El trabajo ladrillero sostiene la urbanización

Diana Patricia Gómez Zárate [1]
El Colegio de San Luis

Resumen

Este escrito reseña y analiza, desde un enfoque antropológico, el corto documental El tabique es la vida, con el propósito de evidenciar las formas teóricas que lo atraviesan y que permiten su reflexión. En principio, fue importante hacer vínculo con la posición crítica de la acumulación por despojo para plantear el vínculo entre la urbanización y el trabajo ladrillero, para lo cual se destaca el carácter etnográfico del corto documental, en dónde se reseña el proceso de producción del tabique. Asimismo, nos vinculamos con la posición analítica del concepto de tradición para comprender y explicitar la importancia del oficio para la comunidad de San Nicolás. Finalmente, desde los estudios de la antropología del cuerpo reforzamos las afectaciones y vulnerabilidades que sufren las familias ladrilleras a lo largo de la complejidad de la elaboración de cada ladrillo. A manera de cierre, se hace énfasis en la invitación del corto a conocer la complejidad social, económica y cultural del trabajo ladrillero.

Palabras clave: ladrillo, desigualdad, tradición, trabajo, ciudad.

Rosendo preparando la mezcla para el tabique. Fotograma tomado de El tabique es la vida, 2025

“Hay riesgo de que se corte una mano o una pata, le caiga tierra en los ojos. El mismo lodo o la misma arcilla cae en la vista y empezamos a tener problemas de vista. También problemas de la respiración con el mismo aroma que despide la leña cuando se quema”

Las palabras de Apolonio Martínez permiten ver la precariedad del trabajo ladrillero en la comunidad de San Nicolás en el municipio de Tequisquiapan, Querétaro. El oficio ladrillero a pesar de ser esencial para la industria de la construcción, a nivel mundial, no es reconocido ni valorado como tal en México. El corto documental El tabique es la vida evidencia la realidad compleja de las comunidades ladrilleras, quienes sufren desprotección, marginación, discriminación y segregación, para proveer a las ciudades de ladrillo.

La construcción de las ciudades ha tenido una gran velocidad y ha formado parte de un proceso de homogeneización y desarrollo en torno a la industrialización y la urbanización. Al respecto, es importante reflexionar en torno al bienestar humano porque la urbanización en varios aspectos ha significado alienación, frustración y vulneración de derechos básicos (Harvey, 2013). Por ejemplo, hay concentración de privilegios, consumismo y riqueza en pocas personas de las ciudades, lo que ha implicado apropiación económica de bienes y recursos de grupos sociales en desventaja.

La ciudad se construye por medio del levantamiento de viviendas y edificios, para las cuales son necesarios ciertos insumos, que son producidos en territorios de despojo con desigualdad social, en donde los grupos sociales sobreviven frente a las crisis simbólicas, emocionales y materiales. Las comunidades ladrilleras son de las poblaciones más olvidadas, con ingresos económicos muy bajos que no cubren las necesidades básicas de alimentación saludable, salud, educación, recreación, o trabajo digno, entre otras.

El corto documental es un trabajo etnográfico que comprende y visibiliza los modos de vida de las unidades sociales ladrilleras a través de la descripción de sus interrelaciones y sus mecanismos sociales, económicos y culturales, desde el argumento y la perspectiva de los actores (Atkinson y Hammersley, 1994). De esta manera, por medio de la reflexividad investigativa, que implica hacer comparaciones por medio de la observación, la conversación y la interacción, se nos presenta una explicación de las causas de que las comunidades ladrilleras viven en desigualdad social.

“Pues desde que yo recuerdo, que tengo uso de razón toda mi familia ha dependido de este trabajo. Mis tíos, mis hermanos, mis papás y ahora nosotros como tercera o cuarta generación que nos dedicamos al tabique y mis hijos. Fíjese que este trabajo pues francamente se puede decir que es un orgullo”

Elaborar tabiques es un oficio transmitido de generación en generación, como relata Albino Martínez. La transmisión nos lleva a pensar esta actividad como una tradición viva que se hace y se entrega a quienes continuarán en dicha actividad productiva, es decir, que se reproduce una y otra vez por medio de un proceso de asimilación y actualización de la tradición. En la transmisión, la práctica de hacer ladrillo se mantiene como un legado y permite modificaciones de nuevas generaciones, para facilitar la apropiación y, en consecuencia, la permanencia de la tradición viva (Herrejón Peredo, 1994). Las familias de la comunidad de San Nicolás han mantenido este oficio a lo largo del tiempo porque es una práctica familiar y ha representado la forma de producción más importante que ha permitido su supervivencia social.

“Pues apenas nos deja una utilidad para irla pasando, no nos queda una gran utilidad para ir ahorrando. Es mucha inversión lo que hago aquí y lo que estoy ganando no es suficiente. Y así nos va a todos, así nos está yendo a todos, no solamente a mí y por eso todos nos quejamos de la situación que estamos viviendo”

“Me quedarán como $1,000 pesillos libres $1,000 por semana; pero jodiendo recio”

Sin embargo, en palabras de Telésforo Nava y Eduardo Ávila, ha sido una forma de autoempleo que tiene cierta estabilidad; pero con muchas deficiencias. El corto documental describe paso a paso la elaboración del tabique o ladrillo a través de imágenes y de la voz en off. La complejidad de la elaboración del ladrillo consiste en tener los recursos necesarios como agua, tierra, estiércol y leña, y también las herramientas rudimentarias como azadón, pala, carretilla, molde y horno. Todo esto para realizar cada paso, desde la remoja de la tierra y el estiércol para hacer la mezcla, la cual se prepara con el azadón, las manos y los pies, que ayudan a definir la textura adecuada de la mezcla. El procedimiento continúa con el tendido de ladrillo, en el cual por medio del molde se da la forma rectangular para luego acomodarlo a manera de tejido para que se seque u oree. Cuando está secó se carga el horno con las piezas de tabique para la quema y cocción de los ladrillos. Finalmente, sucede la descarga del horno, con las piezas ya listas para su comercialización.

