El Códice Xólotl, un documento histórico, cartográfico y genealógico

Sergio Sánchez Vázquez[1]
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

Lámina 1 del Códice Xólotl[2]


Introducción

El Códice Xólotl es un documento pictográfico de tradición mesoamericana, que se conserva actualmente en la Biblioteca Nacional de Francia (BNF) en París. Si bien se ha discutido mucho su fecha de elaboración, se acepta generalmente que es de origen colonial, situando temporalmente su manufactura a principios del siglo XVI. Su técnica de elaboración es sobre papel amate, o papel indígena, con pictografías elaboradas con color negro, que delimita casi todas las figuras y en algunas láminas, la aplicación de diversos colores (alrededor de 10, entre los que sobresalen el azul, rojo, blanco, verde y café). De acuerdo con Marc Thouvenot (2004), la historia narrada en el documento abarca casi cuatro siglos del devenir de la región de Texcoco y de poblaciones contiguas como: Huexotla, Cohuatepec, Cohuatlichan, Culhuacan, Tenayucan y Tenochtitlan. Los relatos que contiene el Códice Xólotl principian en 1068 (aprox.), que fija la fecha de llegada de Xólotl a la cuenca de México y culminan en 1429 (fecha previa al establecimiento de la Excan Tlatoloyan, o Triple Alianza). Los personajes principales de esta historia son los señores que se sucedieron en el gobierno del Acolhuacan conocidos como: Xólotl, Nopaltzin, Tlotzin, Quinatzin, Techotlalatzin, Ixtlilxochitl y Nezahualcoyotl, de modo que a la vez que una historia político-económica, es una historia dinástica del linaje chichimeca, que se unirá con los descendientes de los tolteca dando lugar al linaje tolteca-chichimeca que regirá hasta el Posclásico Tardío.

Al igual que la información histórica y dinástica, el documento es rico en información geográfica, ya que retrata, más simbólica que factualmente, los principales accidentes geográficos de la cuenca de México y sus alrededores, lo cual, permite situar espacialmente los lugares que se describen en el documento. En este sentido, es importante destacar la extraordinaria proliferación de glifos toponímicos que se distribuyen en el paisaje, señalando la ubicación aproximada de los pueblos que se mencionan en las narraciones históricas. Otros dos elementos pictográficos importantes a destacar son, tanto la información cronológica que se maneja en el documento, ya que también aparecen glifos calendáricos correspondientes a fechas precisas, o bien, a periodos de tiempo que se indican mediante glifos numerales; y los lazos gráficos, de los cuales podemos distinguir por lo menos tres: los que unen a cada personaje con su antropónimo, es decir, su nombre y a veces a un mismo personaje en dos etapas de su vida (de niño y de adulto); los que unen a los personajes (normalmente una pareja) con su descendencia, lazo gráfico que recibe el nombre de tlacamecayotl (mecate o lazo de linaje). Estos dos lazos gráficos están formados por líneas negras continuas y bien marcadas que también se usan para señalar alianzas (por ejemplo de pueblos para la guerra); y los que están formados por huellas de pies, que señalan desplazamiento (se usa como verbo, para indicar movimiento: llegaron, se fueron, se trasladaron, acudieron, etc.). Una línea más, aparece en forma punteada, como lazo gráfico, al parecer, relacionada con acciones específicas: guerra, cambio de locación, continuidad temporal, etc.

Imagen 1. Lazos gráficos.

Los relatos histórico-dinásticos y la información geográfica del códice se distribuyen a lo largo de 9 láminas (o planchas, según Dibble, 1980; la 9 y 10 constituyen una sola) y tres fragmentos, de los que se tienen dudas sobre si eran pertenecientes o no, a otro documento (Thouvenot, 2004; afirma que sí). El presente trabajo se centra en las características pictográficas del códice y la información que contiene, analizándolo como parte del patrimonio cultural del acervo documental de México en la BNF. El conjunto forma parte de los documentos de la Reserva de Manuscritos Orientales de la Biblioteca Nacional de París, bajo el código 1-10 (Thouvenot, 2004).

