Julio Ulises Morales López
Conacyt-CIESAS Pacífico Sur | jumoraleslo@conacyt.mx
En el 2019 México ingresó en el top 10 de los países con mayor trafico en la plataforma Pornhub
(El Universal, 2019)
Imagen tomada de Pixabay.
Introducción
Sin caer en determinismos tecnológicos, las actuales Tecnologías de las Información y las Comunicaciones (TIC), están siendo cada vez más elementales en la planificación presente y futura de las sociedades globalizadas, así también, sus campos de investigaciones se conjuntan como multidisciplinares y se expanden cada vez más.
Numéricamente, los estudios de las TIC han destacado en áreas como: la educación, el comercio, el entretenimiento, la salud, entre otros, pero hay áreas y temas de investigación como el comercio sexual digital o la pornografía digital que no han llamado la atención, ya que están inmersas en concepciones morales y prejuicios aun para la academia, más todavía, ciertos temas de investigación pueden ubicarse en intersticios territoriales creando zonas grises, cobijadas por la estrechez de los nacionalismos metodológicos y científicos:
El ciberespacio es inevitable y, sin embargo, el ciberespacio no se puede regular. Ninguna nación puede vivir sin él, pero ninguna nación podrá controlar el comportamiento en él. El ciberespacio es un lugar donde los individuos están inherentemente libres del control de los soberanos espaciales reales (Lessig, 2004: 135 traducción propia).
El presente articulo discute la pornografía digital y su relación con la violencia digital, cuando ésta transgrede la intimidad de las personas. Centrado en la producción, el almacenamiento y liberación de contenidos digitales pornográficos que podrían estar incurriendo en delitos vinculados a comportamientos machistas. Para ello, esta investigación hace referencia a la plataforma de videos Pornhub una red con ingresos millonarios y que en años recientes ha estado relacionada con múltiples demandas por ciberdelitos.
El pináculo de la pornografía digital
En el año 2020, la organización religiosa estadounidense Exodus Cry inició una lucha contra una de las plataformas más grandes de almacenamiento y distribución de pornografía digital en el mundo: Pornhub. Junto con otros aliados estratégicos, creó la campaña Traffckinghub que buscaba concientizar sobre la trata de personas con fines de explotación sexual digital, así como, el almacenamiento y distribución de contenidos sexuales explícitos sin consentimiento de todas las personas involucradas (Exodus Cry, S.F) (Trafficking hub, SF.).
Esta campaña logró 1.2 millones de firmas que exigían cerrar la plataforma (Porras, 2020) se argumentaba que Pornhub estaba lucrando económicamente con contenidos que desde las legislaciones locales podrían ser considerados delitos. Un momento clave fue la severa denuncia hecha por el periodista Nicholas Kristof del New York Times y corresponsal de CNN fechada el 4 de diciembre de 2020, en su artículo periodístico titulado The Children of Pornhub (Kristof, 2020).
De las criticas hechas por este periodista lo más alarmante fue la denuncia sobre la difusión de imágenes de sexo explicito con personas menores de edad, mujeres explotadas sexualmente y pornografía no consensuada, de esta forma, él acusaba que Pornhub había logrado acumular una fortuna económica monetarizando videos de violaciones sexuales, pornografías de venganza, abuso sexual infantil y exposición continua de personas ‒sobre todo mujeres‒ que no consintieron ser expuestas (Kristof, 2020). Al popularizarse estas denuncias algunas empresas tuvieron una postura de rechazo sobre un tema de gran impacto moral, fue así como Mastercard y Visa retiraron su forma de pago paraPornhub significando un duro golpe para el gigante de la pornografía digital.
La tendencia mediática y las repercusiones legales obligaron a los directivos a tomar acciones contundentes, de esta forma, el día 8 de diciembre de 2020, la empresa Pornhub borró cerca de 10 millones de videos no autorizados que podrían relacionarse con algún ciberdelito sexual, sus cifras de contenidos digitales disminuyeron drásticamente, pasando de poco mas de 13 millones de videos a sólo 3 millones (El Mundo, 2020) (Serbiá, 2020).
