Idiomas vitales en México y Australia

 

Nicholas Evans
CoEDL (ARC Centre of Excellence for the Dynamics of Language)
Australian National University


Es un gran honor escribir estas palabras para el número especial de la Revista de divulgación del CIESAS.  Antes de continuar, me gustaría reconocer que la tierra en la que estoy hoy es de la nación ngunnawal y quiero expresar mi respeto a sus mayores, pasados, presentes y emergentes, y más ampliamente a la gente indígena de Australia, México y de otros países de los mundos colonizados.

Su lucha continua para obtener el reconocimiento de su tierra, derechos, culturas e idiomas, los que nunca han sido cedidos, debe estar muy presente en nuestras mentes durante este año que se encuentra entre 2019, Año Internacional de las Lenguas Indígenas, y 2022, inicio de la Década de las Lenguas Indígenas.

Al mismo tiempo veo a México con admiración, como un país que ya en el siglo XIX tuvo un presidente indígena, Benito Juárez García, un hablante zapoteca quien aprendió el español hasta los doce años y quien desempeñó un papel decisivo en sacudir el gobierno del emperador Maximiliano, instalado por Francia. Como australiano, espero con ansia el día en que seamos guiados por alguien de descendencia indígena.

Para cada idioma, traducirlo en forma escrita es un logro importante y un paso hacia su pleno reconocimiento y disponibilidad para la educación y otras oportunidades del mundo moderno, como el uso de internet. Que se lance este libro para el Día Internacional de la Alfabetización es auspicioso.

Los vínculos de amistad entre México y Australia no son tan profundos ni dinámicos como deben ser. Es un hecho poco conocido que al nivel mundial Australia y México son los dos países con más diversidad de especies de vertebrados endémicos, un buen indicador de la diversidad biológica (como vemos en la columna de la derecha). Pero también se encuentran entre los países con más diversidad lingüística, ya sea que se mida por el número bruto de idiomas (en la columna de la izquierda) o por el número de familias lingüísticas o ‘linajes’ (en la columna de en medio). Entonces, nos une la diversidad lingüística, y biológica, y sólo dos países más —Indonesia y Brasil— están entre los diez primeros lugares en las tres categorías.

Cuadro 1: Diversidad global en idiomas, en linajes lingüísticas y en especies vertebradas. (Fuente: Evans (2010)


México también es el país en donde, desde mi punto de vista, se desarrolló la ciencia de la lingüística moderna, si consideramos que su característica principal es la elaboración de métodos para descifrar las estructuras de idiomas cuya arquitectura es completamente distinta a la de nuestras lenguas maternas.

Fueron los primeros misioneros españoles que llegaron a lo que entonces era la Nueva España –siendo Fray Bernardino de Sahagún el mejor de todos– quienes descubrieron formas de discernir nuevas estructuras lingüísticas, quienes nos ofrecieron las primeras descripciones de lenguas polisintéticas, como el náhuatl, quienes acuñaron términos descriptivos como causativo y aplicativo para construcciones gramaticales que encontraron allí.

Sahagún también fue el precursor de la lingüística documental moderna a través del despliegue de un enorme equipo de escribas, artistas y expertos culturales de habla náhuatl para producir la magnífica enciclopedia, Historia general de las cosas de Nueva España.

Figura 1. Fray Bernardino de Sahagún


Por supuesto que hubo geógrafos y viajeros mucho antes que él, volviendo a los griegos y los árabes, pero escribieron sus relatos en sus propios idiomas. Sahagún fue la primera persona en el mundo en producir algo de esta escala, escrito en náhuatl, en un sistema de escritura recién diseñado, con una traducción al español.

Este es un gran logro mexicano para recordar en este Día Internacional de la Alfabetización. Pero también lo deberíamos interpretar como un recordatorio, tanto de la asombrosa diversidad lingüística en México y de la enorme dificultad de desarrollar sistemas de escritura para idiomas de gran complejidad fonética como cuicateco. Han pasado cuatro siglos y medio entre los primeros escritos alfabetizados en náhuatl y la nueva aparición de los escritos de cuicateco, a quienes les damos la bienvenida recientemente en el libro A du’u ú Chi Jitdö Chintiy Dibaku (Adivinanzas y trabalenguas cuicatecos).

