Explorando el manejo pluricultural del agua
en Yucatán

Pablo Aguilera Del Castillo[1]
 Universidad de Pensilvania-CIESAS Peninsular

“El subterráneo Yucateco”. Fotografía a doble exposición: Pablo Aguilera del Castillo, 2022.


En las últimas décadas el derecho al agua se ha convertido en eje angular de muchos programas de desarrollo social y cuidado ambiental a nivel mundial. El derecho al agua y al saneamiento se ha vuelto tan importante en las agendas de desarrollo que se estableció como uno de los puntos más importantes del los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, establecidos por la Organización de las Naciones Unidas en 2015. Sin embargo, el derecho universal al agua constituye un ambicioso projecto cuya viabilidad depende en buena medida de las circunstancias locales de cada país, región o comunidad, las cuales con frecuencia determinan lo que significa tener acceso al agua en distintos contextos socio-ambientales. En el caso concreto de territorios con poblacion indígena, el derecho al agua es entendido no sólo como el acceso adecuado al liquído, sino como el acceso a las “fuentes tradicionales de agua” de estas comunidades.

En el sistema legal mexicano, el derecho al agua implica necesariamente considerar las prácticas hídricas de las comunidades indígenas y los distintos manejos que  hacen de las fuentes tradicionales de agua en sus territorios. En este sentido, el estado de Yucatán presenta un escenario particularmente interesante para entender las implicaciones del derecho al agua en territorios indígenas. De la mano del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), en estos últimos meses, Paola Vazquez Delfín y yo, nos hemos dado a la tarea de hacer trabajo de campo en seis comunidades de Yucatán, con el objetivo de investigar los distintos tipos de manejos del agua subterranea. Nuestro trabajo se ha centrado en la documentación y el análisis de distintas formas de acceso al agua a nivel doméstico y comunitario por medio de entrevistas y recorridos.

Nuestro trabajo de campo nos ha permitido ser testigos de una importante variedad de practicas, fuentes tradicionales de agua, y tipos de agua identificadas en las zonas rurales de Yucatán. Como parte de este trabajo, hemos notado algunas características básicas de las fuentes de agua tradicionales, las que nos proponemos analizar desde el marco de los derechos humanos y el pluralismo jurídico.

Con respecto a la geografía de la zona hay un par de cosas que deben aclararse para entender bien las particularidades hídricas del territorio yucateco. En primer lugar, la geología kárstica de la península de Yucatán se caracteriza por la ausencia de ríos y lagos superficiales, en lugar de los cuales existe un complejo paisaje subterraneo compuesto por cenotes, aguadas, cavernas y otras formaciones kársticas.

En el sur de la península existen pequeñas lagunas, aguadas y otras zonas inundables llamados bajos o ak’alche que han tenido una importante historia en la región como fuente de aguaDe igual modo, las cuevas o aktun’oob en el sur de Yucatán han sido fuentes de abasto de agua desde tiempos immemoriales. Los cenotes conocidos en maya como ts’onot’ han sido desde la antigüedad una de las principales fuentes de agua en la región. En Yucatán también encontramos los pozos artesanales y las norias de las haciendas del siglo XIX y XX, muchos de los cuales son también cenotes que han sido intervenidos en distintos momentos de la historia. Los hundimientos superficiales sin agua en el paisaje kárstico también se conocen como rejolladas o ko’op. Estos espacios, con su propio clima, son utilizados también como zonas de cultivo particularmente fértiles. Y finalmente, nos encontramos con las sartenejas o haltun’ob, son pequeñas oquedades de la roca en donde se acumula por temporadas agua de lluvia que sirve a la fauna silvestre, al ganado, a las abejas de los apiarios, y en ocasiones a los mismos milperos y campesinos (Terán y Rasmussen, 2009).

Una parte central de nuestro trabajo de documentación ha sido la caracterización general de las distintas fuentes de agua tradicionales para posteriormente analizar los usos o manejos de cada fuente y tipo de agua. Como parte de este primer esfuerzo, nos hemos basado en la siguiente caracterización de las siguientes fuentes tradicionales de agua en Yucatán:

  1. Cenotes

A través de la historia de la región, los cenotes han servido a los pueblos mayas peninsulares como fuentes vitales de agua y como sitios críticos para la producción de mitos y rituales, así como otras prácticas de estos grupos. En la región del oriente de Yucatán, los cenotes ‒junto con los pozos artificiales públicos‒ son de gran importancia porque sacian las necesidades cotidianas de agua de la gran mayoría de las poblaciones de la región, que carecen de agua potable o cuentan con un abasto de agua entubada domiciliar limitado, que con frecuencia se reduce a unas pocas horas del día (Cortés, 2018). En una zona del país sin agua superficial, como es el norte de Yucatán, los cenotes han sido considerados como elementos clave en el establecimiento de comunidades y centros sociales (Maldonado, 2007).

  1. Norias y pozos

Desde la época colonial, las norias y los pozos han sido vitales como fuentes de agua para la población de Yucatán. En tiempos pasados, mujeres, hombres y niños se reunían en el pozo para llevar agua a sus casas (Chavez, 2017). Durante el siglo XIX, se consolidó el uso de pozos y norias por el estado y estuvo ligado al desarrollo agrícola del finales del siglo cuanto se empezaron a extender las haciendas con sus respectivas huertas. Muchas haciendas tenían complejos sistemas de riego con dos o más norias que ayudaban a distribuir el agua en las tierras de la hacienda. Dada la importancia de las norias y pozos, se estableció el papel de “alcalde de noria” y “cuidador del pozo” como figuras responsables del cuidado de estos espacios en la comunidad (Victoria Ojeda y Eastmond Spencer, 2017).

