Juventudes: Desigualdades, agencia y resistencia en la educación superior. Reflexiones desde la Universidad Autónoma de San Luis Potosí

Susana Herrera Guerra[1]
Universidad Autónoma de San Luis Potosí

Imagen 1. Marcha del 8 de marzo, 2025. Centro Histórico, San Luis Potosí. Fotografía de la autora

Resumen

El presente artículo tuvo como objetivo general el análisis de las desigualdades que enfrentan las juventudes en el estado; así como las juventudes universitarias de la UASLP a través de tres secciones. En la primera, Fundamentación teórica, se ofrecen los postulados teóricos de Charles Tilly y Luis Reygadas sobre la desigualdad y la desigualdad persistente, así como los de la capacidad de agencia y la resistencia, fundamentados en Anthony Giddens, Michel Foucault y James Scott. La segunda sección, Juventudes en San Luis Potosí, define el contexto general de las juventudes, que representan el 31.3% de la población total del estado (INEGI, 2020), así como las desigualdades y marginaciones que experimentan, como la pobreza (41.4%), la carencia social (55.9%) y la baja escolaridad, que en promedio es de 9.6 años, pero sufre una drástica disminución en la matrícula universitaria (37.3%). En el tercer apartado, Juventudes universitarias. Resistencia y agencia, confluyen los resultados del trabajo de campo interdisciplinario, fundamentado en dos instrumentos de medición: una encuesta diseñada y aplicada en formato digital; y tres grupos de discusión, ambos llevados a cabo en los meses de febrero a mayo del año 2023. Los resultados demuestran aspectos que afectan transversalmente a las juventudes universitarias, como el ingreso familiar, el lugar de residencia, la precarización laboral juvenil, y el trabajo de cuidado, así como la violencia en los espacios universitarios. El grupo de mujeres manifestó el mayor nivel de agencia y resistencia, enfocando sus propuestas en temas asociados al derecho a decidir y el aborto, la violencia universitaria, el matrimonio igualitario y el activismo político desde el feminismo y las marchas del 8M. En el grupo masculino las propuestas se enfocaron a aspectos puntuales y noticiosos (maltrato animal y la vacunación para el COVID-19); el grupo mixto presentó el menor número de propuestas, desde el voluntariado.

Palabras clave: Desigualdad, Capacidad de agencia, Resistencia, Activismo, UASLP

Introducción

El presente artículo ha tenido como objetivo central el análisis de las desigualdades que enfrentan las juventudes en el estado de San Luis Potosí, y las juventudes universitarias de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), desde los fundamentos teóricos de los autores Charles Tilly (2000) —explotación, acaparamiento de oportunidades, emulación y adaptación—, y Luis Reygadas (2004) —desigualdad de activos, de oportunidades y de resultados—, así como las formas de confrontación y respuesta estudiantil, desde la capacidad de agencia y la resistencia, a partir de los postulados teóricos de Anthony Giddens (2011), Michel Foucault (2003) y James C. Scott (2000). Los resultados demuestran que aún cuando el acceso a la educación universitaria supone un lugar de distinción y prestigio frente a otras poblaciones juveniles en el estado, aproximadamente el 20% del estudiantado enfrenta la precarización del mercado laboral y limitados servicios de salud y seguridad social. Además, y desde la ciudadanía política y el activismo, las juventudes universitarias de la UASLP activan formas diversas de integración y participación, distintas entre hombres y mujeres (aun cuando para ambos grupos el voto en las urnas resulta relevante). Para los hombres las luchas se abocan al rechazo del maltrato animal y la inseguridad en las colonias, y en las mujeres se ve una lucha feminista más sólida y concisa, asociada a la violencia y el activismo militante en marchas y protestas, tanto en los espacios universitarios como en la calle (8M).

Imagen 2. Estudiantes del nivel medio superior en la Feria de las Carreras 2025, en el campus Ciudad Valles (UASLP, 2025)

1. Fundamentación teórica

Charles Tilly (2000) fundamenta la base de la desigualdad en el concepto de “desigualdad persistente”, y sus cuatro mecanismos básicos: explotación, acaparamiento de oportunidades, emulación y adaptación (Tilly, 2000: 99-109). Su propuesta parte de la interacción social y la experiencia colectiva. La desigualdad es persistente porque logra “perdurar de una interacción social a la siguiente” (Tilly, 2000: 20) a través de estos cuatro mecanismos básicos. El primero es la explotación, el segundo es el acaparamiento de oportunidades, el tercero la emulación, y el cuarto elemento, la adaptación, donde las partes involucradas construyen múltiples rutinas que refuerzan estructuras y mantienen la continuidad de estas divisiones.