Dado que estos libros contienen varios trabalenguas, me gustaría compartir con ustedes un trabalenguas de un idioma australiano, kayardild. Me lo enseñó uno de mis maestros de kayardild, mi suegro tribal Pat Gabori. Soy epiléptico y él temía que si yo perdía la consciencia mi alma se fuera hacia mawurru, el hogar espiritual en el este. Cuando alguien cae en un trance peligroso, en kayardild se usa este trabalenguas como un tipo de conjuro para traer de regreso su espíritu.

Australian Languages | Australian, Language, Nicholas evans

Pat Gabori – Bentinck Island, Queensland, Australia, 1997. Foto: Nicholas Evans.


Aunque algunas de las palabras aquí son extrañas, básicamente es una precaución al espíritu de la persona que no pase al otro mundo del hogar espiritual, mawurru.

Antes mencioné que Australia y México no sólo se encuentran entre los países con más diversidad lingüística, sino que también se destacan por su diversidad. Y sabemos que esto también está en peligro en nuestros países. Lo que es menos obvio es la estrecha conexión entre las dos formas de peligro. Mientras contemplamos todas las lenguas indígenas alrededor del mundo que están amenazadas y consideramos cómo podemos traerlas de vuelta desde el borde de la extinción, es oportuno escuchar este encanto.

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Grabando palabras del idioma iwaidja de mamíferos casi extintos con Khaki Marrala, David ‘Cookie’ Minjamak, Archie Brown y el zoólogo Mark Ziembicki.
Wilyi, Territorio del Norte, Australia, 2005. Foto: Nicholas Evans.


Una de las razones por las que se desarrollaron tantos idiomas, en la época precolonial, fue debido a que los diferentes grupos étnicos estaban arraigados a sus hábitats, acumulando un conocimiento íntimo de sus plantas, animales y ecosistemas durante milenios. Pero la pérdida de uno puede causar la pérdida del otro (Evans, 2018). Mientras trabajaban en un diccionario de otro idioma australiano, iwaidja, los ancianos tribales como Khaki Marrala, David Minjamak y Archie Brown fueron incapaces de recordar los nombres de muchos animales que no se habían visto durante décadas. Fue sólo cuando un biólogo que investigaba la extinción de especies llegó con un museo móvil de marsupiales disecados que recordaron los nombres, impulsados por la emoción de volver a ver a estos animales.

Por otra parte, hay otros lugares de la tierra de Arnhem donde algunos animales extintos, como el tilacino, se mantienen vivos en la memoria mediante el idioma. Un ejemplo es la palabra djankerrk ‘tilacino’ (un tipo de perro marsupial) mantenido con la ayuda de los cuentos tradicionales y las antiguas pinturas rupestres hechas antes de que los tilacinos se extinguieran hace más de 4 000 años. Este es uno de los poderes de las lenguas indígenas —el poder de sintonizarnos con la naturaleza que los colonos europeos sólo han percibido de forma cruda o reciente.

Pintura rupestre del tilacino. Foto: Murray Garde.


Desapareció hace 4 000 años del continente australiano, pero la palabra djankerrk y recuerdos de su comportamiento se mantienen a través de la tradición oral.

Aunque cada vez se reconoce más su valor, y se realizan muchos esfuerzos para fortalecerlas, las lenguas indígenas australianas siguen amenazadas. El número de hablantes continúa en declive, a pesar de que la población indígena está creciendo. En el censo de 2016, solo 11 lenguas indígenas contaban con más de 1 000 hablantes y de éstos dos eran criollos. Así que la gran mayoría de las lenguas indígenas australianas tienen menos de 1 000 hablantes y menos de 15 lenguas están siendo aprendidas por los niños.