Para tener una idea de la popularidad de esta plataforma, en 2019 este sitio web reportó 42 billones de visitas (equivalente a 42 mil millones) lo que significó 115 millones de visitas diarias (Mestre, Blycker y Potenza, 2020) siendo uno de los negocios más lucrativos en todo el internet.
Pornografía digital y ciberdelito sexual
El tema de la pornografía digital pasa por múltiples intereses, por un lado, las grandes compañías productoras de contenidos, las empresas de almacenamiento, patrocinadores, actores y, por último, los consumidores finales; ya sea se trate de pornografía digital legal o ilegal, es indudable que es una industrial altamente lucrativa. Pero, por otro lado, nos encontramos con redes de trafico y explotación, personas engañadas e incluso participando en este negocio sin siquiera saberlo, y encima recibiendo los efectos más perjudiciales, así también, organizaciones en pro de los derechos humanos, organizaciones feministas, grupos religiosos, grupos conservadores y personas no consumidoras, quienes en su conjunto se oponen a este tipo de fenómeno.
Entiéndase por pornografía digital a las TIC como herramientas que producen y difunden materiales y contenidos promoviendo actos y o relaciones sexuales de tipo explícito, enfatizando en la generación de excitación y estimulación sexual (Zamora, SF.)
Según el consenso legal, la pornografía digital puede llevarse a cabo desde dos distinciones: 1) la permitida por las leyes, significando aquella pornografía hecha por adultos con el consentimiento de las partes para su creación, almacenamiento y difusión de contenidos sexuales explícitos. En esta modalidad todos los implicados dan su consentimiento y son consientes de los fines de dichos contenidos, 2) la ilegal, se refiere a la coacción, obligación o alguna forma de beneficio económico u otro, sin consentimiento de todas las partes para producir, reproducir y almacenar contenidos sexuales que expongan a alguna persona.
Aquí están todas las formas de explotación de individuos con fines sexuales digitales, incluidos la pornografía infantil o pedopornografía (Lemineur, 2006,) violencia digital o ciberviolencia, la pornografía de venganza y gran parte de los ciberdelitos sexuales, que de una manera preocupante es violencia por razones de género (ONU, 2020).
La pornografía de venganza y la difusión no consensuada de material sexualmente explicito son parte de los llamados delitos cibernéticos, ya que los perpetuadores agraden la integridad de las personas, y según sea la legislación de determinado país puede ser un delito mediano al ser considerado violatoria de la intimidad personal o un delito mayor al ser considerado delito sexual grave (Šepec, 2019).
Para el caso de México, este tipo de actividad ilegal está dentro de las reformas legales que en su conjunto forman la Ley Olimpia, que define la violencia digital como:
toda acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación, por la que se exponga, distribuya, difunda, exhiba, transmita, comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios o videos reales o simulados de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento, sin su aprobación o sin su autorización y que le cause daño psicológico, emocional, en cualquier ámbito de su vida privada o en su imagen propia” (Instituto Belisario Domínguez del Senado de la Republica, 2020: 2).
Aunque la Ley Olimpia contempla también la violencia mediática, ésta no es abordada en este documento porque no significa necesariamente la exposición de contenidos pornográficos, sino prácticas de una apología de violencia hacia las mujeres o estereotipos sexistas. En el sentido anterior, la violencia digital no es considerada en México como delito de índole sexual, sino como delitos a la intimidad, privacidad y/o dignidad de las mujeres (íbid.). Para Šepec (2019) Kamal y Newman (2016) aunque la violencia digital no viola físicamente a la víctima, sí provoca efectos mentales similares a las agresiones físicas, incluyendo: depresión, daño a la imagen, paranoia, asilamiento social, baja autoestima inclusive suicidio, pero también las victimas de violencia digital han mostrado efectos similares definidos por victimas de pornografía infantil.
¡Ya llévame a mi casa… ya tengo mucho sueño!