Paralelamente, Luis Reygadas aborda la desigualdad como un fenómeno complejo, sustentado en relaciones de poder y asociado con diversos recursos y capacidades, y explica la persistencia de las desigualdades en grupos vulnerables, a través de la desigualdad de activos, la desigualdad de oportunidades, y la desigualdad de resultados (Reygadas, 2004: 24). Así, la desigualdad y la desigualdad persistente se asocian a la inequidad y atraviesan a las juventudes en nuestro país, a través de exclusiones y marginaciones asociadas a la formación académica deficiente, el trabajo precarizado y limitaciones frente a formas de interacción y participación política y ciudadana.

Sin embargo, desde las juventudes universitarias existe la posibilidad de respuesta y acción. Anthony Giddens (1995) propone en su Teoría de la estructuración, el concepto de capacidad de agencia, como la posibilidad del individuo (o agente) de actuar, intervenir, hacer diferencia; así, el agente logra la capacidad de transformación. Michel Foucault (2005) en su Historia de la sexualidad (volumen 1) hace énfasis en el poder como una red de relaciones, presente en todos los niveles de la sociedad; la resistencia se reproduce y actúa como parte integrativa del poder, así como las posibles formas de transgresión, que aparecen todavía en ciernes. Por último, James Scott (2000) propone en Los dominados y el arte de la resistencia: Discursos ocultos una serie de expresiones verbales, acciones y gestos que permanecen “fuera del escenario”, frente al Discurso Público, relacionado con los elementos asociados al respeto, sumisión —acatamiento de normas— y reglas impuestas por los grupos dominantes.

Imagen 3. Protesta estudiantil, 2025 (Ruiz, 2025)

2. Juventudes en San Luis Potosí

El estado de San Luis Potosí se ubica en la región centro-norte del país. Tiene una superficie total de 61,138 km2, en el lugar 15 a nivel nacional por tamaño. La amplitud territorial del estado se observa en los 58 municipios y sus cuatro regiones, con diversidad climática y étnico-cultural. La población total del estado es de más de 2.8 millones de habitantes. El último Censo de Población y Vivienda llevado a cabo por el INEGI en el año 2020 observó un total nacional de 39.2 millones de personas entre 12 y 29 años de edad; San Luis Potosí contabilizó a 707,000 jóvenes de 15 a 29 años de edad —360,000 mujeres y 347,000 hombres—. Las juventudes en México representan el 30% de la población total y en San Luis Potosí el 31.3%. San Luis Potosí concentra el 2.3% de la población joven del país (INEGI, 2020; IMJUVE, CONAPO y UNFPA, 2021: 19). Los datos estadísticos reflejan una serie de desigualdades transversales que experimentan las juventudes en el estado. La primera de ellas se relaciona con la pobreza, de moderada a extrema, que afecta al 41.4%. En segundo lugar, las carencias sociales —particularmente el acceso a la seguridad social con 55.9%—. La inseguridad alimentaria, en tercer lugar, afecta al 18.9%. Además, si bien el ingreso promedio mensual de la población joven en el país es de $4,000 mensuales, quienes trabajan en el sector primario reciben $1,000 menos.

El mismo censo encontró en San Luis Potosí un total de 9.6 años en promedio de escolaridad, lo que equivale a la conclusión del Nivel Medio Básico y el inicio del Nivel Medio Superior. Si bien la matrícula en el Nivel Básico alcanza al 90% en el estado, persiste un porcentaje de analfabetismo del 4.6%. Conforme se avanza en los grados cursados, se observa una disminución en la matrícula de 20%. La matrícula en el Nivel Medio Básico alcanza una cobertura mayor al 80%; pero decrece al 59.4% en el Nivel Medio Superior; y alcanza el punto de 37.32% en el Nivel Superior, con un total de 48,649 hombres y 51,574 mujeres, una suma de 100,223 estudiantes. En total, 757,144 niñas, niños y jóvenes tenían acceso a la formación académica en el estado en 2020.