  1. Chultunes

Los chultunes han sido estudiados en las zonas de Uxmal, San Francisco Ticul, Santa Rosa Xtampak, Labna, Chuncanab, Teabo, Mayapan, Ichpich, Chacsinkin, entre otros. Aunque de mayor importancia en el sur del estado, los chultunes han servido como espacios de almacenamiento de agua. Los chultunes suelen estar cercanos a otras edificaciones y se encuentran a nivel del suelo. (Pinto y Acevedo 1993, Zapata 1989).

  1. Aguadas, rejolladas

 Las aguadas han sido consideradas como espacios igualmente importantes para la obtención de agua en la zona sur del estado de Yucatán. Muchas aguadas también han funcionado como zonas para dar de beber al ganado y otros animales.

  1. Cuevas y Grutas

Las cuevas y grutas de la región de Yucatán han sido ampliamente estudiadas por el uso ceremonial tanto de sus aguas como de sus espacios. Continúan siendo importantes fuentes de agua en el estado (Carrillo González, 2019 ). Las cuevas también han sido sitios ricos en narrativas y mitologías en toda la región (Evia Cervantes, 2020).

Basandonos en esta clasificación preliminar de las fuentes de agua, hemos podido recorrer las comunidades de Homún, Cuzamá, Ticul, Oxkutzcab, Tizimín, y Hunucmá observando los usos que aún se le dan a esta ‘infraestructura geologica’ prehispánica. Nuestros recorridos de campo nos hicieron ver la existencia de al menos dos tipos de manejo del agua en las zonas rurales de Yucatán. El primero se caracteriza por la sobreexplotación del primer y segundo manto freático a través de pozos profundos construidos de los años 1970, hasta ahora. Este primer sistema de uso del agua está asociado también a los planes municipales y estatales de desarrollo urbano y a la creación paralela de redes de agua potable a través de la construcción de pozos profundos con los cuales se abastece a toda la población. Este manejo del agua que también esta asociado al crecimiento agro-industrial del estado en las últimas decadas, tiene entre sus principales características la concentración de la infraestructura hidráulica en unos cuantos actores y la sobreexplotación del acuífero a traves del bombeo continuo de agua subterránea con pozos profundos que extraen agua del segundo manto freático de la zona.

Por otra parte, también hemos podido observar la existencia de un segundo manejo del agua en zonas rurales de Yucatán que hemos identificado como el ‘manejo tradicional’ de las fuentes de agua en el estado. Este segundo sistema de usos se caracteriza por la distribución más equitativa de las fuentes de agua en forma de pozos artesanales, cenotes, y grutas, y por el acceso al primer manto freático. Este manejo tradicional del agua es particularmente común entre milperos, apicultores, ganaderos y otros trabajadores del campo.

En la comparación entre el primer y el segundo tipo de manejo del agua que mencionamos, notamos un claro crecimiento de la brecha de la desigualdad en el acceso al agua entre distintos actores en las comunidades rurales de Yucatán. Mientras continuamos con nuestra investigación, nos seguimos percatamos de la importancia de continuar con esta agenda de investigación en el futuro y de las implicaciones de este proyecto de identificaciones de distintos tipos de manejo del agua para la materialización del derecho al agua en el contexto nacional.


Bibliografía

Carrillo González, Juan (2019), “Los umbrales de lo proscrito. Ritualidad y simbolismo en torno a las cuevas y cenotes entre los mayas peninsulares”, en Trashumante. Revista Americana de Historia Social, núm. 14, pp. 30-53.

Cortés Campos, Inés (2018), “Los cenotes en el mercado de tierras ejidales del oriente de Yucatán (2013-2016)”, en Península, vol. 13,  núm. 1, pp. 181-202.

Chávez Guzmán, Mónica (2017), “El agua para los mayas del periodo colonial”, en Mónica Chávez Guzmán (ed.), El manejo del agua a través del tiempo en la península de Yucatán, Universidad Autónoma de Yucatán, Centro de Investigaciones Regionales Dr. Hideyo Noguchi-Fundación Gonzalo Río Arronte IAP
Consejo de Cuenca de la Península de Yucatán
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Maldonado Cárdenas, Rubén  (2007), “El cenote Xlacah. Dzibilchaltún, Yucatán”, en Arqueología Mexicana, vol. 14, núm. 83, pp. 46-49.

Terán, Silvia, Christian Rasmussen (2009) [1994], La milpa de los mayas: la agricultura de los mayas prehispánicos y actuales en el noreste de Yucatán, México, Universidad Nacional Autónona de México-Universidad de Oriente.

Toledo, Victor Manuel y Narciso Barrera-Bassols (2008), La memoria biocultural: la importancia ecológica de las sabidurías tradicionales, vol. 3, s.l., Icaria Editorial.

Victoria Ojeda, Jorge y A. Eastmond Spencer (2017), De vida, de control social y de división: el agua en el siglo decimonónico yucateco”, en Mónica Chávez Guzmán (ed.), El manejo del agua a través del tiempo en la península de Yucatán, vol. 55, núm. 1, s.p.

Zapata Peraza, Renée Lorelei (1989), Los chultunes: sistemas de captación y almacenamiento de agua pluvial, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Pinto, Alba  Estrella y Renaldo Acevedo (1993), “Chultunes en Uaxactun: forma y uso”, en J.P. Laporte, H. Escobedo y S. Villagrán de Brady (eds.), VI Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala1992editado por Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala.

Fanny Quintal, Ella (2003), “Solares, rumbos y pueblos: Organización social de los mayas peninsulares”, en Saúl Millán y Julieta Valle (eds.), La comunidad sin límites. Estructura social y organización comunitaria en las regiones indígenas de México, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia-Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, pp. 293-382.


[1] pablo3@sas.upenn.edu