Gabriela Zamorano Villarreal[1]
CIESAS Ciudad de México
¿Qué pueden decirnos los medios de comunicación sobre los procesos políticos? Tanto mi interés académico por la política y la visualidad como mi colaboración previa con iniciativas mediáticas indígenas en México y Bolivia inspiraron la investigación para este libro. Durante mi estancia de investigación en Bolivia entre 2005 y 2007 acompañé a varios comunicadores y comunicadoras indígenas originarias en su trabajo diario, que incluía asistir a talleres de cine, organizar o participar en reuniones sindicales, colaborar en procesos colectivos de escritura de guión y de rodaje de películas en diversas regiones del país y presentar sus películas en diferentes lugares dentro de Bolivia y a nivel internacional. Descubrí que todas estas actividades mantenían un diálogo continuo con el escenario político del momento, es decir, con las singulares transformaciones que condujeron al triunfo electoral de un presidente indígena, a la reescritura de la Constitución nacional y a la fundación de un Estado plurinacional en 2009. En otras palabras, descubrí que la producción cinematográfica se convirtió en un sitio para discutir, negociar e incluso ensayar posibilidades para una participación más activa de los pueblos indígenas en la política nacional. Para ello, fue fascinante entender las posibilidades políticas de la ficción no solo por su impacto en los procesos de circulación, sino también al momento mismo de rodaje, durante el trabajo con actores, la recreación ficticia de situaciones que les afectan en realidad y las diversas formas de concebir la indigeneidad entre los y las comunicadoras.
El trabajo implicó un análisis etnográfico de dos aspectos relacionados con los medios de comunicación y la política en Bolivia. En primer lugar, resultó crucial entender cómo las prácticas mediáticas estudiadas se relacionaban con las crecientes luchas sociales que condujeron a las transformaciones del Estado. Debido a la activa participación de los pueblos indígenas originarios en estas luchas, esto implicó observar cómo los procesos de filmación contribuyeron a disputar y construir una idea común sobre lo indígena en la política nacional. Al mismo tiempo, este análisis implicaba repensar la noción de etnicidad no como algo intrínseco a las luchas indígenas y a las prácticas mediáticas, sino como una forma inacabada y polémica de afiliación política que permitía reivindicaciones comunes basadas en diversas experiencias de exclusión histórica y económica.
En segundo lugar, fue fundamental prestar atención a las propias tecnologías cinematográficas y a las formas en que las y los comunicadores indígenas y los sindicatos campesinos e indígenas se reapropiaban de ellas para sus propios fines pedagógicos y organizativos. Esto implicó documentar cómo la producción audiovisual indígena ha sido instrumental para pensar, difundir y discutir a nivel local las demandas indígenas para la Asamblea Constituyente y para imaginar escenarios futuros para los pueblos indígenas en vistas de un proyecto de Estado plurinacional. También implicó analizar cómo en las interacciones y trabajo cotidiano de producción audiovisual se hacían evidentes las tensiones económicas, étnicas, de género y de estatus o reconocimiento profesional que experimentan los y las comunicadoras, sus reflexiones y ansiedades sobre las nuevas reconfiguraciones políticas, y las contradicciones que experimentan en tanto sujetos políticos activamente involucrados en las luchas que llevaron a ese momento. Al mismo tiempo, fue muy iluminador el diálogo con las y los comunicadores sobre la compleja autoría colaborativa, los retos estéticos y narrativos, y las maneras de negociar cómo representar e imaginar lo indígena originario de maneras distintas a como se ha representado históricamente
Los estudios culturales y cinematográficos nos han enseñado mucho sobre la estrecha relación entre cine e imaginario. Mi enfoque etnográfico me permitió explorar, además del papel productivo de los contenidos cinematográficos, las prácticas que hacen posible y atribuyen significado a sus procesos de producción y distribución. Este enfoque me ayudó a entender estas prácticas como formas de “intervenir en la realidad” y como lugares en los que los “imaginarios políticos” o los “campos visuales de posibilidad política” se generan y disputan continuamente. En conjunto, el libro ayuda a comprender cómo las y los comunicadores indígenas producen y disputan, a través de la producción cinematográfica, imaginarios políticos que se basan en nociones de indigeneidad. Estos imaginarios se han convertido en un elemento central de los esfuerzos por cohesionar el proyecto de Estado plurinacional y vislumbrar futuros alternativos en uno de los casos más recientes y emblemáticos de participación política indígena en la política estatal de América Latina.
Al centrar mi atención en la producción audiovisual como una de las muchas formas locales de movilización social, exploro cómo éstas participan en transformaciones nacionales mayores. Sugiero que suceden no solo mediante la acción organizada y legal, sino en un campo afectivo y estético que de muchas maneras está contribuyendo a normalizar ciertas ideas de indigeneidad, las cuales, paradójicamente, llevaron a legitimar el controvertido discurso oficial del gobierno de Evo Morales.
En términos metodológicos, con base en el concepto de “economías visuales” propuesto por Deborah Poole documenté etnográficamente procesos de producción y circulación de películas, las formas en que éstas adquieren valor económico, semántico y simbólico, y los contextos que crean las condiciones de posibilidad para que éstas sean valoradas de formas específicas. Realicé también análisis visual de las películas en sí mismas, y de su puesta en diálogo con un amplio repertorio de imágenes históricas y contemporáneas sobre los pueblos indígenas en Bolivia.
Debido a que la edición en español se preparó 15 años después del estudio original, el libro incluye un epílogo que propone una lectura actualizada de esta etnografía que, casualmente, coincidió con la crisis postelectoral de octubre de 2019 y la subsecuente renuncia del Presidente Evo Morales después de tres mandatos consecutivos. Este momento político en Bolivia resuena a su vez con la caída de varios gobiernos de izquierda en Latinoamérica y el resurgimiento de fuerzas de la derecha.
El epílogo revisa cómo se construyó oficialmente el proyecto plurinacional y las complejidades de la crisis post-electoral que incluyó procesos de polarización, faccionalismo al interior de organizaciones indígenas originarias, y la redefinición de sectores y estrategias políticas. Revisa también nuevos desarrollos de representaciones cinematográficas de lo indígena en Bolivia y cómo se reposiciona en este contexto el trabajo del Sistema Indígena Originario de Comunicación Audiovisual y sus formas de visualizar futuros políticos más allá de estas primeras décadas de estado plurinacional.
Para cerrar podemos decir que el libro examina la dimensión política de la producción y distribución de videos como un medio a través del cual las organizaciones indígenas originarias lograron articular nuevas demandas sobre la política nacional en Bolivia, un país que experimentó uno de los casos más notables de movilización social y transformación constitucional con participación indígena en Latinoamérica y que, después de dos décadas, enfrenta nuevos retos y continuas violencias hacia los pueblos indígenas en un complejo contexto regional y global.
Ficha del libro:
Zamorano Villarreal, Gabriela
2021 Comunicación audiovisual indígena e imaginarios políticos en Bolivia contemporánea, Zamora, El Colegio de Michoacán.
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Correo electrónico: zamoranog@gmail.com ↑