Bibliotecas antropológicas, recursos para la enseñanza y aprendizaje de la antropología

Chaac García y Roberto Melville
CIESAS Ciudad de México


La presencia de audiovisuales como medios de comunicación

Desde mediados del siglo XIX, el desarrollo de los “medios de transporte audiovisual” ha resultado decisivo para el avance político e ideológico del capitalismo. Por medio del libro impreso, el periódico, el cine, la radio, la televisión y el internet, hemos vivido “en carne propia” guerras, desastres naturales, rebeliones, revoluciones, golpes de Estado, eventos artísticos, culturales, deportivos, religiosos, descubrimientos científicos, rumores, y un largo etcétera. El rasgo principal de estos medios audiovisuales es que nos transportan, nos “hacen sentir en” otros espacios sin moverte del lugar en que te encuentres utilizando para ello los sentidos de la vista y la escucha para así lograr la comunicación entre un emisor y un receptor, lo que propicia la formación de opiniones sobre los eventos sucedidos sin haber estado ahí. Si la experimentación es una fuente primaria de conocimiento, la utilización de medios de transporte audiovisual para informarse hace de ellos fuentes secundarias de conocimiento Las primeras interpretaciones etnológicas se realizaron con información contenida en medios audiovisuales tales como dibujos, pinturas, diarios de viaje, recopilaciones de cuentos, mitos, historias, etcétera, es decir, utilizando fuentes secundarias.

Hacia principios del siglo XX la antropología adoptó el principio de la observación participante por lo que se puso a la etnografía en el centro de su actividad científica. Sin embargo, importantes antropólogos como George Frazer o Lévi-Strauss continuaron en sus obras la tradición de utilizar fuentes secundarias para sus análisis antropológicos.

La característica principal de tecnologías audiovisuales como el libro impreso, el periódico, la pintura, el dibujo, incluso la música, es su capacidad para producir espacios imaginarios al ponerse en contacto con ellos. No obstante, desde hace varias décadas la revolución tecno-industrial capitalista ha creado los medios para expandir el espacio imaginario hacia lugares no conocidos, que hoy día llamamos espacio virtual. El espacio virtual debe mucho a la imaginación (¿qué sería del cine y la radio sin la imaginación?) aunque cada vez tiende más hacia el realismo tecnológico, donde las opciones que te brinda la máquina son lo que hay y es difícil romper o cambiar (hackear) sus rutinas, como sucede en la televisión, el internet o los videojuegos. El espacio virtual es un espacio imaginado pero no imaginario, pues tiene una materialidad concreta ( o sea, los cables de fibra óptica con una extensión de millones de kilómetros por toda la tierra que interconectan a millones de computadoras, televisiones y demás dispositivos electrónicos, con los grandes servidores de almacenamiento de información, propiedad de instituciones estatales, universidades y grandes empresas informáticas).

El espacio virtual, al que también podríamos llamarle electrónico, radioeléctrico, digital o audiovisual, es el espacio que existe como producto de la interacción con y entre sistemas tecnológicos que permiten a un usuario tener en principio la sensación de estar inmerso o tener acceso a un mundo cuasi paralelo al mundo real. Esa existencia la lleva acabo el homo cyber (Escobar, 2005), definido en un sentido amplio como una mezcla dialéctica entre humano y máquina. El internet, la revolución digital y la consiguiente masificación de dispositivos digitales unipersonales ha reforzado la presencia de las máquinas en las sociedades capitalistas, pero sobre todo en la vida de los individuos, a tal grado que hoy día, tomando en cuenta el tiempo que pasamos haciendo trabajo de oficina en casa y “asistiendo” a la escuela a distancia, así como el tiempo de recreación que dedicamos a ver series, películas e interactuar en aplicaciones sociales, probablemente pasamos más de doce horas conectados al mundo virtual, realizándose con ello la fusión antes mencionada.

