La hidroeléctrica del río Manso y la resistencia
de los pescadores artesanales afrodescendientes en Rosário Oeste, Mato Grosso

Ivoneides Maria Batista do Amaral[1]
Benedito Dielcio Moreira
[2]
Universidade Federal de Mato Grosso

Pescadores en el río Cuiabá vía Wikimedia Commons.

Este artículo analiza el impacto de la construcción de la Usina Hidroeléctrica del Manso en la comunidad de pescadores artesanales de Rosário Oeste, en el estado de Mato Grosso, Brasil. La investigación evidencia cómo la expansión de los megaproyectos, impulsados por el capitalismo, excluye a grupos históricamente vulnerables, especialmente a los afrodescendientes que dependen de la pesca artesanal para su subsistencia. El estudio destaca la resistencia de la Colonia de Pescadores Z13, que recurre a la participación social y ambiental como estrategia para enfrentar los desafíos planteados por la construcción de la planta y la creciente degradación ambiental del río Cuiabá.

Introducción

El presente estudio se inserta en el debate sobre los impactos socioambientales de los megaproyectos. Caracterizados por su complejidad y escala, estos emprendimientos de gran envergadura requieren una elevada inversión de capital, e impactan la vida de muchas personas y el medio ambiente. En esta perspectiva, nos centramos en la construcción de la usina hidroeléctrica de Manso. Símbolo del avance del capitalismo, generó profundas transformaciones en el paisaje local, afectando directamente a los pescadores artesanales, en su mayoría pertenecientes a la población afrodescendiente. Estas comunidades, históricamente marginadas, articulan la participación social y ambiental como una forma de resistencia.

Los megaproyectos contribuyen a los cambios sociales y ambientales que ocurren actualmente con mayor intensidad, aumentando la degradación de los ecosistemas y afectando los recursos disponibles y necesarios para la supervivencia de las comunidades, especialmente aquellas que tienen una relación directa con la naturaleza y sus recursos. Destacamos a la Colonia de Pescadores Z13 como ejemplo, ya que los problemas ocasionados a estos grupos son evidentes.

Para Gaiger (2021), los patrones forman parte de la dinámica capitalista, que recupera antiguas formas de explotación de la fuerza de trabajo, cuyo carácter clasista de acumulación afecta principalmente a los grupos sociales más desfavorecidos, que sufren un impacto social diferenciado debido a las políticas neoliberales que profundizan las desigualdades y los conflictos. Mazzeo (2017) destaca las luchas que emergen de los sufrimientos sociales. En este contexto, los pescadores artesanales de la Colonia Z13, residentes en la ciudad de Rosário Oeste, enfrentan la limitación de los espacios, de la pesca y de su forma de subsistencia.

La historia de Rosário Oeste y la tradición de la pesca artesanal

Rosário Oeste, conocida como una ciudad de paso hacia el norte del estado, lucha por preservar sus espacios históricos, culturales e identitarios. Ubicada a 120 kilómetros de Cuiabá, la capital de Mato Grosso, el municipio surgió en relación con el río Cuiabá durante la colonización portuguesa. Su historia es rica y compleja, marcada por la explotación de piedras preciosas, los ciclos del oro y del caucho, la presencia ancestral de los indígenas Bakairi y de los esclavizados y sus descendientes.

La ciudad fue fundada alrededor de 1750, cuando la pesca artesanal y las actividades agrícolas ya eran prácticas ancestrales de los pueblos indígenas, posteriormente adoptadas por los habitantes locales. Con el declive de la minería y la ausencia de políticas públicas de apoyo, la población afrodescendiente que permaneció en la región enfrentó la pobreza y la dependencia de la pesca como medio de subsistencia. En el contexto actual, marcado por el avance del neoliberalismo, esta práctica se ha vuelto cada vez más difícil, reflejando un estado de “agonía cultural”.

El concepto de agonía cultural se refiere al debilitamiento, fragmentación o incluso desaparición de los valores, prácticas y expresiones culturales de una sociedad. Este fenómeno, común en contextos de globalización, modernización o imposición de sistemas culturales dominantes, es una realidad palpable en Rosário Oeste. La preocupación por la preservación cultural es un tema cotidiano entre pescadores, profesores y estudiantes de las escuelas locales.

La tradición de la pesca artesanal, transmitida de generación en generación, representa un importante elemento de identidad y pertenencia para los habitantes, tanto hombres como mujeres. A pesar de las dificultades, los ribereños expresan con orgullo su relación con esta práctica. Jonás, pescador de la Colonia Z13 desde hace 54 años, relata: “Pesco desde los ocho años. Mi padre aprendió de mi abuelo y nos enseñó a mí y a mis hermanos. Es muy gratificante regresar a casa con pescado; es una sensación de victoria y de realización de un trabajo digno, capaz de ofrecer alimento a la familia.”