Los relatos históricos

Desde la primera hasta la última lámina, el Códice Xólotl relata según Charles E. Dibble, (1980) “una historia real”, y dice que el Códice Xólotl “representa un códice genealógico-histórico” (p. 42). El mismo autor, hace una descripción de las láminas (o planchas) que podemos resumir a grandes rasgos, como sigue:

Lámina 1 (plancha I). Relata la llegada de Xólotl y sus huestes, a la cuenca de México, cuando ya los Tolteca se habían destruido, su establecimiento en el cerro de Xoloc, desde donde manda a su hijo Nopaltzin a recorrer las tierras y tomar posesión de ellas. Los dos juntos hacen un primer recorrido, pero él se regresa y Nopaltzin continúa el reconocimiento de la región de Texcoco, subiendo a la Sierra Nevada, desde donde puede observar las poblaciones del otro lado, donde se encuentran reductos de los toltecas, que se refugiaron en Chollolan y Quechollan, así como en otros pueblos de la rivera del lago, a los cuales pudo ver, después de recorrer la región de Texcoco y llegar a la orilla lacustre, donde subió a un alto cerro y divisó las poblaciones de Chapultepec, Culhuacan, Toltzallan-Acatzallan, Tlatzalan-Tlallanoztoc, Totoltepec y Tepoxomaco. Después, Nopaltzin regresa con su padre a Xoloc, pasando por Teotihuacan, que al igual que Tollan, se encuentra abandonado y semidestruido, al llegar con su padre, le da cuenta de todo lo que vio. Finalmente, la lámina alude al traslado de Xólotl a su nueva sede de gobierno en Tenayucan-Oztopolco, desde donde manda a sus seis principales caudillos a tomar posesión de las tierras, con lo que quedó delimitada la Chichimecatlalli (tierras de los chichimecas), después de lo cual, otorgó tierras a sus principales para que rigieran y gobernaran, reconociéndole vasallaje.

Lámina 2 (plancha II). El relato inicia con la prominente imagen de Xólotl quien aparece en Tenayucan-Oztopolco con su esposa Tomiyauh a sus espaldas, y bajo ellos, sus dos hijas Tzihuacxóchitl y Cuetlaxóchitl. Veinte años después de la llegada de Xólotl al Valle de México, llegan seis señores chichimecas indómitos (Xiyotecua, Xiyotzoncua, Huihuatzin, Tepotzoteaca, Izcuinteca y Zacatitechcochi) a pedirle tierras dónde poblar, Xólotl les da Tepetlaoztoc como asentamiento y les impone tributos en piezas de caza (liebres y conejos). Después, Xólotl decide casar a su hijo Nopaltzin con Azcaxochitl, nieta del gran rey tolteca Topiltzin. Estando ahí, llegan a verlo tres caudillos chichimecas: Acolhua señor de los tepanecas, Chiconcuauh, señor de los otomíes y Tzontecomatl, señor de los acolhuas. A Tzihuacxóchitl, la casa con Chiconcuauh, señor de los otomíes y les da Xaltocan para gobernar y poblar, a Cuetlaxóchitl, la casa con Aculhua, señor de los tepanecas y les da Azcapotzalco como sede de gobierno y a Tzontecómatl, señor de los aculhuas, le concede a Tecihuatzin (hija de Chalchiutlatónac) en matrimonio y les da Cuautichan como cabeza de su señorío. Además de las primeras alianzas matrimoniales, otros sucesos importantes se reflejan en esta lámina: Xólotl pide tributo a Nauhyotzin, señor de Culhuacan, el cual se niega y es derrotado por Nopaltzin, hijo de Xólotl; quien impone a Achitómetl (nieto de Nauhyotzin, mancebo de poca edad) como señor de Culhuacan. Nopaltzin va a visitar a su ayo, Iztacmitl a Tepeaca, cuando regresa, va a ver a su padre que está en tierras de Texcoco y le pide señorío para sus hijos, fuera del sucesor, Tlótzin Póchotl, Xólotl les da a Tochtequihuatzin, Tenamítec y a Tenancalcatzin, Zacatlan. Otra escena que encontramos en esta lámina es cuando Xólotl y Nopaltzin hacen cercados de caza en los cerros que están atrás de Texcoco, dedicando los pueblos de Tepeapolco, Zempoala, Tollantzinco y Tolcuauhyocan, para su cuidado. Una última escena es que después de un tiempo, Iztmitl, se entrevista con Xólotl, para pedirle tierras y tributos para su hijo Huetzin y Xólotl le otorga los tributos de los pueblos chichimecas indómitos de Tepetlaoztoc, que tributaban desde hacía ochenta y un años a Xólotl. Lo cual desencadenará un nuevo enfrentamiento, liderado por Yacanex, hijo de Huihuatzin, que se narra en la siguiente lámina.

Imagen 2. Escena central de la Lámina 2. Xólotl y Tomiyauh en Tenayucan Oztopolco.