Imagen 4. Protesta estudiantil, 2025 (Redacción RPDV, 2025)

3. Juventudes universitarias de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí: Resistencia y agencia

La medición y análisis de la resistencia y agencia del estudiantado universitario de la UASLP partió de un estudio interdisciplinario, basado en el diseño y aplicación de un cuestionario en formato digital distribuido en la plataforma Google Forms,[2] y en la realización de tres grupos de discusión (hombres, mujeres y mixto) en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y la Facultad de Ingeniería de la UASLP, en los meses de febrero a mayo del año 2023.[3] Los resultados del cuestionario en línea arrojan datos relevantes sobre el lugar de residencia, el ingreso promedio familiar, el nivel académico del padre y la madre, la fuente de ingresos familiar (empleo), la movilidad y transporte, el trabajo del estudiantado y el cuidado de familiares.

Alrededor del 30% habita en espacios geográficos alejados de los centros universitarios. Con respecto al ingreso promedio familiar los hombres jóvenes mostraron un ingreso mayor que el de las mujeres. Además, hay una brecha académica de género, ya que el 21% de las madres de mujeres universitarias solo concluyeron la secundaria, frente a las madres de hombres, que supera el 70%. La familia nuclear ha logrado mantenerse en un sentido económico en más del 50% de las respuestas. Sobre el trabajo y prestaciones laborales, el 58% de las familias del estudiantado no cuentan con ellas, y este porcentaje aumenta hasta el 70% en el caso de las madres del estudiantado que trabajan.

Además, se observa la persistencia en las desigualdades e inequidades de la sociedad entre el estudiantado: aquellos que viven en las zonas más alejadas (con un mayor tiempo en el transporte) son quienes registraron un ingreso familiar mensual bajo (entre $1,000 y $5,000), con empleos informales y precarios, además de que ahorran para mantener sus estudios universitarios. En el caso del estudiantado femenino precarizado, se observó que integran las tareas de limpieza y cuidado de familiares; también se vio el embarazo temprano y haber sufrido algún episodio de violencia (acoso) sexual.

Con los grupos de discusión la capacidad de agencia y resistencia se definieron a partir de la participación ciudadana, desde diversos frentes, en primer lugar, haciendo uso del modelo conservador-tradicional, asociado a la emisión del voto en las urnas. Diferenciando entre los grupos de discusión, el grupo conformado solo por mujeres generó el mayor número de propuestas, demostrando un nivel de agencia y resistencia frente a las situaciones de acoso y violencia que se han registrado al interior de los centros universitarios de la UASLP, y especialmente movilizadas por el activismo político desde el derecho al aborto, la violencia de género y el matrimonio igualitario, así como la marcha feminista del 8M, con un alto nivel de involucramiento y participación. En el caso del grupo conformado por hombres, sus propuestas mostraron un nivel de agencia e involucramiento político ciudadano de nivel medio a alto, a partir de propuestas asociadas al maltrato animal, la habitabilidad en el centro histórico, la inseguridad en las colonias y las campañas para la vacunación contra el COVID-19. El grupo mixto fue, sin duda, el que generó la menor cantidad de propuestas, enfocadas al voluntariado ecológico y académico en zonas periféricas de la ciudad, mostrando un nivel de agencia e involucramiento de nivel bajo a medio.

Conclusiones

La desigualdad y desigualdad persistente son fenómenos complejos y multifacéticos que transcienden diferencias individuales. Tilly (2000) y Reygadas (2004) convergen en la idea de que la desigualdad se construye y perpetúa a través de mecanismos heredados intergeneracionalmente y haciendo uso de modelos de interacción socialmente aceptados. El análisis de la juventud en San Luis Potosí revela un panorama complejo y diverso, marcado por contrastes significativos. Si bien esta etapa de la vida se caracteriza por el desarrollo del potencial físico e intelectual, la búsqueda de proyectos y la formación académica, la realidad muestra aspectos heterogéneos, diversos y complejos. La ubicación geográfica del estado, su diversidad cultural y multiétnica, así como la distribución de la población en sus diferentes regiones, influyen en las oportunidades y desafíos que enfrentan las y los jóvenes. En este sentido la marginación, el desempleo y la pobreza se contraponen al acceso al bienestar, la riqueza y la formación académica de nivel superior, ofreciendo dos panoramas contrapuestos para nuestras juventudes.

Los datos demográficos muestran que la población juvenil en San Luis Potosí representa un porcentaje importante del total estatal y nacional, con una ligera predominancia de mujeres, y en ella persisten desigualdades en cuanto al acceso a la educación, el empleo y la salud. La mayoría de las y los jóvenes del grupo de edad de 20 a 29 años enfrenta desafíos específicos en la transición hacia la vida adulta y la inserción laboral. La pobreza, las carencias sociales y la inseguridad alimentaria son problemáticas que afectan a un porcentaje considerable de jóvenes en el estado. A pesar de que la mayoría de los jóvenes asisten a la escuela, se observa un rezago educativo y una disminución en la matrícula, a medida que se avanza en los niveles educativos, limitando las oportunidades de desarrollo y movilidad social juveniles.

