Entrevista con César Castro («Jarochelo»)

Entrevista con César Castro (“Jarochelo”)
Jesús Miguel Sánchez Moreno

Introducción de José Juan Olvera


Ya que los testimonios mayoritarios sobre los impactos de la pandemia en la música ‒los que hemos ido obteniendo y los ajenos‒, se referían a hechos de carácter negativo, salvo los grandes beneficios de los conglomerados mediáticos digitales del entretenimiento (ver texto “Al Son de la Pandemia”), me pareció relevante recuperar una experiencia exitosa que, desde mi perspectiva, mostraba los esfuerzos por sobrevivir económicamente, mantener la comunidad, reconstruirla o construir una nueva, apoyar a otros colegas músicos y desarrollarse personal y profesionalmente.

A principios del confinamiento, sumido en uno de estos lapsos donde el espacio y el tiempo parecen desaparecer, me encontré con las transmisiones de César Castro «Jarochelo», músico de son jarocho tradicional, radicado en Los Ángeles, California, desde hace ya más de 15 años. César explicaba por internet las canciones tradicionales del son con la diversidad de medios que tenía a su alcance. Primero en YouTube, después en Facebook. Como otros músicos, buscaba ofertar nuevos contenidos en la red, para captar audiencia y recursos económicos que le permitieran sobrevivir. Probablemente otros artistas hicieron lo mismo con igual o mayor éxito, no lo sé. Pero como yo estoy interesado en esta expresión cultural, le seguí la pista durante más de dos años, antes del confinamiento, durante, y ahora que se levantaron las limitaciones de movilidad y proximidad física. De la multitud de esfuerzos desplegados (tiene también un programa de radio por internet), me llamaron la atención sus esfuerzos por transmitir las canciones tradicionales junto con la dimensión de la cultura campesina que lo ha rodeado y con los elementos musicales de que están compuestos (ritmo, melodía, armonía), a través de la narración, interpretación en vivo, de pizarrones, etc. Observé cómo su comunidad de oyentes crecía, cómo sus redes se expandían por el mundo al presentar, entrevistar o recomendar, tanto a los músicos no tan conocidos como a los muy conocidos. También me pareció percibir cómo mejoraba sus estrategias didácticas y mejoraba su equipo de producción y transmisión para difundirlas con mejor calidad.

Finalmente, para complementar estos materiales etnográficos, le pedí a Jesús Miguel Sánchez, mi asistente (prácticas profesionales de la Universidad de Monterrey) que lo entrevistara. Corría riesgos importantes al solicitárselo un joven egresado de la carrera de sociología, aficionado y realizador de música electrónica, con un desconocimiento total de la cultura jarocha y sin gran experiencia en entrevistas focalizadas. Pese a ello, ponderé más los aspectos positivos: Un joven académico entrevistaría a un artista, que al menos es uno de los más jóvenes que han tocado en el grupo icónico del son jarocho, que es Mono Blanco. El impulso para hacer participar a ambos, con diferentes criterios de «juventud», está relacionado con lo que, considero, ha sido y es un gran yerro en algunos ámbitos de nuestra sociedad: haber «resguardado» a los jóvenes en el confinamiento por pandemia, en vez de movilizarlos, acercarlos a una cruel realidad rodeada de una enorme incertidumbre, pero donde se jugaba en buena medida su propio futuro. No hablo de aquellos jóvenes sin recursos, que se vieron obligados a ignorar todo confinamiento para sobrevivir trabajando en los distintos ámbitos económicos, sanitarios o de otro tipo. Me refiero a aquellos con posibilidades y recursos, que trasladaron sus actividades de estudio, socialización, autoaprendizaje y ocio al mundo virtual, del cual, para algunos es fecha que aún no han regresado. Al hacerlo, creo que perdimos una oportunidad histórica para hacerlos madurar frente a una realidad que, probablemente, seguirán enfrentando una vez que hayamos muerto los más viejos.

Entrevistador: Jesús Miguel Sánchez

1. Preparación y condiciones de la entrevista. Previamente a la realización de la entrevista, se comentó en una reunión de trabajo el contexto general del entrevistado de manera detallada. Se hizo hincapié en su trayectoria como músico y, sobre todo, su posición compartiendo la cultura jarocha en Estados Unidos. Posteriormente, se le investigó por medio de sus redes sociales y distintas plataformas por las que transmite para tener una mayor cercanía de su vida. Por otra parte, el contacto que se obtuvo con él para que participara en el proyecto fue mediante correo electrónico, primero por parte de José Juan Olvera y, después, por parte mía. A pesar de que el entrevistado contaba con limitaciones en su agenda, se logró fijar la fecha para realizar la entrevista. Para llevarla a cabo, de manera conjunta con José Juan Olvera se construyó un guion, a partir de los lineamientos del proyecto “Al son de la pandemia”, el cual busca conocer los impactos que la Covid-19 y la contingencia correspondiente han tenido en la vida de los actores vinculados a la música, con el objetivo de posicionar la realidad global interconectada en el caso de “Jarochelo”.

El ambiente de comunicación durante el diálogo fue eficiente, casual y propositivo. Durante toda la entrevista César se sintió cómodo, hubo confianza de ambas partes, no se perdió información valiosa y, sobre todo, hubo mucha apertura en todas las preguntas que se le hicieron, mostrando entusiasmo y dedicación por lo que hace. Se le pidió que la entrevista fuera en su estudio, desde donde transmite sus clases y otras actividades para acercar a los oyentes a la realidad sobre la que se conversó.

2. Autorreflexión metodológica. Puedo decir que las ventajas observadas en esta modalidad de charla virtual fueron, principalmente, la accesibilidad y flexibilidad que ofrecen las nuevas plataformas digitales. Éstas dan oportunidad de recoger evidencia empírica y cualitativa sobre la situación de los músicos frente a la pandemia en otro país, sin la necesidad de estar presente allá. También, la facilidad de que cada quien esté en su estudio a pesar de contar con horarios distintos. Sin embargo, también se presentaron limitaciones a la hora de realizar la entrevista en formato digital, ya que hubo fallos de conexión durante las intervenciones, en donde a veces no se comprendía con exactitud las palabras del entrevistado. A pesar de ello, se cumplió con los objetivos planteados y se obtuvo información fundamental para el desarrollo del proyecto.

Por último, mediante este ejercicio aprendí principalmente a planear eficazmente una entrevista, desde todo el procedimiento previo hasta su realización. Asimismo, logré tener mayor experiencia a la hora de escuchar lo que la gente tiene que decir y también aprendí a crear un buen ambiente de comunicación personal, lo cual es una práctica que llevaré adelante cuando tenga oportunidad de realizar otras entrevistas en el mismo formato.