Cartografía en las historias orales
del chatino de San Juan Quiahije

Emiliana Cruz Cruz
CIESAS-CDMX
 emiliana.cruz@ciesas.edu.mx

Brígido Cristóbal Peña,
Secretario de la Agencia de Cieneguilla
 b.cristobal7214@gmail.com


Emiliana: Taᴬ waᶜ sqwiᴱ twenᶠ jlyuᴮ jaᴷ noᴷ laᴳ aᴶ.
¿Ya había carros cuando tú naciste?

Brigido: Waᶜ sqwiᴱ ranᶠ, laᴴ yjanᴬ 1994. Waᶜ sqwiᴱ karoᴶ kanqᴴ.
Ya había, nací en 1994. Para entonces ya había carros.

Emiliana: Tiᶜ lyuqᴴ qaᴳ. Xiᴬ tyinᴶ reᶜ tiᶜ jiᴴ tyqwiᴶ twenᶠ jlyuᴮ qinᴷ kamyonᴮ jaᴷ noᴷ nlaᴱ.[1]
¡Ah, eres mucho más joven! Cuando nací todavía no había carretera en el pueblo.

En este artículo abordamos el tema acerca de la importancia del uso de la cartografía en las historias orales en la lengua chatina que se habla en el municipio de San Juan Quiahije, Juquila, Oaxaca. La gente de sesenta años o más, viajó a pie dentro y fuera de su territorio para ir a sembrar en época de lluvia, por intercambios económicos y culturales a otros pueblos, o por el placer de viajar.

Las personas que transitaban a pie tienen una cartografía mental que se plasma en las historias orales. Estas personas mantuvieron una relación íntima con el territorio, ya que al caminar intervinieron en el paisaje al hacer veredas, inventar topónimos, pero también experimentaron sentimientos con el paisaje, vieron el amanecer, el anochecer, aprendieron a escuchar los sonidos de los bosques, y todo a través de la lengua chatina.

Caminar ha sido importante en esta cultura chatina, por eso desde que se nace, se calientan los pies del recién nacido para que tenga los pies fuertes y pueda ser un buen viajero, como veremos en la historia que nos cuenta el abuelo de Emiliana, Jnaruᴶ. El ritual se hace con tres piedras qoᶜ ntsiqᴬ “dios de fuego”. Se destapan los pies del bebé y se pasan unas plantas con agua sobre las piedras calientes, el vapor toca los pies del bebé, este bebé estará listo para, caminar y bailar mucho.

A nuestros oídos es poesía lo que hay en las historias orales de los y las caminantes, han pasado más de cincuenta años que la gente ha dejado de caminar, desde que entró la carretera, por lo que creemos que es necesario documentar las historias y usar las herramientas de la geografía para complementar las historias.

¿Cómo te llegó a interesar la cartografía?

Brigido: La cartografía es esencial para entender mi espacio: mi casa, la casa de mis abuelos, mi pueblo, el territorio de Quiahije, además cómo me sitúo en ese paisaje del municipio. Siempre me gustaron los mapas, observaba las diferentes líneas, para mí era y sigue siendo una belleza de la ciencia convertida en arte. Esto me llevó a una reflexión sobre cómo los chatinos entendemos e interpretamos nuestro territorio usando códigos de lenguaje. Una vez que me adentré en la cartografía me di cuenta que tiene muchas posibilidades y me ayuda para entender el mundo chatino, porque lo bueno de la cartografía es que está llena de posibilidades y depende de uno reinventarla con nuevos temas de interés, como la cultura y conocimiento chatino.

