Educación superior intercultural: voces y actores

Coordinadoras: Dulce Angélica Gómez Navarro y Susana Vargas Evaristo
Cátedras Conacyt -CIESAS Pacífico Sur


Editorial

En las últimas dos décadas se han diversificado las experiencias sobre el campo de la Educación Superior Intercultural (ESI) en México, integrando a: las universidades interculturales, los programas de atención a la diversidad cultural en las instituciones públicas y privadas, los proyectos comunitarios autónomos y las diferentes comunidades de aprendizaje. En este conjunto, convergen múltiples actores y distintas agendas políticas, pero también se van tejiendo experiencias educativas de atención a la diversidad cultural y lingüística, otorgando significados a partir de los contextos sociales y culturales propios.

En esta edición del Ichan Tecolotl abrimos el debate a las distintas voces de las y los actores sociales sobre las demandas y respuestas hacia los pueblos indígenas y afrodescendientes, frente al acceso de una educación superior con pertinencia cultural y lingüística. Fue de especial interés abrir un foro para presentar diversas iniciativas educativas enmarcadas en la educación superior intercultural como un paraguas que se ha ido enriqueciendo con el paso de los años, a través de la voz de estudiantes, egresados y egresadas, académicos que laboran en las experiencias interculturales y que están fuera de ellas.

El resultado de esta convocatoria dio paso a la discusión sobre los siguientes seis ejes que a continuación presentamos:

Eje 1: La investigación académica en torno a la educación superior intercultural

Un primer escrito es el de Dulce Angélica Gómez Navarro, titulado “Tres vertientes en la construcción de la educación superior intercultural en México” en el que se identifican: las universidades interculturales, las propuestas de educación superior comunitarias e interculturales y la presencia de estudiantes indígenas en las universidades convencionales, como constitutivos de este campo que tiene más de 20 años en México. De esta forma se delinea cómo cada proyecto ha caminado para dotar de sentido a “lo intercultural” en su apuesta formativa, a pesar de los retos que los acompañan y las luchas políticas que se dan al interior de las universidades. Finalmente, se menciona la importancia de conocer cada experiencia para seguir enriqueciendo a la ESI en su tarea por el reconocimiento por la diversidad cultural y lingüística del país, la cual ha trascendido a otros escenarios sociales.

El siguiente artículo “Tensiones de sentidos en experiencias de educación comunitaria en Oaxaca”, Alma Patricia Soto Sánchez reflexiona, desde su labor docente y como investigadora, acerca de tres tensiones que observa en la implementación de estas iniciativas. La primera surge al concebir la educación superior como sinónimo de movilidad social cuando los procesos de empobrecimiento y despojo de las comunidades continúan y la profesionalización de los jóvenes indígenas no es suficiente para salir de la pobreza. La segunda se refiere a la tensión entre los saberes científicos y los saberes locales que se encuentran en los procesos de investigación-acción. Y, por último, la tensión que se visibiliza al pensar la escuela para aprender a ser campesino, por un lado, pero también como un camino para dejar el campo.

El tercer artículo de este primer eje “Potencialidades de los estudios comparados en la educación superior en universidades de enfoque EIB (Educación Intercultural Bilingüe)” a cargo de David Silvestre Delgadillo Zerda y Jazmín Nallely Arguelles Santiago, plantea cómo se han atendido las demandas de atención de la diversidad lingüística y cultural en Bolivia y en México, discutiendo los principales aportes de los estudios comparados en el desarrollo de las universidades interculturales, especialmente para determinar en qué medida las universidades interculturales en México responden a las demandas, necesidades y expectativas educativas de los pueblos indígenas.

Eje 2: La universidad y la atención a la diversidad cultural y lingüística

En este eje, Juan Roberto Cervantes Vazquez analiza las condiciones escolares que experimentan los jóvenes triquis en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, un espacio educativo convencional en el que las posibilidades de incorporación o discusión sobre la diversidad y la interculturalidad presentes entre sus estudiantes todavía es incipiente. En su texto: “Reflexiones sobre la interculturalidad desde los estudiantes triquis”, el autor señala que desde la experiencia de los jóvenes procedentes de la región triqui de Oaxaca, se muestra que existen muchos puntos por considerar en la implementación de políticas y dinámicas que busquen dar cuenta de la diversidad étnica y lingüística, incluso, considera necesario revisar la pertinencia de aprobar dinámicas interculturales institucionalizadas vertidas en las universidades públicas, pues no siempre coinciden con la dinámica cotidiana de las y los estudiantes de comunidades.