Lámina 3 (plancha III). El principal suceso que se narra en esta lámina, de acuerdo con Dibble (1980), es la guerra entre los cazadores del norte y la gente de Xólotl que ya había iniciado una vida más sedentaria. Para este autor, se trata de un conflicto entre las tribus cazadoras y la cultura agrícola que iba estableciéndose en el valle (p. 47). Pero la excusa es que Yacanex (hijo de Huihuatzin) pide a Achitómetl, señor de Culhuacan, su hija Atotoztli por esposa, pero Achitómetl le dice que Nopaltzin ha prometido que sus dos hijas: Atotoztli e Ilancuieitl, se casarían con Huetzin de Cohuatlinchan y Acamapichtli, hijo de Aculhua de Azcapotzalco, respectivamente, tras lo cual, se desata la guerra. Después de varios avatares, Huetzin y Quinatzin vencen a Yacanex en una guerra sangrienta (chichimecayaotl). En la lámina se ilustran varias muertes de señores principales (Chiconcuauh en Xaltocan, siendo sucedido por Payntzin, Achitómetl en Culhuacan, siendo sucedido por Xohualatónac, etc.) pero la muerte más trascendente es la del gran chichimeca Xólotl, a quien sucede Nopaltzin, y a quien vemos también en la lámina con su hijo Tlotzin Pochotl, ambos llorando en un lugar llamado Xolotecpan (palacio de Xólotl, según Dibble, 1980: 51). Un último elemento distintivo de esta lámina es la aparición de cercados de siembra, que están indicados por un rectángulo con un huictli (palo sembrador) encima, que representan el proceso de sedentarización que se iniciaba en la región, con base en la agricultura, que a la larga, habrá de sustituir a la caza-recolección.

Lamina 4 (plancha IV). El acontecimiento más notable de esta lámina es la muerte de Nopaltzin en Tenayuca, a quien sucede el príncipe Tlotzin Póchotl. Al parecer el reinado de Nopaltzin fue pacífico y con pocos conflictos. Otro acontecimiento relevante que se muestra es la llegada de los Tlailotlaque, venidos de Chalco. Al parecer, Tlotzin gobernó durante treinta y seis años, dando el señorío de Texcoco a su hijo Quinatzin, que según Fernando de Alva Ixtlilxóchitl (1975) desterró a los señores chichimecas Octox e Ícuex, que no cuidaron unos cercados de maíz y de caza, que su padre les encomendó en Texcoco, y como no quisieran obedecerle, Quinatzin salió contra ellos, hasta que los hizo huir. Desde la muerte de Tlotzin, hubo grandes revueltas y guerras (p. 309). Yacanex, el jefe rebelde, recibió ayuda de los señores de Metztitlan, Totoltepec y Tulantzinco. Por lo que Quinatzin, con ayuda de su hermano Nopaltzin Cuetlachihui los tuvieron que combatir. Los ejércitos de Quinatzin salieron victoriosos, pero su hermano Nopaltzin, fue hecho prisionero y muerto por los Tulantzincas. Tampoco Aculhua, señor de Azcapotzalco quiso reconocer a Quinatzin como señor de toda la tierra. La muerte de Aculhua, dará oportunidad para que su sucesor, Tezozomoc, desate la guerra entre Tepanecas y Acolhuas. Un último detalle que aparece en esta lámina es el arribo de los Aztlaneca, que llegaron a la cuenca de México, durante el gobierno de Tlotzin Póchotl, pero fue Aculhua, el señor de los Tepanecas, quien les dio tierras donde poblar, aunque desde su llegada, los Aztlaneca tuvieron conflicto con los Culhuaque, bajo su gobernante Coxcox. A la muerte de Quinatzin, le sucede su hijo menor Techotlalatzin.

Imagen 3. Muerte de Nopaltzin en Tenayuca.