La investigación etnográfica en el cyberespacio ha sido desde hace varias décadas la principal rama de actividad de la antropología y la mercadotecnia. La creación de espacios de información, comunicación y divertimento por medio de aplicaciones de internet —las llamadas redes sociales virtuales— ha resultado no sólo en un éxito de la industria cultural capitalista, sino también una ventana abierta a los comportamientos de las personas, no sólo de aquellos que realizan en el espacio virtual, sino también de sus comportamientos culturales fuera del espacio virtual. Aquí cabe recalcar que lo que sucede en el espacio virtual es real, no es producto de la imaginación como da a entender la palabra virtual, pues cuando hay comunicación virtual entre dos o más personas, entonces se establece una relación vivida o real, no imaginaria. Como efecto de la ideología dominante hay quien piensa que lo que sucede en el espacio virtual no es real; tal desdoblamiento de la realidad sólo es ideal pues al ser la realidad imaginada una extensión de la realidad vivida, la realidad imaginada es también producto de relaciones de producción concretas, por lo que si el homo cyber existe es como fusión del humano con la máquina y no como existencia del humano al interior de la máquina (matrix).

Otra tendencia de la antropología en el espacio virtual es la producción de documentos audiovisuales mediante la virtualización (captura y traducción) de las prácticas culturales observadas (antropología visual). Dicha virtualización se consigue mediante variados dispositivos tecnológicos tales como la cámara fotográfica, la grabadora de audio y la videograbadora, los cuales posibilitan la existencia de cualquier persona o cosa en el mundo digital. Estos inventos están directamente relacionados con la aparición y expansión del mundo virtual.

Uno de los problemas al que nos enfrentamos como antropólogos/as es la ausencia de herramientas tecnológicas creadas desde la antropología para la antropología. Esto se debe en parte a que somos investigadores sociales, no informáticos. Sin embargo, es importante poner atención a esta cuestión pues en lugar de diseñar herramientas para realizar etnografía digital, estamos utilizando herramientas que no han sido diseñadas para ello. Muchas de ellas están diseñadas para estudios de mercado, para registrar formas de consumo, dejando de lado un sinnúmero de otras prácticas que también se realizan en el espacio virtual (por ejemplo, la educación a distancia). De igual manera, debido a la ausencia de servidores y plataformas creative commons -para la creación común-, los textos, audios y videos producto de la virtualización que hacemos de la realidad vivida solemos “subirlos” a servidores que comercializan nuestra información, nuestro trabajo, la mayoría de veces sin permitirnos comercializar el producto, resultando un perjuicio de nuestra labor antropológica y de las poblaciones y culturas que estudiamos.

La creación de herramientas antropológicas para antropólogas(os)

En los últimos tres años hemos trabajado en la creación de varias páginas web. Éstas han sido concebidas como herramientas de antropólogos/as para antropólogos/as. Entre los primeros proyectos realizados se encuentran los Catálogos de Tesis en Antropología [https://antropotesis.alterum.info ], Esta iniciativa comenzó en el seno de la Red Mexicana de Instituciones de Formación en Antropología (RedMIFA) para reunir en una página todas las tesis realizadas en instituciones dedicadas a la enseñanza de la antropología en México. Habiendo logrado ese objetivo en 2017 paulatinamente extendimos la iniciativa a otros países e instituciones educativas de Latinoamérica. Hoy contamos con catálogos de tesis de Brasil, Colombia, Chile, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Panamá, Uruguay, Venezuela, y México; y hemos reunido 21 348 fichas bibliográficas de tesis de diferentes niveles académicos, cientos de las cuales ya están disponibles en open access para su lectura.

Clásicos de la antropología es otro portal creado para tener acceso a libros de antropología. Este portal fue organizado con base en los tres volúmenes de la Historia de la etnología de Ángel Palerm. En los años setenta Palerm promovió la lectura de los clásicos de la literatura antropológica, pero se dio cuenta que ciertos libros de etnología no estaban disponibles en muchas bibliotecas mexicanas. Tuvo que consultar esos textos en bibliotecas extranjeras. Hoy día gracias a repositorios de acceso abierto (como archive.org) esos libros se encuentran disponibles para su lectura en nuestra página https://clasicosdelaantropologia.alterum.info. En total este portal brinda acceso a más de 100 libros de unos 75 autores, todos ellos citados por Palerm en su Historia de la etnología.