Emiliana: En mis estudios del chatino, documentar la lengua ha sido importante, en parte esto consiste en grabar en audio o video, posteriormente estos materiales se transcriben con un programa virtual, en mi caso uso ELAN.[2] Mucho del contenido de las historias que he documentado contienen un vocabulario especializado, desde formas y colores del paisaje, topónimos, flora y fauna. No sólo me he enfrentado a no tener conocimiento de esta información especializada, también a la traducción del chatino al español, porque muchas palabras ya son arcaicas o las personas no saben su significado.[3] Al no tener la información de este vocabulario especializado, dejaba notas como X o INVESTIGAR, por lo tanto, decidí emprender la tarea de hacer mapas para identificar los lugares de las historias. La cartografía ha sido una herramienta muy útil para llenar sus vacíos de las historias que documento en chatino, como vemos en la historia que presentamos aquí. Pero primero, un poco de contexto:

Datos generales del territorio de San Juan Quiahije

A picture containing tree, sky, outdoor, nature

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Foto: Emiliana Cruz (2020).


El municipio de San Juan Quiahije se encuentra en el suroeste del estado de Oaxaca, en la Región Costa. La gente de este municipio siembra para autoconsumo, también hay migración hacia las ciudades y los Estados Unidos. Antes la gente vivía en las rancherías, desde los años setenta del siglo XX fue construida la carretera por la Compañía Forestal de Oaxaca a cambio de la concesión presidencial para explotar los bosques del territorio de Quiahije. La carretera trajo cambios positivos, como los servicios de luz eléctrica, las escuelas y las clínicas locales. La gente empezó a vivir en la cabecera y la agencia municipal, además las personas empezaron a usar más el transporte. Estos cambios se dieron en diferentes partes de México donde ha habido una restructuración con la llegada de la carretera. Sin embargo, el municipio se rige por el sistema normativo local, lo cual permite que se mantengan activas las áreas ceremoniales, las cuales están en diversas partes del territorio, por lo que las personas viajan a otros pueblos cercanos a rezar a sus iglesias.

La cartografía en la historia oral

Las narraciones en las lenguas originarias son cartografías vivas, así como lo muestra la historia oral que les compartimos. Se trata del abuelo de Emiliana, el señor Jnaruᴶ Cruz Santos, quien tiene ahora noventa años de edad. Nos interesa destacar la manera en que la cartografía es expresada a través de las narraciones sobre las caminatas en el territorio y cómo esta historia condensa algunas de las prácticas culturales de los chatinos de Quiahije.

Maryanaᴶ: Naᴴ ngaᴶ noᴵ ndyiᴴ snaᶜ wanᴱ inᴴ.
“¿En dónde empezaban su caminata?”

Jnaruᴶ: Ndeᶜ ntyqoᴴ waᴳ tiyaᴶ waᴳ Tqwaᴬ Tykuᴱ inᴴ
“Acá salíamos de acá (Cieneguilla) hacia San José Ixtapam (Orilla del río)”.

Tqwaᴬ Tykuᴱ waᶜ kwaᶠ tiyanᴶ waᴳ loᴬ kyqyaᶜ noᴱ Quᶜ Qoᴱ ndywiqᴶ renqᴶ qoᴱ tsuqᴵ waᶠ.
“Pasando Ixtapam nos íbamos hacia la dirección de la montaña Sagrada, así le llaman a la montaña que está del otro lado”.

Kanqᴳ ntyjinᴮ waᴳ Sendanyaᴷ waᴷ jinᴴ.
“De ahí pasábamos a Santiago Minas”.

Kanqᴳ tiyaᴶ waᴳ Tykuᴱ Loᴬ Ykaᴬ Kiqᴵ ndywiqᴬ renqᴬ qaᴱ janqᴴ. Ykaᴬ kiqᴵ ndywiqᴬ renqᴬ qoᴱ, ykaᴬ tnoᴬ ngaᴶ ranᶠ. Saᴬ taᴬ ngaᴶ noᴵ ykaᴵ kchinᴵ janqᴳ ykaᴬ kiqᴵ ndywiqᴬ renqᴬ qoᴱ ranᶠ. Qnaᶠ janqᴳ sqwiᴬ sqenᴬ noᴬ ndywenqᴴ, kanqᴳ chaqᶠ ndywiqᴶ renqᴶ qoᴱ Tykuᴱ Tqwaᴬ Ykaᴬ Kiqᴵ.
“De ahí llegamos al lugar Río Sobre el Árbol de Encino Rojo. Se llaman encinos rojos, son árboles grandes. No son los encinos blancos, éstos son encinos rojos. Había muchos de estos árboles donde te digo, por eso le llaman el lugar de los encinos rojos”.