La pesca, además de ser una fuente de subsistencia, es una parte esencial de la organización social y económica de la ciudad. En el estado de Mato Grosso, hay alrededor de 16 mil pescadores; de estos, 380 pertenecen a la Colonia de Pescadores Z13, que utiliza el río Cuiabá como su principal recurso de supervivencia. Este río, uno de los principales que desembocan en el Pantanal matogrossense, conecta diversas comunidades ribereñas.

Sin embargo, los pescadores enfrentan intensas presiones derivadas de la idea de “desarrollo” y “progreso” promovida por el capitalismo, que los excluye del proceso productivo y desvaloriza sus prácticas. Además, deben lidiar con el acceso limitado al río Cuiabá, la contaminación de sus aguas, la operación de la Usina Hidroeléctrica de Manso, la escasez de peces y la degradación ambiental. Ante esta realidad, los ribereños denuncian las injusticias, organizan movimientos de resistencia y enfrentan un futuro incierto, marcado por una forma de violencia lenta, constante y generalizada.

La construcción de la Usina Hidroeléctrica del río Manso, iniciada en 1990, intensificó los impactos socioambientales negativos en la región. La tramitación para su implementación duró 10 años debido a las objeciones relacionadas con las consecuencias ambientales del proyecto, que sufrió varias modificaciones. En 1999 se autorizó la obra. Desde entonces, se transformó el paisaje local y la vida cotidiana de las familias en la zona inundada, así como de los ribereños de toda la cuenca baja de Cuiabá. La usina alteró el curso natural del río, afectó la fauna y flora acuáticas y redujo significativamente la disponibilidad de peces para la pesca.

La usina fue inaugurada en el año 2000, con una extensión de 3.680 metros. Su funcionamiento implicó modificaciones en el curso del río, el desalojo de familias de la región y una disminución en la oferta de peces, haciendo que la pesca sea cada vez menos rentable debido a la caída en la productividad ocasionada por los impactos ambientales.

La inundación para la construcción de la Usina dejó a 24 mil personas sin hogar y solo 880 familias fueron indemnizadas por la concesionaria de energía Furnas. Una residente de la región del Manso, María Cándida, relató al periódico G1 (Galvão, 2016) que la propiedad donde nació y vivió hasta los 21 años está completamente sumergida. Ella y su hermana no recibieron indemnización ni ayuda económica alguna, pues, según la dirección del MAB (Movimiento de Afectados por Represas), los responsables afirmaron en ese momento que, al ser mujeres, no encabezaban familias, a pesar de que ella era viuda y madre de dos hijos. Esto también ocurrió con otras mujeres, mostrando la falta de una organización capaz de atender las necesidades mínimas de los habitantes desalojados de sus hogares, sus historias y su modo de vida.

La Federación de Colonias de Pescadores del Estado de Mato Grosso solicita ante la Justicia que la administración de la Usina Hidroeléctrica de Manso sea responsabilizada por los daños materiales y morales sufridos por cerca de 2,200 pescadores de la región, ya que el funcionamiento de la usina es responsable de la disminución de la cantidad de peces en los ríos de la cuenca.

Frente a los desafíos impuestos por la Usina del Manso, la Colonia de Pescadores Z13, con sus 380 pescadores artesanales de Rosário Oeste, se ha organizado para resistir y defender sus derechos. La comunidad busca el compromiso social y la agenda ambiental como estrategia para presionar por políticas públicas que garanticen la protección del río Cuiabá y la sostenibilidad de la pesca artesanal.

La lucha de los pescadores artesanales en Rosário Oeste se inscribe en el contexto de las relaciones de hegemonía y subalternidad discutidas por teóricos como Gramsci (1970), Laclau (1980) y Mouffe (1980), destacando el papel de las clases dominantes que buscan el control sobre la sociedad no solo mediante la fuerza, sino a través del consenso y la cultura, manteniendo a los grupos sociales en posiciones de inferioridad o marginalización (Alves, 2010). En esta perspectiva, se observa que la construcción de la Usina del Manso, impulsada por intereses económicos y políticos, representa la imposición de un modelo de desarrollo que prioriza el lucro en detrimento de la vida y la cultura de las comunidades locales.

Con la disminución de los recursos pesqueros, las familias ribereñas sufren un alejamiento de su contexto cultural y familiar. Además, el creciente avance del agronegocio y los proyectos inmobiliarios que promueven el turismo en las áreas ribereñas hacen que los habitantes dependan cada vez más de los financiamientos gubernamentales, como el programa Bolsa Familia.

