Maialen Sobrino
Asociación Garabide
La cooperación lingüística nace en 2005 a raíz de una toma de conciencia en el ámbito de la cooperación del País Vasco,[1] ya que, aunque la cooperación vasca tenía ya un largo recorrido en varios ámbitos de acción con comunidades del mundo hoy denominadas Sur Global, se observó que no se había trabajado en el ámbito lingüístico, ni de forma directa, ni de forma indirecta. Al mismo tiempo, desde ámbitos eminentemente académicos se iba alzando la voz ante la emergencia lingüística global que vivía y vive el mundo, ya que según la propia UNESCO “por lo menos 43% de las aproximadamente 6 000 lenguas habladas en el mundo están en peligro de extinción”. Es precisamente debido a la confluencia de estas dos realidades que se opta por crear la ONG Garabide para llevar a cabo una labor denominada “cooperación lingüística”, que no es más que un intercambio de experiencias en materia de revitalización lingüística entre distintas comunidades lingüísticas minorizadas del mundo. Trabajar la revitalización lingüística desde el campo de la cooperación implica ampliar el concepto de lo que tradicionalmente se ha considerado el desarrollo de una comunidad, ya que desde Garabide entendemos que ese desarrollo nunca podrá ser integral si no se tienen en cuenta aspectos como la identidad, la cultura o el idioma[2] o los idiomas de la propia comunidad. Es más, lo que la cooperación lingüística pone de manifiesto es que, además de la necesidad de incluir el idioma como línea de trabajo transversal en cualquier proyecto de cooperación, es fundamental trabajar en proyectos que tomen el idioma como eje fundamental del desarrollo. Es decir, que la comunidad o sociedad evolucione a través de la lengua y, por lo tanto, trabajando de manera transversal el resto de objetivos propios de la cooperación, como la defensa de los derechos humanos, la equidad, el feminismo y la sostenibilidad ecológica, entre otros.
En términos generales, la cooperación que hace unas décadas tenía una marcada tendencia asistencialista ha experimentado cambios hacia la construcción de relaciones más horizontales entre sus diferentes actores y Garabide no sólo trabaja para profundizar en esa línea, sino que evidencia la necesidad de un cambio de foco. Es decir, Garabide propone desligar la cooperación del desarrollo únicamente o mayoritariamente económico para dar centralidad a los aspectos cualitativos, tomando como eje la revitalización de los idiomas minorizados. Para ello es imprescindible una activación social o toma de conciencia colectiva, tanto a nivel local, como a nivel global, de las implicaciones que tienen los procesos de sustitución lingüística que viven los idiomas minorizados del mundo. A su vez, el trabajo de la sociedad civil organizada y el de las estructuras administrativas en materia de revitalización lingüística deben complementarse, ya que a cada actor le corresponden ciertas funciones.
El origen de la cooperación lingüística de Garabide es la propia experiencia, ya que el País Vasco cuenta con seis décadas de experiencia en la revitalización de su idioma, el euskera o lengua vasca, que a pesar de no ser un proceso concluido ni modélico, sí puede ser una de las pocas referencias a nivel global de un proceso de revitalización lingüística basado en una red de infraestructuras sociales surgidas de iniciativas civiles. Para resumir las claves de este proceso, Garabide ha creado un material divulgativo bajo licencia de Creative Commons en donde, a través de 4 libros y 4 audiovisuales breves, se intentan recopilar los hitos del proceso de revitalización del euskera. Todo el material está disponible de manera gratuita en la web de Garabide en euskera, castellano, inglés y francés (enlace directo haciendo clic en la imagen).