Lámina 5 (plancha V). Los acontecimientos de esta lámina según Dibble (1980) forman una unidad cronológica y tratan de los hechos ocurridos durante el gobierno de Techotlalatzin. Aunque son pocas las guerras en esta época, se representa a Acamapichtli, ya como señor de Tenochtitlan y su muerte, acaecida después de cincuenta y un años de gobierno. Antes que él, murió su hermano Mixcóhuatl, primer señor de Tlatelolco, heredando el señorío su hijo y legítimo sucesor llamado Quaquapitzahuac. Pasados casi cinco años después de la muerte de los señores de México, murió Payntzin, señor de Xaltocan, de la nación otomita, heredándole en el señorío su tío Tzompatzin, señor de Metztitlán. Este señor se fue rebelando no queriendo acudir en las cosas que era obligado y los otomíes salían de noche a robar en los pueblos circunvecinos. Viendo esto, Techotlalatzin, llamó a los señores de México y Azcapotzalco para que juntaran un ejército y junto con él atacaron a los otomíes desbaratándolos y haciendo huir a Tzompantzin hacia Metztitlán, su señorío original. Techotlalatzin mandó a los otomíes que quedaron, a vivir en Otompan, dándoles por señor a Cuauhquetzaltzin. También se relata que en esta época llegaron cuatro géneros de gente de la nación tolteca: los primeros los metzitin, los segundos colhuaque, los terceros huiznahuaque y los cuartos tepaneca. Llegando a Texcoco, Techotlalatzin les habló de los tlahuiloque y chimalpaneca y les dio tierras en cuatro partes de la ciudad; a los que no cupieron los envió a pueblos sujetos de Texcoco: parte de los tepaneca a Azcapotzalco y los metzitin a México. Otro suceso importante es el nacimiento del hijo y sucesor de Techotlalatzin y de su esposa Tozquetzin, a quien llamó Ixtlilxochitl, cuando nació, mandó Techotlalatzin a una señora de Tepeapulco llamada Zacaquimiltzin, para que criara al príncipe y le dio trece pueblos y provincias para que le sirvieran y reconocieran como señor. Al parecer, Techotlalatzin reformó el señorío de los chichimecas nombrando a 46 señores de los alrededores de Texcoco y otros tantos de regiones más alejadas que sumaron por todos 73 señores, todos deudos y tributarios suyos (Alva Ixtlilxóchitl, 1975: 324-325). Dibble (1980), afirma que el crecimiento del señorío Acolhua y el de Azcapotzalco en las mismas direcciones, parece explicar las guerras entre Ixtlilxochitl y Tezozomoc, que se aprecian en las siguientes láminas.

Lámina 6 (plancha VI). El relato de esta lámina abarca un periodo de pocos años indicando la muerte de Techotlalatzin y los primeros años del gobierno de su hijo Ixtlilxochitl, además indica los señores principales que tenían alianza con Texcoco (Dibble, 1980). Bajo el lago de Texcoco está indicada la muerte de Quauhquahpitzahuac, señor de Tlatelolco y la sucesión de su hijo Amatzin, el cual muere al poco tiempo sin hijos y hereda el señorío su hermano Tlacateotzin. En Tenochtitlan murió Huitzilihuitzin y le siguió su hijo Chimalpopoca. Bajo Huexotla está indicada la muerte de Coazanac a quien siguió su hijo Tlacotzin, En los márgenes de la lámina, vemos indicados a una serie de pueblos (todos los cuales suman 70. Dibble, 1980. P.84-85) quizás son los pueblos en que Techotlalatzin nombró a sus señores. Sobre la cueva de Oztocticpac yace el cadáver de Techotlalatzin, muy pocos señores fueron a sus honras fúnebres. En el centro del margen inferior y sobre Azcapotzalco está Tezozomoc frente a los señores de Tenochtitlan y Tlatelolco, parece estar hablando de la muerte de Techotlalatzin. Alva Ixtlilxóchitl (1975), narra el pasaje como sigue:

muerto […] Techotlalatzin […] que por ninguna vía juraran a Ixtlilxúchitl [su] hijo, porque lo mismo sería que su padre […] que sería bueno oprimirle primero por vía de buen término y […] si no quisiese […] sujetarlo a fuerza de armas; y que él [Tezozomoc] como nieto del gran Xólotl, sería señor de toda la tierra: y Chimalpopoca […] y Tlacateotzin […] pues eran sus nietos, serían las otras dos cabezas principales, y que todos tres mandarían toda la tierra” (p. 327).

El relato de la lámina concluye con un viaje hecho por Chimalpantzin, hija de Motecuzoma, nieta de Chimalpopoca, fue a Coatepec para hablar con Paintzin, Dibble (1980) deduce que fue un asunto triste pues regresa a hablar con su abuelo Chimalpopoca y tiene lágrimas en los ojos.

Imagen 4. Muerte de Techotlalatzin a quien sucede Ixtlilxochitl, abajo se observa a Tezozomoc, señor de Azcapotzalco, hablando con Chimalpopoca y Tlacateotzin.