Según datos del sitio web ciudadanía.gov (2024), en noviembre de 2024, de los 15,453 habitantes del municipio de Rosário Oeste (IBGE, 2022), 6,163 personas fueron beneficiadas por el Programa Bolsa Familia. En comparación con otras regiones del estado, aproximadamente el 9.42 % de la población de Rosário Oeste vive por debajo de la línea de pobreza.

Las vidas de los ribereños de Rosário Oeste están a merced de las decisiones políticas del Estado. Es la biopolítica, según Michel Foucault (1970). Para Copetti y Wermuth,

la biopolítica transforma al ser biológico en objeto de la política, controlado por el poder del Estado que decide quién debe morir y quién debe vivir. Ese “dejar morir o hacer vivir” forma parte de un movimiento de censuras biopolíticas que el Estado ejerce sobre determinados sectores de la población según su perfil, es decir, de acuerdo con criterios de raza, etnia y género. (2020: 3)

Esto está relacionado con una forma de violencia lenta que surge de una red de diferentes fuerzas, como organizaciones estatales, regulaciones locales y empresas privadas, entre otras, todas actuando en escalas temporales diferenciadas. La instalación de la usina y el avance del agronegocio no sólo alteraron el ecosistema de la región, sino también la base de la seguridad alimentaria de las comunidades ribereñas, violando gravemente el modo de vida, la salud y la integridad de esta población.

Nixon (2011) destacó que las personas más afectadas por la violencia lenta son aquellas que carecen de recursos. Son grupos y contextos que comparten características socioeconómicas similares, experiencias racializadas y desiguales, que carecen de recursos, por lo que es necesario tener en cuenta la naturaleza interseccional de raza, clase y género.

Según Mbembe (2016), al tratar sobre necropolítica, las decisiones políticas y empresariales reflejan las dinámicas de control y exclusión que atraviesan las sociedades contemporáneas, relacionadas con las herencias del colonialismo y el racismo, mostrando cómo estas estructuras históricas influyen en las relaciones de poder actuales. Esto está vinculado al concepto de violencia estructural, como la capacidad destructiva de las condiciones sociales desiguales.

Es esencial comprender las características de la violencia lenta: la transformación causada en el medio ambiente, la contaminación del río Cuiabá y cómo esto afecta la reproducción de los peces y la supervivencia de los pescadores.

En este contexto, los Estados utilizan aparatos legales y burocráticos para gestionar la vida de los ciudadanos y, si es necesario para sus intereses, pueden excluir a poblaciones indeseadas del acceso a derechos básicos. Esto se aleja de la violencia directa y rápida de “hacer morir” hacia una forma más sutil, controlada y creciente de “dejar morir”, reflejando la naturaleza gradual y difícil de percibir de la violencia lenta, ya que existen diversas formas de hacer que un grupo deje de existir (Mbembe, 2016).

En Rosário Oeste, la presa del Manso, junto con otros proyectos del agronegocio, como la expansión de los cultivos de soya en el estado, ha llevado a muchos residentes a abandonar la ciudad y a sus familiares en busca de trabajo asalariado en otras regiones, viéndose obligados a dejar su comunidad, su modo de vida y su relación con el entorno familiar y social. Este fenómeno es una clara consecuencia de los avances del capitalismo, que sigue afectando principalmente a los grupos sociales menos favorecidos.

La inviabilidad de la pesca afecta tanto los ingresos económicos de las familias como su alimentación equilibrada, agravando las condiciones de interacción social y distanciando a las comunidades de una práctica milenaria. Además, el alejamiento de los pescadores del río impide que estas comunidades acompañen las transformaciones ambientales y actúen como agentes políticos frente a las acciones de las grandes empresas que, cada vez más, invaden su entorno de manera irresponsable, buscando solo extraer recursos naturales.

Las alteraciones ambientales, el desplazamiento de comunidades y la modificación del ecosistema local ocasionados por el funcionamiento de la Usina del Manso y la expansión del agronegocio tienen consecuencias intergeneracionales. Los jóvenes muestran menos interés por participar en los saberes comunitarios y en la relación armoniosa con la naturaleza, creando una ruptura que genera una perspectiva pesimista e incierta para el futuro de estas comunidades. Esto se agrava con la contaminación del río, el agotamiento progresivo de los peces y la pérdida gradual de la fertilidad del suelo, afectando a la biodiversidad que caracteriza a la región. A medida que la cultura agoniza, también se desvanece parte de la historia de los ribereños.