Kanqᴳ ntyjaqᴮ renqᴷ janqᴴ. Kanqᴳ noᴬ ndiyanᴶ renqᴵ Tqwaᴬ Tiyanᴱ. Ntyjiᴮ stiᴷ kchaᴶ renqᴶ janqᴴ, ntykeqᴮ kyaqᴷ renqᴶ janqᴴ.
“Ahí pasábamos la noche (Río Sobre el Árbol de Encino Rojo). Luego llegamos al lugar que se llama Temazcal. Ahí se conseguía uno un padrino o una madrina (entre los acompañantes) para la ceremonia de la quema de los pies”.

Maryanaᴶ: Qwanᴷ niyaᴷ qneᴱ renqᴱ jaᴷ noᴷ ntyjiᴮ stiᴷ kchaᴶ renqᴶ.
“¿Qué hacían cuando conseguían padrino en el camino?”

Jnaruᴶ: Nkaqᴬ, nkaqᴬ nkqaᴳ noᴬ ngaᴶ ykaᴬ klaᶜ ndywiqᴱ renqᴶ qoᴱ, loᴬ kyqyaᶜ ntsqwiᴱ ranᶠ, Kchinᴬ kwaᶠ sqwiᴶ ranᶠ. Nkaqᴬ nkqaᴳ ngaᴶ ranᶠ, kanqᴳ ntykeqᴮ kyaqᴷ renqᴶ. Ntqanᴴ renqᴶ qinᴶ ranᶠ, ndeᴴ qaᴶ ntqanᴴ noᴬ ngaᴶ stiᴱ kchanᴶ qinᴬ ranᶠ. Ntqanᴴ renqᴶ qinᴶ ranᶠ, ntqanᴴ renqᴶ qinᴶ ranᶠ, ntykeqᴮ renqᴷ kyanqᴶ janqᴴ
“Una hoja verde que se llama ykaᴬ klaᶜ. La hoja se da en la montaña, en San Juan hay. Es una hoja verde, con eso se calientan los pies. La madrina o el padrino te lo untan en los pies, lo untan varias veces, con eso se calientan los pies”.

Janeᴵ kwanᴴ niyaᴶ inᴴ, kwanᴴ niyaᴶ inᴴ, kwanᴴ niyaᴶ ntykinᴷ kyaqᴶ noᴬ xweᴵ jneqᴱ tisqneᴱ chaqᶠ noᴶ. Najinᶜ, najinᶜ loᴬ keᴵ ngaᴶ janqᴳ chaqᶠ noᴶ ntsqwaᴮ renqᴷ kiqᴬ neqᶜ keᴬ janqᴴ, naᶠ tykeqᴮ ranᴷ janqᴴ. Kanqᴳ ntykeqᴮ renqᴷ kyaqᴶ noᴬ xweᴵ janqᴴ inᴶ, qoᴱ kwiqᴶ kwanᴴ niyaᴶ ntqenᴵ chaqᶠ noᴬ qneᴶ renqᴵ kwanᴴ niyaᴶ ntqanᴱ laᴬ kwaᶠ. Ntyjiᴮ tiᴷ kchanqᴶ ntyqoᴴ chaqᶠ chaqᶠ noᴶ, jaᴬ kaᴷ knyaqᴷ ranᴷ ntyqoᴴ chaqᶠ, kanqᴳ chaqᶠ noᴶ ntykeqᴮ renqᴷ kyaqᴶ renqᴶ.
“Se hace igual que cuando le queman los pies a los recién nacidos. Aunque a los niños se les calientan los pies con el vapor de unas piedras calientes. En la montaña así nos calentábamos los pies. Se hace la ceremonia de quema de pies para que uno no se canse, es para aguantar la caminata”.