Lámina 7 (plancha VII). Los acontecimientos más notables que ocurren y se registran en esta lámina son la guerra de los tepanecas en contra de los acolhuas y la trágica muerte de Ixtlilxóchitl. En el margen inferior aparece Tezozomoc, señor de Azcapotzalco, un poco más arriba y al mismo nivel se encuentran Chimalpopoca de Tenochtitlan y Tlacateotzin de Tlatelolco. Tezozomoc, envió sus mensajeros a Ixtlilxochitl, con mucho algodón como por vía de amistad diciéndole que le rogaba mucho que de aquél algodón le hiciesen mantas. Ixtlilxochitl accedió en dos ocasiones, pero viendo que Tezozomoc le enviaba algodón aumentando cada año la cantidad, se negó la tercera y mando a sus aliados hacer armas para sujetar a los tepaneca por la fuerza. Tezozomoc, Tlacateotzin y Chimalpopoca formaron un ejército numeroso y fuerte con sus aliados: Tlacopan, Coyohuacan, Culhuacan, Xochimilco, Cuitlahuac, Mizquic, Iztapalapan, Mexicaltzinco y Huitzilopochco. Ixtlixóchitl, por su parte, nombró a sus generales y determinó sus fronteras: Tochintecuhtli hacia Chiconauhtlan e Ixcontzin hacia Chalco. En la lámina se ve a los ejércitos enfrentándose en la parte superior del lago, donde las canoas indican que llegaron a pelear por el lago. El resultado final fue la victoria de las fuerzas de Ixtlilxochitl, quien juntando a todos sus pueblos aliados sitió Azcapotzalco durante cuatro años, obligando a Tezozomoc a urdir una estratagema para engañarlo: fingió rendirse y dar obediencia a Ixtlilxochitl, pidiéndole que el juramento fuera en el bosque de Temamatlac, y mandó que se ocultara un ejército numeroso a fin de dar muerte a Ixtlilxochitl y Nezahualcóyotl, su heredero. Ixtlilxochitl se traslada a Cuauhyacac, desde donde manda a Zihuaquequenotzin a pedir ayuda a Otompan, los señores de Otompan se niegan diciendo que no reconocen a otro señor que al gran Tezozomoc y despedazan a Zihuaquequenotzin, avisando al señor de los tepaneca de su muerte. En el ángulo superior está indicada la muerte de Ixtlilxochitl. Llegaron los tepaneca de Chalco y Otompan y éstos le dieron muerte mientras Nezahualcóyotl, tuvo que esconderse entre las ramas de un capulín, desde donde presenció la muerte de su padre. Un señor natural de Tlailotlacan, Chichiquil, encontró el cuerpo de su señor tirado y abandonado, lo recogió, le colocó sus insignias reales y quemó su cuerpo. Tras la muerte de Ixtlilxochitl sus aliados abandonan sus pueblos huyendo de los tepaneca, también huyen los señores de los cuatro barrios de Texcoco: Tlailotlacan, Chimalpan, Colhuacan y Mexicapan. Otro grupo de pueblos de la región de Texcoco, huyen hacia Tlaxcalla y Huexotzinco.

Lámina 8 (plancha VIII). En esta lámina se ve a Tezozomoc, quien dio orden para que se unieran todos los antiguos vasallos de Ixtlilxochitl en los campos de Cuauhyacac. Una vez congregada la gente, un capitán de Tezozomoc desde un antiguo templo, a voces les dijo que desde aquél día acudiesen con sus tributos a Azcapotzalco y no a otra provincia, so pena de perder la vida y si hallasen al príncipe Nezahualcoyotzin, lo prendiesen y llevasen vivo o muerto a la presencia de Tezozomoc. Escondido en el cerro, Nezahualcóyotl y su criado Huitziltetzin, seguramente oyeron sus palabras (Dibble, 1980: 100). Tezozomoc dividió los pueblos conquistados, las ciudades en la región de Cohuatlichan correspondían a Tezozomoc y este pueblo fue la cabecera en que se recogían los tributos. A Tlacateotzin le dio la cabecera de Huexotla y a Chimalpopoca, la ciudad de Texcoco. Tezozomoc sueña dos veces a Nezahualcóyotl, primero como águila y luego como ocelote que lo devoraban y para evitar que se cumpla el mal augurio manda llamar a sus hijos Maxtla, TlatocaTlixpaltzin y Tayatzin y les dijo que convenía matar a Nezahualcóyotl. Después se observa el cadáver de Tezozomoc (que murió de viejo) y al pie de él, sus hijos mencionados. Antes de morir nombró como su legítimo sucesor, por su virtud, a Tayatzin, aunque era el segundo, pero Maxtla, usurpó el poder alegando que le correspondía el derecho por ser el mayor (Ixtlilxóchitl, 1975: 352-353). Así, enseguida del bulto mortuorio de Tezozomoc, aparece Maxtla como señor de Azcapotzalco, también se representa a Nezahualcóyotl y Tzontecochatzin, llevando flores al funeral de Tezozomoc. Al parecer, Tayatzin y Chimalpopoca conspiran para dar muerte a Maxtla, pero un sirviente enano llamado Tlatolton, los escucha y avisa a Maxtla, quien ofrece un banquete y en él da muerte a su hermano y manda aprehender a Chimalpopoca. Preso Chimalpopoca, Nezahualcóyotl decide ir a Azcapotzalco a pedir que lo liberen, pero Maxtla ordena su muerte y Nezahualcóyotl se va a Texcoco, pero manda avisar a Tlacateotzin, señor de Tlatelolco que había muerto Chimalpopoca y éste intenta huir en una canoa con rumbo a Texcoco, pero es interceptado por los tepaneca y muerto en el lago. Nezahualcóyotl regresa de Texcoco a Azcapotzalco y se presenta ante Maxtla, pero éste le vuelve el rostro y no le quiere hablar. Nezahualcóyotl logra escapar con su hermano y al parecer, se refugia en los montes de la región de Texcoco.

