Editorial Juventudes

Con motivo del día internacional de la juventud (establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 17 de diciembre de 1999),[1] que se conmemora el 12 de agosto, quisimos realizar esta edición del boletín Ichan Tecolotl, el resultado de ello es un amplio panorama de miradas sobre las juventudes y sus procesos actuales, obedeciendo a los problemas en que se insertan y enfrentan las diferentes comunidades de jóvenes en nuestro país.

En México, de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 elaborada por el INEGI, hay 37.5 millones de jóvenes de entre 12 y 29 años de edad,[2] contra un total de 119.5 millones de habitantes,[3] esto es poco más del 30% de la población del país. Esta importante población en formación enfrenta fuertes crisis nacionales e internacionales en distintos campos también, la actual situación de pandemia y de crisis económica agravada por la misma, los orilla a situaciones de estudio, reclusión y precariedad económica que nunca se consideraron y que afectan en los ámbitos emocional, social, de desarrollo cognitivo y económico, por mencionar sólo algunos rubros críticos. Ojalá los estudios al respecto ayuden en un corto plazo a hacerles más ligera la coyuntura actual.

En este número, Mónica Carrasco nos presenta el trabajo realizado con jóvenes inicialmente capacitados en metodologías de investigación sobre temas de salud sexual y reproductiva, perspectiva de género, así como violencia estructural, institucional y de género. A lo largo de la capacitación y con la reflexión de lecturas y técnicas de teatro, el grupo de becarias de Jóvenes Construyendo el Futuro encuentra la manera de denunciar diversos casos de acoso y abuso sexual sufridos. La integración y el fortalecimiento académico impactan de manera favorecedora en el desarrollo de la investigación, extendiendo la colaboración de las becarias incluso más allá de la temporalidad de la beca.

Óscar Cruz y Juan Estrella nos relatan la participación de becarios del Programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro (PJCF) en su primer año de operación (2019), quienes apoyaron para realizar una investigación sobre el mismo programa, poniendo especial énfasis en “la forma como se capacita o se forma a los jóvenes dentro de los centros de trabajo que participan en el programa.” La perspectiva conceptual de la investigación la basaron en el marco general de la Economía Basada en el Conocimiento y el Aprendizaje (EBCA) y en la gestión del conocimiento. Dentro de los resultados se realizaron distintas sugerencias como propuestas de mejora al programa, a los centros de capacitación para que su participación en el programa sea de mayor provecho y a la vez para que las/os becarias/os “tengan una experiencia significativa, que los ayude a ampliar su proyecto de vida, así como sus oportunidades laborales”.

Rosario Esteinou nos adentra en los avatares del desarrollo de la autonomía de las juventudes en general y la adolescente en particular, así como sus dimensiones, tomando como referencia la autonomía como “un aspecto de desarrollo psico-emocional de la persona o del individuo en todas las sociedades” y considerando la diferencia “entre autonomía como autosuficiencia y funcionamiento volitivo.” La autora remarca la importancia de la autonomía en tanto necesidad humana, cuyo desarrollo “es crucial para el ajuste socio-psicológico de la persona”. La importancia de considerar este aspecto del desarrollo humanos consiste en “entender cómo construyen y sostienen relaciones sociales, a la vez que construyen su identidad.” Aspecto de suma importancia en la implementación de políticas sociales en apoyo al desarrollo familiar y de los y las adolescentes (niños, niñas y jóvenes).

Juan Estrella recapitula las acciones realizadas para lograr un modelo de gestión de participación ciudadana para jóvenes de dos municipios de Zacatecas, resultado de la invitación realizada por la Subsecretaría de Prevención del Delito del estado de Zacatecas, en el marco del Programa promoción de acciones de cultura de paz, convivencia social, emprendimiento, desarrollo de competencias y construcción de ciudadanía. Para ello se realizó un diagnóstico que definiera la “oferta institucional gubernamental de mecanismos, esquemas de gestión y espacios de participación ciudadana, así como del perfil de participación juvenil en los municipios de Fresnillo y Guadalupe.” Dentro de los hallazgos encontrados, se ubicó que sólo interesaba involucrar a jóvenes que cursaran secundaria o preparatoria, con lo que las y los jóvenes que no estuvieran cursando estudios quedaban segregados de estas iniciativas. Otro punto encontrado fue la participación con instituciones tradicionales en contraposición a las ofertas de participación formal que en muchas ocasiones no resulta atractiva a las juventudes. El modelo de participación final considera una serie de componentes estratégicos con base en tres prioridades de acción, una por cada principio de la participación: el derecho a ser informado, el derecho a la consulta y el derecho a la toma de decisión.