Para el año 2019, la plataforma Pornhub recibió severas criticas provenientes de múltiples sectores civiles, esto se debió a que los medios periodísticos estadounidenses comenzaron a alertar sobre contenidos que evidenciaban actos sexuales no consensuados, incluso aparecían mujeres que tenían denuncias penales como personas desaparecidas (Navarro, 2019; Saldaña, 2019).
Sobre lo anterior, en Estados Unidos se popularizó cómo una madre halló a su hija de 15 años, la cual estaba desaparecida en el estado de Florida, esta mujer encontró a su hija en distintas plataformas de pornografía entre ellas Pornhub (Desanctis, 2020; Antena 3, 2019), así también, esta plataforma enfrenta múltiples demandas legales por difundir contenidos pornográficos de mujeres estadounidenses que no consintieron su divulgación.
Antes del mes de diciembre de 2020, subir un video a la plataforma Pornhub era una cuestión sencilla, no requería ningún tipo de verificación o restricción, fue así como se logró almacenar una impresionante cantidad de videos, siendo esta sencillez parte de su éxito comercial, logrando una gran diversidad de contenidos al albergar millones de posibilidades divididas en categorías diversas.
Fuera de las categorías sugeridas por la plataforma Pornhub, el visitante puede buscar contenidos específicos. Después de diciembre de 2020 la plataforma ha impuesto mayores restricciones encontrándose en reestructuración de sus normas.
Motivado por las notas periodísticas sobre violencia digital a continuación, se muestra una tabla con resultados de búsquedas en el idioma español realizadas del 18-22 de junio de 2020 (Pornhub, 2020):
| Palabras clave | Resultados búsqueda general | Resultados búsqueda añadiendo categoría “amateur” | Resultados búsqueda añadiendo palabras “amateur” y “México” |
| Violación sexual | 382 456 | 76 879 | 12 357 |
| Borrachas | 359 727 | 147 541 | 79 233 |
| Dormidas | 275 431 | 69 552 | 20 104 |
| Cámara escondida | 32 698 | 13 451 | 5 974 |
| Drogadas | 29 742 | 6 437 | 1 132 |
Desde luego, no es intención aseverar que todos estos contenidos son estrictamente lo que el buscador indica y mucho menos aún que se trate de actos sexuales forzados, entonces el criterio cuantitativo no es convincente, aunque sí sugerente, por lo tanto, como criterio cualitativo a continuación describiré una situación altamente inquietante que infiere la presencia de violaciones sexuales y divulgación de contenidos pornográficos ilegales en dicha plataforma.
Un video con duración de 4 minutos y 16 segundos, hallado en el buscador usando la palabra “borrachas”, cuyo título es el nombre de una pequeña ciudad dentro de la república mexicana, que omitiré para mantenerlo anónimo. Contiene una escena sin cortes, grabada en un plano medio panorámico; en esta escena tres personas aparecen: primero una persona de género masculino que por su capacidad de hablar se deduce que está alcoholizado, éste hace la función de camarógrafo muy posiblemente con su teléfono celular en mano; en segundo plano, dos personas sumergidas parcialmente en el agua de lo que parece ser las orillas de una presa o un lago de poca profundidad, abajo con la espalda en la tierra una mujer joven quien repite varias veces las siguientes frases: “ya llévame a mi casa, ya me quiero ir, llévame a mi casa, estoy mareada… ya me quiero ir”, por su voz se deduce que también está muy alcoholizada y se muestra semidesnuda con la parte inferior sin ropa. Arriba de ella un hombre joven también alcoholizado responde con dificultad las siguientes palabras: “ahorita te llevo… ya te dije… un rato más”, esto mientras él se mantiene penetrándola ubicado entre sus piernas toda la duración del video.
La mujer se percibe en el video como adormilada por la embriaguez, pero consiente y de vez en vez repite las mismas palabras con un tono agudo, el micrófono de la cámara alcanza a captar el golpeteo del agua entre los cuerpos, además, la imagen describe el placer del hombre reflejado en su cara a través de una ligera sonrisa, al contrario, el rostro de la mujer puede ser descrito como trastornado.