Eje 3: Identidades juveniles y educación superior intercultural

En el texto de Susana Vargas titulado: “Identidades juveniles. La universidad comunitaria-intercultural como espacio de otras diversidades” presenta cómo el Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA) funge como un lugar de reflexión acerca de la identidad étnica y sexual, a partir de la entrevista que realiza a un estudiante que se autoadscribe desde las disidencias sexuales y que cuenta las dificultades que ha tenido en el autorreconocimiento de quien es, especialmente por las implicaciones de ser parte de una comunidad indígena y la mirada construida acerca de la diversidad sexual.

Isis Violeta Contreras Pastrana en su texto titulado: “Voces y planteamientos desde un colectivo juvenil ayuuk: ‘hacer algo para el pueblo’”, nos propone un panorama de prácticas juveniles en una comunidad ayuuk, destacando dos caminos posibles: la migración con fines laborales y educativos, o bien, permanecer en la comunidad para construir proyectos alternativos a sus espacios educativos que la autora llama como “pedagogías comunitarias”, que potencian formas de ser y estar en el mundo y tienen base en su vida comunitaria. A partir de las acciones que un grupo de jóvenes creadores que conformaron el Colectivo Cultura y Resistencia Ayuuk (CCREA, 2006) en Tamazulapam del Espíritu Santo, Isis muestra los desacuerdos y diferencias generacionales con respecto a lo que debería ser “lo comunitario”. No obstante, desde los espacios que el colectivo ha abierto para algunos jóvenes, se discuten y plantean distintos puntos de vista sobre la vida en la comunidad, y la comunalidad supone parte de su inspiración. El Festival de Cultura Reggae Ayuuk jää’y y la Feria del Pulque son espacios en los que se impulsan acciones articuladas para las y los jóvenes ayuuk que buscan reactivar los lazos comunitarios haciendo alusión “a la comunidad como una forma pedagógica” para gestar aprendizajes a manera de cosmovisiones y saberes para la vida, según lo señala Isis. A pesar de la diversidad de las experiencias juveniles en Tamazulapam, el colectivo descrito por la autora muestra el posicionamiento e interés de un grupo que, si bien se confronta con las perspectivas adultas, también muestra alternativas hacia los jóvenes para que permanezcan “enraizados” y eviten abandonar a la comunidad.

Eje 4: Comunidades de aprendizaje comunitarias e interculturales

Los autores Alejandra Méndez y Melquiades Cruz nos comparten “La enseñanza de las ciencias comunitarias en el Centro de Estudios Universitarios-Xhidza”, una propuesta de educación comunitaria y autónoma que surgió en el año 2017 en la región zapoteca de Oaxaca, y tiene como objetivo formar licenciados y licenciadas en Ciencias Comunitarias por medio de la adquisición de saberes, conocimientos y tejidos comunitarios, la oralidad y los textos, y la reflexión continua sobre la comunidad, el género, la madre tierra, la salud y la vida, los procesos de autonomía, las economías sociales y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) comunitarias.

Desde la perspectiva comunalista, Carlos Luis Maldonado llama la atención sobre la educación comunitaria en el estado de Oaxaca, como una alternativa a la ofertada desde el Estado mexicano. Esta educación alternativa a la oficial busca insertarse dentro del sistema educativo como parte de las demandas de los movimientos sociales por el acceso a contenidos educativos con pertinencia social y cultural. La Universidad Autónoma Comunal de Oaxaca (UACO), recientemente oficializada, es producto de la larga lucha del movimiento magisterial que converge en su eje educativo con las necesidades educativas de los pueblos originarios. Carlos Luis explica en tu texto que el principio de autonomía de la universidad comunal, pretende recuperar la “lógica comunal” desde la estructura y organización comunitaria que la posibilite y promueva. El texto que nos ofrece el autor, aporta al campo de la educación superior comunitaria en Oaxaca y ofrece un mapa de las diversas comunidades y actores sociales presentes en torno a este proyecto educativo de base comunal.

En el artículo “El reencuentro con la comunidad en tiempos de Covid. La experiencia de la Universidad Moxviquil”, de Sergio Iván Navarro Martínez, Judith Enríquez Méndez y César Estrada Aguilar nos comparten cómo estudiantes y egresados han enfrentado las consecuencias de la pandemia, por un lado, los alumnos que se vieron obligados a suspender sus clases presenciales regresaron al campo, resignificando la labor campesina. Por otro lado, los y las egresadas de este proyecto educativo alternativo activaron formas de acompañamiento educativo a niños debido a que por la brecha digital no pudieron continuar con sus estudios, a su vez que participaron en la asamblea para la activar protocolos y medidas de salud de una comunidad.

