José Antonio Flores Farfán,
ciesas Ciudad de México
Nota introductoria
Como parte del laboratorio Víctor Franco Pellotier del ciesas este proyecto parte de la base de un esfuerzo de largo aliento con una historia de más de tres décadas, en su momento denominado Proyecto de Revitalización Mantenimiento y Desarrollo Lingüísitico y Cultural, mayormente auspiciado por Conacyt. Ha suscitado la producción de numerosos materiales en lenguas originarias, alrededor de una centena, de la mano de su propios creadoras y creadores, hablantes de lenguas originarias, en distintos formatos y en un número considerable de lenguas, sobre todo aunque no exclusivamente mexicanas (para un ejemplo véase https://www.academia.edu/29369787/Gaye_giin_giganawaabamin_pdf_pdf).
La concepción del proyecto incluye la idea de un ‘tequio’ lingüístico a favor de la diversidad linguística y cultural, entendido como un ejercicio colectivo de derechos lingüísticos, en su despliegue en prácticas específicas que reivindican estéticas originarias, como el arte verbal e iconográfico, para la producción de materiales con pertenencia y pertinencia lingüística y cultural desde un enfoque colaborativo y multimodal de (re)vitalización lingüística. Se busca así ir llenando el enorme hueco de este tipo de materiales en el ámbito nacional e incluso internacional.
Bajo estas premisas, se han trabajado y se están trabajando una serie de materiales multimodales, audiovisuales y escritos, buscando superar las reducciones sucesivas las que se han sometido las lenguas originarias desde una lógica descendente, básicamente lingüicida, correspondiente a las políticas del Estado. En contraposición, en el adli se acopian, resguardan, preservan, y sobre todo desarrollan materiales en lenguas originarias con el fin de conformar un corpus (re)vitalizador de las lenguas mexicanas que permita tanto mantener como desarrollar el gran legado lingüístico mexicano desde una lógica ascendente. Con un reconocimiento directo de la agencia de los hablantes mismos, como protagonistas fundamentales de sus propios procesos en la búsqueda de la soberanía intelectual, lingüística y cultural, muy ligada a la autonomía política y educativa. En este sentido, la concepción de lengua que prevalece en el adli no considera a los hablantes “informantes”, ni depositarios pasivos de datos que los lingüistas extraen para fines de análisis exclusivamente, todavía la visión predominante en las ciencias del lenguaje, por no hablar de la antropología.
Así, a lo largo de casi cuatro décadas se han producido o están produciendo colaborativamente materiales en formatos multimedia, incluidos impresos, en alrededor de veinte lenguas y sus variantes. Entre otras, lenguas que han merecido considerable atención, como el mexicano (náhuatl) o el maaya taan (‘maya yucateco’), u otras con mediano desarrollo como el tu’un savi (‘mixteco’), o el hñahñu (‘otomí’), hasta aquellas con casi o ningún material, como el umbeyajts (‘huave’), cmiique itom (‘seri’), o el kumiay, con el anhelo de cubrir la mayoría de las familias lingüísticas de México.
También se han trabajado materiales en español mexicano que enaltecen la(s) lengua(s) y cultura(s) mexicana(s) a través del español diverso (por ejemplo las Machincuepas del Tlacuache, una animación que invita a conocer la lengua y cultura nahua a través de la visita al metro de la Ciudad de México (véase https://www.youtube.com/watch?v=Drzu0eT8wUk ), que trasuda una historia profunda de la que somos herederos y a su vez nos provee de identidad como mexicanos, ligada a las lenguas y culturas originarias.
Véase https://www.academia.edu/29722208/Las_Machincuepas_del_Tlacuache_pdf_3_pdf. ).
Estos materiales se conciben no como una producción de material por el material mismo; de manera aislada, sino como parte de la facilitación de procesos de (re)valoración lingüística y cultural, de los cuales los materiales son bastiones fundamentales. Para este propósito se involucrano acompañan activamente autores originarios en su concepción y producción (artistas, lingüistas, antropólogos junto con creadores originarios, pintores y músicos, entre otros) que son los principales protagonistas de los procesos (para algunos ejemplos véase https://www.youtube.com/playlist?list=PL122A5EE57B9E1AA6), facilitando la idea de la coautoría o autorías múltiples como formas de empoderamiento y apoderamiento activo de hablantes comprometidos con el futuro de sus lenguas y culturas, entendidos como ejercicios desde la base comunitaria (véase https://ciesasdocencia.academia.edu/JoséAntonioFloresFarfán/Books.).
