De los huertos escolares a las milpas educativas

Raúl Gutiérrez Narváez
Antropólogo en educación

A Ron como promotor incansable del diálogo de saberes entre las agroecologías y las culturas campesinas indígenas.

Ilustración Ichan Tecolotl con imagen de la Red Internacional de Huertos Educativos.

Ron fue uno de los pilares fundamentales en los trabajos iniciales de la Unión de Maestros de la Nueva Educación para México (UNEM) en 1995, que fue la base para la conformación de la Red de Educación Inductiva Intercultural (REDIIN) en 2010, desde donde hemos desarrollado el trabajo con el Método Inductivo Intercultural (MII) y las Milpas Educativas para el Buen Vivir. Honramos su memoria en sencillos homenajes durante el taller de la REDIIN Chiapas realizado en el CIESAS Sureste, el 29 de septiembre, y en el Encuentro Nacional de la REDIIN realizado en Oaxaca el 17 de octubre.

Academiques REDIIN, Huatusco 2012. Foto: Armando Hernández.

Su trabajo educativo junto a la UNEM y la REDIIN es una faceta poco conocida de su desempeño, no tanto como académico (escribió poco al respecto), sino más bien como activista, apoyando y coordinando muchas actividades de formación, vinculación y desarrollo curricular, siempre con el huerto escolar y la agroecología al centro, pero desde una perspectiva intercultural.

Recuerdan los educadores fundadores de la UNEM que Ron fue la primera persona que los apoyó en su búsqueda de asesoría para trabajar en el desarrollo de una propuesta de educación con pertinencia política y cultural para sus comunidades, en el año 1995, cuando se acercaron a CIESAS:

Fue el primero en ofrecerse, dar su tiempo gratuitamente para enseñarnos. Él nos dijo que podía combinarse la educación intercultural con el huerto y empezamos a hacer abonos orgánicos. Él es uno de los grandes. Luego vinieron los demás, nos enseñó el valor del campo, que la escuela debería de salir de la escuela, que los huertos deberían ser lugares de aprendizaje y también podíamos aprovecharlos para la alimentación, nos dio muchísimo. Nunca nos dejó. En el whatsapp estuvo contestando siempre. Ya no venía pero él estaba pendiente. La única manera de honrarlo es seguir trabajando, mejorando, trabajando en el campo, en las escuelas, en las aulas, con los niños, la única manera de que sus conocimientos lleguen a la tierra; así se sentirán contentos, si no, se sentirán tristes sus almas. (Francisco Arcos, milpero ch’ol)

Conocí a Ron en el bachillerato en el 98, nos motivó mucho para escribir y pensar desde nosotros mismos qué educación queremos, cómo generar economía desde la producción, a entender la biodiversidad como un ecosistema dentro de la milpa; nos daba herramientas, nos decía que nadie más iba a venir a cambiar la educación sino nosotros mismos… Contactaron a Jorge Gasché, que vino a dar un curso sobre cómo hacer un currículum. También a través de él conocimos a María Bertely, cómo se fue tejiendo. Si no nos hubieran impulsado, no lo hubiéramos logrado. En esos tiempos no se entendía que lo nuestro son saberes o conocimientos, pero Ron ya conocía que no todo lo sabía la ciencia. (Juan Guzmán, milpero tseltal)

Lo conocí en Ecosur, en Huertos escolares, luego lo conocí acá. Es uno de los sostenes, de los pilares de la REDIIN. Nos debe provocar reflexión que, a pesar de su condición física, estuvo activo. Es de mucha admiración. Si mis mayores están con esta visión de seguir aprendiendo, quien soy yo para limitarme, son una inspiración para mí. Él siempre quería estar aquí. (Ramón Pérez, profesor tsotsil)

Siempre fue muy amable, muy humano. Le gustaba compartir su conocimiento. (Elías Pérez, milpero tsotsil)

Personalmente, mi primer acercamiento con Ron fue en un taller de huertos escolares impartido a educadores de la UNEM en 1996. En ese tiempo yo laboraba como administrador de CIESAS Sureste y me invitó a participar en el taller. Ahí conocí por primera vez a varios jóvenes educadores, con quienes trabajaría años después y que son grandes amigos y compañeros de lucha hasta la fecha. En ese mismo año, coordinó, junto con otros académicos, el curso anual de capacitación a educadores del Proyecto del Educador Comunitario Indígena (PECI), implementado por el gobierno del estado de Chiapas.

