Miguel Lisbona Guillén[1]
Universidad Nacional Autónoma de México
Uno de los históricos restaurantes que ofrece la comida regional china en Tapachula (Chiapas). Foto: Miguel Lisbona Guillén.
México ha sido un país receptor de inmigrantes desde su independencia hasta la actualidad. De manera individual o grupal, distintos colectivos extranjeros se han asentado en su territorio motivados por múltiples causas, aunque las económicas y políticas las encabezan. Uno de los procesos migratorios más referidos y estudiados en las últimas décadas es el de los chinos llegados a partir del siglo XIX con distinta intensidad en el número y género de los migrantes: varones en un principio y familias en fechas más cercanas. Dilatada temporalidad que ha propiciado diversas circunstancias mediadas por las condiciones políticas y legislativas del país, así como por la disparidad regional existente en los territorios donde se asentaron históricamente o en los que radican los nuevos migrantes chinos arribados durante el presente siglo.
Las investigaciones sobre esta presencia china en México tienen como objeto de análisis territorialidades que van desde el ámbito nacional a lo local y regional, y lo mismo ocurre con la temporalidad, que se ha ocupado de su papel histórico hasta la actualidad, aunque los años comprendidos en la Revolución mexicana (1910-1940) concentran los trabajos para destacar la difícil, e incluso violenta, inserción laboral y social de los inmigrantes chinos. Una realidad resaltada, en especial, en los estados del norte de México, aunque la existencia de esta migración histórica no se limitara a tales regiones del país, como se puede ver en los estados del sureste mexicano.
En mi caso personal, investigar la presencia china en Chiapas no se planteó de manera original, sino que se relacionó con el estudio de los años revolucionarios para conocer cómo se vivió la articulación del discurso sobre la creación de un nuevo ciudadano mexicano, desde la perspectiva biológica y moral, en suelo chiapaneco. Un objetivo donde la aparición de extranjeros en México podía convertirse en un elemento contaminante para el vislumbrado ser mestizo del mexicano, que, además, debía procurar el abandono de los considerados malos hábitos físicos y morales, sobre todo entre las poblaciones indígenas que debían integrarse a la nación (esta meta fue impulsada a través de la extensión de la educación, las campañas higiénicas y antialcohólicas o la racionalización de lo religioso, por solo citar algunos ejemplos). Desde esa lógica, la existencia de personas extranjeras, como ocurrió en otros países del entorno continental, se trató como un elemento contaminante que causaría la degeneración racial de los futuros mexicanos, según el vocabulario de la época. Así, el acercamiento a esos años a través de la documentación histórica facilitó encontrar información sobre el papel que jugaron los chinos, sobre todo en la región costera de Chiapas, conocida como el Soconusco, durante el periodo revolucionario. Información diversa y dispersa en archivos estatales y municipales, aunque estos últimos tienen muchas carencias o han desaparecido físicamente. Con esos datos y gracias a recorridos etnográficos previos, se emprendieron tres tareas: la búsqueda de información bibliográfica, la ampliación de información documental y el trabajo de campo, con énfasis en las entrevistas con descendientes de chinos en la capital del Soconusco y en los municipios donde todavía la impronta china es visible. Cabe mencionar que los estudios efectuados previamente en Chiapas sobre la inmigración china se reducían a pocas tesis de grado y a trabajos divulgativos escritos para la prensa local.
Como ya mencioné, la huella de esta inmigración histórica, que se produjo especialmente en las primeras décadas del siglo XX, es visible hasta hoy en día en buena parte de las localidades costeras de Chiapas, sin embargo, ello no significa que otros no la tengan. Solo hay que pensar en la capital estatal o en otros municipios como Motozintla, Jiquipilas, Cintalapa o Villaflores. Dicho ello, lo que resulta innegable es que la presencia china es más visible en Tapachula y en otros municipios costeros, donde lo chino se ha convertido, incluso, en un referente identitario de la región, con énfasis en aspectos culturales como los gastronómicos y los articulados a través de distintas agrupaciones dancísticas para bailar los leones y el dragón (Lisbona, 2015).
De esta manera, en la actualidad los descendientes de esta inmigración histórica, como sus antepasados, son conscientes de su origen y han intentado construir o reconstruir asociaciones que los imaginen como colectivo y miembros de una comunidad transnacional. Unos descendientes de chinos plenamente integrados en la sociedad chiapaneca pero que ratifican tal hecho a través de su filiación histórica a una comunidad convertida en referente identitario regional. No se entrará en los complejos y diversos aspectos identitarios que plantea la descendencia china, pero resulta evidente hasta el presente que hacerse visibles como colectivo facilita su reconocimiento y la ilusión de un colectivo cohesionado por su origen. Esto les ha otorgado un papel relevante en la definición cultural de la región, aunque ello no impida que se manifiestan reacciones individuales de corte xenófobo, sin llegar, por supuesto, a las que existieron durante el periodo revolucionario cuando se crearon asociaciones y movimientos antichinos en Chiapas, como sucedió en el resto del país. Es decir, de perseguidos en una época han pasado a ser un referente identitario de una región, la costa chiapaneca, caracterizada por ser una tierra de colonización poblacional desde que prácticamente desaparecieron sus habitantes originales tras la conquista hispana. De ahí que la presencia de otras migraciones históricas haya sido una constante y siga mostrándose hasta hoy en día con la existencia de descendientes alemanes, españoles, franceses, japoneses o estadounidenses, por mencionar solo algunos.