Knqᴳ ntyjinᴮ renqᴴ ngyaᴶ renqᴵ kwanᶜ janqᴴ, ntyqoᴴ skwanᶠ loᴬ qyaᶜ. Kanqᴳ noᴬ ngaᴶ Kyqyaᶜ Tyqaᴬ Tqwaᴮ, kanqᴳ noᴬ kyqyaᶜ sqenᴳ ngaᴶ ranᶠ. Tqwaᴮ ranᴷ, kanqᴳ chaqᶠ ndywiqᴶ renqᴶ Kyqyaᶜ Tyqaᴬ Tqwaᴮ.
“Terminando la ceremonia sube uno a una montaña, se tiene que llegar hasta la cima. A ese lugar se le llama Montaña de Agua Fría, es una montaña muy empinada. Es un lugar donde hace mucho frío, por eso le llaman montaña de agua fría”.

Kanqᴳ noᴬ ntyjinᴮ renqᴷ, kanqᴳ noᴬ ndiyaᴶ renqᴵ skaᴬ kchinᴵ. kanqᴳ noᴬ ngaᴶ ranᶠ skaᴬ kchinᴵ lyuqᴴ tiᴶ, ntyqinᴬ ntenᴮ, Kanqᴳ noᴬ ndywiqᴬ renqᴬ qoᴱ Setaᴶ. Kanqᴳ noᴬ qinᴷ tiᴷ noᴬ ntyjinᴮ twenᶠ noᴶ twenᶠ tlyuᴮ noᴬ ngyaᴶ loᴷ ntqaᴮ waᴷ neᶜ.
“Sigue uno el camino, de ahí llegas a un pueblo, un pueblo pequeño con poca gente, ese pueblo se llama la Zeta. Ahí cerca es donde pasa la carretera que va hacia Oaxaca”.

Xnyiᴬ renqᴬ skaᴬ kyqyaᶜ janqᴴ, kanqᴳ noᴬ ndiyuᶜ renqᴱ ngyaᴶ renqᴵ tiᴴ chonqᴳ qneᴱ. Kanqᴳ noᴬ waᶜ nloᴱ Tuᶠ Kchinᴶ janqᴴ, tsuqᴵ waᶠ ngaᴶ Tuᶠ Kchinᴶ.
“De ahí se va uno a una subida, luego caes para tomar hacia el otro lado (recto). Ahí hay una vista a Sola de Vega, al otro lado ya está Sola de Vega”.

Maryanaᴶ: Jnyaᶠ ngaᴶ noᴵ ntyqanᴬ tuᶠ kchinᴶ kwaᶠ.
“¿A qué iban a Sola de Vega?”

Jnaruᴶ: ntyqanᴬ waᴳ ntyqanᴬ qyaᶠ waᴳ naᶠ, jaᴬ skaᴵ naᶠ sqwiᴶ Sqweᶠ reᶜ kanqᴴ. Laᴬ kwaᶠ ntyqanᴬ qyaᶠ waᴳ nyaqᶠ qoᶜ, neᴱ tiᴬ naᶠ ntyqanᴬ qyaᶠ waᴳ laᴬ kwaᶠ janqᴴ, qanoᴷ laᶜ tqaᴬ yqoᴱ kanqᶠ ntyqanᴶ waᴳ, kyqanᴶ ngaᴱ ntenᴷ ntyqanᴷ ntyqanᴶ renqᴶ. Ntyqanᴬ kyaqᴬ tiᴬ renqᴬ ntyqoᴴ chaqᶠ sqiᴱ noᴶ chaq neqᶜ karo, jaᴬ sqwiᴵ karoᴶ kanqᴴ. Tuᶠ Kchinᴶ tiᴶ waᴳ waᶜ ntqanᴵ karoᴶ janqᴴ inᴶ.
“Íbamos a comprar cosas, no había mucha mercancía en Santa Catarina Juquila en esos tiempos. Hasta allá íbamos a comprar la cera para las velas, cualquier cosa que necesitáramos, por ejemplo, íbamos cuando estaba cerca la fiesta de Día de Muertos, mucha gente viajaba por esas fechas. Íbamos a pie, no andábamos en carro, no había carros en esos tiempos. Los carros llegaban hasta Sola de Vega”.