Los materiales se restituyen directamente a las comunidades de manera gratuita a través de talleres en los que se incentiva su uso en el ámbito local; con un método que hemos llamado de (re)vitalización lingüística indirecta. Lo cual quiere decir que la participación es prerrogativa de los propios hablantes, a través de talleres para niños, en la propia lengua desde luego, a los que se invita, por ejemplo, en las fiestas de los pueblos, a una función de cine. En ella se proyectan adivinanzas o cuentos animados de la cultura local (la Sirena, el Tlacuache, el Ajolote, etc.), todo exclusivamente en la lengua originaria, creando “nuevos” ámbitos de uso para las lenguas, potenciando su estatus social en medios contemporáneos como las pantallas de televisión, la música o el cine. Los talleres están pensados para niños y jóvenes, para quienes principalmente están dirigidos, de manera lúdica e interactiva. Es de hacer notar que en el campo de las llamadas lenguas amenazadas, se trabaja muy poco de cara a los niños, irónicamente el futuro de estas lenguas y culturas.
Buscando superar concepciones, a nuestro modo de ver, caducas, como el concebir a las lenguas como “moribundas”, son formas de racismo subrepticio, negando la agencia de los hablantes para su supervivencia, como actos de resistencia, identidad y resiliencia. Se trata asimismo de producir materiales de alta calidad, que dignifiquen las lenguas y culturas. Al igual que el trabajo de sus creadores, quienes más allá de poder ser remunerados justamente por su trabajo, además de verlo publicado y recibirlo directamente, son verdaderos activistas de sus lenguas y culturas, creando grupos de acción o comunidades de práctica e interaprendizaje, a favor de las comunidades mismas desde una perspectiva también glocal.
La fase actual del proyecto
Con base en la concurrencia de copatrocinadores solidarios, incluyendo Linguapax y el Fideicomiso del CIESAS, que resguarda la donación de la familia Franco Pellotier para estos propósitos, entre otros, procuramos potenciar el cúmulo de materiales recibidos a raíz de la convocatoria emitida como parte de la última etapa del proyecto Conacyt actual, intitulado “Revitalización lingüística a través de las artes”. Los proyectos recibidos sumaron en su momento unos treinta y están repartidos en 17 lenguas originarias, incluidas las referidas arriba y otras; como, por ejemplo, teneek (huasteco) en el que desarrollamos el cuento de El coyote y el conejo de forma impresa, complementando parte del material producido por Rising Voices, quienes trabajan con un enfoque de activismo digital; un libro para iluminar del pájaro invisible en mexicano escrito por una hablante nahua (Karina Flores), ilustrado por los niños de la comunidad de Cuabnepantla, en la Sierra Negra, que incluye otras actividades lúdicas, como actividades para recortar y pegar, como muchos de los demás productos.
Entre las 30 propuestas actuales de material en lenguas originarias, se incluyen discos compactos de música en nuevos géneros emergentes y libros tanto multilingües como monolingües, dirigidos a distintas audiencias, algunos con realidad aumentada. En el ámbito musical se produjo el disco Natsiká (Travesía) en tu’un savi, de la poetisa Celerina Patricia y el armonicista Víctor Gally, además de apoyar la publicación del disco Ópera Mixe, de la soprano María Reyna, y una serie de videoclips para la radio y la televisión públicas. Como productos musicales actualmente se trabaja con:
- Grupo Tatzotzona. son jarocho en náhuat de Pajapan. Veracruz, una variante con -t y no con -tl de esta lengua. Se trata de un CD con 12 sones que incluyen adaptaciones al náhuat de sones tradicionales y nuevas creaciones, acompañado de un librito con la lírica náhuat. Junto con sus creadores, se espera que este disco tenga un impacto señero en la (re)vitalización del náhuat, en la medida en que está enclavado en el gusto popular regional, y liderado por “influencers” locales.
- En la misma región, el grupo La Mar Ehegat, en el género de baladas y cumbias, ya se ha producido y se trata de una primera reedición. Esta banda sonora forma parte del repertorio cantado del documental Así amigo es aquí, material también listo para reeditarse y actualmente agotado.
- Grupo Xicacal. Este material contiene corridos y canciones en náhuat de autores de los alrededores de Playa Linda, Veracruz.
- Un disco compacto de rap de ADN Maya, colectivo de raperos mayas yucatecos encabezados por Pat Boy, en el cual estos jóvenes mayas yucatecos rapean parte de la tradición oral maya yucateca representada por los trabalenguas mayas (véase https://www.academia.edu/43548090/Kakaltaanoob_o_Kalkalak_Taanoob_Trabalen20200707_32050_2avtol), un género predilecto de la epistemologías originarias orales, así como las consejas para el buen vivir de los abuelos, basado en el libro Consejas de un Boxito (véase https://www.academia.edu/33381133/Consejas_de_un_boxito_pdf_1_pdf).