Antropowiki (https://antropowiki.alterum.info/index.php/) es otro de los portales creado para abrir el acceso a textos de antropología, pero en este caso se trata de textos y autores dedicados a la antropología hecha en México. Cuando los profesores de las diversas instituciones mexicanas dedicadas a la enseñanza y aprendizaje de la antropología en México quieren impartir la materia de la historia de la antropología mexicana, no encuentran en las respectivas bibliotecas todos los textos que desearían tener a la mano. Algunos incluso ya no se pueden adquirir porque se han agotado y no han vuelto a ser reimpresos; otros textos y autoras se encuentran en el olvido. Por esta razón decidimos hacer un repositorio, donde estudiantes, docentes e investigadores/as puedan encontrar los textos más reconocidos. Actualmente hay material de al menos 140 autores y autoras, y más de 700 textos, todos ellos producidos por influyentes antropólogos y antropólogas de las distintas disciplinas antropológicas (arqueología, antropología social, antropología física, lingüística, etcétera) desde finales del siglo XIX y hasta finales del siglo XX. Este repositorio enlaza con las fuentes donde se encuentran estos textos, que principalmente son revistas de antropología publicadas en el INAH, la UNAM, así como en otras instituciones educativas del país. También estamos incluyendo material fílmico, documentales, entrevistas, etcétera.

Actualmente estamos trabajando en la Biblioteca Virtual Antropológica. Se trata de un proyecto bibliográfico emprendido por el doctor Roberto Melville. En la primera fase reuniremos un medio millar de libros de antropología, acerca de pueblos y culturas de todo el mundo, escritos en varios idiomas, muchos de ellos en inglés, pero accesibles en formato abierto. Pensamos que esta biblioteca es un punto de partida para reunir libros clásicos de antropología y complementar los acervos de las bibliotecas de las instituciones latinoamericanas. Hay una primera versión de este repositorio en la página https://bibliotecadigitalaltropologica.alterum.info y esperamos dar a conocer una segunda versión en las próximas semanas.

Finalmente, hay que decir que la creación de bibliotecas digitales surge de una urgente necesidad (entendida como carencia y motivación). La falta de acceso a libros impresos, ya sea por la reducción de la capacidad adquisitiva de las bibliotecas debido a políticas de austeridad presupuestal, o por el cierre de bibliotecas públicas derivada de la emergencia sanitaria. En el caso de Antropowiki hemos utilizado el software Mediawiki, el mismo que utiliza Wikipedia. Pero para el resto de estos portales hemos desarrollado una aplicación montada sobre el popular programa de blogs WordPress, mediante la cual catalogamos los libros (o tesis) y facilitamos su búsqueda y acceso. No pretendemos acumular gran número de libros como en Internet Archive, Google Books o la Biblioteca Cervantes, etc. sino proveer acceso a libros clave para la enseñanza y el aprendizaje de la antropología, así como a textos útiles para la investigación y el análisis comparativo. En el contexto actual la creación de estas bibliotecas digitales alojadas en servidores de instituciones académicas u organizaciones independientes (como alterum.info) no está inspirada en la dinámica mercantilista, sino en la corriente de ciencia abierta. Elaboramos herramientas digitales para la docencia y la investigación, desde la antropología y para la antropología. Para afrontar el actual confinamiento y otros por venir, las instituciones deberán adoptar políticas de publicación que permitan enriquecer los acervos digitales. Pues el desarrollo de estos nuevos repositorios dependerá de la colocación de más y más libros en un espacio virtual para su almacenamiento y difusión. Por este motivo nos congratulamos y agradecemos que el CIESAS nos esté apoyando para la realización de estos proyectos digitales, que llegan para sumarse a sus esfuerzos institucionales para dar acceso abierto a sus múltiples publicaciones, revistas y libros, así como a las investigaciones que realizan sus investigadores y estudiantes. Enhorabuena.

Escobar, Arturo (2005), “Bienvenidos a Cyberia. Notas para una antropología de la cibercultura”, en Revista de Estudios Sociales, núm. 22, pp. 15-35.