Maryanaᴶ: qwanᴷ niyaᴷ ntyjaqᴷ wanᴷ kanqᴴ aᴶ
“¿Cómo dormían?”

Jnaruᴶ: Qoᴱ chinqᴴ teqᴬ ntyqyanᶜ, ntyqanᴶ tiᴵ teqᴬ sonᴮ. Ntyqyanᶜ tiᴬ kchanqᴳ, kanqᴳ tiᴬ noᴬ xtyiᴬ qneᴱ jinᴴ.
“Llevábamos algo para taparnos, algún trapo viejo o una cobija, con eso nos cubrimos”.

Maryanaᴶ: Qoᴱ jaᴬ ntsenᴷ wanᴷ tyqoᴴ kchiᶠ loᴶ wanᴶ
“¿No le temían a los jaguares?”

Jnaruᴶ: Jaᴬ laᴵ ranᶠ eᴶ. Ndiyaᴬ wraᴷ ntqanᴵ ntenᴮ, ntqanᴵ ntenᴮ, ndiyaᴵ ntenᴮ noᴷ riᴴ ngyanᴶ, ndiyaᴵ ntenᴮ noᴷ ngyaᴶ. Tkwaᴶ tsanᴵ noᴬ ngyanᴶ waᴳ Tuᶠ Kchinᴶ waᶜ jinᴴ. Kwiqᴶ tykwaᴱ tsanᴵ kanqᴳ noᴬ tiyanᴶ renqᴵ Loᴬ Ntqaᴮ jinᴴ. Tyiᴴ steqᴬ wanᴬ kanqᴳ noᴬ tiᶜ wqanᴱ qasta Loᴬ Ntqaᴮ kyaqᴬ tiᴬ. Tyqoᴴ Tuᶠ Kchiᴶ janqᴳ tiyaᴶ Ntenqᶠ Kyjoᴳ kwaᶠ kjaqᴮ janqᴴ. Kwaᶠ Ntenqᶠ Kyjoᴳ tyqoᴴ kwaᶠ noᴶ tiyanᴶ qastaᴬ Loᴬ Ntqaᴮ jinᴴ. Qyaᴬ xiᴵ ntyqyaᴮ skaᴷ kajaᴷ kanqᴳ ntyqyaᴮ yaᴬ yjwiqᶜ laᴱ kwaᶠ janqᴴ. Ntenqᶠ Kyjoᴳ. Xkaᴵ tsanᴬ waᶜ tiyaᴶ renqᴵ qastaᴬ Loᴬ Ntqaᴮ janqᴴ eᴶ. Jakwaᴬ tsanᴵ ntyqoᴴ chaqᶠ. Qoᴱ kyjaᴶ ntyqyanᶜ ntykonᴶ, jaᴬ laᴵ jaᴮ naᴷ konᴶ, qoᴱ kyjaᴶ qnaᴳ. Qastaᴬ ndeᶜ ntuᴶ yjaᴵ ntyqyaᶠ renqᴶ ntqaᴵ renqᴬ (risas).
“No. Era un camino frecuentado, había mucha gente caminando en ese lugar, unos iban y otros venían. Desde el pueblo, en dos días llegábamos a Sola de Vega. Los que viajaban a Oaxaca, les tomaba otros dos días más. Tu bisabuelo fue a Oaxaca, salía de Sola de Vega y llegaban a dormir a Ayoquezco, luego de Ayoquezco llegaba hasta Oaxaca. Cuando iba a Oaxaca se llevaba una caja de jamoncillo (dulce de coco) para vender en Oaxaca. En esos tiempos que no había carro uno caminaba con sus tortillas, no había que comer. Un montón de tortillas cargábamos cuando caminábamos (risas)”.