Imagen 5. Muerte de Tezozomoc y usurpación de Maxtla.


Láminas 9 y 10 (planchas IX y X). En estas láminas se representa la persecución de Nezahualcóyotl, según Dibble (1989), ambas Planchas narran las peregrinaciones y aventuras de Nezahualcóyotl, durante los años en que le persiguieron los tepaneca. Maxtla ordena matar a Nezahualcóyotl y lo van a buscar cuatro generales. Nezahualcóyotl moraba en sus palacios de Zilan sobre el lago de Texcoco, cuando llegan los tepaneca estaba en el juego de pelota con su criado Coyohuatzin. Nezahualcóyotl y Zematzin salen a recibirlos con flores, posteriormente vemos a Coyohuatzin en la puerta del palacio, ocultando a Nezahualcóyotl, quien escapa por un agujero. Maxtla ordena que lo busquen y donde quiera que lo vieran, lo aprehendiesen vivo o muerto. Las siguientes escenas representan cómo los tepaneca avisan a gran cantidad de pueblos lo que manda Maxtla y al mismo tiempo, el recorrido que hace Nezahualcoyotzin, quien no sólo va huyendo de sus perseguidores, sino va formando alianzas secretas con los pueblos que están de su parte, para recuperar su señorío. En estos trances, lo vemos llegar a Coatlán, donde uno de sus señores llamado Tezoma, para ayudar a Nezahualcóyotl a escapar de los tepaneca le cubrió con mucho henequén, en otra ocasión, una señora lo cubrió con manojos de chía, escondiéndolo y mandando a los tepaneca a buscarlo a otra parte. Nezahualcóyotl llega a Texcotzinco, donde se reúne con sus principales señores y su viejo maestro Huitzilihuitl y desde donde manda embajadas a Huexotla, mientras él mismo va rumbo a Tlaxcalla y otro de sus señores a Cohuatlichan, y otro a Chalco. Nezahualcóyotl saliendo de Texcotzinco va a Metla, Zacaxuchitlan y de ahí a Tlatlapanaloyan, en cada lugar se le ve comiendo, hasta llegar a la cumbre de una montaña llamada Huilotepec, donde pasa la noche, siempre escondiéndose de sus perseguidores tepaneca, pasa por Yahualiuhcan y arriba a Calpulalpan, donde le llegan noticias de la ayuda que había de llegar de Chalco, Huexotla, Cohuatlichan, Huexotzinco y Tlaxcalla, que serían aliados de Nezahualcóyotl. Llega a Ahuatepec y de ahí regresa a Oztoticpac y Huexotla. Se sabe que hizo alianzas también con los mexicanos, Alva Ixtlixóchitl (1975) concluye la narración basada en el códice diciendo:

Nezahualcóyotl moraba en sus palacios llamados Zilan, en donde estaba dando orden para ir sobre el tirano [Maxtla], en juntando ejército […] y los demás reyes mexicanos, y otros sus aliados, el señor de Tlatelolco en Tlaxcalla […] Con esto acabó el autor o autores que esta original y antigua historia pintaron (p. 371).

El aspecto cartográfico

En cuestión geográfica, Dibble (1980) hace alusión solamente a los lagos que ocupan la parte inferior y la cadena de montañas que ocupan la parte superior. Sin embargo, el aspecto cartográfico va más allá que sólo estas simples representaciones como espacios geográficos que permiten la ubicación espacial de los hechos. Desde la primera lámina, la geografía se delimita por los glifos toponímicos que aparecen alrededor de la lámina y señalan el establecimiento de la Chichimecatlalli (tierras de los chichimecas) en un ámbito extraregional (cfr. Sánchez, 2020: 44-48).

