La estancia del ministro plenipotenciario Paul von Hintze en México durante los gobiernos de Madero y de la Barra

Gabriele Rabenbauer

Paul Wilhelm Carl Hintze 1, el futuro ministro plenipotenciario en México entre 1911 y 1914, nació el 13 de febrero de 1864 en Schwedt an der Oder en la región de Prusia, Alemania. Paul fue el segundo de cuatro hijos del empresario y dueño de una fábrica tabacalera Ferdinand Julius Hintze y su joven esposa Anna Hartmann. El desarrollo normal de esta familia prusiana burguesa, de religión protestante, fue fuertemente perturbado cuando el padre y el hijo mayor y predilecto de la madre fallecieron a causa de difteria. Paul pasó una infancia solitaria, con sentimientos de soledad muy arraigados, notorios en su adultez. La pérdida de su padre con quien mantenía una estrecha y cariñosa relación marcaron su vida, la soledad y su huella fueron características que permearon su vida.

Alemania como potencia económicamente emergente en los años antes de la Primera Guerra Mundial, quería cambiar su statu quo geopolítico. A través de su “política mundial”, la expansión colonial, los armamentos navales y su compromiso económico entre otros con el Oriente Medio, se entremetió en las esferas competitivas de otras grandes potencias. Paul von Hintze, inserto en este contexto social optó por una formación militar.

En 1882 aprobó el examen de ingreso para la marina con el mejor resultado anual, lo que le permitió su ingreso a la Armada Imperial y, muy elogiado por sus superiores, rápidamente obtuvo éxito y reconocimiento. Al unirse a la Armada, comienza la vida profesional de Von Hintze. De 1908 a 1911 actuó como representante militar en la corte imperial rusa, agregado a la persona de Su Majestad el emperador de toda Alemania, lo que más tarde le facilitó ingresar a los servicios de la oficina de Relaciones Exteriores. Su facilidad de aprendizaje le permitió aprender diferentes idiomas extranjeros: especialmente inglés, francés, algo de español y más tarde ruso. El cambio profesional de Von Hintze, de una carrera naval a una posición más cercana al zar de Rusia, para continuar en el servicio de Relaciones Exteriores, es más que inusual. Era inevitable que Von Hintze fuera considerado un excéntrico en sus actividades y por lo tanto se convirtió en objeto de hostilidades.

El puesto de ministro plenipotenciario en México que el gobierno alemán otorgó a Von Hintze muestra la gran confianza que tenía en sus habilidades. Aunque el ministro en general se destacaba por su carácter ecuánime, tenía una personalidad sensible. Esto se refleja en su particular interés por el bienestar de sus connacionales. Sentía el deber de protegerlos a toda costa, incluso arriesgando su vida. Von Hintze, poco después de su llegada a México, en mayo de 1911 reporta al canciller alemán Bethmann Hollweg que los revolucionarios habían ganado y acerca de las pretensiones y reclamaciones de los maderistas expresa la siguiente: “la revolución asimismo busca una elevación moral, […] es una buena señal para la humanidad que se busca la moral tanto en buenos tiempo como en los malos: […] El gobierno de Díaz se había ensuciado los manos por el mal uso de los fondos públicos, la extorsión, la perversión de la justicia y el nepotismo”.2 Asimismo afirma en su reporte que el gobierno mexicano está reorientando sus políticas y busca una conexión más cercana a Europa y en especial con Alemania. La formación militar de Von Hintze le permitió evaluar la situación política de México con ojos más críticos que sus antecesores.

Uno de los acontecimientos más significativos durante la estancia de Von Hintze en México fue el asesinato de cuatro alemanes en la fábrica de Covadonga en el estado de Puebla. En la noche del 12 de julio de 1911, varias decenas de partidarios de Madero, que esperaban la visita de su líder en la plaza de toros, fueron asesinados por las fuerzas federales. Algunos de ellos escaparon hacia los alrededores de la ciudad y llegaron a la fábrica textil de Covadonga. “La violencia comenzó cuando el jefe rebelde Benigno Zenteno y sus hombres, que abandonaron la ciudad de Puebla durante el combate de la noche anterior, salieron en busca de alimentos. Cuando se aproximaron a la fábrica, se [abrieron] disparos en su contra. En la escaramuza, las tropas insurgentes, obreros textiles descontentos y ciudadanos locales, atacaron y robaron el molino de donde habían salidos los disparos”.3 En este incidente fallecieron varias personas entre ellos cuatro alemanes; tres hombres y una mujer que antes de su muerte fue ultrajada.