En este momento en el que el proceso de extinción por sustitución de las lenguas minorizadas en el mundo‒ es más rápido que nunca, es de vital importancia superar las experiencias aisladas de revitalización y trabajar en la construcción de una visión, de una estrategia de revitalización lingüística integral para la comunidad y desde la comunidad. Más allá de que cada proceso de minorización de un idioma tiene sus particularidades debido a la complejidad del contexto, subyacen en ellos patrones comunes que son el ámbito de trabajo principal de los proyectos de cooperación lingüística, ya que es ahí donde el intercambio de experiencias de revitalización tiene un sentido práctico, ya que si identificamos cómo se construyen estos procesos se pueden identificar las claves para deconstruirlos. Por ejemplo, los patrones para la minorización y sustitución lingüística de los idiomas minoritarios son muy similares en el mundo: comienzan restándole funciones o espacios de uso a la lengua minorizada en los ámbitos de poder. En otras palabras, haciendo una gran simplificación, los procesos de pérdida de las lenguas se dan de arriba a abajo (gobierno central>administración local>ámbito profesional>ámbito familiar>ámbito personal) y, por el contrario, los procesos de revitalización se dan a la inversa, abriendo espacios de uso a la lengua de abajo a arriba (ámbito personal>ámbito familiar> ámbito profesional>administración local>gobierno central), comenzando desde una decisión y compromiso personal que provoca un cambio de actitud respecto al uso de la lengua.
Sin ánimo de restar importancia a las particularidades de cada contexto, si prestamos atención a los elementos comunes de los procesos de revitalización de lenguas minorizadas observaremos que las acciones de revitalización suelen comenzar en el área educativa, ya que se tiende a trasladar la responsabilidad de recuperar la lengua casi en exclusiva a las nuevas generaciones. Por supuesto, la educación juega un papel crucial en el proceso y si realmente perseguimos el objetivo de conseguir hablantes bilingües equilibrados será imprescindible la inmersión total en la lengua minorizada, principalmente en la educación preprimaria, primaria y secundaria. Dicho esto, hay otras áreas que se deben trabajar junto con la educación, como la enseñanza de la lengua a personas adultas, la creación de medios de comunicación monolingües en la lengua minorizada, la utilización de la lengua en la administración o en el ámbito laboral, y la producción cultural y el ocio exclusivamente en la propia lengua, por destacar algunas. Estas áreas de uso exclusivo de la lengua minorizada están en constante retroalimentación (por ejemplo, una obra literaria o un texto periodístico pueden ser utilizados también como ejercicio de clase en el área educativa) y mantenerlas es esencial, ya que en contextos bilingües la lengua que acaba imponiéndose resulta ser la dominante. Además, trabajar coordinadamente en las diferentes áreas favorece la construcción de esa visión o estrategia conjunta de revitalización lingüística, evitando la dispersión de energía que suponen para la comunidad las acciones aisladas de revitalización.
Metodologicamente la cooperación lingüística está basada en el intercambio de experiencias. En lugar de ofrecer ayuda asistencial, en nuestro caso, acercamos la experiencia de las y los agentes que trabajaron y trabajan en pro de la revitalización del euskera a la realidad de quienes trabajan por la revitalización de sus lenguas en otras partes del mundo. Por ejemplo, favorecemos que activistas lingüísticos del mundo (kichwas, mapuches, kaqchikeles) conozcan en profundidad las iniciativas puestas en marcha para la revitalización del euskera (dónde y cómo surgieron, cómo se desarrollan) en diferentes ámbitos (educación, medios de comunicación, activación social) y que, a su vez, las activistas de diferentes idiomas del mundo se conozcan entre sí.
Los proyectos de cooperación lingüística en los que trabaja Garabide pueden clasificarse tipologicamente, a grandes rasgos, en 4 ámbitos: formación, asesoramiento, divulgación y sensibilización. Podría decirse que los relativos a la formación son los más arraigados, entre los que destaca el Curso Experto en Estrategias de Revitalización de la Lengua, un curso universitario dirigido a activistas indígenas. Es impartido en la Universidad de Mondragón desde 2011 y reúne durante 3 meses en el País Vasco a una veintena de activistas de 12 comunidades lingüísticas minorizadas del mundo para ofrecer formación especializada sobre la experiencia de revitalización del euskera. Las y los participantes reciben más de 500 horas lectivas y realizan visitas didácticas para conocer a agentes sociales e instituciones protagonistas del proceso de revitalización del euskera en todo el territorio. Además, en la etapa final del curso recogen en un proyecto una iniciativa de revitalización lingüística concreta para su comunidad, que se comprometen a llevar a cabo en su comunidad a través de la organización a la que pertenecen en su lugar de origen y que se monitoriza junto a Garabide a lo largo del siguiente año natural. El Curso Experto ostenta la centralidad en el área de formación, pero en los últimos años se ha conseguido poner en marcha también varias formaciones especializadas, tanto en el País Vasco como en otras comunidades minorizadas del mundo para responder a la creciente demanda. Asimismo, anualmente se llevan a cabo entre cinco y diez programas de asesoramiento individualizado que responden a necesidades concretas identificadas por cada comunidad lingüísitica dentro de su estrategia general de revitalización.
