Claudia Vásquez Ortuño
Etnóloga
La investigadora Marijke De Valck realizó una investigación donde vislumbró varios periodos en los cuales se desarrollaron festivales de cine; en un primer momento surge Cannes, Venecia, San Sebastián, Londres y Moscú. Éstos se construyeron con el objetivo de fungir como espacios donde se realizaban distintas negociaciones diplomáticas y eran controlados por las instancias gubernamentales de los países que los alojaban, por ejemplo, a Cannes asistían sólo los países que tenían relaciones diplomáticas con Francia.
Han pasado 88 años desde el primer festival, el de Venecia, y el objetivo con el cual nacieron los festivales dista mucho de lo que ocurre en la actualidad; hoy por hoy se han transformado en una palestra principalmente en dos sentidos. Uno que se relaciona con la visibilización no sólo de las películas sino de quienes las crean, y son eventos donde se logran tejer relaciones para lograr la distribución y la venta de los materiales que se van a exhibir.El segundo es sobre el que quiero desarrollar este texto: la función social de los festivales de cine. Durante algunos años estuve en las entrañas del Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México y desde allí quiero compartir mi mirada.
Un poco de historia
El Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México (DocsDF) nace en 2006, buscando ser una alternativa diferente para la gente amante del cine en nuestra Ciudad: el cine de no ficción. DocsDF buscó abrir un espacio de manera exclusiva al cine documental, algo que no ocurría en nuestro país en ese momento. A partir de 2016, el DocsDF se transforma en DocsMX para ampliar su trabajo a otros estados del país.
DocsMX no solamente apostó con exhibir exclusivamente cine documental, sino que comenzó con un ejercicio que con los años se ha convertido en su sello: abrir funciones en el espacio público, es decir, acercar el cine a todas las personas. Parques en lugares estratégicos y la Universidad Nacional Autónoma de México han sido aliados del Festival para que año con año se logre el objetivo de ciudadanizar el cine.
Durante mucho tiempo las funciones públicas del festival fueron albergadas dentro de jaimas, éstas fueron inspiradas en las viviendas que el pueblo saharahui utiliza en el desierto; la jaima representa un símbolo relevante de su cultura e identidad. La decisión de utilizar las jaimas tuvo la intención de visibilizar a la comunidad saharahui, cuyos miembros viven en un campamento como personas refugiadas; México es el segundo país en Latinoamérica que reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática.[1] Esta acción fue una muestra de cómo los festivales también pueden ser una plataforma de denuncia social.
Jaima en el Parque México, 2008
Tras bambalinas: ¿cómo ocurre un festival?
Si bien para el público un festival se desarrolla en un tiempo concreto, el trabajo que está detrás de lo que sale a la luz conlleva meses de organización; en el caso de DocsMX, el festival se lleva a cabo durante una semana, pero para que esa semana ocurra, se trabaja el año completo ¿Qué hace DocsMX para tener un festival bien logrado? De entrada, contar con un equipo comprometido que pone todo su expertise en las actividades que se requieren realizar.
¿Cuál es la estrategia para tener la selección final de lo que se proyectará en el Festival? DocsMX abre una convocatoria alrededor del mes de marzo y se comienza a recibir películas de todas partes del mundo; conforme los años han pasado, el número de películas que llegan se ha ido incrementando; se ha llegado a tener alrededor de mil doscientas. Un equipo de visoría tiene la responsabilidad de ver todas y cada una de las películas que llegan y conforme se avanza en el camino, se van ideando las secciones y seleccionando las cintas que se proyectarán durante el festival.
Pero DocsMX no es sólo la proyección; también es un espacio de creación y formación que abre la oportunidad a las y los creadores. Desde DocsLab, espacio de formación del festival, se trae a especialistas en el mundo del cine documental que comparten su saber con las nuevas generaciones hasta el Reto Docs, en donde se inscriben equipos que cuentan con 100 horas para realizar un cortometraje. Hasta antes de la pandemia por Covid-19, el espacio para esta realización eran los dos cuadrantes del Centro Histórico de la CDMX; este 2020 el Reto Docs se abrió a todo el país.