Además, hay que señalar que como mapa, el códice está orientado, es decir, coloca el Oriente en la parte superior, ubicando el Poniente en la parte inferior, el Norte a la Izquierda y el Sur a la derecha. Patrick Lesbre (2012) señala que: “La orientación coloca al Este en la parte superior del mapa, lo que equivale a voltear el Valle Central. Encontramos esta orientación en los mapas coloniales.” Por otro lado, encontramos en las láminas del códice una organización espacial original, que permite reconocer cerros, montañas, volcanes (como el Popocatépetl, en erupción), cuevas, ríos, así como las cinco porciones del Lago de México-Texcoco (Xaltocan-Zumpango, Ecatepec, Texcoco-México, Chalco y Xochimilco).

Imagen 6. Detalles geográficos: sierra, lagos, cerros, cuevas y topónimos.


La disposición de los glifos toponímicos resalta la ubicación de los lugares, acomodados más que en una realidad geográfica, en función de los relatos históricos que se van sucediendo, Lesbre (2012), habla de una “distorsión espacial”: el Códice Xólotl ofrece un fascinante campo de investigación para historiadores y geógrafos. Sus nueve láminas sucesivas permiten presentar un espacio historizado, con un pasado anterior al imperio Azteca, cuyo peso es ineludible. Además de la representación de un espacio suprarregional, que va de la mano con la escritura de una historia protonacional, son las distorsiones del espacio (sobredimensionadas, juntas, duplicadas) las que permiten enfatizar tal o cual evento. Las glosas alfabéticas en náhuatl o los cronistas coloniales han intentado poner en palabras este espacio puesto en glifos. Pudieron, por razones de prestigio político, agregar áreas no incluidas en el documento pictográfico, así como éste pudo, por razones religiosas, censurar ciertos espacios sagrados prehispánicos. Ofrece así un espacio secularizado, bastante sorprendente para una historia prehispánica, pero fascinante por la riqueza de los detalles inscritos. Efectivamente existe tal distorsión, pero más que entenderla como una falsificación, hay que reconocerla como parte de una convención plástica que permite incluso, establecer un orden de lectura, el cual, combinado con las huellas de pies, hacen posible no sólo la ubicación espacial, sino también la ubicación temporal en que se dieron los hechos.

Las genealogías

Los matrimonios que se realizan desde la llegada de Xólotl a la cuenca de México, conforman una estrategia política para establecer un linaje dominante sujeto al poder de los chichimecas. Mediante esta estrategia, Xólotl establece alianzas matrimoniales con las cuales asegura su supremacía, pero además establece el linaje que será dominante en la región, pues buscará también emparentar con los grupos descendientes de los tolteca. De acuerdo con Dibble (1980) en la segunda lámina “están indicados diez y ocho matrimonios: siete son entre los mismos toltecas; diez son de vasallos de Xólotl (chichimecas), que se unieron con toltecas” (p. 42), Por lo cual, considera que esta es una plancha eminentemente genealógica.

En adelante vemos los matrimonios más sobresalientes, además del de Nopalztin y las dos hijas de Xólotl, en la lámina dos Tlotzin Póchotl (sucesor de Nopaltzin), casa con Tocpacxochitzin y reciben Tlazallan-Tlalanoztoc, como cabecera de su señorío. En la lámina tres Huetzin se casa con Atotoztli, al igual que Acamapichtli (primer señor de los aztlanecas) con Ilancueitl. En la parte central de la lámina cuatro, se representan varias uniones matrimoniales: Tomiyauh y Tochintecuhtli en Huexotla que tuvieron cinco hijos, una de ellos, Cuauhcihuatzin casó con Quinatzin Tlaltecatzin, (hijo de Tlotzin Póchotl), quienes tuvieron cinco hijos, el menor llamado Techotlalatzin (sucesor de Quinatzin). También aparece el matrimonio de Nenetzin, hija de Tochintecuhtli con Acolmiztli, hijo de Huetzin, cuya muerte se representa debajo de su hijo. La lámina cinco “es una de las más complicadas en lo que se refiere a la genealogía” (Dibble, 1980: 73). Junto al glifo de Tenochtitlan, está el sucesor de Acamapichtli, Huitzilihuitzin y su matrimonio con Tetzihuatzin, hija de Acolnahuacatzin, señor de Tlacopan, sus hijos fueron Chimalpopoca (quien lo sucede en el señorío), Matlacihuatzin, Omipaztectizin, Tlatolpilia, Zacahuetzin Itzcoatzin (que se convertirá en el cuarto señor de los mexica), Temilotzin y Temictzin. También se representa a Tezozomoc, (hijo de Aculhua, señor de Azcapotzalco), quien lo sucede en el señorío, con su esposa Chalchiucotzcatzin y sus hijos Maxtla (quien usurpa el poder, desplazando a su hermano), Tecuhtlipiltzin, Tayatzin, Cuetlachcihuatzin y Cuetlaxochitzin. También aparece un segundo matrimonio de Tezozomoc y sus hijos. Tlacateotzin (señor de Tlatelolco), casó con una hija de Tezozomoc, Cuetlachcihuatzin, de este matrimonio nacieron tres hijos Tzontecoma, Cuauhtlatoa y Xilotzin. En la lámina seis vemos a Chimalpopoca quien casa con Matlalatzin y tuvo siete hijos, los dos últimos Quatlecoatzin y Motecuzoma-Ilhuicamina (quien también se convertiría en señor de los mexica). Más abajo se ve otro matrimonio: Xilotzin, hija de Tlacateotzin se casa con el gran sacerdote de Huexotla Tazatzin. En el centro de la lámina está Ixtlixóchitl con su esposa Matlacihuatl, quien es hija de Huitzilihuitzin (segundo señor de México), detrás de Itlixóchitl está Tecpaxóchitl, que es hija de Tezozomoc de Azcapotzalco, quien la había enviado como legítima mujer para Ixtlixóchitl, quien no quiso tomarla, sino sólo como concubina, este hecho fue una de las causas de la guerra entre Ixtlilxóchitl y Tezozomoc. De Ixtlilxochitl y Matlacihuatl nacieron dos hijos: el primero fue el príncipe Nezahualcóyotl, la segunda mujer, se llamó Tozquentzin. De Tecpaxóchitl nacieron también numerosos hijos. En las últimas láminas (7 a 10) ya no se observan matrimonios, Dibble (1980) dice que en esta lámina se “da fin a la parte genealógica” (p. 89). Lo que sí se observa son las sucesiones dinásticas cuando un señor moría.

