, niños y mujeres (recientemente) se disfrazan de abuelos, de animales de la región y de Najchá Sali (madre fuego) cuidadora del mundo de los muertos. Durante el baile y cantos en mazateco sus cuerpos son encarnados por los fieles difuntos. A través de la música, el baile y el canto en mazateco, los muertos representados por los Chá Xoó hablan de cómo es el inframundo, de sus afectos, sus preocupaciones y sus gustos en vida. En estas fotografías se muestra el primer encuentro de Huehuentones en la Escuelita Comunitaria de Agua de Lluvia, al que asistieron dos comparsas de Chá Xoó (Chi xoo’ó niguixo y Chaxoó Yakoan) y en el que las infancias que asisten a la Escuelita, cantaron y bailaron en mazateco, tras varias semanas de ensayo. En este espacio la lengua y la tradición fueron claves para seguir tejiendo comunidad.
Espacios político-espirituales
Otros espacios donde el uso de la lengua mazateca tiene importancia son las celebraciones de prácticas político-espirituales, en donde los mazatecos tejen alianzas no sólo entre ellos como humanos, sino también con demás seres no humanos que integran su territorio, como las montañas, los ríos y cuevas, así como con los seres extrahumanos que cuidan a estos espacios, como los chikones y los cha’laa. Las prácticas político-espirituales se desarrollan en espacios como el altar de los chjota chjines (sabios y sabias), intermediarios para la comunicación con estos seres.
Otros espacios donde se dan estas manifestaciones son las iglesias y demás espacios apropiados para celebrar rezos y oraciones a santos católicos. La lengua mazateca es la más utilizada para este tipo de prácticas y es primordial no sólo para dirigirse a los santos católicos, sino también para entablar comunicación con los chikones. Las imágenes que se muestran son de los chjota chjines (Félix y Gabriel) practicando su método de diagnóstico de enfermedad a sus pacientes. Otras imágenes dan cuenta de que la lengua es importante durante la eucaristía católica, durante la celebración de la Mayordomía de San Juan Diego en la iglesia de la comunidad de Agua de Lluvia.
Resistencias
El uso de la lengua está también en manifestaciones políticas que interpelan a ciertas prácticas que han sido lastimosas para el tejido comunitario. En este caso para la exigencia de excarcelación de los presos políticos en Eloxochitlán de Flores Magón, comunidad de la Mazateca Alta. Las exigencias de libertad han tenido diversos escenarios de entre ellos las manifestaciones culturales y políticas, como el llamado realizado por los colectivos Atlachinolli, Colores en Resistencia y Sueña Dignidad, quienes realizaron la Jornada Muralista “Una flor en libertad”, convocada por el colectivo Mujeres Mazatecas por la libertad. Estos colectivos realizaron durante el año 2022 murales para exigir la libertad de los siete presos políticos mazatecos (Francisco Durán Ortiz, Jaime Betanzos Fuentes, Herminio Monfil Avendaño, Fernando Gavito Martínez, Alfredo Bolaños Pacheco, Omar Hugo Morales Álvarez e Isaías Gallardo Álvarez), así como el alto a la persecución del antropólogo mazateco Miguel Peralta (ex preso político).[7] Estos murales fueron pintados en Eloxochitlán de Flores Magón, en Huautla de Jiménez y en Teotitlán de Flores. En varios de ellos se utilizó la lengua mazateca para dejar en claro la exigencia de excarcelación, rememorando frases de Ricardo Flores Magón, nacido en aquel pueblo el 16 de septiembre de 1873. Las frases en mazateco dejan en clara la injusticia que ha perseguido a estos mazatecos por más de 7 años.[8] Las imágenes que se muestran son de algunos murales ubicados en la comunidad de Eloxochitlán de Flores Magón.
1- Correo s.pina@ciesas.edu.mx /FB. Sarai Piña ↑
2- FB. Diana Andrade / Instagram: Nanguí Art
Ambas autoras son colaboradoras de la Escuelita Comunitaria Agua de Lluvia. ↑
3- Enlace de contacto: https://www.instagram.com/nangui_art/ ↑
4- Enlace de contacto: https://www.facebook.com/escuelitaaguadelluvia ↑
5- Lengua mazateca. Sistema de Información Cultural México. (20 de febrero 2020) Disponible en: https://sic.cultura.gob.mx/ficha.php?table=inali_li&table_id=49 Consultado el 10 de Consultado el 21 de diciembre de2022. ↑
6- Barragán, Almudena: “Yásnaya Aguilar: Las lenguas indígenas no se mueren, las mata el Estado mexicano”. (4 de marzo de 2019) Disponible en: https://verne.elpais.com/verne/2019/03/02/mexico/1551557234_502317.html Consultado el 20 de diciembre de 2022. ↑
7- Más información sobre el caso en: https://www.jornada.com.mx/notas/2022/09/03/politica/presos-politicos-de-eloxochitlan-20220903/ ↑
8- Es importante destacar que el 20 de diciembre del 2022 fue liberado Isaías Gallardo, uno de los 7 presos políticos de Eloxochitlán. ↑