Eje 5: Experiencias de los estudiantes y egresados indígenas y afrodescendientes

El artículo “Narrativas docentes en la educación superior intercultural” de las profesoras Nancy Margiel Pérez Salazar y Areli Castilla Chiu de la Universidad Veracruzana Intercultural (UVI) nos presentan cómo sus trayectorias académicas y profesionales previas se intersectan en su labor como mujeres docentes de una universidad intercultural que continuamente reflexiona sobre lo que significa abordar la interculturalidad en el aula y formar profesionales críticos, políticos, humanos y sensibles frente a las resistencias que aún persisten en el reconocimiento de lo diverso.

En cuanto a experiencias de estudiantes y egresados se presentan dos artículos: el primero es de Gilmaro Cuéllar “Estudiar en el ISIA: cercano a mi experiencia y contexto universitario” donde nos ofrece una perspectiva autobiográfica sobre su experiencia educativa articulada al mundo comunitario y de trabajo en el campo de San Lucas Ixcotepec. Narra la manera en la que se fue haciendo de su propia trayectoria educativa, echando mano de los recursos inmediatos que le ofrecía su contexto. En un punto de su historia, Gilmaro decide dejar los cargos de su comunidad para abrirse paso en los estudios universitarios que le ofrecía el ISIA, en sus palabras, este espacio educativo significaba la única opción para jóvenes de su entorno geográfico. El relato de Gilmaro permite observar la manera en la que el currículo y las prácticas educativas estuvieron articuladas a un modo de vida conocido por él y su familia, es decir, fue como estar en un continuum que al mismo tiempo le proveía de herramientas técnicas y teóricas en el ámbito de la comunicación, pero sin dejar de pensar en la transformación social y comunitaria.

El segundo de este eje es el que nos comparte Esther Secundina Poot Cahum, titulado: “La interculturalidad como estrategia pedagógica revive la comunalidad en el aula”, presenta a partir de su experiencia de qué manera la formación académica recibida en la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo le permitió revalorar su identidad como un requisito para comprender la interculturalidad, donde su lengua y cultura, su vida cotidiana y su relación estrecha con la comunidad los reconoce como los pilares más relevantes. Su paso universitario le ha permitido comprender a la educación como un proceso continuo colectivo y situado donde se rescatan aspectos propios de la cosmovisión maya. A su vez, ella reflexiona sobre su compromiso y la necesidad de impulsar la solidaridad frente al individualismo, y a mantener la lucha constante de resistencia para preservar el territorio maya, así como la naturaleza y sabiduría que ahí se alberga.

Eje 6: Experiencias emergentes de educación superior intercultural convencional

Por último, el escrito titulado: “San Quintín: laboratorio de la interculturalidad. Hacia un proyecto de universidad decolonial”, de los autores: Anayeli Bautista Tenorio, Ramón Guzmán Rojas, Selvio Ibáñez Guzmán y Everardo Garduño plantea el surgimiento de una iniciativa de educación superior intercultural basada en la necesidad de formar profesionistas para sus comunidades en el Valle de San Quintín, debido a que en los últimos años, esta región se ha convertido en un epicentro multicultural que alberga múltiples lenguas y culturas, a sólo cuatro horas de la ciudad de Tijuana. Así, profesionistas indígenas de distintos pueblos se encuentran trabajando en un proyecto educativo que diseñará programas adecuados para la atención de áreas estratégicas de la región, a la vez que procurará una investigación colaborativa y decolonial, que permita promover un diálogo de saberes.

Consideramos que los escritos presentados en este número del Ichan recogen experiencias de investigación desde el ámbito académico y de la investigación, la práctica docente, la experiencia de estudiantes y jóvenes indígenas, así como de instituciones educativas y organizaciones comunitarias. Con la intención de contribuir a lo que las docentes de la Universidad Veracruzana Intercultural: Nancy y Areli nos sugieren: “adentrarnos a otras maneras de escribir… De intentar decolonizar la academia al intentar formas menos hegemónicas de estar en estos espacios”. Las diversas voces, proyectos y experiencias expuestas en este número dan cuenta de la amplitud del campo de la educación superior intercultural: sus ausencias, logros y retos que se abren ante la complejidad cultural de nuestra sociedad.