“El riesgo de que uno llegue a cortarse, llegue a volarse una canija uña, como el azadón pasa bien cerquita de los pies y aquí no hay seguro para eso”

Rosendo Ávila Reséndiz, quien está en el fotograma que inicia este escrito, llama la atención sobre los riesgos que conlleva el trabajo ladrillero. Los pies descalzos entre la tierra, el estiércol y el agua son un constante foco de enfermedades y de vulnerabilidades para el cuerpo, y la exposición al humo y al fuego implica el peligro de enfermedades respiratorias y de quemaduras. Estos riesgos y más son consecuencia de la precariedad laboral que sufre la comunidad de San Nicolás, pues es evidente que las escasas ganancias solventan solamente gastos primordiales como alimentación, vivienda y vestido, es decir, que hay desprotección y descuido del cuerpo físico, mental y emocional, debido a que el pago que reciben por ladrillo no permite cubrir seguridad social ni riesgos laborales. Es pertinente aclarar que el pago es impuesto por el mercado, en donde se da la práctica no ética del coyotaje, lo que implica que sean las empresas intermediarias quienes se llevan realmente una ganancia significativa. Esto evidencia los procesos de acumulación por despojo en su máxima expresión porque la construcción de viviendas para ciertos sectores de la región y del país está amenazando el sostenimiento de la vida de las familias ladrilleras, quienes no acumulan riqueza sino daños y perjuicios en sus territorios y en sus cuerpos (Vallejo et al., 2019).

“A pesar de que se considera como un trabajo sucio, un trabajo pesado, francamente nos ha dado, no tanto como para bien comer, pero pues no tenemos que salir a buscar trabajo en otros lugares”

El corto documental también nos deja una incitación a realizar un análisis desde la antropología del cuerpo, puesto que se expone la influencia de las condiciones laborales, la forma de producción y los factores culturales, económicos y sociales, sobre la salud y las enfermedades. Por una parte, la afirmación de Albino Martínez Nuevo nos habla de una alimentación deficiente en un trabajo que desgasta en gran medida las fuerzas físicas y, por otra, el corto hace alusión a los efectos en la salud, desde el tipo de enfermedades o afecciones que pueden tener hasta las limitaciones en la curación, debido a que el acceso a la atención médica implica costos extras, es decir, que la salud está marcada por la marginación y la desigualdad. En este sentido, se invita a reflexionar sobre las implicaciones que se materializan en los cuerpos, que son una construcción social en un tiempo y un lugar determinados. Es decir que en el cuerpo se refleja el aprendizaje obtenido en la vida en sociedad, a través de la intersección entre los aspectos físicos, mentales y sociales (Esteban, 2013). En los cuerpos de las familias ladrilleras se reflejan las enfermedades, los accidentes, la práctica cotidiana de la elaboración del tabique; pero también es posible ver la resistencia y la lucha al mantener un oficio por el cual sienten orgullo y mantienen vivo porque ha sido su forma de sobrevivir en sus territorios.

A manera de cierre, es importante destacar que la realización del corto documental El tabique es la vida es una apuesta por divulgar las condiciones laborales de las familias campesinas de la comunidad de San Nicolás en Tequisquiapan, Querétaro. Es el esfuerzo de una alianza entre la comunidad y la academia que invita a conocer, para no estigmatizar, de primera mano a quienes producen el ladrillo y sus prácticas artesanales, y también es una denuncia pública de las condiciones de desigualdad y precariedad laboral que sufren estas comunidades.

El tabique es la vida (México, 2025, 6:55 min.)
Guion: Rudy Argenis Leija Parra
Producción: Francisco Javier Pérez Vázquez
Realización: Zamna Aurora Cano Alegría
https://youtu.be/ipwzIgjFJZk?si=odKORHfhG3BH5QVN

Referencias

Atkinson, P., y Hammersley, M. (1994). Etnografía. Métodos de investigación. Paidós.

Esteban, M. L. (2013). Antropología del cuerpo. Género, itinerarios corporales, identidad y cambio. Bellaterra Ediciones.

Harvey, D. (2013). Ciudades rebeldes. Del derecho a la ciudad a la revolución urbana. Akal.

Herrejón Peredo, C. (1994). Tradición. Esbozo de algunos conceptos. Relaciones. Estudios de Historia y Sociedad, 15(59), 135–149.

Vallejo, I., Zamora, G., y Sacher, W. (2019). Presentación del dossier. Despojo(s), segregación social del espacio y territorios de resistencia en América Latina. Íconos – Revista de Ciencias Sociales, (64), 11–32. https://doi.org/10.17141/iconos.64.2019.3695


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