Para continuar con el tema de los jóvenes y la inserción laboral, Gabriela Alemán y Sofía Vitalí realizan un texto colaborativo en el que hacen referencia a los avances y resultados preliminares de sus investigaciones de posgrado (en México y en Argentina) que tienen como eje común el análisis del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro.

Julio García y Martha Ponce, presentan un artículo que “tiene por objetivo visibilizar los obstáculos en materia laboral de las mujeres jóvenes trans*.” Usando este último como un término amplio que pretende comprender diferentes expresiones e identidades de género. En el texto se mencionan que a pesar de que las personas trans* en general sufren de diversas expresiones de discriminación, ésta es “más desfavorable para las mujeres trans* que para los hombres trans*”. Así mismo, muchas de las discriminaciones son estructurales, pues es evidente en México la carencia de “legislaciones que permitan con accesibilidad la modificación del sexo/género en el acta de nacimiento”. Así mismo los prejuicios y la estigmatización sexual en los procesos de selección laboral conllevan a que se opte con preferencia hacia personas cisgénero. Por último, a pesar de que existen diferentes normatividades nacionales e internacionales que “garantizan el derecho al trabajo de este sector de la población sin estigma ni discriminación”, tales como la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Federal del Trabajo, la Ley Federal para Prevenir y Erradicar la Discriminación, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, entre otras, dichas legislaciones aún no garantizan la no discriminación en el ámbito laboral, por lo que hace falta aún avanzar en este respecto.

Felipe Hevia presenta un trabajo acerca de un grupo de jóvenes voluntarias/os que participaron como encuestadores en 2015 y 2016 dentro del proyecto MIA-Medición Independiente de Aprendizajes. Los resultados de su investigación muestran la existencia de una “energía social entre los jóvenes que puede ser canalizada hacia acciones de trabajo voluntario que se orienten al bien común”, de la misma manera, sugieren “que el voluntariado tiene efectos positivos y duraderos en los jóvenes.” Por otro lado, sugiere que dichos resultados pueden ser de utilidad en el diseño e implementación de proyectos de voluntariado, además de permitir entender “cómo en ese sistema de valores se incorporan las acciones solidarias.”

José Sánchez retoma elementos del psicoanálisis para realizar un análisis de la cultura contemporánea y contextualizar la nueva melancolía de los jóvenes, “una expresión que condensa el malestar en la cultura contemporánea”, “el vaciamiento y laxitud de las relaciones sociales.” A lo largo del texto se hace referencia, también, a otro estudio sobre juventudes desarrollado por el mismo autor, desde donde se realiza el análisis de otros elementos que aportan al estudio de la modernidad, la posmodernidad y los jóvenes.

Gonzalo Saraví reflexiona, desde un punto de vista antropológico, sobre las subjetividades juveniles contemporáneas, que no han recibido la atención necesaria para su investigación. Menciona que los estudios sobre juventudes se han enfocado básicamente en dos vertientes: el análisis de las identidades juveniles y la transición a la vida adulta conforme a condicionantes estructurales e institucionales. El artículo permite apreciar que “la subjetividad no es independiente de los contextos e interacciones sociales”, pues “muchos malestares sociales se traducen o desencadenan malestares subjetivos”, de esta manera es importante reconocer la variabilidad, heterogeneidad y contingencia de las subjetividades. De igual manera se resalta el que la “subjetividad no sólo es condicionada por los contextos materiales y sociales en que están inmersos los sujetos, sino también por la cultura y el poder.” Por ejemplo, la estigmatización y criminalización de jóvenes de escasos recursos y sus colonias marca sus subjetividades, de igual manera lo hace la subjetividad neoliberal, que presiona a los jóvenes de diferentes sectores económicos exigiendo un extremo esfuerzo para responder al modelo normado, lo que puede llevar a jóvenes de condiciones socio-económicas precarias a un “fracaso pre-anunciado (que) conduce a la autoculpabilización, a la atribución de fallas e incapacidades personales, y a la búsqueda de otros espacios de reconocimiento”.

Coordinación de Programas Especiales

 

  1. Naciones Unidad, Día Internacional de la Juventud 12 de agosto, Antecedentes, tomado de https://www.un.org/es/observances/youth-day/background, visitado el 04 de agosto de 2021.
  2. Instituto Mexicano de la Juventud, Gobierno de México, Día Internacional de la Juventud, tomado de https://www.gob.mx/imjuve/prensa/dia-internacional-de-la-juventud-121296, visitado el 04 de agosto de 2021.
  3. Centro de Investigación en Política Pública, IMCO, Encuesta Intercensal 2015 vía INEGI, tomado de https://imco.org.mx/encuesta-intercensal-2015-via-inegi/, visitado el 04 de agosto de 2021.