Entre 1997 y 1999, Ron participó en la coordinación de un bachillerato pedagógico, sin reconocimiento oficial, que se impartió a las y los educadores de la UNEM y en el que se invitó a participar a muchos académicos y profesionistas. Como parte de los vínculos que se fueron estableciendo mediante su mediación, se invitó a Jorge Gasché a impartir un taller sobre desarrollo curricular. A partir de ahí, el Método Inductivo Intercultural (MII), desarrollado por Gasché, fue adoptado por la UNEM y la REDIIN como el fundamento de su propuesta educativa.

En el año 2001, el Dr. Miguel León-Portilla donó el premio Fray Bartolomé de Las Casas para el desarrollo de proyectos indígenas en Chiapas. Con ese fondo, la UNEM, con otras organizaciones, como Las Abejas y ECIDEA (Educación Comunitaria Indígena para el Desarrollo autónomo) desarrollaron un proyecto para la elaboración de Tarjetas de autoaprendizaje (UNEM, 2004), que recuperan saberes indígenas y los articulan con saberes científicos mediante las herramientas del MII. El proyecto fue coordinado por María Bertely, investigadora de CIESAS en Ciudad de México y Ron participó junto a otras investigadoras como Sylvia Schmelkes.

Aprovechando la presencia de Jorge Gasché, Ron lo invitó a impartir un curso en la Maestría en antropología social del CIESAS Sureste, considerando que habíamos varios estudiantes que trabajábamos temas educativos (yo había ingresado a la maestría en septiembre de 2002). A partir de entonces, he profundizado en el conocimiento y el desarrollo del MII, como uno de los enfoques más completos y pertinentes en el campo de la educación indígena. Ron formó parte de mi comité de tesis y en 2005 me recomendó con María Bertely para participar en los proyectos desarrollados con UNEM. 19 años después continúo colaborando e interaprendiendo en los trabajos de REDIIN, plenamente convencido por el MII.

Durante todos estos años, Ron estuvo presente, acompañando el trabajo que hemos desarrollado: vinculándonos con proyectos “hermanos” como los Huertos educativos de Ecosur, viajando a comunidades y escuelas indígenas, impartiendo talleres, ofreciendo asesorías, participando en eventos y proyectos académicos y educativos y compartiendo y conviviendo como parte de nuestro colectivo. Él, como yo, siempre estuvo convencido de la importancia y trascendencia del MII, promoviéndolo en diversos espacios y, como comentan los compañeros, estuvo al pendiente de nuestros talleres y reuniones a través del grupo de WhatsApp, aun cuando sus condiciones físicas le impedían acompañarnos presencialmente.

Agradezco a la vida, al destino de haber convivido, compartido y aprendido tanto junto a Ron. Él siempre seguirá acompañando e inspirando nuestro trabajo que, como nos enseñó, vincula educación, etnopolítica y agroecología en la construcción de educaciones pertinentes para las niñeces indígenas y para el mundo. En el último taller de REDIIN Chiapas, Ron estuvo con nosotros y su presencia en espíritu y a través de sus fotos, como siempre lo hizo, animó el corazón de varios educadores indígenas que habían estado algo desanimados por las condiciones de violencia que se viven en el estado.

Hasta siempre compañero, amigo y maestro.

Encuentro nacional REDDIN 2024. Foto: Miguel Cornelio