Unido a todo ello, mediante los programas de divulgación conseguimos que la cooperación lingüística se mantenga fuertemente ligada a la sociedad vasca. Se ha realizado una labor muy importante en cuanto a la recuperación de la lengua en los últimos 50 años, pero, como idioma minorizado, el euskera tiene que seguir trabajando constantemente hacia su normalización y en Garabide no podemos olvidar esa labor.
Por último, Garabide surgió no sólo para crear redes de intercambio de experiencias con otras comunidades lingüísticas del mundo, sino también para favorecer la activación social en el País Vasco. Más allá de integrar a agentes sociales en nuestros proyectos, intentamos llegar a la ciudadanía de a pie mediante la producción de un documental al año y la realización de su correspondiente gira de presentación. Además, organizamos coloquios y mesas redondas con agentes locales. En total, llevamos a cabo una media de 20 actividades de sensibilización al año en municipios, escuelas, universidades y agrupaciones locales. En última instancia, pero no por ello menos importante, los medios de comunicación y las redes sociales actúan como caja de resonancia de nuestra labor de cooperación lingüística. Hoy en día hacemos colaboraciones periódicas en radios y revistas, alimentamos asiduamente nuestra web (en euskera, castellano, inglés y francés), tenemos una red de blogs y somos activas en redes sociales. A pesar de la escala de nuestro trabajo, consideramos que la respuesta a esta labor comunicativa ha sido positiva,
Tras esta explicación sobre la labor de cooperación linguística que realiza Garabide, quisiéramos concluir compartiendo brevemente algunas de las experiencias de cooperación lingüística geográficamente más cercanas.
Comunidad lingüística maya yucateca o maayat’aan, Yucatan, México
En el ámbito de la comunicación, un grupo de activistas formadas en el mencionado Curso Experto puso en marcha Radio Yúuyum, radio online en maya yucateco. En cuanto a la producción literaria, se formó el grupo de escritoras en maya yucateco Xkusamo’ob. Además, en 2018 se realizó un curso especializado en estrategias de revitalización para agentes y activistas provenientes de toda la península (de Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Belice) en 6 fines de semana intensivos y con ponentes tanto mayas como vascos. Por último, en 2019 se grabó el primer documental íntegramente en maya yucateco que recoge la experiencia de revitalización del idioma y se consolidó una asociación civil dedicada a la revitalización lingüística. En cuanto al plano administrativo, en la municipalidad de Mérida se logró poner en marcha a través del instituto de cultura el diseño de una planificación lingüística a nivel municipal.
Comunidad lingüística nawat, Cuetzalan, México
Tras años de trabajo con el grupo cooperativo Tosepan y basándose en los planes de euskera existentes en empresas vascas, se consiguió crear una planificación lingüística dentro de la estructura organizativa de Tosepan y articular un grupo motor encargado de monitorizar el trabajo de normalización del idioma. A nivel nacional, el grupo colabora en la estandarización del nawat. Fruto de ese trabajo, se puso en marcha el plan SEI (Socio-Empresarial-Identitario) en colaboración con otras ONG vascas que trabajan en el terreno para buscar confluencias y aportar una mirada integral al trabajo que se realiza.
Comunidad lingüística kaqchikel, Chimaltenango, Guatemala
La comunidad maya kaqchikel ha logrado, tras años de trabajo, crear una red de cuatro escuelas kaqchikeles llamada Ruk’u’x Qatinamit. Una de ellas ha conseguido ya unir calidad educativa con inmersión total en kaqchikel (es decir, que todas las materias sean impartidas en kaqchikel). Esto provoca que los resultados académicos de la población indígena sean superiores a la media y que familias mestizas se hayan unido a la comunidad educativa. Es una experiencia pionera, ya que por primera vez se logra en Abya Yala que un sistema educativo cree personas bilingües equilibradas y completas, es decir, personas que dominan a la perfección el idioma minorizado (kaqchikel) y el idioma dominante (español) tanto en su forma oral como en su forma escrita.