Considero que un aspecto distintivo de la trayectoria de Guillermo Bonfil Batalla es que reiteradamente reflexionó sobre la situación de la antropología mexicana, generando propuestas y actividades y tratando de establecer para qué sirve el trabajo antropológico. Desde su libro Diagnóstico sobre el hambre en Sudzal hasta sus últimos trabajos, aparece preocupado por la situación y el papel de la antropología, pero no en términos narcisistas profesionales, sino buscando la utilidad teórica, práctica e ideológica que podía tener nuestra disciplina, especialmente para los grupos sociales subalternos. Por lo que si algo caracterizó a Guiillermo, fue su obsesión respecto del para qué y para quién sirve la antropología social, pero no reducida a su rol académico, sino sobre todo en función de generar procesos de concientización ideológico, como lo expresó claramente en su México profundo, y en procurar la modificación de las condiciones de vida negativas de la población indígena, que él había documentado en términos de hambre en la década de 1960, y que cuando murió, en 1991, seguía dominando la vida de los pueblos originarios.
Eduardo L. Menéndez
CIESAS Ciudad de México