El análisis de la educación superior en San Luis Potosí revela que la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) juega un papel fundamental en la formación de jóvenes en el estado. Con una matrícula que representa un tercio del total de estudiantes universitarios en la entidad, la UASLP es la principal institución de educación superior en la región. La investigación con un modelo metodológico mixto, a través de dos instrumentos de recolección de datos, un cuestionario aplicado en línea y tres grupos de discusión, ambos llevados a cabo en los meses de febrero a mayo del año 2023, arroja datos relevantes sobre elementos que perpetúan las desigualdades e inequidades en el estudiantado universitario: lugar de residencia, ingreso mensual familiar, trabajo juvenil precarizado y cuidado de familiares; además de los niveles académicos alcanzado por el padre y la madre.

En los grupos de discusión, se observa el conocimiento sólido de la participación ciudadana, a través de la emisión del voto, en las urnas. El grupo conformado por mujeres dio el mayor número de propuestas asociadas a la capacidad de agencia y resistencia, como el derecho a decidir sobre el aborto, la violencia en los espacios universitarios y la aprobación del matrimonio igualitario, así como el activismo político en el espacio social, a partir de las marchas del 8M. En el grupo masculino sus propuestas se relacionaron con aspectos puntuales, sensacionalistas y del momento, relacionados con notas periodísticas, como el maltrato animal, la habitabilidad del centro histórico y las campañas de vacunación frente al COVID-19. El grupo mixto fue el que menos propuestas generó, asociadas al voluntariado.

Bibliografía

Foucault, M. (2005). Historia de la sexualidad, Vol. 1: La voluntad de saber. Siglo XXI Editores.

Foucault, M. (2003). Microfísica del poder. Ediciones de La Piqueta.

Giddens, A. (1995). La constitución de la sociedad: Bases para la teoría de la estructuración. Amorrortu Editores.

Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE) Consejo Nacional de Población (CONAPO); y Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) (2021). Situación de las personas adolescentes y jóvenes de San Luis Potosí. Información oportuna para la toma de decisiones.

Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) (2020). Censo de Población y Vivienda 2020.

Redacción RPDV (2025, 22 de octubre). Estudiantes toman Edificio Central de la UASLP. Revista Punto de Vista. https://revistapuntodevista.com.mx/noticias/estudiantes-toman-edificio-central-de-la-uaslp/890485/

Reygadas, L. (2004). Las redes de la desigualdad: un enfoque multidimensional. Política y Cultura, (22), 7–25. https://polcul.xoc.uam.mx/index.php/polcul/article/view/944

Ruiz, M. (2025, 21 de octubre). Estudiantes de la UASLP paralizan la capital. Astrolabio Digital. https://www.astrolabio.com.mx/video-estudiantes-de-la-uaslp-paralizan-la-capital/

Scott, J. C. (2000). Los dominados y el arte de la resistencia. Discursos ocultos (J. A. Mora, trad.). ERA.

Tilly, C. (2000). Durable Inequality. University of California Press.

Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) (2025, 19 de febrero). Más de mil jóvenes de educación media superior acuden a la Feria de las Carreras 2025 en el campus Ciudad Valles. Noticias de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. https://wp.uaslp.mx/noticias/academica/mas-de-mil-jovenes-de-educacion-media-superior-acuden-a-la-feria-de-las-carreras-2025-en-el-campus-ciudad-valles/


  1. Estancia posdoctoral en Facultad de Ciencias de la Comunicación|
    Correo electrónico: susana.herrera@uaslp.mx
  2. Para la aplicación del cuestionario en línea se seleccionó el método de muestreo no probabilístico y de bola de nieve en formato desagregado por género y con el objetivo de ser respondido por jóvenes que en ese momento estuviesen estudiando una carrera universitaria en la UASLP. Para la distribución del cuestionario en línea se utilizó la “remisión en cadena” y fue respondido por 267 estudiantes (110 hombres y 157 mujeres), en los meses de febrero a mayo de 2023.
  3. La participación del estudiantado en los grupos focales (el 8 de febrero 2023 en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y el 2 de mayo 2023 en la Facultad de Ingeniería) contó con un previo consentimiento informado, en el que se aprobó la utilización de su imagen y voz para fines estrictamente académicos y de investigación.