Karla Paniagua
Coordinadora de estudios de futuros – Centro de diseño, cine y televisión
En esta entrega de Cinemantropos abordo dos documentales que refieren al abuso infantil desde perspectivas diferentes. Uno desde la visión de los supuestos agresores, otro desde la visión de las supuestas víctimas.
Capturing the Friedmans es un documental realizado por Andrew Jarecki con base en fragmentos de videos caseros grabados por la propia familia, cuyo padre e hijo mayor fueron acusados y procesados por abuso de menores en los ochenta.
La obra incluye también alegatos de las autoridades y abogados involucrados en el caso, así como de supuestas víctimas de la agresión sexual, pero el énfasis de la narración está puesto en cómo el proceso judicial socavó a los integrantes de la familia.
Por su parte, Leaving Neverland es un documental dirigido por Dan Reed que se centra en los testimonios de Jimmy Safechuck y Wade Robson (presuntas víctimas de abuso sexual por parte de Michael Jackson), así como de sus familiares cercanos. El propósito de la película es denunciar las agresiones y dar cuenta de cómo los abusos vividos afectaron la vida de los protagonistas.
Durante una sesión de trabajo con mis estudiantes de posgrado, la clase realizó un planteamiento acerca del valor del testimonio: ¿cuántas voces se requieren para construir una verdad antropológica? La interrogante es de gran relevancia, debemos volver a ella de tanto en tanto y por ende la comparto con nuestros lectores para abrir la discusión.
Los discursos de los informantes en uno y otro caso no están desprovistos de sesgos doblemente tamizados por la visión de los realizadores, quienes eligieron los parlamentos, las tomas, los encuadres, el material de stock y el montaje que estimaron más apropiado para contar cada historia. Por otra parte, las películas se realizaron en contextos y con alcances que es preciso comprender y todos estos elementos se combinarán con la propia visión del analista antes de llegar a una conclusión: ¿cuál es la suya?
En términos de realización considero que Capturing the Friedmans es muy superior y logra abordar la difícil problemática sin apostar por el valor de impacto (shock value) como sí ocurre en el caso de Leaving Neverland. Sin embargo, ambas son de gran utilidad para abordar la discusión; por este motivo se las recomiendo.
Gracias a los estudiantes de Investigación centrada en el usuario de la Maestría en negocios, innovación y creatividad por su agudeza.