El resultado de la investigación realizada en Chiapas sobre la presencia histórica, y prolongada hasta el presente, de los chinos y sus descendientes tuvo como producto principal el libro Allí donde lleguen las olas del mar…Pasado y presente de los chinos en Chiapas (Lisbona, 2014a). Sin embargo, el tránsito por tal realidad histórica y presente lo he realizado desde antes, y también después, de la publicación del mencionado libro. Se han recorrido temáticas como la integración económica y social, a través de los trabajos realizados desde el arribo de los inmigrantes, o la reproducción generacional y los vínculos políticos (Lisbona, 2013a y 2013b). No hay que olvidar que muchos de los chinos llegados a Chiapas conformaron familias con cierta rapidez, además de conformarse como una minoría con significación en el mercado local o en la política a través de organizaciones propias.
De la misma manera, otro referente para hablar de los chinos en territorio nacional ha sido la manifestación de expresiones xenófobas, especialmente en el periodo revolucionario (2013c), mismas que pueden extenderse, en la actualidad, en México y otros lugares del planeta, gracias a los estereotipos expuestos a través de memes (Lisbona y Rodríguez, 2018).
Igualmente, uno de los elementos más destacado y ensalzados sobre la presencia china en la costa chiapaneca es la generalización de la comida china como referente identitario regional (Lisbona 2014b y 2020). Una realidad que, como cualquier hecho sociocultural, no resulta estática en su definición o en el papel que juega para las identificaciones. En tal sentido, el arribo de nuevos inmigrantes chinos durante el presente siglo ha convertido a la comida china en un elemento para el debate patrimonial (Lisbona y Rincón, 2022). Nuevos inmigrantes que aportan elementos para replantear aspectos tan relevantes como la filiación nacional o las definiciones de lo chino en territorios con histórica presencia de migrantes de dicho origen (Lisbona y Rincón, 2023).
En los últimos años, la preocupación por las migraciones históricas a Chiapas ha aumentado gracias, especialmente, a tesis de distinto grado. A pesar de ello, todavía restan muchos aspectos históricos y antropológicos que merecen la atención. En tal sentido, es posible explorar archivos nacionales que aporten más referencias sobre la llegada de inmigrantes chinos a la región, como pueden ser el Archivo de la Secretaría de la Defensa Nacional, el Fideicomiso Archivos Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca, o distintos fondos existentes en el Archivo General de la Nación.
También es posible extender las investigaciones sobre el impacto de la inmigración china en municipios que no se corresponden a la región costera chiapaneca. Y lo mismo puede decirse respecto a periodos históricos de los cuales se cuenta con muy poca información. Ese es el caso, por ejemplo, de las décadas del siglo XX posteriores al periodo revolucionario. Es decir, existe un camino recorrido para conocer el impacto de la migración china en territorio chiapaneco, sin embargo ello no impide reconocer que las posibilidades para realizar o ampliar los estudios llevados a cabo son una realidad viable desde distintas disciplinas sociales.
Antigua casa que albergó la representación del Kuomintang o Partido Nacionalista Chino en Tapachula (Chiapas). Foto: Miguel Lisbona Guillén.
Bibliografía
Lisbona Guillén, Miguel
2013a “Obras, festejos y besamanos en la integración de los chinos en Chiapas. Del proceder histórico a la definición étnica presente”, Tzintzun. Revista de Estudios Históricos, núm. 58, pp. 129-154.
Lisbona Guillén, Miguel
2013b “Vivir para trabajar: la inserción laboral de los inmigrantes chinos en Chiapas, siglo XIX y XX”, Studium, núm. 19, pp. 113-140.
Lisbona Guillén, Miguel
2013c “La «Liga Mexicana Anti-China de Tapachula» y la xenofobia posrevolucionaria en Chiapas”, Liminar, vol. XI, núm. 2, pp. 183-191.
Lisbona Guillén, Miguel
2014a Allí donde lleguen las olas del mar…Pasado y presente de los chinos en Chiapas, San Cristóbal de Las Casas, UNAM/CONACULTA.
Lisbona Guillén, Miguel
2014b “Trascender los orígenes: comida china e identidad en la costa de Chiapas, México”, en F. Xavier Medina (ed.), Alimentación y migraciones en Iberoamérica, Barcelona, Universitat Oberta de Catalunya, pp. 35-52.
Lisbona Guillén, Miguel
2015 “Danzas como tradición y como disputa: la ilusión comunitaria china en el Soconusco chiapaneco”, Península, vol. X, núm. 1, pp. 9-28.
Lisbona Guillén, Miguel
2020 “La comida china en Tapachula, Chiapas. Una expresión cultural exótica convertida en tradición”, en Ivonne Campos Rico y Ricardo Martínez Esquivel (coords.), Los chinos de ultramar: sabor, cultura alimentaria y prácticas culinarias, Ciudad de México, Palabras de Clío (El Pacífico, un mar de Historia, vol. 6), pp. 149-175.
Lisbona Guillén Miguel y Enrique Rodríguez Balam
2018 “Estereotipos sobre los chinos en México: de la imagen caricaturesca al meme en internet”, Revista Pueblos y fronteras digital, vol. 13, pp. 1-29.
Lisbona Guillén, Miguel y Ulises Rincón Zárate
2022 “Discordar a través de la comida. Descendientes de chinos y nuevos inmigrantes en Tapachula, Chiapas”, Revista Internacional de Estudios Asiáticos, vol. 1, núm. 1, pp. 2-29.
Lisbona Guillén, Miguel y Ulises Rincón Zárate
2023 “Imaginación comunitaria china: asociacionismo y nuevos inmigrantes en Tapachula, Chiapas”, Nueva Antropología, núm. 96, pp. 79-102.