Los aludidos proyectos recuperan y recrean con claridad las tradiciones orales y diversas formas de mirar, concebir y habitar el mundo, y desde luego de reivindicarlo, de manifiesto en diferentes géneros “tradicionales”, que van desde adivinanzas en ayuuk (‘mixe’), trabalenguas en dibaku (‘cuicateco’), trabajos sobre plantas curativas en hñahñu (‘otomí’) del Valle del Mezquital), “leyendas” como la del niño prodigio en umbeyajts, material didáctico para aprender tu’un savi (‘mixteco’), con géneros lúdicos como loterías, sopa de letras, entre otros. Los materiales se encuentran en diferentes fases de desarrollo y se están trabajando junto con los autores en todo el proceso, lo cual abona también a procesos formativos profesionalizantes de autorías originarias en la práctica, incluyendo su concepción, diseño, formación, escritura de la lengua, etc. Esto lo concebimos como un proceso colectivo de aprendizaje y como una forma de acompañar y desatar procesos de empoderamiento y visibilización comunitaria de los hablantes a través de la afirmación activa de sus lenguas y culturas, como actos políticos de resistencia y reposicionamiento de sus lenguas y culturas.
Algunos de los proyectos están diseñados para elaborarse de forma monolingüe en la lengua originaria e.g. https://www.academia.edu/7173406/Yä_ntägi_thuhu_Hñähñu_Adivinanzas_Hñähñus, una apuesta que nos dice que los autores están conscientes de la importancia de posicionar sus lenguas, poniéndolas en primer plano, sin necesidad de recurrir ni mucho menos subordinarlas a la traducción de contenidos provenientes de otras epistemologías, celebrando las propias, desde una perspectiva creativa, celebrando la oralidad con, por ejemplo, audio libros (e.g. https://www.academia.edu/38532025/N_uu_savi_Kun_ndusu_ta_tyaku_pdf.).
También trabajamos en la línea de hacer asequibles al gran público algunos de estos productos a través de traducciones en versiones multilingües no sólo en lenguas coloniales sino en las variedades de las lenguas originarias mismas (e.g. https://www.academia.edu/43483996/Wa_na_atun_naa_teche_naat_le_baala), para lo cual se hacen adaptaciones específicas, siempre poniendo a la lengua ancestral y sus entornos en primer plano, como la fuente primigenia e invaluable de estas recreaciones (cf. https://www.academia.edu/42657888/Adivinanzas_Mexicanas).
En suma, el adli desarrolla proyectos de publicación y acompañamiento de creadores originarios, bajo una concepción de investigación comprometida y colaborativa, en la que la agenda de la investigación se compatibiliza con las necesidades, búsquedas y apuestas propias de autores hablantes de lenguas primigenias, y se encuentran nichos de oportunidad creativos y formativos, en sendas comunidades originarias mexicanas e incluso otras.
Algunas reflexiones finales
El concepto que anima este proyecto incita e invita a un cambio de paradigma en la investigación social y humana, no sólo lingüística, sino desde un enfoque multidisciplinario y multimodal, trazando una nueva agenda de prioridades a favor de la diversidad lingüística y cultural, que tanta falta hace para ir cerrando la brecha entre la generación del conocimiento, que todavía desde un pensamiento muy dicotómico y atomizante se conoce como investigación básica y aplicada. En este sentido, el trabajo con lenguas originarias que emprendemos no se limita a su documentación pasiva, que es el paradigma predominante. Sino a una documentación mucho más activa, con la (re)vitalización en mente, construyendo y reivindicando acervos visuales, sonoros y escritos, que redignifican las epistemologías propias de los pueblos, dentro de los cuales las lenguas son bastiones fundamentales de su producción y reproducción, pugnando por llegar a sus usuarios naturales, con y hacia los propios hablantes y sus nuevas generaciones. En este sentido, la concepción de lengua que se defiende desde esta perspectiva, deja de concebirla como un objeto de estudio, estático o segmentado, de suyo desmembrado y desapegado de sus contextos sociales, ideológicos y políticos, los “cadáveres exquisitos” de los lingüistas; al contrario, descosificándolas, las lenguas son manifestaciones egregias de formas de expresión de toda dinámica humana, núcleos duros de la vida sociocultural y de la expresión misma de la diversidad humana y el derecho a la diversidad en sus múltiples y complejas facetas, que nos permiten emancipar los más profundo de nosotros.
En semejante concepción no hay lugar para herencias coloniales de todo tipo que todavía prevalecen en la sociedad en general y en la academia en particular, como el racismo inverso y estructural, buscando entender las lenguas como parte constitutiva de la realidad social, en la que la emancipación de las lenguas es idéntica a la emancipación de las personas de la opresión sociolingüística y sociocultural. Al propiciar procesos de sanación decoloniales. se busca superar esquemas reduccionistas que continúan reproduciendo formas de exclusión y discriminación, a las que la academia tendría que oponerse contundentemente, como una parte critica de la construcción de una mejor sociedad.
Para leer y conocer más del adli y sus productos