Idiomas indígenas en Australia con más que 1 000 hablantes (censo australiano de 2016).


A pesar de eso, por todo el continente los hablantes prueban distintos métodos para revivir sus lenguas, como mi amigo de la comunidad alabon, Manuel Pamkal, quien recientemente lanzó el canal de YouTube de Dalabon, que demuestra diversos aspectos de la vida tradicional alabon a través de videos subtitulados tanto en dalabon como en inglés.

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Manuel Pamkal, activista que lucha por su idioma dalabon, con Nicholas Evans


A pesar de eso, por todo el continente los hablantes prueban distintos métodos para revivir sus lenguas, como mi amigo de la comunidad dalabon, Manuel Pamkal, quien recientemente lanzó el canal de YouTube de dalabon (https://www.youtube.com/watch?v=v8zBGvTmDS8), que demuestra diversos aspectos de la vida tradicional dalabon a través de videos subtitulados tanto en dalabon como en inglés.

Quizás uno de los casos de renacimiento lingüístico más sorprendentes es la lengua kaurna de la región de Adelaide. Después de la colonización temprana, a mediados del siglo diecinueve, los misioneros luteranos Teichelmann y Schürmann desarrollaron un sistema de escritura, y a los niños se les enseñó con éxito a escribir en su idioma en una escuela bilingüe y tenemos muchas cartas y postales escritas por la gente kaurna durante ese periodo. Sin embargo, la hostilidad del gobierno hacia las lenguas indígenas resultó en la clausura de estas escuelas de gran éxito y después de algunas décadas, la lengua fue silenciada.

Se ha dicho con razón que la mayor amenaza para las lenguas indígenas proviene de aquellos que creen que el bilingüismo no es el estado humano normal y que aprender su lengua ancestral de alguna manera impide su capacidad de aprender la lengua nacional. En cambio, sabemos que los niños que primero aprenden a leer y escribir en su lengua materna se convierten en usuarios mucho más fluidos y creativos del idioma nacional una vez que se vuelven alfabetizados en ese idioma más adelante.

Cien años después la gente kaurna han vuelto a despertar la lengua kaurna, un triunfo de su espíritu y determinación. El activista lingüístico Jack Buckskin habla de lo que en inglés se llama the nine Fs –‘las nueve efes’ –que han sido clave para el renacimiento del kaurna‒. Algunos de estos también empiezan con F en español: futbol, familia, funerales, festivales, filmes y el método formulario. Pero la más importante –fun– no comienza con F en español: justamente la diversión y la alegría es de lo que se tratan los libros que lanzamos hoy.

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 Jack Buckskin y su ‘nueve efes’ para el renacimiento del idioma Kaurna


Trabalenguas, adivinanzas –¿qué forma podría ser más divertida para dominar un idioma formidable como el cuicateco?‒ De hecho, vemos un tipo especial de trabalenguas, los trabatonos, dada la especial complejidad del dibaku como lenguaje tonal. Apunta alto, afina tu lengua, haz conexiones y ríete de tus errores y perplejidad –todos son ingredientes clave para el aprendizaje de idiomas, y los trabalenguas y acertijos fomentan todo lo anterior‒. Felicito a todos quienes contribuyeron en estos hermosos libros, y espero que esta década de los idiomas indígenas verá un verdadero renacimiento de obras reflejando la riqueza intelectual y la diversidad estética de las lenguas del mundo.

Nota: Agradezco a Cale Johnston por su ayuda en la traducción al español y a Rob Amery y Jack Buckskin por la información sobre el programa de renacimiento del idioma Kaurna.

Bibliografía

Buckskin, Jack Kanya y Rob Amery (2019), Reawakening Kaurna, the language of the Adelaide Plains, RUIL Public Lecture, CoEDL Summer School, University of Melbourne.
Evans, Nicholas (2018), Words of Life. The Clearing, en https://www.littletoller.co.uk/the-clearing/poetry/words-of-life-by-nicholas-evans/