Poco a poco, el gobierno estatal con la ayuda del gobierno central logró reunir a 21 culpables, hecho muy reconocido por parte del gobierno alemán y la colonia alemana en México. Pero antes que concluyera el proceso en contra ellos, el 15 de marzo de 1912, los 21 criminales construyeron un túnel subterráneo para escapar de la prisión, y en abril del mismo año detuvieron al menos a dos de los presuntos asesinos. Lo que finalmente se arregló con el gobierno mexicano fue que éste pagara una indemnización de 400,000 marcos para los familiares de las víctimas.4

El mismo caso de Covadonga afectó el gobierno de Madero. Varias noticias, publicadas en Alemania, que al parecer tuvieron su origen en Estados Unidos, desacreditaron la buena voluntad de México en resolver los asesinatos cometidos en Covadonga. Esas mismas notas exageraban el peligro que podían sufrir los extranjeros en México. Esto concuerda con Katz, quien sostiene que para 1913, la actitud norteamericana hacia Madero había cambiado por completo, de simpatía velada, o al menos tolerancia, a hostilidad cerrada. […] tanto las grandes compañías norteamericanas en México como el gobierno norteamericano, estaban detrás del embajador Wilson”.5 Von Hintze en un telegrama a la oficina de Relaciones Exteriores menciona una probable intervención americana en México.6

Katz menciona que: “la diplomacia alemana decidió unirse a los ataques estadounidenses contra el gobierno de Madero. El embajador estadounidense Henry Lane Wilson armó a los estadounidenses que vivían en México para producir de esta manera un estado de ánimo histérico que eventualmente condujera a una intervención en México. Von Hintze hizo lo mismo y organizó la colonia alemana en un cuerpo armado”.7 Mientras que para Katz, el hecho de proveer a la colonia alemana con armas, fue señal que Von Hintze seguía la misma política que Estados Unidos y apoyó una intervención estadounidense en México para derrocar a Madero. Yo sostengo que el armamento de la colonia alemana, era únicamente para asegurar la protección de los residentes alemanes. A Von Hintze le quedó claro que Estados Unidos estaba haciendo todo lo posible para derrocar al gobierno de Madero e instalar una dictadura favorable para ellos. Como el mismo Katz afirma: “la diplomacia alemana y británica estaban ansiosos de evitar a toda costa una intervención estadounidense en México”.8

Durante el inicio del golpe, Von Hintze recibe la confianza de Madero en la representación diplomática alemana, pues las mujeres de la familia Madero buscaron asilo en la legación alemana. Von Hintze les ofreció refugio, además de un desayuno.

A las 7:00 horas [del 9 de febrero] buscaron unas siete damas de la familia Madero –incluida la madre, la hermana del presidente y el padre refugio en la legación imperial-; les enseñé el cuarto para las damas, y serví a los refugiados un desayuno. Entonces me fui en coche hacia el lugar de los hechos; alrededor de las 11:00 volví, no encontré a la familia y ante mis preguntas asombradas: ¿por qué?, ¿a dónde? La respuesta fue: al castillo de Chapultepec, porque se sintieron ofendidos por [una] negativa [de usar] el teléfono [por parte de un empleado de la legación alemana]. Confieso que me da vergüenza que los solicitantes de refugio hayan dejado la legación imperial a causa de tal ofensa.9

Katz a su vez asevera que Von Hintze negó asilo a los padres de Madero y que este hecho era prueba contundente que él trabajó desde el inicio de la revuelta junto con Wilson para derrocar a Madero. “Para lograr este objetivo, Wilson podía contar con todo el apoyo de Von Hintze”.10 Una afirmación que aún falta por comprobar.


1 Resumen de la ponencia presentada en la Cátedra Katz octubre 2016

2 Politisches Archiv-Auswärtiges Amt, Mexiko Allgemein 1, Band 28. Reporte de Von Hintze a Bethmann Hollweg. México, 19 de mayo de 1911.

3 David LaFrance, Madero y la Revolución Mexicana en Puebla (Puebla: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 1987), 89.

4 Politisches Archiv-Auswärtiges Amt, Mexiko Allgemein 1, Band 30. Recorte periodístico. Tägliche Rundschau, 06 de junio de 1912.

5 Friedrich Katz, La guerra secreta en México (México: Era, 2010), 67.

6 Politisches Archiv-Auswärtiges Amt, Mexiko Allgemein 1, Band 30. Telegrama de Von Hintze a la oficina de Relaciones Exteriores. México, 04 de marzo de 1912.

7 Friedrich Katz, Deutschland, Díaz und die mexikanische Revolution (Berlín: Verlag der Wissenschaften, 1961), 213.

8 Friedrich Katz, Deutschland und die mexikanische Revolution, 214.

9 Politisches Archiv-Auswärtiges Amt, Mexiko Allgemein 1, Band 33. Reporte de Von Hintze a Bethmann Hollweg. México, 25 de febrero de 1913.

10 Friedrich Katz, Deutschland und die mexikanische Revolution, 219.