A nivel local, la desvalorización de los pescadores afecta su salud, identidad, bienestar colectivo, niveles de activismo y deseo de participar en movimientos sociales que busquen el cambio. Singer y Baer (2008) enfatizan el papel de las desigualdades sociales en la producción de enfermedades, destacando que muchas personas no tienen garantizado el acceso a recursos básicos como alimentación, vivienda y servicios esenciales, debido a su posición social.

Aunque la pesca artesanal es una actividad tradicionalmente desarrollada por los ribereños y culturalmente transmitida de generación en generación, las políticas públicas dirigidas a estas comunidades son limitadas. Los problemas sociohistóricos y políticos relacionados con los pescadores artesanales persisten, sin detenerse con el funcionamiento de la Usina del Manso ni con la propuesta de construir siete nuevas miniusinas en el Río Cuiabá, lo que agrava aún más la situación de los ribereños.

Desde 2024, los 16,000 pescadores registrados en el CEPESCA (Consejo Estatal de Pesca del Estado de Mato Grosso) (2023) tienen prohibido transportar pescado en todo el estado, debido a la aprobación de la ley estatal 12.197/2023. En este contexto, es fundamental evaluar cómo este grupo, que actúa tanto para la subsistencia como para la preservación cultural generacional, podrá sobrevivir a largo plazo.

Singer y Baer (2008) destacan que las luchas de los pueblos marginados nos recuerdan que los objetivos productivistas no deben estar por encima de las necesidades humanas. Subrayan que la productividad capitalista busca ganancias, aumento de producción y nuevos mercados, en un sistema global de intercambios desiguales entre países desarrollados y subdesarrollados. En este sentido, la lucha por la preservación del Río Cuiabá y por garantizar la pesca artesanal es también una lucha por justicia social y ambiental, por el reconocimiento y por la dignidad.

Consideraciones

El caso de la Usina del Manso en Rosário Oeste demuestra cómo la expansión de megaproyectos impacta negativamente a las comunidades locales, especialmente a los grupos históricamente marginados. La resistencia de los pescadores artesanales afrodescendientes, que utilizan la participación social y ambiental como herramienta de lucha, es un ejemplo inspirador de cómo es posible desafiar la lógica del desarrollo depredador y defender la justicia social y ambiental.

Referencias:

Alves, A. R. C. (2010). O conceito de hegemonia: de Gramsci a Laclau e Mouffe. Lua Nova, (80), 71-96.

Conselho Estadual de Pesca do Estado de Mato Grosso – CEPESCA (2023). Resolução CEPESCA Nº 1 DE 11/05/2023.

Copetti, D. C., y Wermuth, M. Â. D. (2020). O conceito de biopolítica em Michel Foucault: uma análise a partir do sistema prisional brasileiro. Salão do Conhecimento, 6(6). https://publicacoeseventos.unijui.edu.br/index.php/salaoconhecimento/article/view/17848

Cortés Gómez, R. (2023). Las enfermedades relacionadas con el asbesto en América latina: una mirada desde la Antropología Médica Crítica. Revista del Museo de Antropología, 16(2), 217-228. https://doi.org/10.31048/1852.4826.v16.n2.41000

Evía, V. (2022). Entre denunciar y aguantar. Sojización, plaguicidas y participación en salud ambiental en Uruguay. Saúde Debate, 46(Especial 2), 62-74. https://saudeemdebate.emnuvens.com.br/sed/article/view/4969/661

Gaiger, L. I. (2021). Exploração social e estrutura de classes: a atualidade de um quadro de análise. Sociologias, 23(57), 268-298. https://seer.ufrgs.br/index.php/sociologias/article/view/105087

Galvão, D. (2016, 1 de septiembre). Atingidos por barragem construída há 16 anos em MT lutam por indenização. G1. https://g1.globo.com/mato-grosso/noticia/2016/09/atingidos-por-barragem-construida-ha-16-anos-em-mt-lutam-por-indenizacao.html

Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE) (2021). Censo Demográfico 2020: Resultados Preliminares. IBGE.

Mbembe, A. (2016) Necropolítica. Arte & Ensaios, (32), 123-151. https://revistas.ufrj.br/index.php/ae/article/view/8993/7169

Mazzeo, M. (2017). A Luta Social: Uma Perspectiva Crítica. Editora X.

Nixon, R. (2011). Slow Violence and the Environmentalism of the Poor. Cambridge, MA/London, England: Harvard University Press, 353 pp.

Singer, M. y Baer, H. (eds.) (2008). Killer Commodities. Public Health and the Corporate Production of Harm. AltaMira / Rowman & Littlefield.


  1. , ivoneidesbamaral@gmail.com
  2. dielcio.moreira@gmail.com