Imagen 7. Descendencia de Ixtlilxochitl y Matlacihuatl, príncipe Nezahualcóyotl y Tozquentzin, atrás de Ixtlilxochitl está Tecpaxochitl y sus hijos.


Sobre las genealogías indígenas, Justyna Olko (2007), señala: “hay que subrayar que el sistema mexica de parentesco era cognaticio (bilateral), con la equivalencia estructural de los antepasados masculinos y femeninos. Parece que se basaba en dos reglas: los descendientes de la pareja tenían derechos iguales de parte de su madre y padre y todos los hermanos se equivalían. Como observa Susan Kellogg, los términos legales frecuentemente empleados en el periodo colonial en contexto de herencia, de “tiempo ynmemorial” y por “línea recta”, evocan las ideas nahuas de parentesco, que pudo haber sido trazado por una línea recta de un individuo a su antepasado y esta línea era bilateral, basada en la descendencia de ancestros masculinos y femeninos (1986: 103-111). El término, o más bien el concepto, que se refería al linaje y parentesco de sangre era tlacamecayotl, sucesión de parentesco o, literalmente, “cordel humano” (p. 147). Por lo que los lazos gráficos que unen a las parejas con sus descendientes, hay que entenderlas en este sentido.

Conclusiones

El Códice Xólotl es un extraordinario documento histórico-cartográfico y genealógico, que forma parte de la memoria histórica de los mexicanos. A pesar de estar resguardado en la Biblioteca Nacional de Francia, forma parte del acervo cultural de México, como un patrimonio que siempre vale la pena valorar y cuidar, para que futuras generaciones puedan continuar con la gran tarea de reconstruir nuestro pasado, a partir de lo que dejaron escrito nuestros antecesores.


Bibliografía

Dibble, Charles E. (1980), Códice Xólotl, México, Universidad Nacional Autónoma de México.

De Alva Ixlixóchitl, Fernando (1975) Obras Históricas, t. I. Edición, estudio introductorio y un apéndice documental de Edmundo O’Gorman, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas.

Lesbre, Patrick (2012), “Le Mexique central à travers le Codex Xolotl et Alva Ixtlilxochitl: entre l’espace préhispanique et l’écriture coloniale”, en: https://journals.openedition.org/e-spania/22033 Consultado el 22 de agosto de 2022.

Olko, Justyna (2007), “Genealogías indígenas del Centro de México. Raíces prehispánicas de su florecimiento colonial”, en Itinerarios: Revista de Estudios Lingüísticos, Literarios, Históricos y Antropológicos, ISSN 1507-7241, núm. 6, pp. 141-162.

Sánchez Vázquez, Sergio (2020), “Sociedad y Etnicidad en el Códice Xólotl y el Mapa de Zempoala”, en Boletín Americanista, año LXX, vol. 1, núm. 80, Barcelona, pp. 33-54,

Thouvenot, Marc (2004), Códice Xolotl. Diccionario de elementos constitutivos de los glifos. Estudio. Consultado en: https://tlachia.iib.unam.mx/xolotl/estudio Durante julio-agosto, 2022.

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