A partir de diciembre de 2020 toda esa evidencia desapareció, o al menos ya no está visible para el público. Son numerosos los videos de la categoría amateur que mostraban contenidos de mujeres ebrias, que, aunque hayan consentido los actos sexuales existen muchas dudas sobre el consentimiento de la divulgación. Se documentaron para México al menos 142 contenidos pornográficos cuyo título llevaba nombre y apellidos de las mujeres que supuestamente participaban, entre estos al menos 81 fueron editados ocultando el rostro del personaje masculino. Así también, al menos una veintena de videos llevaban además del nombre de la mujer, el nombre de la universidad o la escuela media superior a las que aparentemente pertenecen las mujeres.
Relacionado con lo anterior, una evocación especial en este tipo de videos también amateurs donde se muestra pornografía de sexo oral y pornografía completa con títulos que hacen referencia a estudiantes de educación media superior y hasta del nivel secundaria, esto es muy destacable pues posiblemente son contenidos con pornografía infantil. Así también, en el buscador de “cámara escondida”, reveló reiteradas imágenes de mujeres en hoteles, baños públicos de universidades, baños de centros comerciales e incluso restaurantes, pero la mayoría son baños privados en casas habitación.
Reflexiones finales
La investigación sobre la socialización en medios tecnológicos y digitales tiene zonas grises, ya sea porque está posicionada en intersticios geopolíticos y sus derivadas brechas legales, o porque escapa del interés moral de la academia imperante. Sin embargo, adentrarse en temáticas poco estudiadas puede aportar no sólo a la comprensión a los fenómenos de interés, sino, además, coadyuvar en su denuncia y con ello a la toma de conciencia.
Lo expresado en párrafos anteriores, es una pequeña muestra que como el patriarcado ratifica actuar de una forma violenta y rapaz, retomando los medios digitales como instrumento para mantener la dominación sobre las mujeres. Por su parte, la pornografía legal es replicada por personas que, desde lo amateur, buscan ser representadas sin contemplar los efectos o las repercusiones que podrán surgir al almacenar esos contenidos y los usos que pueden tener. La posesión de contenidos digitales pornográficos y el patriarcado son una conjunción con posibles resultados atroces.
La plataforma de pornografía digital Pornhub deberá responder legalmente y en su caso reparar el daño causado, esto desde las leyes de su país, pero los impactos derivados son palpables sensiblemente en diferentes latitudes ¿Cómo un video de contenido pornográfico amateur llega a almacenarse en este tipo de plataformas y es visualizado por miles o incluso millones de personas? ¿Qué conduce a las personas a subir este tipo de videos en las plataformas? Más importante aún ¿Cuáles son las posturas de las personas expuestas y cómo actuar personal, legal y políticamente para que esto no se reitere?
Una posible ruta para las preguntas planteadas está en reforzar la actual Ley Olimpia analizando la viabilidad de la violencia digital como delito de índole sexual, a la par, difundir la concientización sobre el daño que puede derivar al crear productos pornográficos digitales, por último, romper los pactos patriarcales y denunciar cualquier contenido pornográfico digital que no sea plenamente consensuada en su producción y divulgación.
Bibliografía
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Kristof, Nicholas (2020), “The Children of Pornhub”, en New York Times. 4 de diciembre. https://www.nytimes.com/2020/12/04/opinion/sunday/pornhub-rape-trafficking.html
Lemineur, Marie (2006), El combate contra la pornografía infantil en Internet: el caso de Costa Rica / Marie-laure Lemineur, 1.a ed. San José, Costa Rica, s.e.
Lessig, Larry (2004), “The Law in the Cyberspace”, en R. Spinello y H. Tavani (eds.), Readings in cyberEthics, Massachusetts, Jones and Bartlett Publishers, pp. 134-144.
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Paginas web:
Exodus Cry (S.F) https://exoduscry.com
Pornhub (S.F.) https://es.pornhub.com
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