Esta historia fue contada en el patio de Jnaruᴶ, no fuimos al lugar físico, lo cual hemos hecho con otras personas. Como vemos en la historia, él hace un recorrido mental y hace un mapa de todos los lugares donde caminó hasta llegar a Sola de Vega, además, nos lleva en el viaje mental que hace al contarnos su memoria. Sostenemos que la historia narrada por Jnaruᴶ muestra la importancia de la documentación de los conocimientos locales y que éstas se usen para fines pedagógicos en la comunidad, ya que esta experiencia contiene saberes locales expresadas en chatino, y este conocimiento sólo lo tienen aquellas personas que tuvieron esta experiencia. Basado en la historia acá presentamos el mapa del recorrido mental de Jnaruᴶ. En ese sentido, como dice Yasnaya Aguilar, entramos al territorio cognitivo de Jnaruᴶ para seguir acercarnos al conocimiento de los ancianos para que nos compartan su experiencia del territorio que han habitado por mucho tiempo.

Mapa: Brigido Cristóbal Peña (2022).


¿Qué otros usos tiene la cartografía para las nuevas generaciones chatinas?

A couple of women walking on a trail in the woods

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Foto: Emiliana Cruz (2020).


Las historias orales de Jnaruᴶ y de otros ancianos nos dan luz para sentirnos orgullosos de lo que hicieron para activar la curiosidad, para la sobrevivencia, memorias que dejan huella para las nuevas generaciones. Los jóvenes en la actualidad han experimentado algo distinto con el territorio, en especial porque ahora hay carros y no hay esa necesidad de andar a pie, ahora todo se puede hacer en transporte. Entonces, en este artículo hemos querido señalar la riqueza que hay en las historias de los ancianos cuando caminaron, por cualquier razón que los haya hecho ir a un lugar, con esto mostramos la geografía que existe en esas historias, incluyendo sus experiencias de vivir en un mundo donde todo se hacía a pie.

Las nuevas generaciones tienen un amplio abanico de opciones para desarrollar su creatividad en las historias orales incorporando la cartografía. Esperamos despertar ese interés en ellos para que sigan escuchando a sus abuelos contar historias, claro, dependerá del interés hacia su cultura. En la actualidad existen muchas plataformas digitales y el mapeo interactivo es una opción que se puede usar en las escuelas locales, y así empezar a mapear el conocimiento y la vida espiritual de los ancestros.

  1. Las lenguas chatinas pertenecen al tronco otomangue y a la familia zapotecana. Existen tres lenguas chatinas: Zenzontepec, Tataltepec y del este. La variante de chatino que se habla en el municipio de Quiahije es del este. Esta variante es monosilábica, como resultado tiene hasta cuatro combinaciones de consonates, como nkqwaᴳ ‘se enfrió’. Igualmente, tiene once tonos contrastivos, posicionándola entre una de las lenguas chatinas con más tonos. La estructura de la oración es verbo, sujeto, objeto. Los superíndices señalan la representación de los tonos en la lengua chatina de Quiahije.
  2. ELAN es un programa gratuito que se descarga en esta página: https://archive.mpi.nl/tla/elan
  3. En Quiahije la gente nombra los topónimos de acuerdo con el clima en donde se encuentra el lugar, por la descripción física, esto puede ser si la tierra es colorada, o la forma del cerro. También la gente nombra los lugares por los trabajos que se realizan en el lugar, como de donde se sacan tejas, o el lugar donde hacen ollas de barro. Igual por la ubicación, como donde sale o se mete el sol. Igualmente, se nombran los lugares por eventos, o por las relaciones que tienen las personas con el lugar, como es «el pozo donde toma agua el difunto Tomás».