A la par de las actividades antes descritas, se desarrollan otras además de la exhibición y la creación: charlas con temáticas específicas, talleres, así como foros para discutir la forma en la que el cine documental se convierte en una herramienta de transformación social.
Lograr que todo esto suceda en una semana de festival es una tarea que sólo pasa con personas que apuestan por la importancia de socializar el cine documental y conseguir los recursos para mover el engranaje. La inversión en la cultura sigue siendo una tarea pendiente en nuestro país, los presupuestos destinados a este rubro no han logrado tener el alcance necesario para fortalecer el trabajo de las personas que se dedican a las distintas ramas culturales.
El cine documental: ¿para todas las personas?
En el imaginario muchas veces tenemos la idea de que el cine documental no es para todas las personas. Se piensa que para ver este tipo de cine se necesita algún tipo de “preparación”, que no toda la gente entiende el hilo de las historias. Pero esta idea no puede estar más lejos de la realidad; el cine documental cuenta historias de gente como cualquiera, esa es su mayor virtud.
DocsMX ha logrado romper el imaginario de que el cine documental es para un cierto tipo de público, uno con cierto tipo de nivel académico. Lo que se proyecta en las salas de cine como “cine de arte”, el festival lo ha trasladado a la calle, compartiendo cine documental con estudiantes, mujeres que trabajan en casa, personas del servicio público, el señor de la tienda de abarrotes, poblaciones callejeras, entre otras. DocsMX ha logrado acercar a todo tipo de personas contenidos que se miraban como exclusivos de ciertos espacios y público.
Función especial reto DocsMX, 2019
Pero acercar el cine documental a las personas no sólo se logra a través de las proyecciones. DocsMX también aproxima a quienes se encargaron de la realización de las películas, desde la dirección y la producción o protagonistas, con el público, abriendo un diálogo para reflexionar los porqués y cómos de las historias proyectadas. Cuando la gente escucha la historia que acaba de ver de viva voz de las personas encargadas de la película, más de una vez se puede ver reflejada en esas historias.
Si se logra que alguien salga de la proyección con una mirada distinta de la vida o con el convencimiento de que puede aportar algo para transformar acciones injustas o desiguales en su comunidad, DocsMX habrá cumplido con su cometido. Ese es uno de los objetivos del cine documental: transformar realidades.
La importancia de que diversas comunidades tengan la posibilidad de acceder a historias de calidad no solamente es la oportunidad de poder ver cine documental, sino también ejercer su derecho a la cultura. La pandemia nos dio una probada de la importancia de ello en nuestras vidas: el confinamiento fue mucho más llevadero gracias al cine, la música, los libros.
Este 2020, el Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México cumple 15 años. Durante este tiempo ha logrado convertirse en un referente no sólo en nuestro país, sino también a nivel internacional. Contar con un espacio tan plural como DocsMX es algo que se debe cuidar y seguir fortaleciendo. El festival se ha construido para la gente y busca seguir aportando su granito de arena para que las comunidades se apropien del cine documental desmitificando la idea sesgada de que no cualquiera puede verlo, al contrario: no hay historias más cercanas a la gente que las historias relatadas en los documentales.
Por eso y mucho más ¡Larga vida a DocsMX!
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La República Árabe Saharaui Democrática fue una colonia española hasta 1976, cuando fue ocupada por Marruecos y Mauritania. Cuando se retira Mauritania y se firma un tratado de paz en 1979, fue ocupada por el Reino de Marruecos; a partir de estas acciones es que el gobierno Saharaui busca su independencia. En la actualidad, existen ochenta países en el mundo que lo reconocen como país; la República Árabe Saharahui Democrática es miembro con todos los derechos de la Unión Africana. ↑